Capítulo 5
Observo la parte de mi antebrazo en que ingresó la aguja sentada junto a la mesa de la sala del comedor mientras el doctor Smith analiza la muestra de sangre que me acaba de extraer. Esta vez vino solo; al parecer, Akihiro tenía programada la inauguración de los nuevos establecimientos del Regimiento Local, no es algo que me interese en lo personal, pero Matthew debía cubrir la nota, así que me habló del acontecimiento tan esperado por toda la población de North City y de todas sus ideas para hacer que suene interesante y lleve su impronta. Henry Smith únicamente me saludó al llegar y respondió con no más que monosílabos a mis intentos por entablar una conversación, así que al final me rendí y hemos permanecido en silencio desde entonces. De repente su solemne expresión se vuelve triunfal y al fin pronuncia más de una palabra:
–Lo logramos – Declara orgulloso mirando los resultados –. Felicidades, estás curada.
Sonrío aliviada recordando las palabras de Akihiro: "Este es el comienzo del final".
–Esto quiere decir que la cura Neón será aprobada ¿Verdad? – Pregunto levantándome.
–Ya mismo me comunicaré con la Asamblea de Liderazgo – Responde antes de ponerse en movimiento –, si todo va bien, comenzará a ser distribuida.
Toma su teléfono y llama a un miembro de la Asamblea mientras yo pienso en el desperdicio que han sido estos días reprochándome por todas las cosas que no hice pensando que moriría. Oigo mi celular sonar desde la barra de la cocina y me acerco a ver quien llama; es Matt, puede esperar. Vuelvo a la sala de estar y observo a Henry ordenar todo con una mano mientras que sostiene su teléfono con la otra. La llamada es breve y puramente diplomática, así que en pocos minutos se despide cordialmente y corta. Cuando se percata de que lo miro mientras ordena sus cosas, su expresión se vuelve seria y hasta amargada de nuevo.
–¿Qué? – Pregunta desafiante.
–Nada – Respondo encogiéndome de hombros levemente.
–Sé que quieres que te hable de tu padre; no voy a hacerlo – Anuncia sin mirarme.
–Pues no lo haga, ni siquiera me incumbe – Digo indiferente mientras me dirijo hacia la puerta.
Al ver que lo estoy echando indirectamente, se apresura con sus cosas y se despide tan inexpresivo como siempre antes de retirarse. En cuanto cierro la puerta, el teléfono vuelve a sonar, debe ser Matthew de nuevo. Al comprobar que es él, lo atiendo y lo saludo naturalmente, él tira la bomba sin siquiera responder al teléfono.
–El periódico quebró – Dice haciendo que mi cerebro se pare en seco.
–¿Qué? – Pregunto en la cocina observando un punto perdido de la sala de estar.
–John habló conmigo cuando llegué a la inauguración – Se explica bastante alterado.
–Matthew, no es gracioso, ya deja de jugar – Digo negándome a creer que sea cierto y que se trata de una broma de mal gusto de esas que Matthew suele hacer.
–¡No estoy jugando! – Exclama agitado haciéndome pensar que va por la calle con los nervios de punta – Te digo que John habló conmigo; él sabía que el periódico cerraría antes de lo estimado, y nunca lo dijo.
Estoy en un estado de shock tan grande que mi mente, de nuevo, comienza a ir más rápido que mi capacidad de hablar, por lo que quedo muda con el teléfono en la mano y Matthew hablando desde el otro lado.
–¿Qué vamos a hacer? – Pregunta sonando más nervioso y tenso que nunca, no puedo responder – ¿Estás ahí, Anne?
"No tengo empleo, no tengo suficientes ahorros, no están contratando personal en ningún lado, no quiero depender de mis padres de nuevo" Comienzo a pensar sin poder armar ni una sola frase que tranquilice a Matthew.
–¡Annet! – Exclama él haciéndome volver a la realidad.
–Lo siento, es que... no lo puedo creer... – Consigo decir antes de caminar hacia el sofá para dejarme caer en él – es decir, sabiamos que esto estaba por pasar, pero no creí que sucediera tan rápido... en el fondo esperaba que sólo fueran rumores falsos.
–Todos lo esperábamos. ¿Sabes qué vas a hacer? – Pregunta él tranquilizándose al menos un poco.
