CAPITULO 56
YO
Herónimo viene orgulloso hasta donde estoy sentada en una de las diminutas sillas de colores en madera, que componen un extremo del pabellón con el premio en mano.
Una paletita, sabor fruta.
Imposible no reír por su cara de ganador y satisfacción que refleja todo él.
Santo Dios.
¿Qué tiene?
¿Seis años?
Ruedo mis ojos divertida.
Toma asiento a mi lado y no puedo evitar reír también, cuando ese gigante cuerpo de traje hace su magia sobre la pequeña silla que parece más diminuta a comparación de su gran tamaño sobre ella.
- Por eso opté por las de maderas y no de plástico, cuando las encargué. - Me dice sacando el envoltorio de la paletita y se lo da a Benjamín que tengo en mi regazo, sin antes darle un beso sobre su cabecita.
Lo repito.
¿Esta mole de hombre, es mitad gruñidos y mitad osito Teddy?
Pero no se lo digan, no queremos verlo furioso.
Nos limitamos a contemplar a los niños del pabellón en un agradable silencio.
Algunos, jugando entre ellos.
Y otros, recibiendo la atención y cariños de sus padres como enfermeras.
Una suave canción infantil que habla de unicornios y golosinas, se siente de fondo y se mezcla con el sonido de la película de Los Minions desde un enorme plasma, que hay en una de las paredes.
- Gracias. - Solo digo.
Me mira.
- ¿Por qué, nena?
- Por romper tu regla número 3 con esto. Y creo que la 1 y la 2 también... - Pienso indecisa.
Lo hace reír.
Vuelvo mi vista a los niños, la mayoría en sus camitas.
- Esto no deja de ser maravilloso y lo compartiste conmigo... - Bajo mi mirada al niño que tengo entre mis brazos y beso sus manitas regordetas, llena de pegotes dulce por la paletita. - ...imposible, no amar este lugar y a ellos.
Acomoda sus lentes y suspira.
Silencio.
Juraría que quiso decir más, pero se limita a acomodar un mechón de mi pelo suelto detrás de mi oreja y a asentir con su cabeza.
***
Después de ayudar a las enfermeras con el desayuno de todos y medicamentos de los niños, observo como Herónimo serio y con sus brazos cruzados en un extremo alejado, habla con un par de médicos que vinieron con Gladys.
Su postura, aunque es intimidante y glacial, no deja de asentir y escuchar atento a cada palabra que dicen.
Mi celular vibra desde el bolsillo trasero de mis jeans, por un mensaje de Siniestra.
Karla:
10:21h - "¿Tengo una hermana famosa? 0.o ¡Joderrrrrr! Casi morí al ver esta mañana en la pastelería, las portadas de los periódicos. No se anda con chiquitas tu sexy y millonario novio ;)
¿Reunión urgente en la semana, ok?
Y debes hablar con papá cariño, me llamó.
XXOO.
K."
Le respondo, con un simple ok y guardo mi celular mientras pienso, como afrontar a papá con esto y cuando ir.
"Oye papi, quédate tranquilo ¿si? Lo que dicen los periódicos, es salamería del corazón. Solo me estoy cogiendo al gran jefe y mega empresario de las T8P. Pero no te preocupes, aunque le gusta atarme a la cama, dar un par de nalgadas, darte duro contra las paredes de un baño público sin piedad. Y ser un posesivo celoso, controlador y se rige por 4 reglas rompe corazones sabiendo que nunca me va amar, soy feliz,ok?"
Aunque es sarcasmo, río para mí, levantando mi vista y encontrarme con los de mi señor oscuro mirándome fijo y sin dejar de intercambiar palabras con los médicos.
Su oscura mirada sobre mí, es como un pozo sin fondo donde no había fin y no hay luz.
¿Qué mierda de color, son esos?
¿Azules o marrones?
Ni idea.
Pero algo le molesta, porque muerde su labio superior.
