CAPITULO 93
HERÓNIMO
<< - No me subestimes Herónimo, nunca fuiste un idiota... - Dice y sus ojos se oscurecen más, mientras se acerca a mí.
Aprieto más, mis puños.
- ...sabes, lo que quiero... - Dice.
La puerta se abre de golpe, con Collins.
Notó mi demora y lo detengo con una mano en alto, a que permanezca en su lugar.
- Herónimo, no lo hagas... - Sale de él, mirando por afuera de la puerta para luego cerrarla y sin perder sus ojos en nosotros.
- Dios... - Exclama Gaspar burlón, mirando a Collins. - ¿Te has convertido con los años, en nenito de mamá?
- No necesito de Collins, para darte una paliza Gaspar. - Gruño, dando un paso hacia él desafiante.
Y sus ojos azules de golpe, brillan por ello.
- ¡Herónimo! - Grita, Collins.
Gaspar chasquea su lengua negando divertido y caminando por los lados.
Me está midiendo.
- ¿Me preguntaste, qué quiero? - Niega riendo, por lo bajo.
Y su mirada se eleva a mí.
Dios, sus ojos.
- Quiero, venganza. - Se acerca y Collins, lo hace también.
Y yo lo vuelvo a detener con mi mano en alto.
Porque, no le tengo miedo y necesito escuchar.
- Venganza por cada puto año, que me condenaste en la cárcel.... - Sus ojos se inyectan, ante el recuerdo. - ...venganza por mi padre que, con su agonía y en la mierda que cayó, cuando tu querido padre lo echó de TINERCA, importándole un carajo que dejó en la calle a su mejor amigo y con una familia, después de 30 años trabajar para él... - Ríe, burlonamente. - ...el gran Vincent Mongomery Mon. - Eleva sus brazos al aire, sarcásticamente.
- Gaspar, tu padre cavó su propia tumba. El alcohol y los anti depresivos... - Muerdo el interior de mi labio, hasta hacerme daño. - Y a ti, las drogas...
- ¡Mentira! - Grita. - ¡Mi padre fue un hombre de honor, que dejó su vida por la metalúrgica! ¡Se merecía la vice presidencia de TINERCA! ¡Y el tuyo, se lo negó y te eligió a ti, maldita sea! ¡A un niño! - Bufó.
Las venas de su cuello se hincharon, cuando gritó y sus ojos eran dementes.
- ¡Porque, nunca fue una sociedad Gaspar! ¡La metalúrgica era de mi padre y yo, su heredero!
Se acercó un paso más y yo, también.
Dos metros.
Dos metros es lo que nos separa.
Y lo que nos podía unir para matarnos a golpes.
- Mi venganza, es hacia ti Herónimo. Pero, será colateral... - Se sonríe y me lo explica como si fuera un puto profesor de universidad y yo, su alumno. - ...sobre tu familia. Voy a destruirla, hasta que sea polvo. Como tú, hiciste con la mía...
Y mi sangre entra en ebullición y veo rojo.
Me abalanzo sobre él, pero Collins es más rápido y se interpone, impidiendo que haga contacto con él.
- ¡Tocas a Marleane y juro que te mataré con mis propias manos, hijo de puta! - Vocifero, intentando zafar de los brazos de Collins.
Y su risa, inunda en el baño echando su cuerpo para atrás, ante mi primer puñetazo en el aire.
- ¿A tu madre? - Niega. - ¿Me crees tan poco creativo, amigo?
Mi respiración agitada y cortada por la adrenalina llena la furia, suena como un maldito autoparlante en la habitación.
- Voy hacer tu vida miserable... - Dice al fin. - ...tan miserable, que rogarás juntarte con tu muertita Marian zorra Linch, para saber que la jodida tranquilidad es una tumba...
Y mi piel, se eriza y siento rasgar...
Romperse bajo mi piel, floreciendo algo.
La oscuridad.
