La Pasión de un Espíritu
□ Josuke ☆ Reimi ■
Josuke Higashikata, a pesar de haber tenido cientos de aventuras, enfrentando a personas con increíbles habilidades, y de haber estado cara a cara con un asesino serial, tenía que enfrentarse a algo más: el resto de su juventud. Esta historia podría ser considerada como algo trivial, pero es digna de contarse. Esta es la historia del entonces, actual Jojo, y de cómo perdió su virginidad.
¿Cómo ocurrió? Oh, mi amado lector, esta historia es poderosa, ya que no fue con un ser vivo. Y eso ya es decir mucho.
El joven Josuke siempre tuvo un arrastre sin igual con el sexo opuesto, sin embargo, a pesar de tener este gran talento, Josuke ocultaba algo en su corazón, no tenía ninguna experiencia romántica. Es obvio que no era por no ser guapo, sino más bien por su personalidad. No tenía idea de cómo conectar con mujer alguna. Él estaba en pleno conocimiento de que atraía a muchas chicas... era un puto Jojo maldita sea, pero se trababa sin saber que decir o hablar, y prefería decir alguna burrada sin sentido, y hacerse el simpático. No daba ese salto de fe. Era como asomarse al abismo y regresar a pesar de tener puesto un paracaídas. Sin embargo, existía una chica con la que podía hablar todo lo que quisiese sin sentirse raro, extraño o bizarro. Esta chica tenía el nombre de Reimi.
Reimi era una chica de cabellos rosados, de piel clara y que... bueno... ¿cómo lo digo sin parecer un desquiciado? era un fantasma. Si, sé que suena extraño, pero ella era un espíritu en pena. Estaba atada a un callejón donde uno podría perder su alma. Junto a su perrito le pidió a Josuke, y a sus amigos Rohan, Okuyasu, y Koichi que atraparan a su fatal asesino. Cuando esa historia acabó, Jojo ya no tenía motivos para visitar a Reimi, más si para pedir consejos.
- Reimi... soy muy virgen, dime como conquisto a una chica.
- Jojo, pedazo de pelotudo, soy un maldito fantasma... ¿qué puedo hacer yo? ¿Ah? Yo tampoco tuve a alguien.
- Pero vamos, eres mujer. Rohan se sonroja contigo... se les ve muy juntos, debes saber que les gusta a las mujeres. Solo.... solo sé posar, no sé de qué hablar.
- Rohan es como un hermanito para mí. Pero aquí el tema eres tú. Dime... ¿qué te gusta?
- La Shonen Jump.
- Eso no es del gusto de todas las mujeres... pero cuéntame.
- Es que leo muchos mangas de Araki jejejeje... y sí, también leo mangas del maldito Rohan...
Sin pensarlo afianzó una amistad aún mayor con Reimi. Todas las tardes después de clases Jojo la visitaba en su callejón para practicar el hablar con una mujer. Ella era bellísima a la vista del joven Josuke, a tal punto de que en sus clases la dibujaba, ya que no podía sacarla de su mente. Y claro, tenía una que otra fantasía con ella, hay que recordar que Josuke tenía las hormonas a tope. Pero ella, era un espíritu. Y no podía haber nada entre ellos. Uno pertenecía a la vida, y la otra a la muerte. Sólo se quedaba con la hermosa ilusión de que estar en su compañía lo volvía más diestro en el arte de hablar con mujeres.
Una noche, en la cual Josuke se quedó sólo en casa, ya que su madre Tomoko hacía un viaje de negocios, fue que él entendió lo que era dejarse llevar por su libido. En esa noche de brillante luna, el fantasma de Reimi apareció en su cuarto. De la nada, sólo apareció. Él estaba tratando de dormir, ya acostado, pero despertó de golpe al sentir la presencia del fantasma. ¿Qué hacía ahí, fuera del callejón? No entendía nada. No podía articular palabra. Se levanta de la cama, con los pies descalzos sobre el frío suelo, y la interroga.
- ¿Qué haces acá? Pensé que estabas atada a ese callejón y...
- Shh~ -le respondió el fantasma.
Ella se acercó, y lo tomó del rostro. ¡Podían... Podían tocarse!
Y se acercó tanto que juntó sus labios con los labios temblorosos y confundidos de Jojo. Ella lo besó en silencio. Una vez. Solo juntando los labios. Después abriendo su boca para saborearlo. Y después Jojo se dejó llevar. Ella acarició su pecho. El pijama de Josuke solo consistía en usar bóxeres rojos con diseños. Ella beso el cuello de él. Era una sensación demasiado gloriosa. No sabía qué hacer.
- Tú... tú también puedes tocar... – lo invitaba Reimi con una sonrisa decidida.
