X. Un funeral, dos planes y tres muertes

MARGAERY ENVÍO UN CUERVO DESDE ROCADRAGÓN, habían llegado perfectamente bien y decidió informarle a su madre que debía estar preocupada.

Al anochecer regresó a sus habitaciones, el suave camisón de tela blanca transparente cubría su tersa piel, se deslizó entre las pieles de su cama junto a la loba sin nombre.

Iba a dormir cuando escuchó que alguien tocaba su puerta.

-Pase. -Murmuró débilmente. Alzó sus ojos con sorpresa al ver a Jace parado en el borde de la entrada-. ¿Qué haces aquí, Jacaerys? -Bajó de la cama con la sutileza propia que la caracteriza y le dió una pequeña sonrisa llena de confusión. Se acomodó el cabello con la esperanza de verse bien y no desarreglada.

El día había sido tormentoso por lo que pensó que todos ya estarían durmiendo. Con un ademán invitó a Jace a seguirla al Jardín de Aegon, se sentó entre las rosas para buscar arándanos.

-¿Y cómo llevas todo esto?

Jacaerys bufó y se dejó caer junto a Margaery, la noche era hermosa y fresca pero no podía estar tranquilo mientras veía la luna plateada.

«Mi cabello debería ser plateado» Pensó con dolor y rechazó a sí mismo «Todos me rechazan por mi cabello y por ser como ser Harwin Strong...».

-Creo que me esforzaré el doble para ser un buen rey y para merecerte. -Confesó y Margaery le dió una sonrisa triste llena de melancolía-. Seré un buen líder y lucharé hombro con hombro con el pueblo.

-Me casaré con Brandon Stark, es mi deber. -Ella acarició los cabellos castaños con dolor y añoranza.

-¿Y si logró que nos comprometamos me aceptarías? -Jace la observó ante la luz clara que la hacia lucir más hermosa, entrelazó sus manos observando el anillo de rosas que portaba ella.

-Lo haría, te lo prometo, prometo cumplir como tú esposa y darte herederos si logras que nos casemos, Jace. -Margaery sonrió presionando un beso en la frente de Jacaerys. Las mejillas se le tiñeron de un suave color rojizo como el de las rosas.

Entonces lo haré, haré de todo. Pensó Jace.




-DEBERÍAS HACER UN PLAN. -Aegon El Mayor apartó los ojos de Visenya que entrenaba junto a Tom Flores y miró a Aemond, él bastardo le logró sacar una risita similar a la belleza de la plata bien trabajada.

Ella lo golpeó en la espalda con la parte plana de la espada mientras giraba. Tom intentó contratacar pero Enya lo evitó con la agilidad de una serpiente.

-Es decir, consigue algo que ella quiera y no tenga. Como un collar o un anillo de acero valyrio, tengo entendido que usa un anillo que le regaló Laena Velaryon pero es de plata y no de acero valyrio así que quizás podrías...

-No puedes comprar a Enya con joyas. -La defendió Aemond-. Ser Harwin le regaló una vez una pulsera de plata simple, una esclava y le encantó... Eso me lo contó Margaery...

-¿Y Margaery te habló de mí? -Aegon se inclinó suavemente con interés.

-No. Es decir, a veces. Al parecer le caes bien. -No le iba a dar más detalles, Aemond había decidido que Aegon no era un buen esposo para Margaery.

Aemond no le quitaba los ojos de encima a su princesa guerrera. Aegon se carcajeó.

-Visenya y Aemond sentados en un árbol ¡B.e.s.á.n.d.o.s.e! Se quieren, se aman, se adoran, se besan, se toman la mano... Primero viene el amor. Después viene el casamiento... -Empezó a canturrear El Mayor y Aemond se alertó y con un brinco halo a su hermano por los cabellos plateados y la bajo a su altura para callarlo colocando la mano en su boca.

Aegon se quejó y lo lamió, luego lo mordió y Aemond gritó asqueado y dolido. Lo empujó a un lado y ambos rodaron por el suelo ensuciando su ropa verde. La escena era realmente graciosa al ver a ambos dragones luchar y patearse.