Mi oscuridad con un grito salvaje como gutural, que desde el fondo de mi alma germina.
Porque, mis demonios despiertan.
Pidiendo.
Sangre.
La sangre de Gaspar.
Y no hay ni Dios ni fuerza que pueda detenerme.
Porque, exploto sobre Collins y me precipito sobre Gaspar.
Alcanzando a darle un puñetazo certero, en la mandíbula antes que Collins me taclee con su cuerpo, consiguiendo derribarme contra una pared lateral y caer con el cuerpo de él, en el piso de ese rincón.
- ¡Suéltame, Collins! - Rujo. - ¡Voy a liquidarte, Gaspar! - Forcejeo, inútilmente.
Y una carcajada aterradora sale de su garganta, pero de forma divertida limpiándose un hilo de sangre que cae de la comisura de sus labios, con la palma de su mano por el impacto de mi golpe.
Un choque de puñetazo mío, que hubiera bajado a cualquier oponente de arriba del ring, pero que apenas su cuerpo se movió.
- Sombra y linaje... - Suelta, tomando una toalla desechable de papel para quitarse el resto de sangre.
¿Qué?
Pienso, mientras trato inútilmente de liberarme de Collins, respirando fuerte y frustrado desde el piso.
- Seré tu sombra como ahora. - Prosigue. - En cada puto rincón, habitación y lugar que estés amigo... - Se encamina a la puerta de salida.
Pero, se detiene antes de abrirla y con la mano en el picaporte. - ...linaje. - Vuelve a repetir. - Voy acabar, con la puta dinastía Mon...
Y mis ojos se humedecen.
No.
NO.
Una sonrisa de lado, nace en su boca al verme.
- Triste... - Dice. - ...triste sería, la perdida de otro hijo ¿no, Herónimo? ¿Lo entiendes, ahora? Linaje... - Lo vuelve a decir, recalcando esa palabra y abriendo la puerta. - ...aunque, debo admitir que Vangelis Coppola ¿es su nombre, verdad? Es hermosa y sería una sexy futura mamá... - Se inclina, para susurrarme. - ...lástima, que nunca va a ocurrir...lo de un...bebé... - Finaliza y sin más, se pierde tras la puerta.
Y yo, bramo sacudiendo mis brazos por escapar cuando se va.
- ¡Herónimo, basta! ¡Ya es suficiente! - Me grita Collins, tirando todo su cuerpo sobre mi espalda.
Y me derrumbo.
Como hace 13 años atrás.
Lágrimas de ira y tristeza, brotan de mí.
- ¡Escucha! - Exclama Collins. - ¡No lo vamos a permitir! ¿Lo entiendes? ¡No lo voy a permitir! - Me sacude.
- Rayo de sol... - Solo mi boca, repite.
Lo que repite mi mente y mi corazón.
Y mi pecho, baja y sube estrepitosamente.
Porque me siento vulnerable.
Ya que su amenaza late en mí.
Y echó raíz.
Ayuda a incorporarme y ponerme de pie, cuando me nota más calmo.
Arregla su saco de vestir.
- No caigas en su trampa Herónimo ¡Te está llevando a ella, como un títere hombre! >>
Pestañeo.
Pestañeo mucho.
- ¡Herónimo! - Me llaman. - ¡Herónimo! - La voz de Collins frente mío y en las butacas de mi avión, me sacan de mis pensamientos profundos.
Corrección.
Pesadilla.
Paso mis manos varias veces por mi cara y doy un sorbo a mi vaso de agua.
- ¿Collins aparte de Ángel, tus hombres cuidan a rayo 24/7 ¿Cuántos?
- Diez hombres, desplegados estratégicamente. - Responde.
- Bien ¿Y Marleane?
- Auto civil y una docena de ellos, dispersos por la quinta.
Resoplo.
- Cinco días... - Digo y asiente.
Miro por la ventanilla.
Son los días que me di y doy para este puto viaje.
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