Keigo y Tenya
[En la parte de Pequeña Notita mencioné la posibilidad de KiriKami pero lo he cambiando y en vez de eso, será IidaKami❤️]
Rei miraba por la ventana la nieve que caía desde el cielo, dando un ligero suspiro, se preguntó si su pequeño hijo estaría bien y se alejó para caminar hasta una silla en la sala, en la cual se sentó para esperar a su visitante de ese día.
Como lo esperaba, Enji llegó en cuestión de segundos. Con aspecto entre cansado y resignado, con un yukata rojo de tela muy ligero para el frío que hacía en las Montañas de Iruyuki. Ella contuvo una pequeña sonrisa al recordar que la única razón por la cuál un Dragón del Fuego —conocidos por detestar los ambientes helados— aceptaría vivir en un lugar como ese, era por el amor de toda su vida.
A veces, deseaba ser también un Dragón del Fuego en vez de un Dragón del Hielo. Así su esposo no tendría que pasar por tales incomodidades pero recordándose a sí misma que todo estaba predestinado, lo dejaba pasar y se mantenía en lo importante, es decir, el presente.
El presente actual dónde sus hijos acababan de hacer un escándalo por lo sucedió con Shoto. Un presente donde ella se escapó de esa discusión y lo dejo en manos de su esposo. Ahora debía apoyarlo y tranquilizarlo.
— ¿La discusión fue muy larga, cariño? —preguntó, aunque sabía la respuesta.
—Natsuo es terco, mucho y Touya se encerró en su habitación cuando se dió el veredicto. Fuyumi fue la única que estuvo mas o menos tranquila, aunque congeló tus flores, prometio que haría lo posible por verlas a la normalidad —suspiro el hombre robusto, de ojos azules y cabello rojizo —Se eligieron a Hawks y al hermano menor de Tensei, Tenya, para ir al oeste del Valle de Anteri donde está el clan del Zorro de la Luna Roja.Ya salieron.
—Fue la elección correcta —sonrió la albina —A Tenko no le gustan los viajes largos, aparte de que Touya no tolera el tenerlo lejos y Tensei haria que Denki se pusiera nervioso. Muy incómodo.
—A veces pienso que tenemos más hijos de los que en realidad tenemos Rei —dijo el pelirrojo —Más cuando hablas de los guardianes de ellos con tanto afecto.
—Han estado con nuestros hijos desde su nacimiento, es de esperarse que tenga sentimientos por ellos. Tú también los tienes, en especial por Hawks que siempre fue tan travieso y Denki que es tan lindo —acusó la femenina notando que su esposo se ponía un poco rojo —Además, dentro de poco seremos familia, más pronto de lo que te esperas amor.
— ¿Tuviste una visión de ellos? —quiso saber el pelirrojo con curiosidad, ya que todas las predicciones del futuro de su esposa se volvían realidad.
—No —negó la albina y vio con diversión a su marido —Se llama instinto materno, Enji. No todo es clarividencia.
Rei disfrutó de la expresión de indignación de su esposo y se dedicó a tomar de su té, mientras volvía a pensar en su pequeño y adorable Shoto.
De seguro lo tendrá difícil debido a la personalidad de Katsuki-san. Pero más difícil todavía lo tendrá Katsuki-san respecto a la terquedad de mi Shoto.
La albina ya no sabía si debía sentir compasión por su hijo o por su yerno. Quizás, debido a las circunstancias, tendría que sentirla por el cenizo.
Después de todo, le esperaba una visita difícil.
Mitsuki se esperaba que dos personas del clan del Dragón del Sol llegarán a sus territorios desde hace tiempo, ya fuera por la desaparición de su yerno o su reaparición. Debido al tiempo que tardaban en llegar las noticias entre ambos territorios, que tardarán cuatro meses estaba dentro de sus cálculos, pero nunca espero que las personas enviadas fueran sirvientes directos y personales de los hermanos mayores de Shoto.
En la jerarquía del Dragón del Sol venía primero la familia principal —los Todoroki— después los guardianes —los niño elegidos para cuidar a los herederos eran entre sí hermanos de juramento y una familia aún si no compartían un mismo apellido— y por último los demás clanes y sus respectivas divisiones. En términos técnicos, la autoridad variaba según rangos, edad, antigüedad y habilidad.
Por lo tanto, Tenya Iida que era el hermano menor de Tensei Iida —guardian de Natsuo Todoroki— se trataba de un joven sin un rango en especial, aún si era el próximo heredero en el clan del Dragón Azul y un joven de gran potencial, pero como venía con una carta de que decía que estaba en su territorio a nombre de su hermano mayor, quería decir que representaba a Tensei y que tenía toda su autoridad. En otras palabras, no se le podía tratar como un niño o alguien común y corriente.