¿Tal vez vio mi reacción de sarcasmo,por leer el mensaje de Karla y la duda lo carcome?
Mierda.
- Herónimo, es especial... - Me interrumpe Gladys, sorprendiéndome y siguiendo mi vista.
La ayudo a juntar los Legos esparcidos por la mesa de juego, dentro de una canasta.
- Él hizo esto ¿verdad? - Pregunto alcanzando otros del piso.
Suspira sonriendo.
- Sí. Es una gran causa y su proyecto personal, hija. - Lo mira con cariño. - Esto en antaño fue un viejo hotel. Lo compró y refaccionó todo. Hizo este centro, con los mejores especialistas buscando un equipo de gabinete, que solo se puede encontrar en grandes hospitales pediátricos o centros de alta complejidad universitarios de referencia...
Acomoda su pelo entrecano y prosigue.
- ...es un Hospital público, pero con alto grado en oncología y con la calidad de un privado, abierto para toda gente, en especial la de escasos recursos económicos ofreciendo más y mejores servicios a un niño con cáncer y su familia...
- ¿Todo esto, es gratuito? - Increíble.
- Todo, cariño... - Afirma Gladys.
Ambas miramos nuevamente a Herónimo que no deja de hablar y dar órdenes por teléfono, con ese semblante tan imperativo y autócrata.
Seguro dando directivas vaya a saber que pobre diablo del otro lado, para insumos y necesidades del hospital, ya que los médicos esperan paciente a su lado el final de su llamada telefónica.
- Él es una persona que podría sustentar, hasta cien hospitales supongo... - Digo. - ...pero tiene el apoyo de ninguna organización no gubernamental o fundación?
Gladys ríe bajito, limpiando sus pequeños lentes con su casaca y tomando asiento en una de las sillitas.
La imito, sentándome del otro lado.
- Siempre fue él en todo, Vangelis. - Prosigue. - Herónimo es muy bueno para dar órdenes, pero pésimo para recibirlas y por eso es dueño absoluto de todo lo que quiere, ama y lo preocupa... - Me mira como si supiera más de lo que me diría, acomodando sus lentes otra vez en el puente de su nariz. - ...Herónimo no acepta juntas directivas, sociedades S.R. y negó ayuda no gubernamentales como cheques de muchos ceros, de partidos políticos y de gobiernos, hasta de otros países cariño, porque el poder que genera y tiene Herónimo Mon, es muy codiciado. - Piensa unos segundos, con lo que va a seguir. - Aunque podría abastecer a muchos hospitales de por vida, lo que mantiene a estos niños y este hospital que ama... - Hace una pausa. - ...lo genera con sus peleas arriba del ring.
Carajo.
Las palabras de Mel vienen a mí, de esa noche incentivándome.
"Por los niños, me dijo..."
Que conociera su causa, además de erradicar los demonios de su interior.
- ¿Las apuestas?
Gladys afirma.
- El Círculo como le dicen, se compone de socios Chacales que son magnates de la industria del cine, empresarial o políticos. Se mueven millones con cada noche de pelea y con cada Dingo o luchador que lo compone. Pero Herónimo, es el rey. Muchos adinerados y de un estatus económico como el de él, pagan lo imposible para verlo arriba de un ring, más cuando ellos ponen un oponente para bajarlo. - Me explica. - Cuando él lo necesita y la suma de la apuesta le interesa, pelea...
- ¿Pero esas luchas, no son ilegales?
- El Círculo es una S.R.L de la MMA. Aunque existen leyes que toman como desacato las apuestas fuera de un establecimiento, con las reglamentaciones con las habilitaciones deportivas correspondientes y que pertenezcan al gobierno de turno, cuando hay poder y mucho dinero nada es ilegal, hija... - Responde Gladys.
Me sonríe.
- ...como dice el cartel de la ciudad del pecado. Lo que pasa en Las Vegas, queda en Las Vegas....
La mierda...
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