HERÓNIMO

- Mantén tus manos, tus ojos, tus locuras y mierdas, lejos... - Dije a modo presentación de mi primo.

Sip.

Como leyeron.

Le digo eso a Gabriel L'arou mi único primo e hijo de la única hermana de mi madre.

Pero díganle Hollywood, como le gusta que lo llamen.

¿Lo recuerdan?

Les hablé de él, en un tiempo atrás.

Mi primo gay.

El que adoro como a un hermano.

Gran diseñador europeo de zapatos de alta costura.

Versace, Michael Kors, Domenico Dolce, Dior, Carolina Herrera entre otros, pelean por sus diseños en los pies para sus modelos en las pasarelas.

Su perfume importado, amaderado y fino de toda la vida es inconfundible.

Es una estela de aroma elegante, que impregna y deja a donde va o está.

Sin olvidar.

Disculpen.

Un pequeño detalle.

Su tremendo parecido, físico conmigo.

Y cuando digo tremendo, es del verbo casi.

Casi, dije.

Clon.

Soy un yo, en marica.

Sip.

Y por eso causa un impacto como este, cuando estamos en la misma habitación.

Como el que tiene mi rayo de sol en este preciso momento que muda con sus ojos grandes y su boquita totalmente desencajada y abierta, tentado a cerrársela con uno de mis dedos.

Mira atónita a Hollywood, sin poder creer lo que ve.

Medimos prácticamente lo mismo, pero en físico, él es más delgado y atlético.

Mismo pelo.

Los putos rulos.

Pero su color es más rubio y ahora, lo lleva rapado en los lados con una cresta arriba.

Rostro, sonrisa y rasgos muy parecidos con el mismo color de ojos.

¿Tres detalles diferentes?

Yo uso lentes, mi primo, no.

Él se viste de una forma muy singular, yo más bien del tipo clásico.

Y yo, soy más joven y él unos años más grandes.

Pero, somos uno jodidamente el negativo igual del otro.

Las cejas claras de Hollywood se dispararon para arriba por mi comentario de recibimiento, pero no se sorprende.

Por el contrario, su sonrisa de satisfacción se dibuja en sus labios, sentado en la barra de desayuno cruzado de una pierna y disfrutando de una copa de champagne entre sus dedos.

YO

Que.Me.Jodan.

Un rico y fino perfume importado de hombre, nos recibió cuando Hero abrió la puerta.

Y con él.

La versión de Herónimo en unos años, en rubio y eróticamente gay.

Y digo erótico, porque si mi jodido príncipe azul es en su simetría perfecta de rostro, altura y con esa mole de cuerpo con tatuajes, es como un maldito príncipe de Disney, versión porno.

El chico que tengo enfrente y sentado en la barra de desayuno, es el príncipe eróticamente encantador de Sherk con su imagen.

Deja su copa de champagne sobre la mesa y regala un guiño de ojo a Marcello en el proceso, mientras se pone de pie alisando su elegante ropa y viene hacia mí, con todo ese glamour que irradia, vestido de negro y con un saco de hombre en color lila.

¿Lila?

Lleva una mano muy bien cuidada y con las uñas pintada de negro a su pecho.

- Santa mierda...ver para creer, mi primo Hero Mon ha sido atrapado... - El tono de su voz es de asombro y muy alegre.

Me roba de los brazos de Herónimo bajo los gruñidos de este, para estrecharme entre los suyos de forma cariñosa.

Nuestros ojos se nivelan en ese abrazo para mirarnos en detalle.

Los suyos, felices y sonrientes.

Y los míos, de sorpresa y sin poder creer.

¡Un Herónimo, rubio!

- ¡Dios! ¡Es asombrosa! - Exclama, escaneándome. - Tía Marchs, tenía razón. Una linda muñequita de porcelana... - Mira suplicante a Hero. - Haré lo que sea hombre. Solo, déjame tenerla...por favor? - Ruega, besando mi mano con caballerosidad.

- Eres gay, imbécil... - Le gruñe.

¿Tenerme?

¿Qué?

Su versión rubia, ríe a carcajadas por la broma y respuesta de su primo.

El brazo de Herónimo se aferra a mi cintura posesivo y me acerca a su lado otra vez, sacándome de los brazos del lindo pero rubio Herónimo número dos, de pelo loco y uñas pintadas.

- No sucederá. Retrocede... - Le dice, besando mi frente entre sus brazos. Luego acota, mirándome. - Nena, este idiota es mi primo Gabriel... - Se sonríe.

- Y casi, su hermano mayor. - Agrega este. - Pero para ti, soy Hollywood, cariño...