–Enviaré mi curriculum a 'North City Hoy' – Digo pensando en voz alta – y a todos los lugares posibles; no me importa si no vuelvo a ejercer como periodista, sólo quiero la tranquilidad de un empleo. Mientras tanto aguantaré lo que pueda o... tendré que pedirle ayuda a mis padres. ¿Y tú?¿Tienes algún plan?
–Lo mismo, buscar trabajo. El sueldo de Jena no es tan alto, pero nos ayudará por el momento.
Matt vive con su hermana Jena desde hace cuatro años, a veces veo mi reflejo y el de Lisa en ellos: Ambos son muy distintos en cuanto a gustos y opiniones. Lo que nos distingue es que no saben poner de lado sus diferencias y discuten casi todo el tiempo, incluso por las cosas que no tienen importancia en absoluto. No creo que la razón por la que Lisa y yo no peleamos sea porque sabemos poner las distinciones en su lugar, tal vez sea porque ella tiene once años y yo veintiséis; las únicas veces de mi adolescencia en las que la regañé, toda la familia se puso en contra mía, decían que Lisa era muy pequeña como para entender que estaba haciendo algo malo, incluso sugerían que les estaba sacando la autoridad a mis padres y que yo no tenía derecho a decirle a mi hermana qué está bien o qué está mal; luego de esas veces sentía cargo de conciencia cada vez que le levantaba la voz o algo parecido, y a veces esos remordimientos siguen hasta hoy, por eso prefiero quedarme callada o cambiar de tema cada vez que nos acercamos a una conversación difícil.
Cuando conocí a Jena, creí que Matthew exageraba en sus relatos sobre su hermana, solía referirse a ella como "la pequeña bestia", y la verdad es que sí, exagera. Jena puede resultar algo irritante, porque al igual que su hermano, no tiene filtro en cuanto a comentarios sarcásticos; pero es divertida y muy compañera, por lo que es mi única amiga aparte de Matt. Trabaja de mesera en un café desde que sus padres la echaron de su casa a los diecinueve y se negaron a pagar su universidad. Siempre admiré esa parte de ella, es decir, mis padres me dieron una buena educación y todo lo que yo necesitara para vivir, pero Jen siempre tuvo que luchar y esforzarse por cada cosa que quiso; cada vez que pienso en eso me siento como una niña mimada que no sabe lo que es el trabajo duro.
El día entero se me va en pensar en una forma de decirle a mis padres que no tengo trabajo; no debería preocuparme, después de todo no es mi culpa que el periódico cerrara, pero eso no lo hace más sencillo. Doy vueltas por todas las habitaciones mordiéndome las uñas y mirando el suelo. Rodeo la cama y salgo de mi cuarto, el cual está hecho un desastre. Doy vueltas alrededor de la mesa de la sala de estar y avanzo hacia el televisor y el sofá esquivando la mesita de té. De repente comienzo a sentir un leve mareo, pero no le hago caso. Percibo una sensación extraña al pasar por la puerta de entrada que me hace detenerme frente a ella; la puerta está cerrada, pero aun así veo el corredor, cuanto más me acerco más claro se hace. Veo al conserje barrer y me pregunto si él también puede verme a mí, al parecer no. Me doy vuelta muy confundida, ¿Estaré soñando o delirando? No, esto se ve demasiado real, no puede ser una alucinación o algo así. Avanzo hacia la pared y ocurre lo mismo que con la puerta, puedo ver el exterior. Hay algunas personas en la calle, pero no advierten que hay alguien mirándolos tres pisos arriba. Observo el interior de mi apartamento y comienzo a desesperarme, todo lo que tengo delante de mí se hace transparente dando paso a lo que está detrás. No entiendo lo que me pasa, confirmándome cada vez más que estoy alucinando, ¿Pero por qué? Y entonces recuerdo la cura expandirse por mi cuerpo, ¿Será que me está produciendo alucinaciones? Me marea con tanta fuerza que lo único que puedo desear es que se detenga, pero no sé qué hacer para que pare. Intento tranquilizarme y comienzo a respirar cerrando mis ojos cuando el mareo y la desorientación se hacen insoportables. Cuando menos me lo espero, todo vuelve a la normalidad, ya no veo a través de nada, aun así examino todo mi alrededor para cerciorarme de que realmente sea normal otra vez y no mi impresión.
