CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO
—Así que ¿No estás ebrio Turner? —Mark miró Luke y sonrió.
—No, no le veo el caso.
La despedida de soltero de Parker fue realmente tranquila, Parker, Lucas, Luke, Thomas y Mark habían salido por unas copas. Para su suerte Liam no había podido asistir.
—Así que ¿Entonces? ¿En quien piensas? —Luke estaba picandolo era tan divertido hacerlo enojar, Mark era bastante divertido en ese estado.
—En Bianca —a Luke le sorprendió que fuera tan sincero ya que era su hermana de quien hablaban, solo que no se lo iba a demostrar.
—Es inevitable ¿cierto? —Mark miró al castaño— Bianca es excepcional.
—Sí, es perfecta.
— ¡JA! que cínico —Mark sonrió entonces Lucas llegó a interrumpir la conversación.
— ¿Entonces? ¿Tienes algo con esa chica nueva? —Mark miró confundido a su cuñado.
— ¿Chica nueva? ¿Hablas de Katrina? —Mark comenzó a reírse tal vez sí había tomado más de lo que pensaba— Por supuesto que no, entre ella y yo no hay nada, es simplemente una compañera de trabajo, claro que pienso volverla un activo de la empresa, pero... no me van las pelinegras.
Los dos chicos lo miraron divertidos.
—Eso espero Turner.
Parker y Thomas interrumpieron, eran los dos con más copas encima.
— ¿Qué hacen aquí escondidos? —preguntó el novio.
Un celular irrumpió la conversación, Thomas se tardó en sacarlo pero logró atender la llamada
— ¿Kate? —con esas palabras hicieron que todos los chicos se pusieran alertas mientras Thomas se tensaba— Voy para allá Kate Jones.
— ¿Sucede algo?
—Oh, nada las chicas están bien, un poco ebrias, pero esta maldita mujer me va a volver loco.
Thomas tomo su saco para irse, pero Mark lo detuvo.
—Thomas, no juegues con ella.
******
Bianca moría por preguntarle sobre Katrina pero su lengua borracha se había enroscado y se negaba a cooperar. Se levantó y regreso a la sala, donde Jenna, Emma y Kate estaban más que ebrias riéndose.
—Shhh, shhh, shhh —les decía Kate con su móvil en las manos.
Jenna y Emma rieron y se acercaron más a ella. Kate movió el teléfono. Comenzó a sonar y la llamada estaba por irse al buzón cuando contestaron.
— ¿Kate? —Bianca reconoció la voz de Thomas, mientras Miranda se cruzaba de brazos a su lado.
—Hola Tommy, Tommy, Tommy, Tommy —la castaña se rio— cállate y escucha. Eres taaaaaan sexy, me encanta tu cabello y tu cuerpo ufff estás muy bueno. Pero eres una maldito bastardo —Jenna y Emma se rieron como hienas, contagiando a Kate— y me quieres exigir algo que no estoy segura de poder darte, pero tampoco puedo odiarte... sabes que mejor me voy a quitar este corto vestido y disfrutaré de esta fiesta.
Todas las chicas comenzaron a reírse al escuchar al pobre hombre jurar.
—Voy para allá Kate Jones —fue lo último que dijo antes de cortar. Todas excepto Miranda comenzaron a reírse.
— ¡Esperen! —grito Bianca— ha dicho que viene para acá y sí viene para acá es que Thomas va a venir, ósea que estará aquí.
Kate soltó un grito de horror y comenzó a caminar por todo el apartamento hasta que se mareo.
— ¡A la mierda! —grito Miranda— ustedes muevan sus putos culos ebrios, nos vamos de aquí, y tu arregla tus putos problemas por una vez en tu jodida vida.
El grito de Miranda las desconcertó, Kate se había quedado con la boca abierta por el grito.
—Tú no tienes ni un maldito derecho a decirme...
—Claro que sí, maldita perra —Miranda tomó sus cosas y cuando abrió se encontró a Jane— ¿Donde diablos estabas?
— ¿Fui por mi auto?
—Menos mal que estás sobria, nos largamos.
Jane se hizo aún lado y la dejo pasar, las otras tres mujeres salieron del apartamento.
Ninguna dijo nada, el rostro de Miranda hacía que alguna fuera capaz, entonces terminaron durmiendo en el casa de Emma.
