XXI. Deudas saldadas

-¿TE DE LIMÓN CON MIEL? -Visenya miró la taza con expresión amarga-. Tu insistes en servirme la ácida verdad de una forma dulce. Alicent Hightower quien quería un hijo en el Trono de hierro cumplió su objetivo y desea mantenerlo allí... Y para eso charlamos en los jardines mientras Helaena profetiza y tus nietos; entre ellos mis hijos, juegan. Sin olvidar, claro, que los dragones danzan.

-Tu también quieres un hijo en el Trono de hierro. No seas hipócrita, te lo ruego. -Alicent borró la suave sonrisa cortés de su rostro y la miró con incomodidad.

-My hijo es un Targaryen legítimo, hijo del heredero del rey. Y no, no soy hipócrita, nunca quise a mi hijo en el Trono. Tenía Altojardin, el hogar de mi casa, el resto no importaba. Estaba feliz de estar entre rosas... Mi madre no estaría orgullosa si enterraba la cabeza en la nieve como un Stark y no ambicionaba más así que no pude hacer más que venir.

-Quizás si la princesa Helaena fuera menos ambiciosa pudieras haberte casado con Harwin Strong o con Elric Stark. Si hubiera sido la segunda opción serías feliz en Invernalia, con cachorros de lobo y rosas azules... Sin preocupaciones, Verdes o Negros.

-Sería neutral. Altojardin e Invernalia no participarían en la guerra.

-Altojardin actualmente es neutral, Visenya.

-No soy estúpida, Alicent. Sé que mi madre jamás permitirá que se envíen alimentos a la Capital para ayudar a los Hightower. Mi padre no protestará ya que sus nietos favoritos son los hijos de Daemon, no convivio con mis hijos con Aemond lo suficiente.

-Acaparé a mis nietos. Eran los primeros, antes de los hijos de Helaena. -Alicent observó a los niños que corrían de un lado a otro mientras las mujeres tomaban té-. Creo que independiente de todo Aemond te hubiera amado en cuanto te viera, te ama más que a nadie me temo.

-¿«Me temo»? Pensé que estabas contenta por mi relación con él... Uh, bueno, da igual...

-Estoy contenta. No me malinterpretes. Pero puede cometer errores en nombre del amor que siente.

-Hum. -Visenya tomó un pastelito de limón de una bandeja y lo masticó para evitar quejarse con Alicent.





-EL REY NO PARECE MUY FELIZ.

-El rey sufre la muerte de su hermano menor, lord Corlys, y la pérdida de su otra hermana. La princesa Rhaenyra no os dijo pero mi padre dirige el grupo que intenta hallar a los niños Verdes. -Vys observó a lord Corlys mientras temblaba de la rabia-. Vuestro nieto, si es que por su evidente fuerza lo puedo llamar así, es sin lugar a dudas el vil perpetrador de un crimen. Uno de los cachorros menores de mi madre fue asesinado e intentamos conseguir algunos restos para presentar a Desembarco del Rey. Por aquello, el príncipe Daemon esta ocupado.

-No fue mi culpa, ellos vinieron acá...

-Iban al Otro Lado del Mar, Jacaerys. No venían aquí, solo los dioses saben que querían, pudiste haber acabado con sus monturas y traerlos como rehénes. No asesinarlos y causar una guerra. -Incluso Margaery parecía furiosa con su esposo. Ella se ubicaba a la derecha de su hermano y rey-. Fue una estupidez.

-Veo que manteneis la misma nobleza, Majestad. La traición de los Hightower no se permitirá, tiene usted el apoyo de toda nuestra flota y casa.

-Me honra, lord Corlys. Y en nombre de la sangre, la amistad y la causa común que no une, en nombre de mi madre, juró ser un rey justo y prudente. Sin permitirme caer en errores injustificables. -Lo última Vys lo dijo en dirección de Jacaerys que permanecía soberbio ante todos sin importar lo que causaran sus acciones-. A diferencia de las vagas promesas de la princesa Rhaenyra la guerra ya fue desatada por iniciativa de su hijo mayor.