- Son tan parecidos... - Por fin puedo balbucear algo, después de mi estado de shock por mi sorpresa.

Y suelta una risita muy agradable.

- Genética familiar francesa y fuerte de los L'arou... - Me guiña un ojo divertido, mientras hace una mueca con su barbilla a Hero. - Nací primero. Soy el original, el guapo y divertido. - Lo señala. - Él es la copia, el chico bonito pero el aburrido...

Y Herónimo le rueda los ojos bajo mi risa.

- Ahora, mi querida... - Me roba otra vez de los brazos de Hero, para llevarme de la mano y con delicadeza en dirección a los sillones de la gran sala. - Cuenta al tío Hollywood, que mierda vudú utilizaste para enamorar a mi querido primo "Mr cordialidad." Conocí a George Clooney en una fiesta benéfica y necesito que sea mío... - Me susurra.

Rompemos en risas.

Herónimo nos ve riendo e intenta disimular la suya, alzando los brazos al cielo como pidiendo misericordia.

- Necesito un trago... - Exclama derrotado y desapareciendo en la cocina por copas y vino.

Luego de una cena agradable en la cual, no me pasa desapercibido la gran comida gourmet que nos hizo Marcello agasajando al invitado.

Volvemos de vuelta a los sillones de sala.

Entre la charla de ambos, descubro que la copia y el original, se adoran con locura.

Únicos primos y con una relación estrecha de hermanos.

De temprana edad, Gabriel descubrió su homosexualidad y pese a ser mayor por unos años de Herónimo, este lo defendió siempre de burlas verbales y ataques de niños.

Ganándose varias veces, suspensiones en el colegio en el trayecto escolar.

En la edad universitaria se separaron por tomar rumbos en carreras diferentes.

Optando Gabriel, por erradicarse en Francia para estudiar diseño de moda y especializarse en el diseño de zapatos de alta costura.

Y convertirse con el tiempo.

En el famoso modisto y creador, de nombre Hollywood.

Cuando le llegó a sus oídos las noticia de la lucha de su primo, quién era el oponente y en las condiciones que quedó.

Tomó el primer vuelo.

Herónimo frunce sus cejas, cuando comenta que estaba en el país de hace días.

- Debiste avisarme, iba por ti al aeropuerto.

Su primo ríe, bebiendo de su copa.

- Corazón, solo fue un par de días atrás y tú, estabas internado porque te dejaron de a cuadritos y tía Marchs fue por mí.

- ¿Mamá? - Hace una mueca. - No me dijo de tu llegada.

Hollywood eleva su ceja, perfectamente arreglada.

- Porque le dije que no lo hiciera, estoy en una idea aprovechando el viaje al país, cariño. - Descruza una pierna, para cruzar la otra. - Un par de reuniones para la confirmación, así me dedicaba entero después a ti...

- ¿Idea? - Digo, tomando mi batido favorito de cereza mientras ellos disfrutan de una copa de vino blanco.

Palmotea feliz dejando la suya en la mesita e inclinándose en su sofá hacia nosotros.

Y esos ojos de un color hermoso, brillan por el entusiasmo.

Abre su brazos y los expande por el aire.

- ¡Un desfile! - Exclama. - ¡Estoy a punto de largar mi nueva colección de verano y quiero que sea acá! - Me mira sonriente y me señala con su perfecta uña. - Y tú, estarás en la pasarela, corazón...

- ¿Qué? - Decimos al mismo tiempo con Herónimo.

Suelta una risita.

- Una idea glamorosa. - Prosigue, haciendo caso omiso a nuestras caras.

El de Hero de pánico y mío de sorpresa.

- Una línea de zapatos, para Baby's and Mami's & Pregnant...

- No. - Responde Herónimo por mí.

Dejo mi batido y me cruzo de brazos.

- ¿Y por qué no, si se puede saber? - Bostezo.

Me arquea una ceja y me señala.

- Por eso, justo. Necesitas descansar, nena... - Mira a su primo. - ...conozco a Hollywood. Te volverá loca. - Me enumera. - Es la persona más frustrante y controladora cuando trabaja... - Le arqueo una ceja. - Te querrá a su lado siempre y todo el tiempo, porque se posesiona... - Inclino más mi cabeza y le entrecierro los ojos, bajo la carcajada de Hollywood. - cuand... - Nos mira ambos, porque estamos riendo. -...maldita sea! - Dice al fin negando divertido y porque, son iguales hasta en eso los primos.

Abrazo a mi frustrante controlador y posesivo hombre.

- Será divertido... - Lo consuelo, bajo su morrito que no sabe que está haciéndolo.

Beso su mejilla con amor.

- Ya lo verás...