xii
Hoy no encuentra a Kacchan por ningún lado, lo cual, le hace sentir nervioso. Después de la práctica con los del equipo va a la biblioteca para poder verlo tan siquiera un momento.
No han hablado en una semana y desconoce el motivo, por ello quiere buscarlo. ¿Acaso fue un simple acostón?
Todo parecía ir tan bien.
Cuando llega, encuentra a alguien al lado de la moto de Kacchan. Es imposible no reconocer aquellos cabellos rojizos.
—¿Disculpa? —el aludido voltea a verlo.
Dios mío, es guapísimo.
El joven pelirrojo -teñido, por cierto, lo sabe por las raíces negras- sonríe de lado, coqueto. Piercings. Dos en cada hélice, uno más en el lóbulo derecho con la cruz invertida. Ropas oscuras, el prototipo de badboy que hace que cualquier chica se sienta atraída rápidamente por un delincuente.
—¿Qué pasa? —pregunta, su voz es tan serena que casi puede olvidar el brillo chispeante en su mirada.
—¿Tú conoces a Kacchan?
—¿Katsuki? —mira al cielo—. Sí, soy su mejor amigo.
—Oh —Izuku siente que puede respirar, teme encontrarse con sus afamados exs porque él parece que puede barrer rápidamente su ser.
—¿Qué haces acá, Deku? —el rubio aparece saliendo de la biblioteca con los lentes para lectura aún. Pronto los guarda en su mochila llena de libros.
El cabello de lado lo hace ver aún más apuesto. Hoy trae un piercing, justamente el mismo que trae el badboy pelirrojo.
—Vine a hablar contigo...
—Hoy no, tengo un compromiso —el pelirrojo le pasa el casco, lo cual hace que el pecoso se sienta de más en esa situación.
—Es acerca de...
—Sí, sí, no importa —rueda los ojos, se pone el casco.
El pelirrojo se sienta delante del rubio, mientras que Katsuki abraza su cuerpo—. Lo siento, hoy es mío.
Una sonrisa mostrando todos los dientes le hacen sentirse bastante intimidado.
—Ya, anda, el bastón navideño nos está esperando.
Bastón navideño.
Mira al chico pelirrojo.
Pelos de incendio.
Mierda, sí está frente al ex del rubio.
—Lo siento, pero ya nos vamos.
—¿Hice algo mal? —pregunta Izuku más pálido que la hoja de papel.
—No somos novios, Deku, sólo tuvimos sexo —el rubio no le mira, abraza más fuerte al cuerpo del pelirrojo—, te dije que soy una especie de puto, sólo quiero pito.
—Creí que estábamos intentándolo.
—Lo siento, pero Blasty no tiene ganas de seguir hablándote —habla el pelirrojo, el afamado pelos de incendio, quien le mira fríamente.
—No te metas, Kirishima —habla Katsuki bajito.
—Me meto porque no es justo que mientras tú estás de mal humor por las habladurías, él está tan campante.
—No sé de qué están hablando...
Izuku desvía la mirada, el llamado Kirishima arruga el entrecejo—. Claro, los caballeros no tienen memoria.
Y arranca la moto dejándolo con mil preguntas en la boca.
***
¿Quieres ganar un capítulo único? Entra al libro de ¡Sorteo! para saber cómo obtenerlo.
Para saber más sobre futuras actualizaciones, te invito a seguir mi canal de Whatsapp.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top