Lord Corlys con el bastón se acercó a él. Mientras Baela; a su izquierda, se aferraba con uñas y dientes al brazo de su esposo. Sabía que Vys deseaba lanzarsele al cuello a Jacaerys y estrellar su cabeza contra la mesa repetidas veces.

-¿Y qué hara? Yo por mi parte os ofrezco un bloqueo total que estará organizado en días si es que ya no lo está. Vuestro abuelo; Allester, ofreció colaborar junto a la flota Redwyne con un detenimiento total del comercio y los viajes a Desembarco del Rey.

-Debería llevar a Melys a patrullar el paso.

-Podemos rodear el paso, hermano, pero debemos buscar asegurar el apoyo de nuestros aliados.

-Los dragones vuelan más rápido que los cuervos, Aegon, y son más convincentes. Debemos ir nosotros.

-Y acaban también con niños menores de diez años con increíble facilidad. -Egg gruñó, a pesar de que no estaba Aerion él se encargó de defender a su familia-. Aerion y mi padre están cuánto menos ocupados limpiando tu desastre, Jacaerys. Y yo debo ir a Aguasdulces en cuanto padre pueda ir. Así que solo quedan los dos MUCHACHOS FUERTES y Margaery.

Viserys no pudo evitar reír ante el chiste de su hermanito.

-Bien, la princesa Margaery irá al Valle de Arryn para hablar con lady Jeyne Arryn. Jacaerys le acompañará y el príncipe Lucerys irá a Bastión de Tormentas con lord Borros Baratheon.

-No. No voy a dejar a Luke ir solo. Soy tan Rey como tú, Viserys, segundo con el nombre. Yo iré a dónde decida y acompañaré a Lucerys te guste o no.

-Poco me importa, solo recuerdales el juramento que hicieron... Y el costo de romperlos. -Vys exhaló-. Despedios, haced los juramentos correspondientes e iros.






SI A OPHELIA LOS NEGROS NO LA MATABAN LA MATARÍA LA SED. Allí no tenía agua fresca,
a no ser por la escasa lluvia que se acumulaba en los agujeros de la roca. Soloun día antes ¿o serían dos?; en la roca era difícil distinguir un día de otro y no podía salir por si Rhaenyra aún la cazaba.

Pasaba los días y las noches llorando, sentía que le arrancaron su otra mitad, se había arañado los brazos y el rostro. Los mechones rubios estaban hechos girones. La sangre seca formó costras y quizás en algun momento las cicatrices se curarían pero el dolor en su alma no se iría.

Era su culpa, ¿Por qué tuvo que haber sido tan impulsiva como todo Targaryen? Debió comportarse como Rhaegar, paciente y atenta. Ahora su hermano estaba muerto y nada podía hacer.

Una vez comenzara a beber agua de mar, el final llegaría con celeridad, lo sabía,
pero de todos modos tenía la garganta tan reseca que había estado a punto de beber aquel primer trago. Al final todo era su culpa, quizás si moría su familia estuviera mejor sin ella.

-¡OPHELIA! -La voz que la llamó era bien conocida, era el príncipe Negro, Lucerys de las casas Velaryon y Targaryen llegó a su escondite con las manos alzadas.

Ella alzó la primera roca de buen tamaño que encontró y le apuntó con ella. Presentaba un horrible aspecto pero no vaciló, poco le importaba, sentía que moría un poco más con cada atardecer y Lucerys Velaryon no le iba a intimidar ni un poco. Deseó tener uno de sus puñales pero los había perdido cuando Sombralada se asustó y la dejo caer en la playa de Rocadragón, seguro la dragona volvió a Pozo Dragón... Por lo menos la bestia estaba a salvo.

Se contuvo de emitir un sollozó y ladró:

-Si le dices a alguien que estoy aquí juró por toda la casa Hightower que te parto la mandarina en gajos. -La princesa lo miró con ojos gélidos decidida a no ser prisionera de la familia del asesino de su hermano.

Lucerys titubeó y se dejó caer sentado junto a Ophelia. Miró al suelo avergonzado y suspiró.