Por otro lado, Keigo Takumi, cuyo alias era Hawks, era el guardian de Fuyumi Todoroki, la segunda heredera de Enji Todoroki. El nivel de poder del joven, con alas de color rojo intenso y ojos afiliados como los de un halcón, era inmenso.
Mitsuki siempre creyó que mandarían a alguien para verificar el estado de Shoto pero no imagino que serían personas capaces de causar alboroto en su territorio si no les gustaba lo que encontraban. Se sentía en un aprieto.
Podía lidar con uno o dos sirvientes simples, hacer una ilusión para engañarlos y que no supieran de que el bicolor estaba en cama debido a una intoxicación con Gas de Tum. Pero no podía engañar a esos dos chicos.
No sin ayuda.
—Takumi-san, Iida-san, han tenido un viaje muy largo y llegaron bastante temprano, ¿no les gustaría descansar un poco antes de ir a ver a Shoto-kun? —propuso la mayor, esperando poder hacer tiempo —Ya ordene que se les preparara habitaciones de primera clase para que estén cómodos.
—Con todo respeto, señora..—intentó negarse el más joven, cuyo cabello era negro azulado y sus ojos azules, con una postura firme y rígida.
—Nos encantaría dormir un buen rato —intervino su acompañante, tapando la boca del joven para que no dijera nada más y mostrando una sonrisa encantadora a su anfitriona —El viaje desde las Montañas de Iruyuki es muy largo y agotador, un buen descanso nos haría bien. Le agradecemos su hospitalidad.
Mitsuki se guardo el comentario de que Iida Tenya no parecía muy complacido con la idea de descansar. En cambio, siguiendo una especie de extraño código táctico que tuvo con Hawks, llamo a unos cuantos sirvientes para que los llevarán a sus habitaciones y se despidió de ellos. En lo que se aseguraba que ambos entrarán en sus habitaciones, les indicó a sus sirvientes que fueran de inmediato por su hijo y Kaminari Denki. También que le informaran a Tamaki y a Mirio que guardarán sus cosas de valor en caso de emergencia.
Ya que por mucho que quisiera negarlo, la rubia no quería que esos chicos fueran castigados. Aún si pensó en usarlos para que los del Dragón del Sol no llegarán a Izuku, no quería que terminarán heridos. En el peor de los casos, prefería que se fueran por su cuenta a un lugar más seguro y no que ella tuviera que estar en la posición de entregarlos.
Mitsuki abandonó el pasillo que daba con las habitaciones de invitados bastante angustiada y se dirigió a la entrada del Palacio de Plata, dónde los sirvientes ya le habían traído a Katsuki y Denki, los cuales se veían confundidos y cautelosos.
Fue sincera con ambos.
—Tenemos problemas.
Keigo estaba acostumbrado a la mirada de reproche de Tenya. La había visto muchas veces cuando era más joven y no le afectaba en lo más mínimo. Incluso le hacía sentir más curiosidad acerca de como Tensei, que era tan amable y cálido, tenía un hermano menor tan estricto y rígido. Pensaba que era debido a la presión que tenía el joven al ser heredero del Dragón Azul, no debía ser fácil para él, mucho menos a su edad pero, ¿realmente era necesario que le mirara tan feo?
—Te saldrán arrugas, Ten-chan —se tiro en el futón y le miro al joven desde esa perspectiva —Que veamos a Shoto en una hora o dos no hará mucha diferencia. Fue un viaje largo, deberías descansar.
—Se supone que nos enviaron a comprobar el estado de Todoroki-kun —se quejo el de cabello azulado —Es mejor hacerlo cuánto antes, Keigo-sama.
— ¿Qué te he dicho acerca de llamarme así? ¡Incluso me da escalofríos de lo serio y formal que suena! ¡Horrible! —hizo un puchero el mayor, sentándose en el futón y viendo al contrario de brazos cruzados, completamente indignado —Llamame como siempre lo haces Ten-chan.
—Es irrespetuoso —se negó el de ojos azules, un poquito avergonzado por el comportamiento infantil del mayor.
—No lo es, te conozco desde hace años, Ten-chan que me llames de esa forma me da dolor de estómago —volvió a hacer un infantil puchero el mayor —Además, si no me llamas como antes, le diré a Denki que te pusiste a llorar cuando se fue.
— ¡Y-Yo no hice eso!