Visenya de igual manera no podía dejar que continuará. Con un ademán le indico a Tom que arrastraran a los niños a lados opuestos para evitar que se lastimaran. No iba a permitir que Aegon El Mayor le hiciera nada a Aemond.

-Ae. -Lo llamó suavemente teniéndolo entre sus brazos para que Aemond no siguiera luchando, se parecía muchísimo a Daemon enojado y eso le daba ternura.

-Enya. -Murmuró el niño mientras Aegon era sentado encima de unos barriles. El príncipe verde gruñó en dirección a su hermano menor.

-Príncipes ¿Por qué os peliais? -Larys Strong apareció casualmente (sin nada de casualidad) en el patio.

Enya se preguntó si había venido corriendo, bueno, más bien arrastrándose al escuchar sobre la pelea. Ella lo miró con recelo. Era enigmático y astuto, cambiaba de bando frecuentemente.

«Nada parecido a mi querido Harwin» Pensó y la incertidumbre llenó su alma al darse cuenta que no sabía nada de él y ya habían pasado dos días. Sorbió y evitó sollozar ante Larys.

-¿Qué hacéis aquí, Strong? -Alzó ambas cejas.

-Observando. Creí que me recibirás de la misma forma que recibís a ni hermano, con efusividad y amor. -Larys sonrió con ponzoña.

-Jamás seréis él, no dejéis que os engañen ni que nadie os diga lo contrario. No os parecéis a Harwin. -Siseó Visenya alzándose y afirmó el agarre de Aemond, teniéndolo contra él, protegido.

Incluso Aegon El Mayor se acercó posandose tras de ella para protegerse. Muy valiente, como siempre, nótese la irónica.

-Claro, el amor nos hace ciegos, princesa Visenya. Nunca notaste los defectos de mi hermano y no notais los defectos del príncipe Daemon.

Visenya gruño, no era como sí no hubiera aguantado los rumores cuando se caso Daemon. Algunos le llamaban aprovechado o Asaltacunas por haberse casado por ella con a penas quince años. Y a Enya la llamaban tonta o ilusa, incluso aprovechada por casarse con Daemon para mantener el título de princesa.

-Niños, vamos. -Hizo un ademán y Aemond y Aegon se aferraron a ella.

Un punto ambos niños se quedaron un poco rezagados. Aegon El Mayor suspiro.

-¿Y qué has leído últimamente, Enya? -Aemond habló para intentar distraerse.

-He intentando conseguir un libro, Elric Stark dice que Hamlet es una gran obra. Pero no la he logrado encontrar... Trata de la venganza llevada a cabo por el príncipe Hamlet para vindicar la muerte de su padre, el rey, quien ha sido asesinado por su hermano Claudio.

-Suena interesante. -Murmuró Aegon y se inclinó hacia Aemond-. ¿Y si le escribes a Daeron para conseguir el libro? Nuestro hermanito no se negaría.

Sí, Daeron siempre estuvo a su sombra e intentaba complacerlos de la misma forma que Aegon, Aemond y Helaena intentaban ganarse con desespero la atención del Rey Viserys que solo tenía tiempo para los bastardos Strong o para los Targaryen Tyrell.

-Hmm. -Aemond rodó los ojos y se propuso a escribirle a su hermano menor.

No quería, sinceramente, hablar del tema. Su madre, la reina Alicent, había prohibido hablar de Daeron ya que entristecía a Helaena y a todos. Su hermanito había nacido poco antes que Jace, a los seis años, Daeron ya tenía a su dragón; Tessarion, aunque aun no la había montado. Y todo iba bien hasta que cumplió los doce años y fue enviado a Antigua para ser el copero y escudero de Lord Hightower.

El rey ni siquiera negó la petición de Otto y lo envío como si fuera ganado. Claro que si hubieran sido Jace o Luke no lo hubiera permitido.