-Jace no actuó bien. No fue lo correcto. Tu hermano es tan inocente como Joff. No lo merecía. Puedes ver en mi mochila, te traje comida y vino. Creí que necesitarias ayuda, yo... Debo ir a Bastión de Tormentas pero puedo dejarte cerca para que tomes un barco a casa o busques un caballo. No veo a tu dragón aquí...

Ophelia, aún con la piedra en la mano, le quitó la mochila a Luke y vió que era verdad. Traía un pellejo de vino dorniense y pescado en salazón. Ella sollozó, aliviada, el tener un aliado.

Sin poder evitarlo se lanzó a los brazos de Lucerys y lo abrazó con dulzura. La diferencia de edad no era tanta y si sus familias no estuvieran peleadas quizás se hubieran casado. Uno de los planes de el rey Viserys I era el matrimonio de dos miembros de las facciones para evitar pleitos.

-Gracias, Luke. No sabes cuánto alivio me da tenerte aquí junto a mi. -Ophelia presionó un beso en la comisura de los labios de Luke y él se estremeció, las mejillas se le enrojecieron y él ronroneo al ver que ella revolvía su cabello con amor-. ¿Podemos ir con Arrax después de comer?

Luke asintió y dejó que Ophelia se acomodará a su lado para que pudiera alimentarse, ella con felicidad devoró todo y al terminar se presionó contra él.

-Tenemos que irnos, Ophelia. -Lucerys con amor dejó un beso en si frente-. Te prometo que algún día vamos a reencontrarnos, princesa mía.

Ella empezó a sollozar, su pecho se agitó y Luke no supo que dijo mal. Pensó que rescatar a la chica y no llevarla a los Negros era buena idea...

-No me dejes, por favor. -Ophelia tembló, a penas podía coordinar una oración coherente-. Tú... Tú... También me dejarás, Baelor me dejó, se suponía que ambos moriríamos juntos... Es mí hermanito y debí cuidarlo. Fui tan estúpida, lo perdí y no quiero perderte a ti.

-Ophelia, debo llevarte a casa y te juró que nada malo me pasará. -Luke le sonrió dulcemente-. Solo soy un mensajero, hablaré con Boros Baratheon y al llegar a Rocadragón haré todo lo posible para escribir una carta y que llegue a ti.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo, Ophelia. Jure no tomar parte en ninguna pelea y eso haré. Tenemos que irnos, me encontraré con Jace en unos minutos y si no estoy allí empezará a alertar a todos y será imposible salvarte.






BASTIÓN DE TORMENTAS, le importó poco a Luke, hace un rato había dejado a Ophelia en Puertabronce, en el límite Sur del Bosque Real, lo suficientemente cerca de Desembarco del Rey para que ella robará un caballo y volviera con los Verdes.

Aún así no se quedaba tranquilo. Los relámpagos y truenos en el oscuro cielo tampoco le servían de consuelo. El pequeño Arrax hacía su mayor esfuerzo pero le costaba. Lucerys se preguntó si Baelor se sintió igual de mal y descorazonado antes de morir en manos de Jacaerys.

Al bajar de los dragones ni siquiera vió a su hermano de reojo. La furia hacia él aumento, ¿Cómo había hecho sufrir tanto a la dulce Ophelia? ¡No estaba bien acabar con un niño del verano así! Baelor era tan víctima de la guerra como ellos.

Si él ya titubeó al acercarse a los guardias en la puerta fue aún peor ver a Sueñafuego allí, en la otra punta de la fortaleza. Miró a Jacaerys suplicando.

-Volvamos, madre entenderá, y Viserys siempre ha sido piadoso con todos, soy su escudero... Le diré que nuestra vida corría peligro y por tanto volvimos.

-Regresa tú solo si quieres, Lucerys pero yo voy a entrar contigo o sin ti. -Jacaerys le dió un empujón hacia delante que casi le hizo caer de cara en las piedritas. Al tiempo, Sueñafuego rugió y Luke exhaló del miedo.

-Soy el Rey Jacaerys Targaryen y este es el príncipe Lucerys Velaryon, mi hermano y escudero... Del Rey Viserys II.