******
Kate se quedó varios minutos congelada en el piso hasta que decidió que le importaba una mierda. Se quitó el vestido, decidida a terminarse aquella jarra de mojito. Media hora más tarde aquella jarra era historia y el timbre sonaba.
—Sha voy —trato de levantarse pero casi se rompe el cuello por culpa de sus tacones. Riéndose se los quitó y fue a abrir.
— ¿Pero qué demonios? —Kate estaba tardando en procesar lo que veían sus ojos, antes de ser capaz de decir algo un saco la envolvió y ese increíble aroma la envolvió. La tenía prisionera y a su merced.
— ¿Thomas? —el moreno suspiro frustrado y entró arrastrando su pequeño cuerpo borracho que había decidido empezar a reír— Te ves tan bien —la morena se separó un poco y literalmente saltó sobre él. Thomas alcanzó a sostenerla de su pequeña cintura desnuda, sin embargo no lo dejó hacer mucho pues atacó su boca al instante.
—Kate... Kat… Kate —pero la chica estaba empeñada en meter su lengua hasta su garganta.
—Solo... solo quiero que me ames Thomas.
El castaño no supo qué decirle, no quería nada más estar con ella, pero Kate le había mentido, usado y lo más probable es que a la mañana siguiente lo mandara a volar.
—Lo siento Kate
******
Una semana después.
— ¡Maldita sea! —gritó Mark dentro de su oficina, Kate había perdido permiso y no se había presentado desde la despedida. El proyecto en China estaba cada vez más cerca y aún no estaban listos todos los mapas y por si fuera poco, ese fin de semana sería la cena de ensayo y el próximo la boda de su hermana mayor, la cual estaba como loca, igual que todas las mujeres de su vida.
—Deberías relajarte un poco —Mark levantó la mirada para encontrarse a Katrina en el umbral de la puerta.
—Lo siento, no debiste ver eso.
Katrina sonrió y entró a la oficina, comenzando a recoger los papeles regados en la oficina.
— ¿Quieres que te ayude a clasificarlos?
Mark asintió por lo que pasaron los siguientes treinta minutos organizando archivos.
— ¿Algún progreso con el proyecto de China?
—Por suerte Antonio ya casi tiene listos los planos, tienen que quedar a lo mucho para un mes, MT Corp. tiene que estar allá de inmediato.
— ¿Alguna idea de quién irá?
—No. Terminemos con esto tengo que ir a recoger a mis hijos, en dos días es la cena de ensayo de mi hermana y Bianca anda como loca con ellas.
Katrina no dijo nada, se dedicó a seguir clasificando. Cuando terminaron Mark le dijo que se podía retirar, estaba demasiado apurado para llegar a por sus hijos. Se coloco el saco listo para salir de la oficina, iba a hacerlo pero Katrina lo tomó del brazo. Mark la miró desconcertado, ni siquiera había notado que no se había ido.
— ¿Qué sucede?
—Mark yo, tengo algo que decirte algo —el rubio la miró y esperó a que continuara. Katrina desvió la mirada, demasiado nerviosa para seguir viendo esos hermosos orbes azules— Me gustas.
Mark se echó hacía atrás desconcertado por las palabras de la chica.
—Kat...
—No, es que no puedo simplemente pretender que no, me gustas mucho, eres un hombre maravillo y estoy enamorada de ti.
—Katrina yo… no, no sé.
—Solo quería que lo supieras —la pelinegra se apresuró a salir de la oficina— no tienes que decir nada.
El rubio estaba desconcertado, completa y totalmente desconcertado, incluso cuando llegó por sus hijos seguía en shock, solo estar frente a Bianca lo hizo reaccionar.
— ¿Mark?
— ¿Qué? —se topó con esos ojos verdes que tanto amaba.
— ¿Te encuentras bien? —no pudo evitar sonreír.
—Por supuesto —Bianca también sonrío, Andrew y Amber salieron corriendo tras su madre
—Nos vemos pasado mañana mamá —cada uno le dio un beso a su madre y se unieron a Mark.
—Tienen que estar antes de medio día, Thomas pasara por ellos.
—No te preocupes, los traeré temprano, mañana pasare todo el día con ellos, pero el sábado necesito ir a la oficina.
Bianca asintió los últimos días se habían estado tratando de aquella manera, tranquilos y cordiales. Después de eso Mark desapareció junto a sus hijos.
******
Bianca estaba terminando de arreglarse para ir al trabajo cuando Liam la llamó.