AL ENTERARSE DE SU MUERTE VISENYA LLORÓ SIN CONSUELO, no podía ser posible, había ardido y sufrido tormentos horribles. ¿Qué habría pensado al final? ¿Había clamado por piedad o por despedirse de sus seres queridos? No los había podido salvar, a ninguno de los dos. Se sentía impotente, no debió... Era su culpa.

Había organizado el matrimonio de Laena y su hermano y ella había muerto en el parto quemada por Sueñafuego.

Lo único bueno fue que Harwin estaba en una pieza, había llegado hace unas horas a Desembarco del Rey, lo golpeó en el pecho múltiples veces por hacerle pasar el susto. Se aferró a él como si su vida dependiera de ello y no lo soltó sin importar quién la viera.

Daba igual si Larys venía a molestar.

-Gracias por llevar a... Aegon a salvo a Aguasdulces... -Se estremeció, aún temblaba entre los brazos del Strong.

Estaba apoyada en el regazo de Harwin, sus hebras doradas se esparcían en la tela de cuero oscuro que él llevaba puesto. No se había cambiado la ropa de viaje por una más elegante si no que usaba la misma capa oscura que lo cubría, no le importó al principio. Cuando estuvo a punto de morir solo deseó reencontrarse con Visenya e ir con sus hijos.

Ahora, ese reencuentro sería en el funeral de Laena Velaryon. Era extraño como la mujer había muerto también por el fuego, «Pude haber muerto así» Pensó el Quebrantahuesos con pesar «¿Si hubiera muerto, quién protegería a Jace, Luke y Joff?».

-¿Cómo es posible qué me afecte qué te pase después de todo lo qué me hiciste? -Se preguntó ella en voz baja, alejándose de él.

-Enya. -Él se dijo qué no tenía sentido guardarle más el secreto, no podía morir sin decirle eso-. Recién cumplias quince y en tu fiesta de cumpleaños...




HACE AÑOS, VISENYA CORRIÓ POR LOS PASILLOS, Harwin la siguió entre los pasadizos para evitar ser descubiertos. Era, claro, inapropiado que una dama estuviera tan cerca y a solas con un hombre que no era su esposo.

A ella no le interesaba pero Harwin insistía en guardar las apariencias por el bien de la princesa Targaryen. Ni siquiera Rhaenyra sabía de sus andanzas ya que seguro le contaría a Alicent y ella a Otto Hightower, por tanto, el Rey se enteraría y los exiliaria al igual que hizo con Daemon Targaryen.

En el pequeño balcón repartió la tarta de limón y crema en dos partes, una para ella y otra que le ofreció al caballero Strong. Él le sonrió, parecía feliz de nuevo, cuando la conocía era dulce pero sombría. La fecha de la partida de Daemon Targaryen siempre la había afectado y si no recibía cartas del príncipe ese mes era mucho peor.

Sin embargo, Harwin creía que algún día Visenya podría recuperarse y ser la misma de siempre. Era como superar a un ex, Laenor Velaryon decía que Daemon era ese novio que jamás te prestaba atención por mucho tiempo pero al que siempre amarás sin importar qué te hiciera.

Comió del pastel sin apartar la mirada de la princesa que le sonrió suavemente antes de inclinarse y unir sus labios, ya no tenía el miedo y la inquietud de hace unos años.

Visenya había asaltado a Harwin por sorpresa, se había subido sobre un banquillo y lo besó, se sintió como si hubiera desparecido todo y solo pudiera haberse enfocado en la sonrisa que le dió el Strong contra sus labios. Sabía dulce y cálido, aquel fue el primer beso de la princesita. Pasó los dedos por los rizos castaños con celeridad mientras el latir de ambos corazones aumentaba.

-Mi rosa. Recuerda que no deberías... -Harwin acarició sus mejillas y se apoyó en la barandilla. Ella lo abrazó, por suerte, al escuchar un ruido ella saltó hacia tras.

Alicent y la princesa Rhaenyra aparecieron en su campo visual. La Hightower los juzgó con la mirada, sin embargo Nyra sonrió.