Los guardias se giraron al interior y Luke ascendió las escaleras tras Jace. Metió la mano en el bolsillo de la capa y palpó el broche en forma de dragón hecho de zafiros azules que le dió Ophelia antes de despedirse, el valor que tenía sin importar el costo era sentimental.

Lucerys deseó ser tan fuerte como la niña que luchaba en estos mismos momentos por volver con su familia. Detalló la sala con un trono donde se hallaba lord Boros Baratheon. Al continuar con su exámen vió en una esquina a Aemond Targaryen junto a una chica.

La presencia de El Rey Tuerto fue iluminada al igual que la sala por un relámpago, un enorme estruendo le acompaño. «La Tormenta se acerca al igual que el Invierno» Pensó Lucerys viendo al Targaryen con asombro.

-El Rey Jacaerys Targaryen, y su real hermano, el hijo de Rhaenyra Targaryen; Lucerys Velaryon. -La voz de los guardias se alzó sobre los truenos.

-Lord Borros, mi hermano y yo le traemos un mensaje del Rey Viserys Targaryen Tyrell. -Luke se inclinó suavemente en forma de reverencia al ver que su hermano no parecía querer moverse.

-Pero esta mañana recibí al mismísimo Rey de los Siete Reinos, es el esposo de la madre del Rey Blanco. -A Jace se veía que no le gustaba la forma en la que Borros hablaba-. ¿Cual es? ¿Blanco, Negro o Verde? La casa del dragón parece no saber quién la gobierna. ¿Cuál es el mensaje del Rey?

Ambos príncipes lucian menos imponentes cada vez, solo eran dos bastardos Strong, en medio de una regia sala. Luke entrego el pergamino a un guardia con todo el orgullo y coraje que pudo reunir.

Mientras venía el maestre Lucerys no pudo evitar pensar que esa no era la forma de conocer a su futuro suegro, en algún tiempo si Ophelia deseaba podían ser algo más que amigos... Bueno y si Aemond quería...

-"Recordarme" el juramento de mi padre. El rey Aemond a menos vino con una oferta. Mis soldados y banderas por un pacto de matrimonio.

-No... -El Rey Aemond observó e intentó negar-. Yo...

-La Reina Visenya no estará feliz al escuchar que su esposo dispone de casarse con otra mujer cuando le ha dado cuatro hijos. -Luke espetó con el ceño fruncido.

Aemond solo hizo una mueca por lo que ambos Strong determinaron con facilidad que el Rey no sabía de la muerte de Baelor.

-Lo que haga la Tyrell no me interesa. Si hago lo que dice su hijo, ¿Con cuál de mis hijas se casará?

-Yo me temo que el Rey está casado con nuestra prima, la princesa Baela. Y mi hermano se casó con la princesa Margaery.

-¿Y tú, niño? -Borros Baratheon le vió con desprecio-. ¿Estás libre?

-Yo... -Pensó en Ophelia y sus deseos de casarse con ella en cuanto tuviera la edad suficiente-, no... Mi corazón le pertenece a otra. Milord, yo no... No estoy libre para casarme.

-Vuelve a tu casa, cachorro, y dile...

-Rey Aemond, vuestro hermano os escribe. -El maestre habló después de que un caballero le entregará un pergamino.

-¿Qué quiere Daeron? -El Tuerto borro su sonrisa y supo que su hermanito le escribía algo malo paso. Se dirigió a quitarle la carta al maestre.

Jacaerys y Lucerys intercambiaron miradas decidiendo si irse o no. Quizás la carta trataba sobre la muerte de Baelor y desparecion de Ophelia, o sobre la muerte de Aegon El Mayor.

-El príncipe Daeron insiste en que os acompaña a vos y a vuestra esposa en la pena causada por la pérdida del príncipe Baelor y que insiste en prestar su apoyo junto a Tessarion para buscar a la princesa Ophelia. Dice que siente tanto como la familia la muerte de Aegon El Mayor.

