XX. Fuego y Sangre

Nota: Voy a hacer unas modificaciones del comportamiento de Daemon con respecto a la serie pero siento que este comportamiento le hará mayor justicia.

ESA NOCHE JACE Y MARGAERY SE UNIRÍAN, ella bajó los escalones del brazo de su padre y sostuvo las faldas de su vestido con la elegancia que le caracterizaba.

Se deshonraba a sí misma al amar a un bastardo pero no podía pensar en otra cosa que en Jace. Quizás aprendió a querer a Bran pero amaba al hijo mayor de Rhaenyra Targaryen. Ese día decidió usar los colores de Altojardin, poco le importó que ya no fuera su señora, estaba determinada a llevar su boda a cabo.

—Nos reunimos aquí para el matrimonio de Jace y Argaery. —Rhaenyra se pavoneo con su vestido negro y rojo, estaban en medio de la playa—. Te he considerado siempre como una hija, desde el momento en que naciste. Te amo como si hubieras salido de mi propio vientre y sé que amas a Jace con todo tu corazón. Agradezco que sin importar que estés con mi hijo. —Observó de reojo a Harwin que usaba un traje oscuro con tres bordados en el hombro derecho con los colores de su casa: azul, rojo y verde. También era atractivo—. El amor siempre triunfará al final. Sin importar cuanto tiempo pase.

No era para nadie un secreto que Rhaenyra deseaba volver a tener la calidez de hogar que manaba de Harwin.

—Sé que no soy el mejor padre pero amo a mis hijos y deseó que todos sean felices y estén a salvo. —Daemon empezó—. Aunque tus hermanos no estén aquí...

—¡¿Cómo de qué no?! —Los tres príncipes Targaryen ataviados de la mejor forma bajaron por las escaleras de Rocadragón para alcanzar a su familia.

Discretamente los seguía Prentys, Vys exhaló y se dijo que en nombre de su reclamo al Trono de hierro debía congraciarse con Argaery para evitar que Jace intentase desafiarlo.

—¿Puedo...?

—Me rechazaste como tu hermana y como señora de Altojardin. —Margaery frunció el ceño y miró a su gemelo con desdén. No era justo que porque se dudaba de su legitimidad la apartaran—. Me prometiste cuando eramos niños que me acompañarías siempre, cuando se acercará la tormenta y el mar estuviera embravecido...

—Prometiste que protegeríamos a nuestra casa a pesar de las dificultades. Protegerla implicaba obtener al Norte como aliado, aferrarse a la ayuda de los Stark, aferrándose a Invernalia y toda su fuerza. —Vys negó y luego se encogió de hombros decidiendo ser pacifico y no armar el escándalo que se merecían—. Te ruego, sangre de mi sangre, que perdones a Aerion y Aegon que nunca han hecho nada más que cumplir mis palabras. Sin más me retiro, si te complace, Baela es oficialmente tu cuñada.

—Ya que, párate junto a Luke e intenta no lucir hipócrita. —Margaery suspiró, no podía estar mucho tiempo molesta con él—. Bien, ¿En dónde quedamos? —Preguntó una vez que sus hermanos y padre volvieron a su sitio en la familia que vestía a negro y rojo.

Jace le envío una sonrisa a su prometida y la acercó a él. A diferencia de lo esperado no parecían regios y altivos juntos, se amaban pero en vez de príncipes Targaryen parecían simples mortales.

Se formularon los siete votos, se invocaron las siete bendiciones y se intercambiaron las siete promesas. Cuando terminó la canción nupcial y nadie se
alzó para impedir el matrimonio llegó el momento del intercambio de capas. Margaery sonreía y su mirada chispeaba, Jace se encontraba nervioso y frenético, esto le pareció demasiado soso a Vys pero intentó no aguar la fiesta.

