IV. Rhaenyra & Harwing Strong
RHAENYRA, VYS Y AERION habían matado al jabalí entre los tres, con un pelo de ayuda de ser Criston. Entraron sobre su montura blanca con el animal muerto tras ellos.
Visenya no sabía si besarlos o enviarlos a todos tres a darse un buen baño y cambiarse de ropa. Sus hijos y prima parecían valientes guerreros caminando con dignidad a pesar de estar llenos de sangre. Todos los miraban y hablan de ellos pero se mantenían en calma.
Harwing se echó a reír al verlos así, junto, Joffrey aplaudió al saber que se cantaría sobre ese día y ellos tendrían fama.
ELRIC STARK SE ENCOGIÓ DE HOMBROS, hizo un ademán y todos los Targaryen Tyrell incluso Nyra se acercaron para escuchar el informe.
Los pequeños dragoncitos después de recibir jalones de oreja y felicitaciones se fueron a dormir, el viaje a Desembarco del Rey los debilitó así que pedían una cama a gritos.
-El Rey se pregunta si Daemon debería seguir siendo heredero o debía proteger al reino de él. Tuvo sueños al igual que Daenys La Soñadora. Un niño de cabellos dorados siendo Rey, tiene remordimiento y dolor... Piensa que Vys debe ser Rey y que puede reinar junto a la primogénita de Rhaenyra.
-Escuché que el Rey dice que debes casarte. -Visenya desvío el tema a su favor-. Si quieres casar a nuestros hijos...
-Debo casarme, aún así no quiero. Padre va a reemplazarme con el hijo de Alicent Hightower o con Vys. Da igual, pero no seré Reina.
-¿Podría sugerir algo? -Helaena posó una mano en el hombro de su sobrina, Nyra no negó-. Los Hightower son nuestros enemigos, solo ellos, no importa si tú o Daemon son reyes. Somos todos Targaryen. Sé que es que te quiten el trono, Rhaenyra... Rhaenys y yo pasamos por esto.
Rhaenyra murmuró entre dientes una queja.
-Anda, dilo.
-Tengo una opción que funciona para todos, no quiero que te vendan como lo intentaron hacer conmigo -Visenya sonrió confortandola-, es decir, él es de descendiente Valyria pura, tiene un dragón, comparte sangre con la prima de nuestros padres la Princesa Rhaenys y es el heredero de una de las casas más acaudaladas del reino.
-¿Me ofreces a Laenor como esposo? -Rhaenyra se echó a reír-. ¿Cómo...?
-Mi hermana y madre, tienen razón, prima. -Matthos no era de conversar mucho pero era un buen estratega, podía darse cuenta de detalles más allá de lo evidente-. Piensa bien, tú podrías hacer lo que quieras y él también. Cumplen ambos con su deber.
-Solo tienen que casarse y ya. -Elric se inclinó hacia delante y susurró al oído de Nyra-. No habría problemas.
-Casarte asegurará tu reclamo, protegerás a nuestra familia, hermana. Quién tu quieras puede ser el padre de tus hijos. -«De preferencia ser Harwing Strong».
DAEMON BAJÓ DE CARAXES, nadie se le acercó ni a él ni al dragón más que Nyra. Jinete y montura compartían el mal carácter y los nervios por reencontrarse con Visenya y los niños.
El silenció fue acogedor por unos instantes hasta que se hizo pesado. No había hecho ruido al llegar y ahora no sabía qué decir ni como romperlo.
Visenya debía estar por allí en alguna parte. Ser Harwing venía tras Rhaenyra al igual que ser Crispin, la chica tenía notable mal humor ya que le obligaban a buscar esposo (y aún no decidía si hacer un trato con Laenor) pero al ver a su tío se emocionó.
Lo abrazó con fuerza y cariño incensario, según ser Harwing y sir Crispin. Ambos se hallaron celosos al ver a tío y sobrina tan juntos y cariñosos.
-¿Dónde están?
-Visenya está en el Jardín de Aegon, cuidando las rosas silvestres y las doradas. Margaery plantó muchos jazmines. Enya se retiró a descansar sola después de acompañarme a buscar un esposo entre esos insoportables hombres. No soportó a ninguno diciéndome cómo hizo su casa o alguna estupidez del estilo. ¿Sabes? Incluso le propusieron a ella alianzas a través de matrimonio.
-Margaery es nuestra única hija y está comprometida con un Stark así que no entiendo cómo sería posible.
-Querían casarse con ella, creían que estabas muerto y por tanto desde los Fossoway hasta los Tully, lord Grover quería que Visenya se casará con su nieto, ser Elmo...
Daemon se transformó en una bestia sedienta de sangre al escuchar a Rhaenyra, Caraxes rugió escupiendo un espiral de fuego, todos se echaron a la izquierda para no ser quemados por el dragón.