Reimi, mientras le decía aquello, no dejaba de besar su cuello. Y Jojo acarició la espalda de ella. Y el cabello de ella. Pero Reimi detuvo su beso apasionado. Se separó de él. Y enojada le respondió.
- Te dije... Jojo... ¡tú también puedes tocar!
Es allí en que tomó la mano de Josuke y se la llevó a su busto. Apretando el seno de la joven que ahora ya no era un espíritu. Jojo no había sentido nunca el seno de una mujer. Al menos no con sus palmas en una situación erótica. Apretó suave, casi con miedo de destruirla, sin embargo, después apretó fuertemente. Esto provocó un leve gemido en ella.
- Perdón... ¿te dolió? Yo no sé de esto, yo...
- Si... pero me gusta... sigue... explórame... hazlo sin miedo.
Josuke tragó saliva... y empezó a sacar el vestido de la joven. Tenía miedo de ver la herida de muerte de ella, ya la había mostrado en el pasado. Pero no fue así. Ella estaba intacta y sin mencionar que estaba más hermosa que nunca. Al estar en desnudes parcial ella se sonrojaba. Podía ver el vapor de su aliento. Sin embargo, ella también ayudó a sacar su vestido al ver los nervios del joven. Dejó el vestido en el suelo. Al fin se mostraba desnuda completamente. Volvió a tragar saliva, y al intentar acercarse de nuevo estaba con temblor en sus manos por los nervios. Él no sabía por dónde continuar, el cómo proseguir. Sólo atinaba a ver la silueta de Reimi con adoración. Veía la entrepierna de ella. Su trasero perfecto. Y sus senos. Se acercó y solo atinó a abrazarla. La apegó a él. La abrazó. Y bajó sus manos hacia el trasero de ella. Sentir las nalgas de Reimi fue tan excitante como tocar sus senos. La besó. Más apasionado aún. Respirando fuerte.
- Eso es mi lindo Jojo. Tócame~
Besó el cuello de ella tal como ella lo había hecho previamente. Sus manos apretaban los glúteos de la joven. Y de un momento a otro ella llevó su mano a la entrepierna de Jojo.
Se encontró con un miembro gordo que casi rompía el bóxer de lo excitado que se encontraba. Y lo acarició. Pero él la detuvo...
- No... para... nunca he hecho esto.... tengo miedo a defraudarte... a que...
- Shh~ dale... con calma Jojo, sólo quiero ver cómo te corres...
Bajó y se arrodilló frente a él. Le bajó el bóxer y vio su polla venosa deseosa de sexo. Ella lamió su mano derecha y acarició la cabeza del pene del joven con la palma de su mano.
- Aaaaaa... ay... no... no quiero correrme.... ni siquiera hemos... – tartamudeaba Jojo.
- Shh... soy yo la que quiero esto. Hacer lo que quiera con esta verga. Y quiero masturbarte y ver tu leche~ Es lo que deseo ahora.
Puso su mano alrededor de su pene. Y bajo la mano. Después la subió. Lento. Muuuuuuy lento. Esparciendo sobre la carne caliente la saliva que había puesto en su mano. Mientras Josuke era un concierto de jadeos. Las bolas de él tenían un cosquilleo.
- Para... no.... es que...aaaaa.... me voy a venir... y no quiero... que vergüenza... Reimi no entiendo que sucede...
- Disfruta Jojo, dale, córrete para mí, mánchame...
- No hables así, no puedo evitar... ay... AAA... Reimi no quiero que pienses mal, pero esto me calienta. ¡Me calienta mucho que me hables así!
- Eso quiero...
- Por favor...
- ¿Entonces me detengo?
Y Reimi se detuvo. Aunque no sacó su mano de su miembro, mientras lo miraba con una gran sonrisa desde abajo. Josuke la miraba desconcertado... no sabía que hacer ni como actuar. Sólo atinó a decir la verdad.
- No... sigue por favor...
- Ruega~
- ¡¿Es enserio?!
- Si. Ruégame...
- Te lo pido... por favor.... no pares~
- Soy tu dueña esta noche. Y esta verga es mía... pero ¿por qué debería continuar?
- Por favor... Reimi...
Jojo estaba muy sonrojado... y una lágrima le caía por su mejilla... Al ver aquella lagrima Reimi se decidió y continuó. Jalando más rápido. Recorriendo el pene erecto del joven a su merced. Porque a pesar de ser ella la que estaba de rodillas, y el de pie, era obvio que ella era la que mandaba en esta situación.
- Ay siiii...aa....a.a.aa....a. aaaaaa.... que rico por la mierda...
- Uy! Me gusta que digas palabrotas...
- Aaaa.... aaa...ay....
La verga de Josuke palpitaba con fuerza. Y de repente, sin previo aviso... Tres largos chorros de semen ardiendo salieron manchando la cara de la joven.