Daemon le quitó la capa de doncella a su hija con gesto tierno, al tiempoque Jace aceptaba la capa de desposada que le tendía Luke y la desplegaba con un movimiento. Margaery fue cubierta con el brocado negro y rojo, y él le abrochó la capa al cuello. Y así la muchacha pasó de estar bajo la protección de su padre a estar bajo la de suesposo.

«Pero ¿quién la protegerá de las habladurías? —Su mano se poso en la vaina de su espada—. Más me vale tener siempre laespada bien afilada, por si las dudas. No puedo ayudar a Margaery sin hacer que la casa del dragón caiga ante las cenizas. No puedo confiar en más nadie que no sea mi familia directa, sin embargo, ya no puedo confiar en Margaery pues amor en Jacaerys le hace tener mal juicio».

—¡Con este beso te entrego en prenda mi amor! —exclamó Jace con vozretumbante.

Margaery repitió las palabras, y entonces la atrajo hacia sí y le dio un largobeso en la boca. El septón declaró que Jace de las casas Targaryen y Velaryon (a Vys le provocó gritar «STROOOOONG»), y Margaery de la casa Targaryen y Tyrell, eran una sola carne, un solo corazón, una sola alma.

«Bien, aplaudo porque se acabó. Ahora volvamos al castillo, muero de hambre» Pensó Vys con una sonrisa falsa mientras felicitaba a su gemela.

Aerion lo detuvo antes de poder dirigirse a la mesa del banquete.

—Nadie se mete entre mi comida y yo, espero y tengas una buena explicación. —Le advirtió señalandolo con el dedo.

—No quiero ser el señor de Altojardin, es decir, solo soy un buen guerrero. Tú y Egg son los listos, no yo... Temo arruinar todo, ¿Te parece que se nada sobre gobernar? Si no hubiera sido por Aegon no sabría cuanto es 5x8 y bueno... La abuela Helaena como pocas veces estaba de acuerdo con padre... Creyó que Margaery sería una buena señora, ha pasado más tiempo que ninguno de nosotros en Altojardin y...

—Entonces pide ayuda a Rhaena y a nuestro abuelo, Allester Tyrell será muchas cosas pero es un buen señor del Dominio. Su pueblo lo ama y te enseñará lo necesario. Sé que aprendes rápido si así lo quieres así que confío en ti, Aerion.

—¿Y madre? —Él no dejó avanzar más de unos pasos a Vys antes de preguntar.

El Targaryen llenó sus pulmones de aire y se preparó para afrontar la verdad.

—No sé si la volvamos a ver, Aerion. Si el rey muere los Verdes la harán prisionera y no pudo venir con nosotros por sus otros hijos así que... Acostúmbrate a que por los momentos solo tenemos a padre. No eres devoto a El Príncipe Canalla, lo sé, pero confía en mi. Nuestro padre nos aman y hace su mejor esfuerzo para que estemos a salvo a pesar de que no parezca cierto.





MARGAERY NO PUDO EVITAR EMITIR UN SOLLOZÓ AL ESCUCHAR LA NOTICIA, Aegon se aferraba a la mano de Prentys mientras Aerion se servía vino y Vys apretaba sus brazos contra sí mismo en un intento de protegerse.

Incluso Daemon Targaryen fue afectado por la noticia de la muerte de su hermano. Nadie penso que la urgencia de la audiencia radicara en eso.

—... Aemond ha sido coronado como su sucesor. Visenya está a su lado, como rehén me temo, el pueblo le aclama y no entiende que ella está allí en contra de su voluntad... Deseaba que le advirtiera a sus hijos sobre el mal que se acerca. Los Stark lo dicen constantemente, Se Acerca El Invierno.

Vys a penas estaba procesando qué ya no volvería a armar maquetas junto a su hermana y el Rey Viserys. La noticia fue como si le echarán agua fría, no se espabilo a pesar de eso, la pesadez y el sufrimiento lo ahogo... Su madre, ¿De verdad ya estaban solos? ¿Solo tenían a Daemon para respaldarlos? Sintió que le daría un ataque de pánico.