-Prima, tus padres ya llegaron. Tía está con padre en los jardines y lord Allester está junto el padre de ser Harwin.

-¿Qué hacéis aquí? Si el Rey se entera que están solos...

-Si lo dices sabré que fuiste tú, Alicent. -Espetó Visenya dando un paso al frente y el fuego valyrio ardió en sus ojos, la Hightower se alejó y murmuró algo entre dientes.

-Quizás podríamos ir a saludar a lord Allester. Y a Matthos. -De reojo Rhaenyra observó como Alicent se iba.

-Podemos.

Aquello no había salido como se deseó. Si bien el señor de Altojardin fue cortés cuando su hija estaba las amenazas surgieron en cuanto Visenya se perdió de vista para ir a hablar con su hermano menor. Y lord Lyonel acordó que se responsabilizaría de su hijo enviándolo lejos para olvidar a la jinete de Vhagar.




ERA HERMOSO DONDE LAENA DESCANSARÍA, el agua era de un reconfortante color azul y el caballito de mar de los Velaryon ondeaba en lo alto.

El cajón tallado de Laena se parecía en cierta forma a ella, antes de echarla al agua Enya y Laenor se arrodillaron frente a ella y murmuraron una última despedida en valyrio.

Baela, Rhaena y Matthos estaban al frente junto a la princesa Rhaenys y lord Corlys ya que eran la familia más cercana. Incluso allí estaba Helaena, la madre de Enya. La Reina que Nunca fue había abrazado a Visenya como si fuera su propia hija y

-Mi hermana, sangre de mi sangre, pensé que durante mucho tiempo estaríamos juntas, uniriamos nuestras casas, estaríamos allí para cuando Vys se casará con Rhaena y nos dieran nietos... Yo... No creí que un día despertara y no estuvieras allí... Lamentó mucho no haberte podido ayudar. Protegeré a Baela y Rhaena de la misma forma que he protegido a mi familia, mis queridas sobrinas y Laenor siempre estarán a mi lado, a mi diestra. -Sonrió con melancolía y recordó que Laena una vez le hizo una preciosa capa de nomeolvides...

Se levantó y regreso a donde estaban Daemon y los gemelos, solo dos de sus hijos le acompañaban. Aerion, en Roca Casterly no podía asistir y Aegon El Joven estaba exaltado después de tanto. Rabio al ver a Otto Hightower con el símbolo de mano entre sus vestiduras, estaba junto a Alicent, invicto.

Rodó los ojos. ¡Asco, asco le provocaban todos los imbéciles Hightower! Podía jurar que por orden de la Reina o de su padre Harrenhal se incendió acabando con el lugar y lord Strong murió quemado por ello. Si no hubiera sido por los sueños de dragón de Aegon El Joven, Harwin y él hubiera muerto.

Al parecer quién había ayudado a calmarse al Strong era su hijo Aegon, el príncipe hizo las veces de terapeuta y a las afueras de Harrenhal compartió sus miedos. Él tampoco sabría que hacer si Daemon moría y se quedaba solo.

-... La sal corre por la sangre de los Velaryon. -El tío de Laena y hermano de lord Corlys; Vaemond, miró con odio a los cachorros Strong. Enya agradeció que Harwin no estuviera allí ya que la amargura se apoderó de ella al ver a su prima aferrarse a los niños desesperada por defenderles-. La nuestra es sangre espesa. Es sangre verdadera. -El rey miró a Nyra y a sus hijos y luego observó a Laenor que permanecía lejos de Rhaenyra y aferrado a Visenya-. Y nunca debe diluirse.

Daemon se rió abiertamente y todos lo vieron incómodos. Visenya le golpeó el brazo reprendiendole silente y decidió salvar la situación de alguna forma, llamando la atención de todos:

-Los Velaryon son del mar, pero los Targaryen estamos hechos de fuego. La sangre de dragón es espesa. Mis sobrinas e hijos son dragones. -Espetó en valyrio.