- Ay que ricooooOOOooooOooOoo~ -Decía Jojo mientras salía semen de la punta de su miembro
- Delicioso~ -dijo Reimi con una gran sonrisa en su rostro.
- ¿Qué~?
Ella tenía semen en su cara, en su nariz y labios. Y ella lamió sus labios probando la leche caliente de Jojo. Tomó el bóxer de él y se limpió el rostro.
- Vamos.... yo también quiero sentirme así. Tócame.
Ella se recostó en la cama detrás de Josuke y puso almohadas para apoyar su espalda. Abrió sus piernas y con sus dedos abrió su sexo. Josuke se acercó, aún agitado por la reciente corrida, y al estar cerca de ella con su índice empezó a frotar esa piel húmeda. Se sentía increíble. Cálido y mojado. Y vio una parte que le llamaba la atención.
- Ese es mi clítoris... dale... tócalo sin miedo. Pero no seas brusco.
Jojo la apretó.... y ella dio un jadeo de dolor.
- No tan brusco... Jojo, debes hacerlo más suave...
- Perdón es que... yo soy nuevo en esto, te dije que era mala idea esto de...
- Mira cómo me toco yo...
Ella empezó a masturbarse de apoco frente al tímido joven. Con las yemas de sus dedos moviendo de un lado para otro su clítoris. Después en forma circular. Su cuerpo se movía por inercia. Y ella empezaba a jadear.
- Suave... así debes hacerlo... ahora deja tomar tu mano...
- Si...
Ella tomó la mano de Josuke y acarició su clítoris con los dedos de él.
- Me gustan tus dedos~ son firmes...
- Me gusta tu... clítoris...
- Un consejo... no lo menciones tanto. Te hace ver muy nerd jeje.
- Jejejje...
- Ahora masturbarme con ambas manos. Con la derecha toca mi botón del placer.... y con la otra mete un dedo en mi mojada vagina~
Y Jojo así lo hizo. De apoco. Tocando y tocando. Metió su dedo y acarició las paredes de esa vagina preciosa. Era tan hermosa para él que no pudo evitarlo. Dejó de tocarla. Pero acercó su rostro. Y la besó ahí. Y empezó a lamer. Y con su lengua tocó ese "botón del placer" como ella lo nombró.
- ¡Ay Jojo~! Que rico... no pensé que harías eso...
- Yo.... tampoco.... pero quiero devorarte ~ y probarte...
Con su mano derecha tocó su clítoris y movía sus dedos de un lado para otro. Mientras que su lengua entraba y salía de su húmeda vagina. Ese sabor lo tenía loco. La tocaba tanto. Hasta que sintió un líquido caer en su boca. Unos pocos chorros de líquido que lo asustaron.
- ¿Hice algo mal? ¿Estás bien?
- Demasiado bien... tú lengua es asombrosa... me vine...
- ¡¿Enserio?! Ósea no lo hago tan mal y...
- Penétrame ~
- ¿Qué...?
- Hazme tira Josuke... Ábreme... Quiero sentirte dentro...
Josuke estaba tan duro que hizo lo que ella pedía. Acomodó a Reimi mientras ella abría las piernas. Recostada y esperándolo. Él tomó su pene, se lo jaló unas pocas veces y colocó la punta en el sexo de ella.
- ¿Estas completamente segura de esto?
- Mételo~
- Pero...
- ¡Mételo por la mierda...! ¿No ves que te deseo? ¿No ves que quiero tu cuerpo apegado al mío? ¿Qué quiero saborearte? Por favor Josuke... te lo ruego... ábreme~
Y Jojo metió su verga. El hecho de sentir su interior hizo que él y ella gimieran al unísono.
- Eso es Josuke... nunca contengas tus gemidos... tu voz... suave y ronca a veces.... sentirte tan apasionado.... amo esos gemidos me ponen tan cachonda...
- ¿Si~? Por qué los tuyos también me ponen tan duro.... ay...aaa...aaa....
- Eso, gime~
- Aaaaaa....ay.... aaaa.... que ricooooo me encanta...... quiero seguir por siempre así...
- Y yo.... aaaah~
Sus pelvis chocaban. Él tomaba sus senos. Los besaba y los mordía. Pero hizo algo que no pudo evitar.... fue instinto.... apretó su cuello.
- ¿Jojo?
- Tú...........eres..........mía.......
- Sí~♡
- ¿De quién eres?
- Tuya~♡ ay Josuke yo.... aaaa...aaaa...aa.......me vengo....
- No...
- Déjame por favor, quiero venirme...
Josuke aceleró su embestida. El sudor aparecía y no podía parar.
- Yo también me vengo Remi~
- Vente conmigo~
- Si~♡
- Si~♡
Los músculos de ella se tensaron y la vagina apretó el miembro de él. Éste en respuesta eyaculó en su interior y su semen la llenó.
