CAPÍTULO CUARENTA Y DOS


¿Qué podía hacer? Nada.

¿Que podía sentir? Mucho.

Seguramente se veía lamentable ahí parado en medio de la plaza llena de gente, pero Mark estaba congelado, apenas si lograba percibir a Lucas y Parker a su lado.

Así era como comprobaba que lo que había visto Amber hace dos meses no estaba lejos de la realidad. Ahí fuera de La Mia Vita estaban Bianca y Liam, primero tomados de la mano y sonriéndose lamentablemente no tardaron mucho en besarse.

Lucas y Parker creyeron conveniente detenerlo, pensaban que en cualquier momento saltaría sobre ellos, pero Mark estaba literalmente paralizado, solo podía sentir el dolor en esa zona donde debería estar su corazón, pero dudaba que siguiera existiendo para estos momentos.

— ¿Mark?

Miro a Parker, la boda con su hermana sería primero y en dos meses la de Lucas, habían ido a recoger las alianzas, pero ahora era incapaz acercarse más al local.

—Lo siento Parker, pero... me será imposible terminar de acompañarte.

No espero respuesta de sus amigos simplemente se fue de ahí. Ambos hombres miraron a Mark alejarse.

—Hace un tiempo me habría alegrado, —comentó Lucas— pero ahora, no se como sentirme.

Parker estaba sorprendido pues Lucas había estado más que furioso con Mark.

—Bueno, creo que es algo que sabíamos sucedería en algún momento y Bianca es libre en este momento.

Los dos esperaron a que Liam se retirara para acercarse, pues no querían incomodar a su amiga.





******





Kate se sorprendió de ver llegar a Mark tan rápido y aún más por su expresión.

Se fue directo a su oficina, estaba como siempre, monótona y fría ningún frío era tan intenso como el  que se había apoderado de su cuerpo al ver a Bianca con Liam.

Era obvio que ya tenía una relación, ni Amber y Andrew lo sabían, pues sus hijos lo habrían mencionado. Esperaba que Bianca les diera la noticia con tacto, pues aquello podría alterar a los niños y eso si no lo permitiría.

Era viernes y por ende tenía que ir a recoger a los niños al colegio y los llevo con su madre pues tenía varios días sin verlos.

— ¿Que sucede Mark? —preguntó Lucille en cuanto los mellizos se alejaron.

—Bianca está con Liam.

Lucille abrió la boca sorprendida, era obvio que ella tampoco se lo esperaba o al menos no tan rápido.

— ¿Como sabes? ¿Ella te lo dijo?

—No necesito decírmelo, los vi, Lucas y Parker también.

Los dos guardaron silencio pero Mark podía sentir su mirada de lástima.

—Mark, sí Bianca, sí ella ha decidido recomenzar su vida con Liam, tal vez tú...

—No —la corto al instante— no mamá, sé que vas a decir que sí ya estuve con otra mujer puedo volver a hacerlo, pero yo nunca he dejado de amar a Bianca, sí, cometí un error pero me sentía tan dolido y traicionado, mi ego estaba desecho creí que me estaba engañando, verla alejarse de mí me hacía pensar en que otro hombre me la estaba robando, todas las veces que estuve con Tiffany, fue pensando en Bianca, jamás deje de pensarla, aunque ella este con Liam o con cualquier otro jamás podré dejar de amarla, mucho menos estar con otra mujer.

—Se lo que sientes Mark, pero me duele verte así —miro a su madre con una sonrisa, no quería preocuparla, ya era muy mayorcito para arreglar las consecuencias  de sus pendejadas.

Iba a contestarle pero un carraspeo los interrumpió, Mark se sorprendió de ver a Luke a unos metros de donde estaban, los niños ya habían salido a jugar al jardín y ellos estaban en la terraza cuidándolos, no había visto a Luke desde el día que le entregó el divorcio a su hermana.

—Lucille —se acercó a saludar a su madre y a él le dirigió una inclinación de cabeza— Mark.

—Luke ¿Cómo estás? y ¿Leila y Emma?

—Muy bien, Emma pensaba venir a saludarla con la niña pero surgió algo. Por eso me mando a traerle esto —le entregó una caja blanca— Son  las invitaciones de Jenna

Lucille sonrió feliz, estaba muy ilusionada con la boda de sus hijas.

—Por cierto Mark, en dos semanas será la cena de compromiso y de nuestro aniversario, no vayas a olvidarlo.

—No te preocupes madre, Kate ya me lo ha agendado, creo que es hora de irnos, hasta luego Luke.




******



No tardaron mucho en llegar al apartamento, Andrew y Amber parecían estar más acelerados de lo normal.

— ¿Tienen hambre?

—No, la abuela nos dió de comer —contestó Andrew— ¿Podemos ver la televisión?

—Por supuesto —Mark tenía que revisar algunos contratos, incluso al día siguiente iría a la empresa a trabajar.

Así se podría mantener ocupado y no pensar en lo que Bianca y Liam estarían haciendo, lo más probable es que estuvieran juntos en ese momento. Después de un par de horas termino, y se preocupo cuando no escucho ruido alguno.

Cuando regresó a la sala los niños no estaban, así que fue a sus habitaciones; estaban en la de Amber pero no como él esperaba encontrarlos.

Se habían arropado y parecían dormir, pero respiraban con dificultad y tenían las mejillas arreboladas. No  tardó mucho en descubrir que tenían fiebre y llamar al doctor.




******



Una hora después ya dormían tranquilamente y la fiebre había disminuido. El doctor le había recomendado reposo y que los hidratara.

Era la primera vez que se enfermaban estando él y no le importaba quedarse despierto vigilando su sueño.