La expresión en el rostro de Aemond Lucerys jamás la olvidaría. La rabia y el odio se tiñeron profundamente, parecía estar a punto de llorar. Luego, por unos segundos, pareció un verdadero dragón.

-Esperen, lords Strongs. Otra cosa que dice Daeron es: "sé que ser Criston Cole y tu aplastaran a Jacaerys Targaryen por los crimenes contra mis sobrinos". Así que, tu, bastardo has... Has matado a Baelor... Y solo los dioses saben que le hiciste a Ophelia. -Aemond exhaló-. ¿En verdad creen que puedes volar por mi reino tratando de robar mi trono y atacar a mis hijos sin costo alguno?

-No pelearemos contigo. -Jace habló mirándolo fijamente-. Vinimos aquí como mensajeros, no como guerreros.

-Una pelea sería un reto vacuo. Asesinaste a mi cachorro y nada me lo devolverá. -Aemond se quitó el parche descubriendo el zafiro en su ojo-. No... Quiero que tú pierdas la vida y Lucerys un ojo. Como pago por mí hijo y por mí ojo. Con que Jace se apuñale y tu te saques un ojo basta, Luke. -Sacó de su cinturón una daga y se los lanzó-. Será un regalo para mi esposa, tengo que presentar la justicia del Rey ante Visenya, en nombre de... -A duras penas Aemond podía decir el nombre de su hijo:-. De Baelor.

-No. -Jace echó a Luke hacia atrás para hacer de escudo humano.

-Eres un cobarde además de un traidor, Jacaerys. Asesinaste un niño que no ha visto ni siquiera diez primaveras. Ahora serás derrotado por el padre, a ver si tienes la valía de enfrentarte a mí, te prometo que tendré piedad, la piedad que no tuviste con Baelor.

-No aquí. -Exclamó Borros Baratheon.

-¡Dime dónde está Ophelia, bastardo! -Ambos hermanos desenvainaron mientras Aemond recogía la daga.

-No en mí salón. El niño vino como un enviado, no se derramará sangre bajo mi techo. Lleven a los Strong con sus dragones. Ahora.

Lucerys y Jacaerys corrieron hacia sus inquietos dragones que se movían frenéticamente en medio del aguacero que caía sobre ellos, las gotas gélidas les azotaban mientras sus capas volaban tras ellos.

-Debemos irnos rápido, pase lo que pase déjame atrás. Yo lo distraeré. -Jace se acercó a Vermax-. No hay nada que temer, estaremos bien...

-¡Presta atención, Arrax! ¡Calmate! ¡Escucha! -Lucerys a pesar de sus nervios intento transmitir tranquilidad al dragón, le hablo en alto valyrio y subió en el lomo de Arrax mientras este se merecía.

-¡Ten cuidado, Luke! ¡Vuela, Vermax!

-¡Vuela, Arrax!

Con dificultad ambos subieron mientras relampagueo. La lluvia y la fuerza del viento eran inmisericordes haciéndoles tambalearse. Tras unos instantes de calma Sueñafuego se alzó sobre ellos y rugió.

Luke intentó verlo cuando se oscureció aún más el cielo pero no lo logro. De pronto Sueñafuego apareció junto a ellos intentando atraparlos con sus garras.

-¡GIRA, JACE! -Le advirtió a su hermano mayor que se salvó por poco.

Las risas de Aemond Targaryen los siguieron. Parecían un sollozó convertido en risa. Luke no se imaginaba cuánto debía estar sufriendo el Rey Tuerto, había pedido a un hijo, a dos si algo le pasaba a Ophelia en el Bosque Real.

Vermax y Arrax eran dos cachorros ante Sueñafuego. No tenían la resistencia suficiente para que el viento no los llevara para dónde quería. Las mandíbulas de Sueñafuego les acosaban constantemente sin cesar.

-¡Rápido! ¡Gira! -Habló Luke en valyrio-. ¡Jace, por allí!

-¡Te sigo! -Respondió su hermano mayor no sin dificultad esperando que Sueñafuego no pasará por la abertura entre las rocas, no iba a caber.