Su primera reacción fue correr a Altojardin, sabía que sus abuelos a pesar de las circunstancias les acompañaría. La otra opción y quizás la más lógica era ir en busca de Elric Stark que se quedó en un pueblo cercano a la espera de su llamado.

El quejido que salió de la boca de Rhaenyra distrajo a Vys de sus maquinaciones. Al parecer tenía algún problema con el embarazo ya que se llevó las manos al vientre.

—De nada nos sirve saber si Alicent asesinó a Viserys, papá, si no lo podemos comprobar. —Vys ignoró como Rhaenyra se doblaba por el dolor, a penas y podía sostenerse pero no tendría piedad de ella. Nyra fue desleal a su madre y él no lo olvidaría—. Tía Rhaenys, gracias, entiendo porque no lo quemaste. No es tu lucha, agradezco tu lealtad hacia mí madre y hacia mi persona y hermanos. Un Dracarys nos pudo facilitar las cosas pero ya no nos podemos lamentar.

Margaery sollozó otra vez y Daemon la sacudió con firmeza sin hacerle daño.

—Deja de llorar, Margaery. Empieza a ayudar a tus hermanos y deja de lamentarte... Viserys no tenía más estima por ti que por mi, no nos apreciaba realmente. Para él siempre serías solo su sobrina y la luz de sus ojos ha sido Rhaenyra sin importar qué idiotez haga. —El Príncipe Pícaro descubrió sus viejos resentimientos sin tapujo—. Ahora estamos al pie de una guerra, estás casada así que si fuiste adulta para romper el Pacto de Hielo y Fuego se adulta para esto.

Vys estuvo de acuerdo, sus venas estaban llenas de furia y fuego. Se juró que les daría Fuego y Sangre a los Verdes, en buena hora Aegon El Mayor murió, era una discreta y efectiva forma de responder sin ensuciarse las manos. Agradecía la agudeza de Aliandra Nymeros Martell.

—Prentys escribirá a su familia, —Aegon El Menor fue en busca de papel y tinta para enviar las cartas—. Aguasdulces nos ayudará si...

—Mi abuelo favoreció los derechos de sucesión por vía paterna. —Prentys los miró, avergonzado—. No hará nada en nombre de una reina...

—El que gobernará será un Rey, Vys será quien se siente en el Trono de hierro. —Aegon detuvo su escritura, esa carta era para los Greyjoy.

—Eso no es así. —Rhaenyra se quejó, sostenía su vientre y el dolor nublaba sus ojos—. ¡Yo soy la verdadera reina! ¡SOY LA LEGÍTIMA HEREDERA DEL TRONO DE HIERRO!

—¡Rhaenyra! —Le gritó Daemon acercándose a ella que le vió frenética—. Ni se te ocurra intentar enfrentar a mis hijos. Vys es el rey, mi hijo es el heredero. —Dae la tomó por la barbilla apretando para que no desviará la mirada.

—Daemon, por favor. Daemon, te lo ruego. Eres mi esposo. —Nyra gruñó.

—No me interesa. Recuerda bien quien es el Rey. Tú eres solo su tía, mi hijo, tu sobrino es quién se sentará en el Trono. La corona le enmarcará los rizos, oro sobre oro. Dará las órdenes, se hará lo que él diga, esta situación le corresponde a él. —La furia manó de los ojos púrpura oscuro, nadie debía meterse con un hijo del Príncipe Canalla—. Entiende que no eres quién está al mando. Vys es el legítimo rey.

—Aún la amas. Defiendes a tu cachorro porque amas a Visenya, desesperadamente le necesitas... tú... eres despreciable y vil.

—Y tú te irás a una habitación y pariras. No vas a decir sobre nada. Vamos. —Daemon la arrastró con brusquedad a sus aposentos—. Hijos, no olvidéis que nadie os hará daño mientras mi pecho aún tenga aliento. Ni siquiera Rhaenyra. Cuidaos de los Strong.