-Princesa Visenya... -Vaemond la vió fijamente como advertencia.

-Daor. -«No» Negó, evitando que dijeran algo más-. ¡Kelītīs! -«¡Detente!» Ordenó con frialdad en los ojos a Vaemond como si fuera un simple animal.

Aegon, como siempre, cerca de Margaery que estaba junto a Jace se aburría, Aemond lo golpeó disimuladamente para que mostrará respeto. Era un funeral importante para Visenya y no dejaría que nada se lo arruinara.

El cuerpo de Laena junto al bebé se hundió en el mar y no fue capaz de aceptar que no la vería más... Ni escucharía su voz ni discutían por tonterías para luego arreglarse e ir a merendar pastelitos de limón con mucho limón y limón.

-Lo siento mucho, madre. -Vys suspiró mientras su padre envolvía a Visenya en brazos.

Al llegar a la terraza el malestar la inundó, Laenor notó su expresión e intercambiaron miradas de dolor.

-Aquí pasamos muchas tardes juntos hasta el anochecer. -Explicó a nadie en particular-. Incluso una vez bebimos aquí y...

-Querrás decir que os emborrachaste y Laena y yo tuvimos que arrastrarlo de vuelta a sus aposentos sin que la princesa Rhaenys se diera cuenta. -Joffrey que permanecía discretamente cerca habló.

Laenor se carcajeó por primera vez en el día. Un instante fue feliz ante el recuerdo.

-¿Te emborrachaste con los Velaryon, Visenya Targaryen Tyrell? -Daemon cruzó los brazos, la mano sobre la que tenía el anillo la colocó sobre la otra y la miró inquisidor.

Ella despegó sus ojos del mar y asintió con nervios.

-La dejaste sola, y LUEGO, cuando por fin se recupera de lo tuyo ser Harwin se va... -Visenya apretó el brazo de Laenor y negó.

-¿Has tomado, Laenor? -Enya intentó hacer que le siguiera la corriente-. ¿Estás borracho?

-No, no he tomado. ¿Cómo tomaría? A penas vamos... -Laenor empezó a negar hasta que vió las caras que hacía Joffrey tras Daemon-. ¡Sí, sí bebí! Creo que el vino me cayó mal... No fue de los mejores, a diferencia del que nos llevamos de la oficina de papá... -El Velaryon fue llevado por Joff lejos de allí para que no dijera alguna estupidez. Realmente, otra más.

Rhaenyra entró al balcón y la mirada que le dirigió a Daemon que quedaba justo frente a ella Visenya no la soporto.

-Pareces preocupada por algo. -Su madre se posó a su lado-. Y no solo es porque Nyra está casando a tu esposo. Yo diría que algo tiene que ver ser Harwin Strong.

-Tiene... Tiene que ver. -Confesó Visenya, frotándose las manos-. Es que nadie sabe con exactitud si está vivo o muerto, es decir, el asunto se trato con discreción...

-Para que Larys no intentará matarlo de nuevo. -La princesa Helaena I sonrió-. Pero tramas otra cosa...

-Lo hago, pretendo castigar a Larys por lo que hizo. No quiero arruinar el día de Laena pero es la única forma.

-Y por eso Tom Flores asegura el castillo para que nadie entré ni salga. -La madre ya había descubierto a la hija en pocos minutos, con un ademán aprobó el plan y se dirigió hacia donde Jace intentaba presentarse con Baela y Rhaena.

El niño miró a Visenya con ojos llenos de súplica intentando preguntarle silenciosamente por su padre. Ella asintió, estaba bien. La mirada y los gestos no pasaron desapercibidos para Alicent y ser Crispin El Vende Naranjas.

Enya rezó para que todo estuviera listo antes de qué Larys se enterará qué tramaban o podían terminar muertos.

Sus ojos recorrieron con rapidez dónde estaban sus hijos, estaban a salvo, Vys estaba cerca del rey y Margaery hablaba con Aegon y Aemond que parecían a punto de irse a los golpes otra vez. Recién se levantaba del suelo, antes veía las arañas con Helaena II. Mientras, Luke hablaba con lord Corlys y jugaba con el caballito que le regaló Harwin hace unos meses.