Jacaerys no pudo negar que se sentía asustado ante la imponente figura del dragón de Aemond Targaryen.

-Ambos tienen una deuda. Niños. Ojo por ojo e hijo por hijo. -El Rey Verde desde arriba de ambos intentó buscar a los Strong.

Arrax se asustó tanto al estar cerca de Sueñafuego que envió una llamarada de fuego al dragón.

-¡No, Arrax! ¡Sirveme!

Sueñafuego se descontroló pero Aemond no hizo nada por detenerla. Poco le interesó si devoraba a ambos cachorros con sus monturas y todo.

La oscuridad se disipó al igual que las nubes negras y la lluvia. Luke le sonrió a Jace al sentirse a salvo al ver que tanto Arrax como Vermax podían movilizarse con mayor facilidad.

-¡Hermano, cuidado! -Lucerys vió con sorpresa a Sueñafuego cerniendose sobre Vermax y Jace cuando la sombra atravesó el cielo-. ¡NO, JACE, NO! -Las garras ensartaron al dragón verde y a su jinete y Luke sollozó al saber que su hermano no se salvaría.

Lucerys decidió intentar salvar a Arrax y se dirigió hacia la playa más cercana que pudo ver con los ojos repletos de lágrimas. Al llegar allí le quito la montura a su dragón y le gritó que se fuera.

Con las perlas blancas corriendo por las mejillas Luke entendió que Arrax jamás leabandonaría por su voluntad.

-Vete, Arrax. Eres libre. Ya no te quiero. -El joven príncipe le habló en alto valyrio mientras hipaba-. Marchate a jugar con otros dragones.

Con mucho esfuerzo Lucerys se dió la vuelta y salió corriendo pero Arrax emprendió vuelo tras él. Luke tomó una piedra y con manos temblorosas le arrojó uns piedra. Luego tomó otra y escuchó los rugidos de Sueñafuego, le dió dos veces a Arrax. El dragón lloró y lo miró de una manera que lo hizo
sentir demasiada vergüenza.

«Pero es lo que tengo que hacer, ¿verdad? Si no, Aemond lo matará» Pensó Lucerys y en ese momento El Rey Tuerto bajó del ala de su dragon.

Antes de que pudiera pensar en nada un puñal le atravesó el ojo. Entre sus dedos lo último que tomó antes de perder la conciencia fue el regalo de Ophelia.





AEMOND ENTRÓ A LA FORTALEZA ROJA CON LA CABEZA DE JACAERYS VELARYON EN LA MANO, con la otra arrastraba el cuerpo de Lucerys. A penas respiraba pero no moriría, el príncipe tenía que estar experimentando exactamente la cantidad de dolor que El Tuerto experimento cuando perdió su ojo.

«Se lo merece, ahora no solo yo seré llamado el Tuerto» Pensó y una sonrisa intento aflorar de sus labios pero desapareció al recordar que no tenía idea dónde estaba Ophelia, y además se fue haciendo a la idea de que Baelor murió devorado por Vermax.

Vió a su madre y esposa caminar del brazo por los jardines.

-¿Alicent, no puedo solo irme?

-¡Caminemos, Visenya! Padre insistió en que Baelor y Ophelia están bien, no podemos mimarlos más al interrumpir sus lecciones por un presentimiento tuyo... Son los herederos de Aemond y...

Visenya giró al escuchar a Alicent callar y vió a Aemond. Ella emitió un chillido por la impresión y se dejó caer junto a Lucerys tomando al muchacho por el rostro para examinar la cicatriz en su mejilla.

-No digo que no tengas un buen motivo para haber asesinado a Jacaerys y tomar como rehén a a Luke pero me gustaría saber qué paso. -Visenya arrancó un pedazo de su vestido verde y empezó a limpiar la sangre del rostro del hijo de Rhaenyra.

-Jacaerys pagó una deuda, y el otro muchacho fuerte tenía el broche de Ophelia. -Aemond se sacó del bolsillo de la capa el objeto mientras hablaba con su voz sarcástica y ronca.