Keigo elevó una ceja en señal de duda y Tenya se sonrojo hasta las orejas, recordando claramente el día en que se anunció que Denki Kaminari se iría junto con Shoto Todoroki al Valle de la Luna Roja. Ni siquiera tuvo el tiempo de verlo una última vez y los del clan del Dragón del Trueno se llevaron todas sus cosas, Rei Todoroki ordenó que su habitación se cerrará —lo cual era usual cuando un guardián partía con su protegido— y las pocas cosas que dejó el rubio se repartieron entre los guardianes restantes. Denki tenía una buena relación con Tenko y Hawks, por lo tanto dejo algunas cosas lindas para ellos. Sin embargo, con Tensei era distinto, su relación...era un tantito tensa —el rubio salía corriendo cada vez que el mayor estaba cerca— pero igualmente le guardo unos libros, con unas cuantas anotaciones que llegaron hasta sus manos y una carta donde le agradecía todos sus cuidados.
Tensei sabía de los sentimientos de Tenya por el guardian más joven y eligió darle los libros —la carta no, era suya y solo suya— para que enterrará sus sentimientos de amor no correspondido. Sin embargo, al verlo llorando sobre las tapas de los libros —junto con los demás guardianes que estuvieron para verlo— el mayor no pudo pedirle que lo olvidará y termino decidiendo que lo apoyaría.
Hawks también tomó esa decisión. Por eso mismo, en la disputa que hubo contra Natsuo, insistió en que fuera el menor quien lo acompañará en su viaje. Además de eso, tener de su lado a su protegida —la amada hermana mayor del albino— ayudo bastante a que aceptará su elección. Fuyumi llegaba a ser muy persuasiva cuando quería.
Volviendo a la habitación de invitados a la que fueron llevados, el rubio mayor observó como su acompañante tomaba asiento en una butaca que quedaba debajo de una ventana principal, tenía un aire entre melancólico y ansioso, lo que le hizo sonreír con cariño.
—Nadie dijo que el primer amor fuera a ser fácil, Ten-chan. Menos con alguien tan despistado como Denki —hablo con devoto cariño hacia el pequeño dragón de ojos dorados —Aparte de que tu hermano te advirtió que estuvieras seguro de tus decisiones. Denki es, en primer lugar, el guardian de Shoto. Para toda la vida.
—...Lo tengo en claro, Kei-nii —murmuro el de ojos azules, usando el apodo que tenía para con el mayor para que no le molestara más por ello —Kaminari no va a dejar este lugar para ser mí pareja. Eso lo sé bien. Vine solamente a confirmar que estuviera bien y haciendo sus deberes de guardian. Nada más.
—No te creo ni una sola palabra —bufo el rubio tirándose en el futón y soltando un largo suspiro — ¿Por qué serás tan terco? No es nada lindo.
Iida lo ignoro mientras seguía viendo por la ventana los jardines de aquel lugar, con los ojos vacíos y sin cambiar de expresión. Takumi no quiso molestarlo más, así que se dió la vuelta y optó por dormir una siesta.
—Keigo-san no es difícil de tratar, es una persona alegre y despreocupada, tiene un lado bastante paciente y Fuyumi-sama siempre se ha sentido a salvo con él, por lo que debió mandarlo para asegurarse que Todoroki estuviera bien y de no ser el caso, podría llegar a trasladarlo al clan. Es parte del Dragón Fénix, un clan muy extraño, dónde sus miembros no tienen una transformación completa en dragones. Solo tienen alas y una visión perfecta. Pero su velocidad, fuerza e inteligencia es superior a los cinco clanes más poderosos —hizo una hipótesis el rubio de ojos dorados —Puedo convencerlo de que no se lleve a Todoroki, me va a creer si le digo que la situación se nos fue de control y que fue todo accidental. El problema será Iida, es el hermano menor de Tensei-san y es muy parecido a él, solo que mucho más estricto e inflexible. Si sabe que Todoroki estuvo en el Abismo...posiblemente mandé un informe a Enji-sama y quién sabe qué hará él con esa información.
Mitsuki y Katsuki se habían trasladado junto con Denki a un jardín privado dentro del Pasillo de las Orquídeas, era un lugar que el cenizo usaba frecuentemente para reunirse con sus amigos. Estaban sentados en una mesa redonda, con tazas de té que ninguno probó y bocadillos que a nadie le apetecía tocar. Madre e hijo se encontraban pensando en qué hacer con la información que les acababa de dar el rubio sobre sus invitados.
—Denki-kun —lo llamo por su nombre la rubia, ya que al ser el guardian del bicolor, tratar formalmente alguien que pasaría a ser muy cercano en su familia se le hacía incómodo — ¿Te puedes encargar de Takumi-san? Katsuki y yo veremos cómo tratar con Iida-san.
—Les aconsejo que con Iida las mentiras o medias verdades son un muy pero muy mal camino. Es mejor ser honestos con ambos —al ver las miradas escépticas de ambos, el rubio agrego con prisa — ¡Iida puede ser muy disciplinado pero también es comprensivo! Si sabe que Bakugou nos rescató del Abismo, no hará un reporte sobre ello. No digo que vaya a dejar el asunto pasar, pero estaría de su lado cuando se lo cuente a Enji-sama. Y tenerlo a él de su lado significa tener a Tensei-san también, que es el guardian de Natsuo-sama y el hermano mayor más sobreprotector de Todoroki.