Él avanzó dando zancadas al interior del castillo mientras el fuego brillaba en sus ojos.
-... Y los rechacé, lo seguiré haciendo, Daemon no está muerto, por todos los dioses. Es lógico pensar que necesito aliados por eso en cuanto Aegon tenga cinco años será escudero de lord Tully.
-Es una suerte que mi hermano no te haya obligado a casarte con algún imbécil. -Daemon tomó a su esposa por la cintura desde atrás, la rodeó con sus brazos y suspiró al sentir su dulce aroma- ¿Y nuestros dragoncitos?
Sintió a Visenya titubear y morder sus labios aunque no la estaba viendo. ¿Qué le ocultaba? Daemon la miró fijamente.
-Esposa.
-Yo... Margaery va caminó a Invernalia, Aerion empacara hoy para irse con los Lannister a Roca Casterly. Dae, lo siento, no tenía más opciones, quieren nombrar a Aegon como heredero de Rocadragón y además los niños se...
Daemon la giró para quedar frente a frente con cierta brusquedad. Presionó un beso desesperado en sus labios, lo único que había pensado antes de enfrentarse al Alimentacangrejos fue en su familia.
-Dae. -Susurró ella permitiéndose demostrar su anheló de él, cuánto lo extraño. Él enredo sus dedos en la melena dorada mientras profundizaba el beso-. Lo siento, Dae. Estaba sola. Me dejaste, te necesitaba. Te necesitamos... No puedo... -Él la silenció con un beso.
A Daemon no le interesó que allí estuviera Elric Stark y enredó su cuerpo con el de Visenya. Era un encuentro frenético y ansioso, esperado durante meses. La reclamó como suya, era su esposa y madre de sus hijos, Viserys no podía venderla como a una yegua.
Elric Stark después de unos minutos se aclaró la garganta y Visenya lo miró totalmente sonrojada.
-Lo siento.
-Yo no lo siento, soy tu esposo, y te amo y voy a demostrarlo cuándo quiera y como quiera. -Daemon le sonrió con presunción al Stark.
Elric rodó los ojos e hizo una mueca.
-Aunado a esto, quiero que sepas que Margaery volverá a Desembarco del Rey con nosotros, irá al Norte al cumplir la mayoría de edad, para casarse.
-Dae. -Visenya lo miró con recelo. Se preguntó dónde estaría Laenor, si en Marcaderiva o camino a Rocadragón, necesitaba apoyo-. Hicimos un trato, ella debe habituarse a Invernalia. Es su deber, será una Stark.
-Cuidaremos bien de la princesa Margaery en el Norte. -Elric prometió-. Lo juró por los dioses antiguos.
-No me importa. -Daemon se dirigió hacia fuera de nuevo, a buscar a Caraxes.
-Aerion debe irse. -Enya lo siguió con pasos temblorosos-. Lo sabes tan bien como yo, Tyland está en el Consejo y cuando Alicent mate a Viserys él será el único que puede avisarnos y mover el tesoro real para que esté a salvo, lejos de los Verdes.
-Aerion se irá. Margaery volverá. Es mi última palabra.
Daemon no dejaría que su familia se rompiera, hacía todo lo posible para mantener la paz, incluso pidió perdón entre dientes a su hermana Helaena por robarle a Visenya, "Asalta cunas" le había gritado su melliza. Incluso se intentó hacer amigo de los Velaryon, la Serpiente Marina y Laenor, habían ido a la guerra juntos... Empezó a confiar en ellos, incluso en ser Harwing y Joffrey a los que dejó proteger a sus hijos y esposa.
Toda las locuras que hizo fueron por la casa Targaryen. No iba a aceptar la ayuda de Viserys ni de Visenya ni la de Allester Tyrell cuando él debía vencer solo al Alimentacangrejos.
«Sin embargo Visenya se puede defender sola bastante bien» Pensó y antes que pudiera montar a Caraxes, Vhagar despegó con Enya encima «Iremos a buscar juntos a Argaery».
MARGAERY ESTABA CAMINANDO POR INVERNALIA, explorando el sitio mientras Fuegoluna volaba sobre el sitio. Estaba asustada, muy asustada, se aferró a su capa negra y continuó mientras la nieve se escurría entre sus rizos.
Se había escapado antes de que lady Stark realizará el banquete en su honor. Aquello había acontecido la misma noche que llegó y más temprano que tarde la hallaron llevándola al sitio.
La sala principal de Invernalia estaba llena de humo, y el aire, cargado del olor a carne asada y a pan recién hecho. A Margaery le había dado mucha hambre y comió tan rápido como pudo.
Los estandartes cubrían los muros de piedra gris. Blanco, rojo y verde: el huargo de los Stark, el dragón tricéfalo de los Targayen y la rosa de oro de los Tyrell. Un trovador tocaba el arpa al tiempo que recitaba una balada, pero apenas se lo oía por encima del crepitar de las llamas, el estrépito de los platos y las copas, y el murmullo de cientos de conversaciones ebrias.
