—¿Es él?

—Sí, es él.

—Mierda, quién diría que no era una puta.

—¡Cállate! Están juzgando a Todoroki Enji, a varios del equipo de basquetbol y a otros más por calumnia.

—¿Qué?

—Sí, al parecer no quiere que se siga rumoreando por ahí.

—Sigue siendo un puto, seguramente se las dió de víctima porque don Endeavor no quiso que se quede con su hijo, eso están diciendo en la televisión.

—Sea lo que sea, Bakugō está demandando a quien se le ponga en el camino.

—¿Y de dónde ha sacado un buen abogado?

—Todoroki Shōto, duh.

—¡Lo sabía! Midoriya es tremendo cornudo.

—No creo, desde que regresó el chico pelirrojo he visto más a Todoroki con él.

—Nah-ah, para mí son relación poliamorosa.

—Miren, lo mejor es pintar raya, mejor pararle ahora y que no nos pare la policía.

—No, si se dicen cosas es por algo, Bakugō es tremendo putón; con los profesores, con los chicos más guapos, Midoriya es uno más, seguro se le insinuó a don Endeavor.

—Yo pienso igual, Bakugō es tan desagradable.

—Es masculino, pero más marica que los maricas, es un desperdicio de hombre.

—¡Ya sé, qué asco! E imaginar que ha volteado a Midoriya... Uff, otro desperdicio.

—Quizá necesita a una buena mujer que les haga ser hombres.

—Ay, no, flojera con ustedes.

—¿Uraraka?

—Midoriya ya está grande como para saber en qué se mete, me vale lo que digan los demás, si se le está dando la razón a Bakugō es por algo, estoy hasta el gorro de ser considerada la mala.

—Pero a ti te sigue gustando Midoriya.

—Ya, ¿y qué? Hacer menos a su pareja no me hará superior.

***
Perdonen por no actualizar, como son los últimos días del año me han puesto a limpiar ;v;