—Buenos días preciosa —Bianca sonrió— ¿Planeas hacer algo esta noche? me acaban de cambiar el turno, tendré libre hasta el domingo por la tarde.
Bianca se carcajeo.
—Pues, estás de suerte querido, hoy los niños están con Mark.
La carcajada de Liam, resonó por la bocina.
—Te veo en la tarde amor.
Bianca salió con una sonrisa rumbo a la tienda.
—Buenos días Lily —Bianca entró a la tienda.
—Alguien viene de buen humor —la pelirroja le sacó la lengua y se fue a su oficina.
******
— ¡Bianca! Liam ya llegó.
Recogió sus cosas y salió encontrándose con el castaño, se veía increíblemente guapo, sus pantalones caqui y camisa blanca lo hacían verse espectacular. La pelirroja enrollo los brazos en su cintura y lo beso.
—Nos vemos Lily.
La mujer se quedó riendo mientras los veía salir de la mano.
—Así que señor Baxter ¿Que tiene planeado para esta noche?
—Cena, película, vino, besarte toda la noche.
******
Bianca apoyó la barbilla sobre el pecho desnudo de Liam.
—Mañana les diré a todos que estamos saliendo.
Liam la miró sorprendido, antes de sonreír.
— ¿En serio?
—Sí, creo que es el momento y tampoco es justo para ti, después hablaré con los niños.
Liam sonrió y se acercó a ella para besarla.
******
—Vamos niños, tienen que terminarse eso.
—Pero papá —Mark sonrió.
—Nada señorita, tiene que comerse todo lo del plato sin peros.
Amber frunció el ceño pero continuo desayunando, Andrew comenzó a reírse al ver que esta vez su padre no había caído en los encantos de su hermana.
Una vez listos, Mark hizo que se fueran a bañar y alistarse, mientras el recogía todo los documentos que tenía que llevar.
— ¡Listo papi!
Los tres salieron del apartamento rumbo al auto. No tardaron mucho en llegar a la casa.
Mark se bajo y toco el timbre, pero no atendieron, Amber y Andrew estaban entretenidos bajando sus cosas del auto. Mark tomo la perilla y se dio cuenta de que estaba abierto.
Entró a la casa y no encontró a Bianca en el piso de abajo, cosa que le extraño ya que casi era medio día. Lo más seguro es que siguiera durmiendo.
******
Bianca abrió los ojos cuando el sol directo en los ojos, se dio cuenta de que ya había amanecido, se estiró y sintió el cuerpo de Liam junto a ella, una perezosa sonrisa se apodero de su rostro, se sentó cubriéndose con la sabana y aún sonriendo se dispuso a levantar a Liam.
Pero antes de que pudiera moverse la puerta de la habitación se abrió.
—Oye Bianca ¿Por que la puerta...
Mark se quedó congelado había abierto la puerta sin pensar, jamás se imaginó encontrar a Bianca de aquella forma. Era más de lo que podía soportar, verla en la cama con Liam y esa sonrisa que desapareció en cuanto lo vio.
— ¡MARK! ¿Qué haces aquí?
Pero él era incapaz de decir algo, solo podía observarla y sentir como algo terminaba por romperse dentro de él. Tal vez eso era justo lo que se merecía, se dijo, eso mismo debió haber sentido ella cuando lo encontró con Tiffany. Como si no fuera suficiente, Liam despertó.
— ¿Amor? ¿Qué sucede?
— ¡MAMÁ! —Mark escucho a los niños, así que cerró la puerta, antes de que los mellizos lograran entrar y ver algo— ¿Dónde esta mamá?
—Eh... ella... ella... está cambiándose, vamos abajo —era como si hubiera dejado de respirar, cada palabra apretaba aún más su pecho. Los mellizos parecieron creerle y bajaron a la sala. Thomas iba entrando cuando Mark logró bajar.
—Mark ¿estás bien? —el rubio fue incapaz de responder. Bianca apareció en bata al inicio de la escalera— ¡Hola Bianca!... ¿Liam?
Mark miró hacia arriba, ahí estaba Bianca con el pelo revuelto, mientras Liam se abrochaba la camisa. Sí Mark creía que ya nada podía romperse dentro de él.
Estaba muy equivocado.
—Cuida a mis hijos —susurro antes de salir como alma que lleva el diablo de aquella casa.
No supo cómo llegó a la empresa, se había sentado en su oscura oficina mirando al vacío.
— ¿Mark? —Katrina encendió la luz de la oficina, provocando que el rubio parpadeara por el cambio de luz— ¿Te encuentras bien? No te ves nada bien.