—¿MIERDA, NO PUEDE CALLARSE? —Aerion se dejó caer sobre la mesa mientras su padre hablaba con los lords dando órdenes—. Me da dolor de cabeza. —Se rapó los oídos al escuchar los quejidos de Rhaenyra que intentaba dar a luz.

—Hagan lo que dice mi padre. —Vys ordenó empezar a fortalecer la isla y enviar los cuervos a los respectivos lords, Daemon y Vys enviarían cartas hasta decidir si irían en los dragones—. Buscad a mis primos, Aerion obedeceras a Aegon y sus designios. Se clemente pero no descuidado, hermano. —Le advirtió al más pequeño de los tres.

Jace no debía enterarse que su madre es custodiada por un capa blanca fiel a los Blancos y no a los Negros. Que Margaery mantuviera la boca cerrada no sería una dificultad ya que la confinaron a la misma habitación que Nyra bajo la excusa que ayudará a esta a dar a luz.

Ahora su hermanita debía estar haciendo de partera entre gritos de agonía, decidiendo qué hacer, lamentable no dejaría las cosas como estaban y haría lo posible para salvar a Rhaenyra pero bueno, mientras no le fuera con el chisme a Jace... Aerion suspiró e intentó verse igual de sereno que siempre.

—El rey necesita verlos. —Aegon golpeó en la mejilla a Aerion en cuanto dijo eso. No era ni de locos la mejor forma de empezar la oración—. ¡Basta! ¡Bien, entonces! ¡Jace, Luke, vuestra madre está en trabajo de parto y Margaery la ayuda! ¡El abuelo está muerto y Vys es el rey! ¡O un pretendiente! ¡Y sí tu Jace quieres ir a hablar con él y establecer una alianza es el momento!

Ambos hermanos soltaron las espadas y pasaron corriendo a su lado. La princesa Rhaenys negó.

—¡Ay, tía! Por lo menos no fueron a molestar con Rhaenyra, enloqueció y solo padre la pudo poner en su sitio. Así mejor, ¿Qué no? Así no tienen tiempo de repudiar la sucesión de Vys. Además, la niña que va nacer es su hermanita por partida doble, ser Harwin Strong la engendró en una noche de debilidad hace meses. ¿Dónde está él?

—Estos días ha estado arreglando la futura habitación de la princesita, Aerion. Quizás todavía esté allí, alguien debería ir a informarle. Voy yo porque tu puede y digas una estupidez.








—MI HERMANO ES EL REY, JACAERYS. —Margaery entrelazó las manos con su esposo y las besó, bajó la vista y se dió cuenta que el bastardo no podía ser rey si solo él reclamaba el Trono de hierro—. Él... Él... —Se dijo que lo estaba protegido y habló:—. Tiene el derecho por mayoría de edad y por ser hijo de mi padre. Tú eres el Rey Negro y él es el Rey Blanco. Ser Erryk, jurad lealtad, nadie os va a interrumpir esta vez.

El humo oscuro salía de la pira funeraria, todos los Targaryen debían ser quemados al morir como era la tradición. El funeral de Visenya II fue interrumpido por ser Erryk el que venía a jurar lealtad. Eso terminó de quebrantar a Rhaenyra Targaryen que además de perder la corona perdió a su hija que de no ser por la coronación de Aemond la bebita pudo ser una princesa fuerte y saludable.

Vys; que vestía de rojo y negro junto con una capa tan blanca que parecía plata, se acercó a ser Erryk que le ofrecía la corona del primer Viserys, la había liberado de las garras de los Verdes. El caballero se encontró arrodillado ante su legítimo soberano.

—Juró proteger al Rey con todas mis fuerzas. Y dar mi sangre por él. No tomaré esposa, no tendré tierras, ni engendraré hijos. Guardaré sus secretos, obedeceré sus órdenes. Cabalgaré a su lado, defenderé su nombre y honor.