— ¿Papá?  Andrew había abierto un poco los ojos, se veían nublados por el sueño y su vocecita estaba ronca— queremos a mami.

Y volvió a dormirse, se debatió entre si llamarla o no, sí estaba con Liam... pero sus hijos eran prioridad y ahora la necesitaban.

Sin embargo, Bianca no contestó hasta la tercera llamada.

— ¿Mark? ¿Qué sucede?

—Verás, al parecer los niños cogieron un resfriado y...

—Iré con Liam ahora mismo —estaba con él, ya lo sabía, pero corroborarlo lo mataba.

—No

— ¿Disculpa? Liam es su pediatra.

—Lo sé Bianca, pero ya ha venido mi médico y los ha atendido, los niños SOLO quieren a su MAMÁ

—Está bien iré para allá. 

Mark colgó molesto, pero no había nada que pudiera hacer o decir.



******



Estaba en la habitación mirando a los niños, que por suerte la fiebre no había regresado.

— ¿Mark?

Bianca entró, se veía un poco sofocada, seguramente había ido a la carrera, pero también pudo notar lo que había estado haciendo, tenía los labios demasiado hinchados.

—Bianca

— ¿Como están? —se sentó en la cama y los revisó, suspiro de alivio al ver que sus hijos estaban bien.

— ¿Mami? —Amber abrió sus ojitos verdes y la miró— ¿Por qué estás vestida  así?

Bianca se sonrojo al instante y comenzó a acomodar los botones de la forma correcta.

Sí Mark tenía la mínima esperanza de que hubiera estado ya lista para dormir, se fue al retrete al ver su sonrojo y cómo evitaba mirarlo. Había estado con él y no sólo charlando, una sonrisa triste apareció en su rostro.

—Iré a preparar un café

Y con eso salió de ahí. No supo cuanto tiempo se quedó ahí en la barra mirando a la nada.

— ¿Mark? ¿No ibas a hacer café? —el rubio tardo un poco en reaccionar.

— ¿Que? Oh, sí, lo siento, he estado muy ocupado, posiblemente tenga que viajar y tengo mucho que hacer.

Mark comenzó a buscar las cosas necesarias para poner la cafetera a trabajar.

— ¿Viajar?

—Si no encuentro a un ingeniero de mi total confianza, tendría que viajar a China y supervisarlo yo mismo.

— ¿A China? ¿Cuanto tiempo?

Mark le entrego su taza y miro con deleite la sorpresa en el rostro  de Bianca al darse cuenta que aún seguía recordando como le gustaba.

—No lo sé, al menos seis meses inicialmente.

Bianca comenzó a maldecir pues se había quemado con el café.

—Pero y ¿Los niños? Piensas irte simplemente a sí.

Mark frunció el ceño al oírla.

—Por supuesto que no —exclamó ofendido— encontraría la forma de estar yendo y viniendo a verlos o en las vacaciones pueden ir a visitarme.

Los dos se quedaron en silencio por bastante rato.

—Puedes quedarte, la habitación de al lado está vacía.



******



—Buenos días Mark.

Kate ya estaba saliendo de su oficina en cuanto llegó.

—Hola Kate, sólo estaré unos minutos, revisaré algunas solicitudes y después nos retiramos ¿de acuerdo?

Mi amiga solo asintió y siguió mirando los documentos que tenía en sus manos.

Había muchos candidatos, la cuestión era encontrar quien quisiera el trabajo, claro que no faltaría quien, era una de las mejores oportunidades, pero Mark no confiaría en cualquiera.

— ¡Oye te he dicho que no puedes pasar!

Levanto la vista encontrándose con la nada agradable presencia de Liam.

—Tranquila Kate

Su mejor amiga lo fulmino con la mirada y salió de ahí, Liam cerró la puerta y caminó hasta sentarse frente a él, no sabia a que iba y tampoco le importaba mucho.

—¿Qué haces aquí Baxter?

—Bien iré al grano que no tengo mucho tiempo Turner.

—Perfecto, ya que has venido a irrumpir en mi oficina sin ninguna clase de educación espero no me hagas perder mi tiempo.

Las formalidades no importaban en ese momento. 

—No te quiero cerca de Bianca.

Al principio Mark creyó haber escuchado mal, pero al ver la seriedad en su rostro no pude evitar carcajearse.

— ¿Acaso estas loco?¿Quien demonios eres tú para venirme a decir que hacer o que no?

Esta vez fue Liam, él que sonrió, Mark ya sabía cuáles serían sus palabras. 

—Pues ahora  soy su pareja, estoy con ella así que no te quiero cerca, mucho menos quiero que uses a los niños para hacerla correr a tu lado.

¿Podía romperle la cara a ese imbécil? Se preguntó Mark,  si supiera que cierta pelirroja no le arrancaría los ojos Liam Baxter estaría en el piso.

—Escúchame bien Baxter jamás usaría a mis hijos de esa manera, y siempre serán míos y de ella, siempre vamos a estar unidos y ni tu ni nadie va a impedírmelo.

—No te lo vuelvo a repetir Turner, si ella no hubiera regresado los niños podrían ser míos, solamente te lo digo NO TE QUIERO CERCA DE ELLA.

Liam se levantó y se encamino a la salida, pero Mark lo detuvo.

— ¿Es una advertencia? Solo te digo que no lo vas a conseguir, ella jamás va a ser tuya, al menos no completamente,  tenemos DOS hijos y siempre vamos a estar juntos por ellos.

Siguió su camino, pero estaba contento al ver como se había ido demasiado tenso







N/A: buenas noches corazones

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