Al lado de Margaery estaba el mayor de los gemelos Stark, Brandon, se había comportado amable y cortés cada vez que hablaban entre sí. Los gemelos ocupaban sitios asignados junto al estrado donde lady Stark agasajaba a Margaery.
-El Sur es un hermoso lugar, Invernalia es menos cálido pero espero que usted algún día lo considere su hogar, mi señora. -Él se sonrojó mientras hablaba y al terminar la oración fue incapaz de mirarla.
-Lo haré, Invernalia es frío y odio el frío pero tiene cierta belleza. Espero Fuegoluna y yo podamos ser felices aquí con vos. -Le sonrió entrelazando sus manos.
-No, Invierno, ahora no. -Brandon se asomó debajo de la mesa y Margaery se inclinó para averiguar, no pudo con la curiosidad.
La hija de Daemon Targayen se tapó la boca para no gritar al ver el cachorro de huargo de ojos claros como la andalucita.
-Te explicaré luego, por favor, no le digas a nadie. Ha mis hermanos y tíos no les han dejado asistir al banquete con los lobos y si madre se da cuenta me lo quitará. A él y al otro cachorro.
Al salir, Brandon le entregó una bolita de pelaje rojizo que se movía.
-Mi padre tiene dos hijos legítimos. Y dos hermanos. El lobo huargo es el emblema de nuestra casa. Estos cachorros están destinados a nosotros, princesa Margaery. Sin embargo sobra uno. El mío se llama Invierno pero el otro no tendrá nombre hasta que tenga dueño.
Ella apartó sus ojos del cachorro sin comprender nada.
-Podría ser suyo. Seréis una Stark y nuestros hijos también.
El animalito se había apretado contra Margaery como si pudiera oír y comprender. Ella abrazó al joven Stark.
-Muchas gracias, aún no decido su nombre pero se quedará conmigo. Fuegoluna tendrá una amiga.
CUANDO LLEGÓ DAEMON TARGARYEN, Margaery se echó hacia tras. Caraxes no la asusto, tampoco Vhagar. Pero estaba molesta con su padre. Cruzó los brazos sobre su pecho y lo miró haciendo una mueca.
Un jabalí casi mato a sus hermanos y el Príncipe Canalla no estaba con ellos, el Rey la había enviado a Invernalia y Aerion se había ido lejos, al oeste con los Lannister. Y de verdad, dudaba, muchísimooooooooo, que Aegon III supiera bien quién era su padre.
Así que se negó a irse de Invernalia. Apretó los labios y con los ojos llenos de lágrimas se echó hacia atrás.
-Cumpliré con mi deber, haré lo posible para ser la dama de Invernalia y una buena guardiana del Norte. No me iré, padre. Has pedido tú tiempo al venir. Madre, saluda a Vys y dile que lo quiero mucho.
-Margaery, soy tu padre, vas a volver a Rocadragón y luego iras a Desembarco del Rey. -Ordenó con tono férreo.
-No lo haré.
Visenya avanzó y pegó a su hija contra su pecho, besó sus rizos castaños. La niña se aferró a su madre.
-¿De verdad quieres quedarte? Invernalia es hermoso pero también es frío y duro. No sé si el Norte es lugar para una rosa, hija.
-Crecer Fuerte. -Margaery alzó la barbilla-. Cumpliré con el Pacto de Hielo y Fuego.
Visenya asintió y se recogió las faldas para ir a contener la furia ciega de su amado esposo.
-Quizá esto sea lo mejor. Puede que uno de los hijos de Margaery y Brandon sea El Príncipe Prometido o puede que lo sea ella misma.
-¿Y si te equivocas? -Daemon bufó-. ¿Y si son Vys, Aerion o Aegon? Dejaríamos a Margaery aquí sin defensa.
-Si son nuestros hijos estarán bien, Aerion no creo que sea dueño de la Canción de Hielo y Fuego, estará demasiado lejos, con los Lannister. Vys y Aegon puede que derroten al Rey de la Noche como lo dice la profecía.
-¿Y si sé queda aquí la mitad de año? Al empezar el verano que vaya a Desembarco del Rey y se quede hasta otoño.
-Hablemos con Viserys. -Visenya no quería pero sabía que su hija no se negaría a una orden del Rey-. Tu hermano querrá tener a Argaery cerca de Aegon II.
VYS ESTABA HARTO DE NO TENER UN DRAGÓN, pasó por el pasillo que lo dirigía hacia Vermithor. Con una antorcha en mano empezó a cantar.
Aprovecho la ausencia de sus padres para conseguir un dragón.