Larys miraba de forma penetrante a la reina. Visenya se preguntó qué habría hecho Alicent para pagar los servicios del Patizambo.

-Es un alivio, hermano que te encuentres a salvo mientras Harrenhal se quemaba. -Harwin apareció y se escucharon gritos de asombro, inmediatamente todos empezaron a murmurar.

Visenya no sé sintió aliviada a diferencia de Jace que casi corre para abrazar a su padre.

-Majestad, Larys quiere confesar un crimen en contra de su padre; vuestra mano, y ser Harwin. -Los nobles dejaron de observar al Strong mayor para ver a Larys-. Crímenes horribles, y confesara también quién le pidió realizar esto.

-¿Acaso tenéis pruebas, princesa Visenya? -La voz de Alicent a penas era un fino hilo, miró a su padre con preocupación, buscando ayuda.

Enya asintió.

-Mi hijo, Aegon El Joven, príncipe de Rocadragón encontró a los tres hombres que incendiaron el castillo con la ayuda de al hija de Elmo Tully; Cat. Ellos llevaban el emblema que Larys usa en su bastón, una libélula.

-Eso no prueba nada, princesa. Nada, además de que como siempre os involucras demás en los asuntos de mi familia como si vuestra preocupación fuera igual que la de la princesa Rhaenyra. He entendido que mi hermano es devoto a ella y a sus hijos...

-Callaos. -Advirtió Rhaenyra y se acercó a Larys para golpearlo.

Antes que Harwin o Visenya pudieran hacer nada, Larys sostuvo a Rhaenyra por el brazo y puso una daga en su cuello.

-No saldrás vivo de aquí si me matas. -Espetó la princesa de Rocadragón, un hilo de sangre bajo por su cuello y cayó al suelo.

-Ser Harwin. -Margaery que estaba cerca de la puerta al igual que el Strong lo llamó y le ofreció un arma-. El tío Laenor insistió en que nos llevaría a cazar a mi, a Vys y a sus hijos si queríamos así que por eso tengo el arco...

Por la marea de gente los movimientos de ambos castaños pasaban desaparecidos.

-¡Detenganlo! -Otto gritó y los guardias se movieron.

-¡No! -Enya no lo iba a permitir, los Hightower matarían a Larys y si era posible dejarían morir a Rhaenyra para matar dos pájaros de un tiro.

Daemon la tomó por la cintura y la alejo del problema en el instante que Larys Strong empezó a toser y le llenó la cara de sangre a Visenya. Una flecha atravesó el corazón del hombre desde su espalda hasta el pecho.

Enya alzó la vista y vió qué quién disparo la flecha había sido Harwin. Exhaló, no lograrían sacarle una confesión a Larys y hundir a los Hightower. Dió un tambaleante paso atrás; hubiera caído de no ser por Daemon, asqueada por las cálidas gotitas pegajosas; Larys cayó al suelo luego de que Rhaenyra lo empujará a un lado.

La princesa Rhaenys le dió la espalda a Rhaenyra y avanzó hacia Baela y Rhaena protegiéndolas entre sus brazos del horror. Jace se quedó solo y a ella Enya le rompió el corazón, Margaery presionó a Jacaerys contra su pecho y Visenya se dijo que esos todos podían terminar juntos.

VISENYA FROTÓ SU CUERPO CON EL TRAPO, frente a ella, el príncipe Daemon Targaryen tenía los ojos cerrados y respiraba suavemente. Su delgada y altiva figura estaba hundida en la bañera.

Enya, para molestarlo, le agregó escencias florales a la bañera. Él se quejó en un susurro al percibir el aroma a jazmín y a rosas. Luego sonrió suavemente con burla.

-Si quiero oler tu olor solo tengo estar junto a ti, Enya. No tienes que bañarme con flores.