Me quedo parada en el mismo lugar pensando en lo extraño que fue eso. Fueron un par de segundos, pero bastaron para dejarme realmente aturdida y desconcertada, aún no se me han ido los mareos así que me siento despacio en el sofá que hace un instante pareció desaparecer. De repente, comienzo a tener miedo de estar enloqueciendo y que todo esto sea tan solo mi imaginación, sin embargo, se sintió demasiado real. Mi teléfono suena pero me cuesta reaccionar, tengo miedo incluso de moverme y que me vuelva a pasar. Cuando por fin tomo la decisión de acercarme a mi celular, veo que es un mensaje de texto de mamá:
"Algo anda mal, ven rápido"
Tardo en procesar el mensaje debido a mi mareo y mi creciente dolor de cabeza, pero cuando logro entender y asimilar que parece bastante urgente, no dudo en ignorar lo que me acaba de pasar y encaminarme hacia la puerta, confiando y esperando que lo de recién no sea más que una impresión mía.
Según Henry Smith, la cura Neón me hace inmune al virus Arsénico, pero de igual manera decido llevar mi mascarilla, uno nunca sabe; además he escuchado que quienes no la llevan como dicta el protocolo reciben multas o incluso son retenidos en la comisaría de North City.
Salgo del edificio y comienzo a caminar hacia la casa de mis padres con bastante prisa y con el corazón latiéndome en la garganta. Recuerdo que aún no les dije que me quedé sin empleo, tal vez sea bueno decirles en persona; por otro lado, no sé lo que les ocurrió y quizá sea grave. Ya veré, si no es algo tan malo se los diré, aunque no sé cómo hacerlo. Camino mirando el suelo mientras repaso distintas posibilidades de lo que les haya pasado, una peor que la otra: "Lisa perdió el año" No me necesitan en persona para decirme eso. "Mi madre o mi hermana contrajeron el virus" No me pedirían que vaya sabiendo que podría contagiarme. "Mamá está embarazada" Literalmente es imposible, pero es una posibilidad que me hace reír. "Alguien murió" Mi dramatismo y yo, será mejor que deje de intentar deducir qué pasó o enloqueceré a medio camino.
Mientras atravieso una plaza, la risa de un niño me hace perder el hilo de mis pensamientos. Miro a mi alrededor un tanto indignada, son las casi las 19:00 y, por la epidemia, no puede haber menores de edad fuera de sus casas a esta hora, pero sólo veo a un par de personas regresando a sus hogares con bolsas de compras. Ignoro el hecho pensando que debe haber sido mi imaginación. Me adentro en el barrio Park Residence, me faltan unas 15 cuadras. Mientras camino observo las casas, son similares entre sí y muy bonitas. De repente, escucho conversaciones muy cerca mío; me doy vuelta pensando que tal vez alguien venga conversando detrás mío, pero no hay nadie más que yo. Me paro en seco y miro para todos lados un tanto ofuscada mientras frunzo mi entrecejo. ¿De dónde vienen esas voces? Son nítidas, como si estuvieran a centímetros de mí.
–Se filtraron fotos del interior de los nuevos establecimientos del regimiento local – Dice una mujer.
–Interesante – Responde un hombre sin entusiasmo.
Descubro que provienen de la casa que tengo enfrente. Al quedarme contemplándola, comienzo a observar su interior, al igual que me pasó con la puerta. La mujer está con un bebé en brazos mientras habla de la inauguración, el hombre se limita a escuchar y a tomar un café o algo parecido. Mi respiración se agita mientras un único pensamiento que cruza por mi mente hace que todas las voces se callen y vuelva a ver el frente de la casa: "No quiero verlo, ni oírlo".
Sigo mi camino un poco más despacio prestando mucha atención a mi alrededor, no tengo idea de qué acaba de pasar, y aunque no descarto que todo sea producto de mi imaginación, me mareo cada vez más. Analizo la posibilidad de volver a casa y decirle a mamá que no me siento bien, pero de todos modos ya estoy a más de medio camino de mi apartamento. Y aunque estar en la casa de mis padres no me entusiasme, algo grave podría estar pasando.
(...)
¡Hola! Espero que estés disfrutando la lectura, ¿Me ayudarías con tu voto? :)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top