Vys miró a Elric Stark que se encontraba al fondo, junto a Rhaenys Targaryen y él asintió. A pesar de que lo mejor eta que la mano lo coronará quería afirmar su buena relación paterna al hacer que el Príncipe Canalla lo hiciera.

—Padre, a ti te corresponde coronarme. Me disculpó por qué tú no seas el rey pero...

—Viserys así lo decidió. Sé que serás un buen rey, sangre de mi sangre. —Daemon tomó la corona y le apartó del rostro los mechones de cabello a Vys que se mecían por el viento—. No olvides que te amo y te voy proteger porque aunque seas mi rey eres mi hijo. —Le susurró eso en el oído a su cachorro mayor y presionó un beso en su frente antes de colocarle la corona—. Os agradezco vuestra lealtad, ser Erryk.

—¡Hay algo más! —Le llamó el caballero blanco antes que todos se empezaran a arrodillar. Rebuscó en su bolso un prendedor en forma de hoja de arcino; roja como la sangre, y se la entrego a Elric Stark—. La reina Visenya os ruega que recordéis que la amistad entre los Targaryen y los Stark se remonta a vuestra infancia. Os lo envía como prenda de su infinito cariño.

El norteño sonrió y cambió el broche que sostenía su capa de pieles. La princesa Margaery se llenó de angustia al saber que no recibió ningún regalo de bodas por parte de su madre.

El Norte Recuerda. —Y sin más doblo la rodilla ante su rey y todos siguieron su ejemplo, excepto Rhaenyra y Jacaerys que miraban todo con ojos llenos de rabia. Rhaenys no lo hizo, claro, por diferentes motivos.

Los Negros estaban excluidos en su propia isla. Solo quedaban cenizas en la pira cuando Vys y sus hermanos se dirigieron a la mesa pintada por Aegon El Conquistador, que ya había sido encendida por Baela que como reina consorte estaba atenta de todos los detalles de la sala. Todos los ojos recorrían a los hijos de Daemon y Visenya Targaryen.

—Su Alteza Viserys de la Casa Targaryen, el segundo de su nombre, rey de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, señor de los Siete Reinos y Protector del Reino. —Daemon miró a su primogénito lleno de orgullo—. Aerion Targaryen, príncipe de Rocadragón y lord consejero de guerra, señor de Altojardin. Aegon El Menor, príncipe de Rocadragón y lord consejero de Edictos, la princesa consorte lady Margaery.

Vys aceptó la copa de vino que le dió su cuñada e hizo un ademán en dirección a Elric Stark y a las Velaryon para que se acercarán a la mesa. A pesar de todo Daemon entendió que lo mejor era ser prudente y no desfigurar al norteño por usurpar el sitio que le correspondía.

—Principe Daemon, por favor, dadme una noción de la situación.

—30 caballeros, 100 ballesteros y 300 hombres de armas... Como arma de conquista deja mucho que desear. —Añadió lo último con amargura—. Notifique a mis hombres leales en la Guardia de la Ciudad.

—Habrá algo de apoyo allí pero no podemos hablar de números. Aunque importantes los capas doradas fieles a Daemon y a mí son a su vez escasos. —Harwin que estaba entre Jace y Luke habló suavemente. No creía aún que el niño con el que entrenaba desde que tuvo edad para levantar una espada fuera rey, y bueno, Jacaerys por los momentos no tenía corona pero pronto se le enviaría a forjar una.

Todos los señores menores, banderizos y vasallos de Rocadragón estaban en el Consejo Blanco.

—El Valle me apoyará, mi abuela era una Arryn, no le darán la espalda a su pariente. —Habló Jacaerys, miró a su madre y esta asintió.

—Aguasdulces ayudará al rey Viserys. Mi familia y yo estamos a su servicio, Majestad. —Vys agradeció a Prentys con una mirada.

