CAPITULO 103


HERÓNIMO

- Ya era hora que despertaras, jodido de mierda. - La voz de Rodo, es lo primero que escucho bien abro mis ojos.

- ¡Van! ¡Mis bebés! - Digo y también es lo primero que viene a mi mente, incorporándome sobre la cama de Hospital, intentando ponerme de pie.

Un dolor en mi sien me frena, elevando mi mano a esa zona.

- Están bien, quieres calmarte. - Me tranquiliza. - Te golpeaste, puto. - Larga, cuando lo miro pasando mi mano por el dolor. - Cuando te desmayaste, tu cabeza golpeó contra el hierro de la cama... - Se ríe. - ...y lo abollaste, cabezón.

Sonrío.

Está sentado en una silla, cruzado con una pierna y observándome fijo.

- ¿Y Mel? - Pregunto, mirando la habitación que me rodea.

Está vacía, limpia y con dos camas únicas.

- Fue a su departamento por una muda ropa y destornillándose de la risa, cuando tres mujeres intentaban cargarte hasta aquí. No se quería perder eso y lo grabó en su celular para mostrárselo a tus hijos, cuando sean grandes y vean al valiente de su padre... - Se ríe con ganas. - ...y déjame decirte que pesas una tonelada, viejo. Tuve que ayudarlas...y una te odió por ello. -

"Miss simpatía" pienso.

Se pone de pie.

- ¿Ahora...cómo estás? - Señala mi cabeza dolida. - ¿Sigue doliendo?

Niego.

- ¿Por? - Bebo un poco de agua fresca que hay en un vaso al lado de mi cama.

Tengo que ir con mi nena y mis bebés.

Pero no me da tiempo a nada, porque viene hacia mí, lanzándose sobre mi cuerpo y provocando que caiga contra el colchón con él sobre mí.

- ¡Porque quiero abrazarte, hermano! - Exclama. - ¡Maldito cabrón, tres! ¡Tres! ¡De tres jodidos bebés vas a ser padre y yo, tío! - Río con él de felicidad.

Apoya su mejilla feliz sobre mi pecho, como si fuera mi puto amante.

- Rodo...

- ¿Qué? - Me susurra, feliz.

- Me estás apoyando y juro que si no te levantas, voy a patear tus pelotas. - Gruño.

Su carcajada suena en toda a la habitación.

Se eleva usando sus codos sobre mis lados para mirarme.

Y hace una mueca triste.

- Estoy celoso...a Vangelis no le dices eso, cuando está como yo encima tuyo...snif...

- ¡Claro, que no! - Lo empujo sonriendo y ambos quedamos de lado, sentado en la orilla de la cama. - ¿Puedes creerlo? - Le digo. - Mi nena y yo, padres... - Niego sin poder dejar de sonreír.

- Pues créetelo, puto. - Palmea mi hombro y me sacude. - Ya era hora de que seas feliz, hermano. - Dibuja círculos con el pie y en el aire. - ¿Sabes cuando despertará?

Niego, poniéndome de pie.

- Está inducida, su estado es estable, pero la situación de los trillizos...

Mierda.

Me escucho y no me lo creo.

Trillizos.

- ...es compleja...su gestación es poca y existe por ello, una gran probabilidad de algún tipo de infección interna...

- Carajo... - Murmura.

Abro la puerta y juntos, salimos por el pasillo y en dirección a la habitación de mi rayo.

Mis pasos son decididos como lo que tengo en mente.

- ¿Y tus lentes? - Dice, caminando a mi lado.

- Larga historia... - Solo respondo.

Me detengo en la puerta de Van antes abrir.

- En los informes diarios que Collins me detallaba los movimientos de Gaspar, uno era un gimnasio nuevo que abrió. Entre la información de su clientes vitalicios nuevos, estaba entre los conocidos Amanda...

- No me jodas... - Susurra y su mirada fija en mí, me dice que piensa lo mismo que yo.

Y carajo, porque muerde su labio.

Algo se guarda.

- ¿Qué?- Gruño. - Dime...

Titubea.

Mira a un lado dudoso, para luego mirarme.

- Mel subió a la ambulancia que llevaba a Vangelis al Hospital junto a Ángel... - Suspira y menea su cabeza. - ...y me dijo que en el viaje y entre medio de la atención de los paramédicos, ella nombró a Gaspar...

No lo miro, solo escucho y aprieto el picaporte de la puerta con mucha fuerza y como si fuera el cuello de Gaspar.

Porque mis putas conclusiones son ciertas.

Sombra y linaje, repite sus palabras mi mente.

Y duele.

Dijo que será mi sombra y acabará con mi dinastía como generación.

Me lo juró, bajo amenaza.

Y casi lo cumple y eso duele como la mierda.

Mis bebés y mi nena...

Yo, debo protegerlos.

Con mi vida.

No hay vuelta atrás, es una decisión tomada.

Pero antes tengo que hablar con Nicolás y Karla sobre esto.

Ellos solos deben saberlo y nadie más por ahora.





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