CAPITULO 106


HERÓNIMO

Collins frena entre la Av. Liberty y St Martin, donde es la dirección.

Salí del coche sin esperarlo e ingreso al edificio de Gaspar.

Abro la puerta y los olores familiares de un gimnasio, acusaron mi nariz.

La música de fondo de moda.

Los sonidos estridentes de las máquinas.

Gruñidos tanto de mujeres como de hombres por el esfuerzo y sacos de boxeo, siendo golpeados me trajeron de vuelta al pasado.

A la vida de la pelea.

Cuando entrenaba sin descanso en mi post adolescencia y pronta madurez en el gimnasio del Polaco.

Lleno de hombres latinos e inmigrantes.

Sudorosos, sin reglas en sus mentes, con sed de gloria y de ser campeones arribas del ring.

Me metió ahí, en ese mundo de lucha de mala muerte y de gente de escasos recursos económicos, porque los verdaderos luchadores según el Polaco, estaban allí.

Los que aparte de hacerlo arriba del cuadrilátero.

Lo hacían cada día para sobrevivir en las calles.

Para leer cada expresión de sus cuerpos como movimientos me decía el Polaco y así, poder anticiparme a su ataque en el ring.

Aprender de la lectura de los ojos de mi rival si hay sed de venganza, victoria o muerte y ser el puto dios en todo esto.

Levantando mi cabeza, registrando el gym y mis ojos se posaron en Gaspar, cuando lo ubico entre todos sus clientes.

De pie y a metros de su oficina, apoyado en un aparato de gimnasio y vestido con ropa deportiva todo sudado.

Estuvo entrenando y ahora secando ese cuerpo infrahumano de musculatura que poseía, con una toalla y teniendo una charla divertida con un grupo de mujeres a su alrededor.

Sus grupies.

Mi estómago se retuerce cuando nuestras miradas se encuentran y a mi mente viene mi nena internada con su máscara de oxígeno y luchando por la vida de ella y nuestros bebés.

Y él, lo sabe.

Aunque su expresión es ilegible desde la distancia, mientras permanece inmóvil y simplemente mirándome.

Yo seguía con mi ropa de hace 36h puestas, sin ducha y sin siquiera afeitarme.

Mi aspecto no era el mejor y el hijo de puta me lo confirmó, cuando esa sonrisa de satisfacción por mi aspecto, se dibujó en sus labios al verme.

Estaba destruido anímicamente y eso era su puto orgullo.

Y endurecí mis manos como puños a mis lados.

Pero lo que Gaspar no sabía era que en toda mi puta vida, mi fuerza se alimentó de mis mierdas de tristezas, odio y pérdidas que tuve.

Y eso, nunca más iba a pasar otra vez.

No lo iba a permitir.

Y aunque, se me fuera la vida en ello...

Por eso caminé hacia él, decidido sacándome los lentes y guardándolos en el bolsillo trasero de mis jeans.

Se separó de su multitud femenina, expandiendo su sonrisa y dándome la bienvenida como a un viejo amigo feliz de ver, abriendo esos brazos de par en par llenos de músculos y de venas infladas marcadas.

- ¡Felicitaciones! Llegó a mis oídos lo de tu futura paterni... - Su voz patética y llena de sarcasmo, enfrió mi sangre.

No le di tiempo a terminar su frase, fui directo a su rostro y mi fuerte puñetazo, retumbó por todo el gimnasio y por sobre la música sonando.

Gritos de mujeres y exclamaciones de hombre por asombro, fueron la cortina.

Sé, que muchos me reconocieron y me importó tres mierdas.

Su cuerpo se tambaleó por el impacto, dando unos pasos hacia atrás mareado.

Pero, jodidamente no cayó.

Dos de sus hombres vienen en mi dirección, pero los detiene con su mano en una señal de alto en el aire.

Lo mismo hice yo a Collins entrando.

Esto.

Era entre él y yo.

Sed de venganza por un lado y ajuste de cuentas guardado y acumulado por más de una década del otro.

Su risa, sonó en el lugar.

Estaba inclinado con su cabeza mirando el piso, jadeando por mi golpe y con sus manos sobre sus rodillas.

Mi pecho se mueve agitado por la gravedad de mi respiración y de la furia.

- Lo quieres, lo tienes Gaspar. - Gruño. - Lo conseguiste... - Dictamino.

Eleva sus ojos lentamente, pero su cuerpo, no.

Clava su vista en mí, mostrando toda su dentadura mezcla de saliva y mucha sangre por el golpe y dibujando más, esa sonrisa que jamás desapareció.

Escupe en el suelo y saborea satisfecho su sangre, pasando sus dedos por la zona golpeada, como verificando la intensidad de este.