—¿Y Bastión de Tormentas? ¿E Invernalia?

—Perdonen si no comenté esto antes. —Elric Stark los observó a todos con la barbilla alta y los ojos llenos de diversión—. Aunado a que no hay un Stark que olvide un juramento su Gracia me ofreció ser la mano y acepté efusivamente la propuesta. El Norte seguirá al Rey Blanco.

—A Boros Baratheon se le deben recordar las promesas de su padre.

—¿Qué noticias hay de Marcaderiva?

—Bueno, princesa Rhaenyra, mi abuelo navega hacia Rocadragón. Para declararse a su Rey.

—Mi nieta tiene razón. La flota Velaryon está bajo el control de mi esposo. Él decide a donde zarparan.

—Mi hijo; el rey también, y yo rezaremos tanto por su apoyo como por el de su esposo. Así como también rezamos cada noche por la salud de la Serpiente Marina. —Rhaenyra parecía furiosa al decir esas palabras, sus aliados menguaban frente a los aliados de Vys.

—¿Y nuestro enemigos? Creo que no tenemos amigos entre los Lannister.

—Os equivocas, tía. —Aerion sonrió ampliamente—. Mi madre me explico que de pasar algo Tyland Lannister dividiría el oro en cuatro partes. Una al banco de hierro en Bravos (la que por cierto ya envié a interceptar con ayuda de la flota Redwyne y mi tío Matthos), una en Antigua y la otra en sobornos y regalos y de ser necesario mercenarios. Claro, pero la última esta en Roca Casterly. Si la necesitaríamos solo debo ir con Fuegobrillante a pedirla amablemente, soy tan león de la Roca como dragón. Tantos años allí con Jason Lannister y compañía no fueron perdidos.

—Tenemos dragones.

—Igual que Aegon —señaló el maestre Gerardys.

—Nosotros tenemos más —dijo la princesa Rhaenys, la mujer quepudo reinar, que había sido jinete de dragones más tiempo que ninguno de ellos—. Y los nuestros son mayores y más fuertes, salvo Vhagar. Los dragones se crían mejor aquí, en Rocadragón.

—Ahora Fuegosol no tiene jinete, Aemond el Tuerto monta a Sueñafuego, y no puede desdeñarse el peligro que supone la montura. El del príncipe Daeron es Tessarion. Eso solo sumaba dos dragones con el tamaño preciso para luchar. Bueno, tres si contamos el dragón de la princesa Helaena. —Margaery se encogió de hombros.

—Los mellizos de Helaena también tienen dragones, pero no son más que crías; Maelor, el hijo menor de Aegon El Mayor, tan solo posee un huevo al igual que Maegor. —Aerion hizo una mueca al hablar de su medio hermano—. Y los únicos dragones medianamente aptos para montar son Sombralada y Prudence; los dragones de los hijos mayores de Aemond, ya que el dragón morado del príncipe Rhaegar no es tan grande.

También señalo que en contraposición, el príncipe Daemon tenía a Caraxes, y la princesa Rhaenyra, a Syrax, ambas bestias enormes y sobrecogedoras. Caraxes, sobre todo, era temible, y nada ajeno a la sangre y el fuego desde los Peldaños de Piedra.

—Jace, Joffrey y yo somos jinetes de dragones. —Señaló Luke—. Vermax, Arrax y Tyraxes crecen más y más cada año.

No lo dijeron pero se sabía que el mayor de los dos hijos deRhaenyra tenidos con el príncipe Daemon, era el amo del joven dragón Tempestad, si bien aún no lo había montado, su hermano pequeño, cargaba en todo momento con su huevo. Meleys la Reina Roja, la dragonade Rhaenys.

—Y el Rey tiene a Vermithor, Margaery a Fuegoluna, Aerion a Fuegobrillante y Aegon a Argetum. —Señaló Baela—. Mi hermana y yo estamos también por convertirnos en jinetes de dragón. Y otros cuatro dragones habían establecido su guarida en lascavernas humeantes de Montedragón.