-Uhm, es cierto. -Sin prestar mucha atención mojó el trabajo de nuevo y ahora limpió el cuerpo de Daemon con amor. Le reconfortaba ser útil-. ¿A caso no debí intentar detener a Larys? Es decir, mentiría si digo que no me arrepiento ya que así no tendremos que preocuparnos del favor que le debe Otto Hightower y si nos quiere hacer daño pero Alicent y su casa lo protegían así qué...

-¿Desde cuándo te importa lo qué diga Perralicent?

-No importa, claro pero le declaramos la guerra con esto y... -Se encogió de hombros sin saber si se sentía mal por obligar a Harwin a ser un mata parientes aunque su propio hermano intentó asesinarlo y asesinar a Nyra-, déjalo así.

Miró hacia el exterior con melancolía. El día era especialmente oscuro reflejando como se sentía, el sol estaba ocultado por las nubes y su ánimo estaba decaído por el sombrío ambiente.

Daemon se sentó en la tina y las perlas de agua recorrieron la pálida piel del príncipe, pasando por los músculos perfectamente cincelados. Era una gloriosa imagen y Visenya se sintió privilegiada de ser su esposa.

-¿Estás molesta? -Él la miró y tomó su barbilla con fuerza humedeciendo más su piel. Uniendo sus frentes, olisqueo el perfume de su esposa y Daemon se dijo que tenía que encontrar una forma de ser el rey y acabar con los Hightower.

-Nyra me trata como si me odiara. Somos sangre de mi sangre, dragones, deberíamos... No lo sé... Es mi amiga y mi hermana. No deberíamos estar distanciadas y mi pobre Laena. -Enya arrojó el trabajo a un lado y se apoyó en el borde de la bañera apretando los labios.

Las lágrimas llenaron sus ojos. Y Daemon la levantó atrayendola hacia él, no fue difícil ya que ambos estaban bañándose, el agua se desbordó al igual que la espuma de la bañera... los pétalos de jazmín se deslizaron por el suelo.

-Mi amor, averiguaré qué pasa. -Daemon deslizó las manos por el cuerpo de Enya-. Dentro de un rato, después de pasar tiempo contigo.

-¿QUÉ QUIERES DECIR, RHAENYRA? -Daemon alzó ambas cejas con indiferencia mientras caminaban por la oscura playa.

-Que eres un venado, querido tío. Que tú hermosa Visenya ya había retozado con Harwing Strong...

-Se casó conmigo siendo doncella. -La interrumpió Daemon con tono gélido, la furia lo corría por dentro ante la sola probabilidad-. No sé quién te dijo pero está equivocado.

-Uhm. -Nyra no contó con que Enya fuera doncella al casarse-. Igual, quizás Margaery sea tuya, jamás dudaría de su legitimidad. La quiero como a una hija sin embargo sabes, tío, que yo sería una mejor esposa que ella. Seríamos reyes y tendríamos los Siete Reinos. Jace gobernará junto a tu pequeña hija y Vys será la mano. Aerion será el señor de Refugio Estival y Aegon puede ir a Pentos. Tío, por favor... -Rhaenyra posó sus manos en los hombros de Daemon y presionó un beso en sus labios que se fue volviendo cada vez más apasionado-. Serás el rey, mi rey...

Daemon solo pensó en el Trono de hierro mientras se unía a su sobrina.

NOTA: Está esto de que Harwin no lleva mucho tiempo muerto cuando Rhaenyra vuelve con Daemon, es decir, la relación entre Harwin y Rhae es (era) complicada. Y bueno que Laena tampoco llevaba mucho tiempo muerta. Es decir, que aunque Harwin este vivo al igual que Visenya a Daemon ya Nyra no les importaría mucho.

Por otra parte, había que hablar de Daeron, el que no hace nada importante pero está allí y bueno... Si lo queréis podría shippear con Ophelia (la hija de Visenya que aún no ha nacido).

Hay una pista de porque Ophelia se llamará así y no tendrá un nombre Targaryen.

Para el siguiente capítulo Aemond El Tuerto.

Os leo!

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