Maldito psicópata.

Sus grupies se alejan lentamente con comentarios por lo bajo entre ellas y ante la mirada de él, pero sin dejar de mirarnos a los dos.

Una vez lejos de oídos entrometidos, me mide desde la pequeña distancia que nos separa incorporándose.

Mi puño ardía, seguro estaban despellejados mis nudillos por la fuerza y el impacto.

No quise darle con el gusto de verificarlo y los apreté más contra mi lado.

- Obtuve mi segunda victoria en el Círculo... - Larga y se sonríe. - ..sabes, lo que quiero. - Pasa la toalla por su boca herida y me señala con ella en mano. - Te quiero a ti, Herónimo... - Se toca el pecho. - ...conmigo y arriba de un ring, amigo... - Se acerca a mí y pone a Collins en alerta.

Pero lo vuelvo a detener con mi otra mano en el aire.

- ...sacando nuestras mierdas acumuladas de años, arriba del cuadrilátero. - Prosigue. - Donde no hay reglas y todo vale... - Finaliza entredientes.

El azul plomizo de sus ojos llega a mí, como fríos puñales mostrando su hambre de venganza.

Suspiro, interiormente.

- Lo tienes. - Digo, frente a él y otra sonrisa muestra su boca maltrecha por mi golpe con mi afirmación.

Casi, nuestros pechos se están rozando.

Casi, tentado a seguir golpeándolo.

Pero hacer eso no sería dar fin a todo.

Y uso todo de mi control para contenerme.

Porque, solo vine por esto.

Acceder a lo que Gaspar quiere, lo provocó y estaba esperando desde su rincón agazapado por mi pronta llegada, que sería tarde o temprano.

La confirmación de la lucha y más...

Ya que él, lo quiere a lo grande y frente a un público.

Lugar deportivo, neutral y fuera del paraíso judicial.

Y dónde, todo vale.

Para ostentar y demostrar al mundo, como liquidó a Herónimo Mon.

Al jodido HRNM de las luchas, frente a millones de ojos testigos y espectadores mirando por televisión.

- Solo, aléjate de ella... - Digo amenazante.

Pone su mejor cara de incrédulo.

- Soy un niño bonito con buen comportamiento, mi legajo lo dice, amigo... - Inclina su cabeza disimulando desconcierto, ante la mirada de todos. - ¿No sé de qué, diablos hablas, Herónimo? - Hace que piensa por unos segundos, caminando sobre su lugar y truena sus dedos como entendiendo.

Me mira complacido.

- ¿Es por el accidente que tuvo en el estacionamiento? - Niega triste y chasquea su lengua desaprobándolo. - Malo...muy malo... - Su sonrisa, nace otra vez. - ...yo no tengo la culpa de que dejes loquitas drogadictas, llorando de amor por ti, dando vueltas... - Me susurra.

Y suelta otra risa, cuando me abalanzo sobre él otra vez y Collins se interpone.

- ¡Es suficiente, Herónimo! - Grita, aferrándose a mí.

- ¡Maldito, hijo de puta! ¡Te veo cerca del Hospital merodeando y juro que te mato!

Abre sus ojos sorprendido y señala su gente como la del gimnasio, que no dejan de mirarnos.

- ¿Eso, fue una amenaza de muerte? ¿Y frente a todos estos testigos? - Niega divertido, pero se acerca más a mí, para que solo yo lo pueda escuchar. - Lo que quería, ya lo tengo, imbécil...a ti... - Resopla al susurrarme. - ...y por lo que sé...tu linda mujercita si sobrevive, tus putos hijos, no...

Y un grito feroz como gutural, sale de mi interior y retrocede ante mis forcejeos de escapar de Collins y lanzarme sobre él.

Cual me empuja y me lleva contra él, en dirección a la salida prácticamente arrastrándome.

- ¡Herónimo, no sigas su juego! ¡Espera a la pelea! - Me dice.

Veo rojo.

¡Maldito, hijo de puta asesino!

- ¡Haces bien! - Le grita Gaspar a Collins sobre la risa de sus hombres, cuando abre la puerta para que salgamos. - Que descargue su ira sobre la bolsa ¡Lo va a necesitar! ¡Porque cuando suba a ese ring, voy a destrozar cada puto hueso de su cuerpo! - Sentencia. - Ahh...y Herónimo... - Me vuelvo, derrotado. - ...cuida a tu familia... - Me guiña un ojo.

Y quiero volverme ante sus carcajadas, pero Collins me empuja afuera haciendo caso omiso a su amenaza e incitándome a lo mismo.

Gaspar, lo hizo otra vez.

Lo sabía.

Su amenaza, seguía latente...

Por mi familia.


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