—Buscad jinetes que domen a Ala de Plata y a los otros dragones tendremos catorce dragones contra los tres de Aemond. —Señaló la princesa Rhaenys—. Así es como ganaremos estaguerra.

Lord Celtigar y lord Staunton coincidieron. Aegon el Conquistador y sus hermanas habían demostrado que caballeros y huestes nada podíancontra el fuego y la sangre. Celtigar apremió a la princesa a volar deinmediato contra Desembarco del Rey y reducirla a huesos y cenizas.

—¿Y de qué nos servirá, mi señor? —le preguntó Aegon El Menor—. Queremos gobernar la ciudad, no quemarla hasta los cimientos.

—Jamás llegaremos a eso —insistió Celtigar—. El usurpador no tendrá más remedio que oponérsenos con sus propios dragones. Es seguroque nuestros catorce superarán a sus tres.

—¿A qué precio? —Se preguntó la princesa Rhaenyra—. Mis hijos cabalgarían sobre tres de esos dragones, os recuerdo. Y no serían catorce contra tres; no tendré fuerzas para volar hasta dentro de un tiempo. ¿Y quién va a montar a los otros dragones? ¿Vos, mi señor? Me cuesta creerlo.

—No me arriesgaré a que mos hermanos vayan a la guerra así que olvidaos de tres dragones. Solo quedarían siete dragones realmente.

Sorprendentemente, el príncipe Daemon se mostró de acuerdo con su esposa e hijo:

—En los Peldaños de Piedra, mis enemigos aprendieron a huir yocultarse cuando veían las alas u oían los rugidos de Caraxes, pero ellos carecían de dragones. No es fácil para un hombre llegar a matadragones, pero otros dragones pueden serlo fácilmente, y así lo han sido; cualquier maestre estudioso de la historia de Valyria os lo confirmará. No lanzaré a nuestros dragones contra el usurpador a menos que no tenga más remedio.Hay otros modos de emplearlos, y mejores. —A continuación, el príncipeexpuso su estrategia ante el Consejo Blanco y medio Negro—: Esperaremos cuervos que contesten a la exigencia a los señores de los Siete Reinos quedeclaren lealtad a su auténtico soberano. Debemos librar la guerra conpalabras antes de entrar en liza —Daemon los miró a todos lleno de atípica sabiduría—. Los señores de las grandes casas custodiaban la llave de la victoria.

El padre del Rey Blanco hizo una pausa y siguió:

—Tenemos amigos en las Tierras de los Ríos, si bien no todos osan aún mostrar sus colores. Necesitamos un lugar donde puedan congregarse, una base continental bastante amplia para albergar una hueste considerable y bastante fuerte para resistir ante las fuerzas quepueda enviar el usurpador contra nosotros. —Mostró un mapa a losseñores—. Aquí. En Harrenhal.

—Harrenhal es vuestro, Majestades. —Prometió Harwin.

—Limitamos al oeste, rodeamos Desembarco del Rey con dragones y empalamos la cabeza la cabeza de los Verdes antes del puto cambio de luna.

—Se vieron dos dragones volando cerca de la isla, parece que van al Otro Lado del Mar... —Ser Erryk no terminó de hablar cuando Jacaerys salió corriendo para buscar a su dragon y ver que pasaba—, también se vió un barco con un dragón verde de tres cabezas.


NOTA: ¡Daemon por su actitud en este capítulo se merece el premio de padre del año! ¿Qué opináis?

La primera muerte en este capítulo fue Visenya pero en el siguiente se verá una más (y no es Luke al que le pasa algo peor) y es uno de los personajes que viene en los dragones hacia Rocadragón.

¿Cómo queréis que sea la corona de Jace?

Muchas gracias por comentar.
Los leo! ✨

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