-¿Y dónde está Ophelia? ¿A caso ella y Baelor no están en la Fortaleza Roja? ¡Alicent, mentiste!

La Reina Viuda titubeó y se sentó junto a Visenya en el piso. Bajó la cabeza y emitió un sollozó.

-Escaparon. No sé... No sé dónde está. -Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de la Hightower-. No quería decirtelo, ser Criston la busca desde hace tantas horas... Él está en los alrededores del Bosque Real, envié a varios capas doradas a buscar en las Tierras de la Corona e incluso a Altojardin. Escribí a Daeron. Manejé el asunto con discreción pero...

Aemond soltó la cabeza de Jacaerys y se arrodilló frente a Visenya y la tomo del rostro, llenándola de sangre.

-Ophelia está desaparecida, no sé dónde este pero te juró que la encontraré. -No podía ver a su esposa destruida así que acomodó su cabeza en el hueco del cuello de ella y susurró:-. Baelor no lo merecía, es obvio que el Strong me deseaba muerto a mí y decidió vengarse con él...

-¿Aemond, dónde está Baelor? -Visenya se aferró a los hombros de él con fuerza, al punto de arañarlo. Su voz se entrecorto-. Por favor, Ae... No me digas... Jacaerys... Jace... Él...

-Mató a Baelor, Vermax deboró a Prudence. Lo siento, Visenya. Te prometí tantas cosas y ahora...

Enya jadeó y las lágrimas empezaron a fluir. La presión se acumuló en su pecho... Vhagar empezó a rugir como si le hubieran atravesado mil lanzas, se sentía exactamente como su jinete. Muerta en vida, deshecha.

Las lágrimas cubrían el rostro de Visenya, la Targaryen Tyrell temblaba con cada respiración que daba a pesar de que la determinación la llenaba. ¡No era justo! ¡Su pequeño cachorro había muerto de las más horrible forma! Merecía ser vengado, ¡Y Ophelia! Debía salir a buscarla.

Alicent empezó a gritar, diciendo que era su culpa por no alertar a ninguno de los dos antes y Aemond la rodeo con sus brazos. Las mujeres más importantes del Rey Tuerto sufrían al mismo tiempo en su pecho y no podía hacer nada por aliviar a ninguna.

-Mi Baelor, mi hijo... ¡No, no! ¡Baelor, BAELOR!

El agujero en su corazón no desaparecía, Enya sabía que no era hambre ni sed ni alguna otra necesidad. Ese agujero ahoga vacío lo llenaba Baelor. Su pobre hijo.

-Es mí culpa, ahora mi nieto está muerto y tú sufres, Aemond... No era mi intención... Quería hacer el bien para el reino, si volvías de Bastión de Tormentas sin la alianza con Borros... Ahora Baelor está muerto por mis errores.

-Esto no es tu culpa, madre. -Aemond alzó la vista y aferró más su agarre a Enya-. Es la culpa de los malditos Negros. Rhaenyra Targaryen inculcó la ambición y el odio en sus hijos. Todo aplastado por su pie. No hay ni deber ni sacrificio en ella...

Aemond presionó un beso en la coronilla de Visenya, la desesperación le ahogó al verla sufrir, el dolor la enloquecía.

-Vengaremos a Baelor cueste lo que cueste. No solo basta con la muerte de Jacaerys. -Prometió Alicent tomando las manos de Visenya-. Yo soy madre y sufrí la pérdida de Aegon. Ya van dos muertes para los Verdes y los Negros lo pagarán, aquí está Lucerys y...

-Lo que se haga con Luke es mi decisión. -Visenya vió al niño que estaba en el suelo sin saber qué pasaba-. Decidiré qué se hará con él mañana. Por los momentos no descansaré hasta que Rhaenyra sufra en su propia carne la pérdida de dos hijos...

TERMINA LA PRIMERA TEMPORADA.

VISENYA, AEMOND, DAEMON Y CADA BANDO REGRESARÁN...

NOTA: ¿Teorías para la próxima temporada?

¿Les gustaría una historia dónde Harwin Strong fuera e protagonista?

¡Seguiré publicando extras!

Los leo! ✨

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