Mark miró desconcertado a Katrina ¿Cuantas horas había estado ahí?
—Ven, siéntate, tengo algo que proponerte.
Después de que Mark terminará, Katrina se quedó callada mirándolo, antes de sonreír.
—Por supuesto que acepto, nada me haría más feliz, ¡Oh Dios! Mark te juro que no te vas a arrepentir! —la chica se levantó y corrió junto a él— verás que será perfecto, todo saldrá bien y será bueno para ti. Gracias.
Mark solo sonrió ligeramente
******
Bianca cepillaba su cabello de manera ausente mientras se miraba en el espejo. Se había colocado un discreto vestido negro, no estaba de humor, pero era la cena de ensayo de su mejor amiga.
— ¿Estas lista? —Liam deposito un beso en su espalda desnuda y ella asintió. El castaño le ayudó a colocarse el abrigo y salieron de la casa.
La cena iba ser en casa de los Turner, donde estaban los cinco. Bianca, Luke, Emma, Mike y Liam, Miranda y Kate, Lucas y Parker con sus padres.
Bianca era consciente de que Mark evitaba mirarla, la cena era perfecta, todos riendo y contando anécdotas de la novia y el novio, Mark y Bianca como padrinos, cumpliendo con su papel avergonzaron a los novios.
Bianca y Mark no eran los únicos que no deseaban estar ahí. Kate solo quería salir corriendo, sabía muy bien porque el asiento frente a ella estaba vacío y eso, eso le partía el alma.
—Quiero anunciar algo —Mark miró a Bianca, él estaba casi seguro de que era lo que iba a decir, no pudo evitar que el dolor se filtrara por su mirada— bueno, solo quiero decirles que Liam y yo estamos saliendo, de hecho tiene algún tiempo, pero habíamos esperado para contárselo y formalizarlo.
Sí estaban desconcertados nadie lo demostró, todos se levantaron a felicitarlos, menos Mark, él solo se quedó mirando su copa y nadie lo culpaba.
Liam sonreía de oreja a ojera y sostenía la mano de Bianca sobre la mesa, mientras ella sentía su pulso acelerado por la emoción.
—Bueno ya que estamos con sorpresas —Jane le lanzó una mirada a Bianca— yo también tengo un anuncio.
La rubia se levantó y se giró hacía su prometido. Le tendió un sobre, Lucas la miró confundido pero sonriendo lo abrió. Todos en la mesa estaban sonriendo, Jane tendía a hacer locuras. Pero entonces Lucas palideció y miró a su prometida.
— ¿En serio? —le pregunto a Jane y ella asintió. Lucas soltó un grito y se levantó para abrazarla.
— ¿Disculpen? ¿Podrían compartir? —dijo Jenna.
Lucas la soltó y miró a su todos con una enorme sonrisa y los ojos llenos de lágrimas— ¡ESTÁ EMBARAZADA! ¡Vamos a ser padres!
Toda la familia corrió a felicitarlos, esta vez tardaron mucho más tiempo, todos completamente felices, las mujeres lloraban y abrazaban a la futura madre. Mark se tomó de un sorbo toda su copa. Nadie había notada que se la había pasado bebiendo.
— ¡Familia! —dijo Mark, todos lo miraron confundidos, aún seguían celebrando por Jane— Yo también tengo una noticia que darles. Y espero también estén tan felices por mi ¡ME VOY A CHINA!
Todo mundo se quedó callado.
— ¿Es una clase de broma? —pregunto Lucille.
—No madre, tengo que irme a China para supervisar el proyecto es la mejor inversión de la empresa no puedo dejarla, pero no te preocupes hermanita uno, me quedaré lo suficiente para ir a tu boda y tú tampoco hermanita dos, estaré aquí para el nacimiento de ese maravilloso bebé, a lo mejor esta vez logre estar en el nacimiento de un niño de esta familia.
Mark se dio la vuelta, para irse, estaba harto de estar ahí. Todos los presentes miraron a Miranda y a Kate, pero estaban tan sorprendidas y confundidas como los demás.
Bianca miraba por donde se había ido Mark, no podía creer lo que acaba de escuchar ¿Se iba a ir?
N/A: Ohhhhhhhh debo decir que este es uno de mis capítulos favoritos.
Espero lo hayan disfrutado.
L@s quiero❤
No sé olviden de seguirme en mis redes
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