- AaaaaAaaaaAaaAaaaaaaAAAAaaaaaaaaaaaaaah~♡♡♡!!!
Ambos gritaron y se besaron apasionadamente. Pasaron unos minutos en donde al fin pudieron recuperar el aliento.
- Te amo Reimi...
Pero ella lo miró con tristeza. Se levantó de la cama, recogió su ropa del suelo y se puso su vestido. Al darse vuelta lo miró con una sonrisa forzada.
- No me amas Josuke.
- Si te amo... yo no miento. Lo de hoy...
- Lo sé. Pero estas confundido. No me amas... no puedes amar a alguien que ya está muerto... ¿no has pensado en porqué pudiste tocarme?
- No... – respondió mientras también se levantaba de la mano y se acercaba a ella.
- Fue un deseo. Cumplí mi cometido en esta tierra. El más allá me pide. Me solicita. Pero pedí algo a cambio a este bizarro universo. Una noche para sentir esto. Y lo hiciste genial.
- ¿Te vas para siempre?
Josuke empezaba a sacar lágrimas. A llorar. No entendía nada de nada.
- Si. Ya he muerto Josuke. Pero siempre te recordaré. Encontrarás a alguien mejor. Es más. Explora. Y siente el amor de muchas mujeres. Disfruta. Hasta que de verdad te enamores.
- ¿Cuándo lo sabré?
- Cuando te despiertes y quieras decirle buenos días a aquella afortunada mujer. Cuando escuches la radio y pienses que esa canción se la puedes dedicar. Cuando la dibujes en tus apuntes. Pero yo... Yo en cambio sólo te diré buenas noches.
Reimi lo besó. Y en segundos desapareció. Y Josuke, el actual Jojo, quedó solo, desnudo, abrazado por la oscuridad, bajo la sensación de la desesperanza y la angustia. No logró dormir en lo que quedó de la noche.
Al día siguiente Josuke Higashikata se bañó. Se vistió. Se peinó. Se despidió de su madre Tomoko que recién había llegado de su viaje. Y se fue a la escuela. En el trayecto al establecimiento pensó en aquellas palabras que aún resonaban en su mente. "Encontrarás a alguien mejor. Es más. Explora. Y siente el amor de muchas mujeres. Disfruta. Hasta que de verdad te enamores". Reimi lo había entrenado para disfrutar del sexo. Así que cuando estuvieron en gimnasia habló con una chica que le gustaba físicamente. A los minutos ya estaba acostándose con ella en la sala de útiles deportivos. En la tarde estuvo con su profesora de inglés, y también lo hicieron. Así, Jojo se dio cuenta de que era bueno para tener sexo. Pero no había nadie que conectara emocionalmente con él. Es por esto por lo que llamó a su padre. Joseph Joestar.
- Aló papá... perdón por molestarte... necesito hablar... – decía Josuke mientras tenía el auricular en su oreja algo acalorada.
- ¿Estás ocupando el teléfono de la Fundación Speedwagon? Bien pensado. ¿Qué pasa hijo?
- No sé qué hacer con mi vida... Eres muy viejo, apenas podías caminar, pero me han dicho que sabes de estas cosas. Padre... yo me enamoré de alguien. Pero ya no vive en este mundo. Y he cogido como conejo.
- ¿Enserio? ¿Y con mujeres?
- Pues si... ¿por qué la pregunta?
- Es que... por nada hijo... oye, pero ¿cuál es el problema?
- ¿Podré volver a amar? Me gusta el sexo.... pero quiero amar. Quiero... hacer el amor.
- Ay Josuke. Puto sentimental. Me recuerdas de joven. Somos apuestos, pero no sabemos cómo hablar con el sexo opuesto. Eres muy joven... pero si quieres sexo.... hay una mansión...
- ¿Mansión...?
- Antes de amar, experimenta y disfruta de tu juventud. Esta mansión puede ayudarte.
- Vaya, me haces acordar las palabras de la chica que me había enamorado. ¿Como se llama esa mansión?
- El nombre es lo de menos. Te compraré un pasaje en avión, ven a verme. Aquí te contaré sobre esto. Así aprovechas de conocer Estados Unidos. ¿Tienes algo mejor que hacer? – decía mientras tosía un poco debido a su avanzada edad.
- Gracias papá. – le decía el actual Jojo al anterior Jojo.
Josuke no sabía que encontraría allí. No sabía que hacer realmente o que esperar de la vida. Después de hablar por teléfono con su padre se peinó. Fue a comer junto a su madre al restaurante de Tonio. Y a la noche se juntaría con sus amigos por última vez ya que al día siguiente partiría su viaje desde Japón al lejano continente americano. Él sólo tenía planeado algo. Encontrar el amor. Uno que no pudo mantener del espíritu de una joven asesinada.
FIN.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top