Mitsuki aún estaba reacia pero Katsuki se lo pensó y con Denki planearon reunirse con sus dos invitados en la habitación del bicolor esa tarde. Sería mejor que vieran por ellos mismos el estado de Shoto y a partir de ahí contarles toda la historia con lujo de detalles.
Debido a que ya había pasado un mes desde que el dragón estaba bajo tratamiento —que incluía ciertas mejorías que el cenizo y el rubio agregaron de su entrenamiento con el castaño— sus tiempos para estar despierto se fueron ampliando. Sin embargo, todavía no era seguro dejarlo caminar por el Pasillo de Orquídeas. Se podía desmayar y golpear en algún lugar. Pero lo más importante de sus mejorías era que ya no había riesgo —al menos, no un riesgo alto— de que atacará a su prometido cuando estuviera en su forma normal.
Aunque, por precaución, la primera vez que se volvieron a ver el rubio y Eijirou estuvieron de acompañantes. El cenizo se paró en el umbral de la puerta y el dragón lo vio desde ahí, las marcas de su cara volvieron por un momento y sus ojos se tornaron levemente rojos, se noto de lejos que se contuvo para no volver a atacarlo. Como el experimento fue un éxito, el de ojos rojos empezó a visitarlo en su forma real.
El bicolor le mostró una sola notita dónde decía que extrañaba ver su adorable aspecto. El cenizo, rojo cuál tomate, destrozó esa nota antes de que el rubio y el pelirrojo —que ahora tenían la costumbre de acompañarlos— la vieran. Fue la primera vez que el cenizo escucho la leve y bajita risa del más alto, pese a que después tosió con fuerza debido a que sus cuerdas vocales no estaban en condiciones para esas acciones todavía.
En fin, debido a esto, Kaminari y Bakugou consideraron oportuno que la reunión fuera en la habitación de Todoroki. El cenizo le ordenó a los sirvientes que escoltaran a Takumi e Iida por la tarde —que era cuando su prometido pasaba más tiempo despierto— a la habitación y le prometió a su madre darle noticias para la hora de la cena.
No estés nervioso, Bakugou.
—La peor cosa que le puedes decir a alguien que está nervioso es eso, mitad-mitad —se quejo el cenizo cuando vio la nota de su pareja — ¿Qué mierda se supone que haga si esos bastardos te quieren llevar de vuelta a tu clan?
Eso no pasará.
Bakugou bufó con sorna y envidio la calma de Todoroki. Incluso Kaminari que parecía estar siempre tan relajado estaba siendo tranquilizado por Kirishima que le servía taza tras taza de un té que servía para los nervios.
—Tendrían sus razones para hacerlo —continuó hablando —Te metiste en un jodido problema por culpa de dos personas de mi clan, saliste herido y para colmo tuvieron que pasar casi tres meses para que me pusiera a hacer algo. Esos malditos deben creer que soy el peor prometido del mundo.
No lo hacen. Y les diré que no es así si lo creen.
El cenizo soltó un largo suspiro y el más alto odio verlo en ese estado, por lo tanto, se movió en el futón para sostener su rostro entre sus manos y sus ojos se encontraron. El más bajo pudo sentir la calidez con la cual era tocado su rostro y pese a que estuvo aturdido por un momento, pudo entender lo que el bicolor módulo con sus labios antes de que tocaran a la puerta y el rubio soltará un chillido.
— ¡Ya llegaron! —aviso, completamente nervioso e inquieto —Mierda, ¿y si decimos algo mal y se enojan? ¿que se supone que hagamos?
—Cálmate Kaminari, va a salir todo bien —le dió palmaditas en la espalda el pelirrojo a su nervioso amigo y miro hacia el cenizo — ¿Les digo que pasen, Bakugou?
Debido a que Eijirou no podía verle la cara ni había notado las acciones anteriores de Shoto, se le pasaba de largo que el rostro de Katsuki estaba sonrojado y que sus labios temblaban levemente. El cenizo apenas fue capaz de gruñir un sí para que su amigo anunciará a las otras dos personas que podían pasar a la habitación.
El cenizo estaba muy avergonzado y para aumentar su vergüenza, la persona que lo dejo en ese estado estaba impasible y sonriendo de la forma más linda de todas, con esos mismos labios que formaron las palabras eres el mejor prometido.
No tenía idea de qué mierda había hecho para que el más alto tuviera esa opinión de él pero mierda que no quería que cambiará por nada del mundo.
Y, por sobre todo, no quería que nadie separara a su prometido de él.
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