Estaba asustado pero no permitió que eso le impidiera actuar. Se detuvo frente al dragón y bajó la antorcha. Casi salió corriendo cuando Vermithor rugió escupiendo una llamarada de fuego naranja sin embargo se quedó quieto en su sitio con valentía.
Exhaló y siguió con la canción. El dragón abrió sus fauces frente a su cara y ambos se miraron fijamente... Y decidió montar al dragón.
-¡KEPA! -«¡PADRE!». Gritó Vys bajando de Vermithor de un solo salto, corriendo hacia los brazos de Daemon como cuando era más pequeño y siempre buscaba estar con su padre.
Parecía que no había montado recién por primera vez al dragón del rey Jaehaerys I Targaryen, pronto cumpliría cien años y el pequeño hijo del Príncipe Canalla era su jinete ahora.
Visenya exclamó, tenía ganas de darle un zape al niño para que entendiera que pudo haber muerto de muchas formas horribles.
-¡Te dije que cuando cumplieras cinco años, Vys! ¡Te lo advertí! ¿Cómo es posible? Tu y tu padre me matarán de un infarto, ahora entiendo al pobre tío Viserys cuando Rhaenyra y yo lo llevabamos al borde de la locura.
-Disfrutemos del día. -Daemon la aprisionó contra su pecho para evitar que se moviera, al mismo tiempo montó a su hijo sobre sus hombros-. Tú, los niños, Nyra y yo podemos ir a hacer un día de campo en la playa. Laenor y Joffrey tendrán tiempo libre como niñeros de los dragoncitos y así estarán solos.
-¿De verdad? -El Príncipe Canalla asintió-. No pensé que te gustaría hacer ese tipo de cosas en familia, es diferente a hacer carreras con los dragones o enseñar a los niños a volar.
Daemon sonrió ampliamente al ver su tierno rostro llenó de confusión.
-Soy El Rey del Mar Estrecho, he ganado guerras, y ahora estoy casado contigo y hacerte feliz es lo más importante. Sé que tú disfrutabas dar paseos en Altojardin, en el río Mander y en los jardines. Quizá los niños también disfruten eso.
-¡Sí quiero! ¡Seguro Aegon también lo disfrutará! No será siempre un bebé así que debe pasar tiempo con nosotros y los dragones y dejar de dormir y llorar todo el tiempo. -Vys aplaudió y se bajó para salir corriendo en busca de su hermano menor.
Pasaron la tarde en el borde de la playa jugando entre el agua y la arena. Incluso Rhaenyra y ser Harwing Strong hicieron un castillo de arena que Vys luego atacó diciéndoles que eran enemigos de la corona.
-Vy jorrāelan. -«Te amo» Susurró Daemon en cuanto volvió de asegurarse que todos los príncipes estuvieran durmiendo para tener unas horas ellos juntos hasta el alba, cuando partirían a Desembarco del Rey en los dragones.
El rey recibiría bien a su hermano que le entrego su corona; la relación entre el Rey y Daemon se volvió a restablecer ya que había sufrido un desperfecto cuando Dae se fue a la guerra. Visenya casi se echa a reír cuando todos los aduladores aplaudieron... El mayor problema sería que Rhaenyra llegó sin prometido y la tensión era excesiva.
Al punto de que perralicent le ofreció a Daemon a ir a ver unos tapices, Visenya supo que la Hightower quería hablar en privado con Daemon y hacer los Siete saben qué.
-¿Te gustaría ver los tapices? -Tanto el Rey como Daemon se rieron sin pudor sacándole una sonrisita a Visenya.
Era extraño estar sin Margaery y Vys por allí, el gemelo mayor se había desanimado al saber que su hermana no volvería pronto y se aburría de jugar con el bebé Aegon III.
AL LLEGAR A MARCADERIVA, Visenya se adelantó al interior del castillo junto a Laenor como Pedro por su casa, mientras, tras ellos iban Laena y Rhaenyra hablando del clima y de joyería.
-Mira a esas dos, fingiendo que se llevan bien. -Entrelazó su brazo con el de pelo platino y sonrió.
-¿Por qué nadie salió a recibirnos? ¿Viserys ya no es el Rey de los Siete Reinos y no le enteré? -Le preguntó al Velaryon con sarcasmo evidente.
-Sabes como es papá. No vendrá, es muy orgulloso y... Te pide disculpas a ti y a Daemon por esta falta de respeto pero insiste en que el aprecio es el mismo. Espera que lo sepas perdonar por esto.
-No hay problema. Sé que pasa, sé como es lord Corlys.
Sí, lo sabía, todos lo sabían. Por eso Rhaenyra les pidió que le acompañarán a Marcaderiva con la excusa de que los Velaryon adoraban a Visenya y a sus hijos para acordar el matrimonio de Rhaenyra y Laenor sin saber que Visenya ya había acordado un arreglo mediante cartas con lord Corlys y la princesa Rhaenys.
Aegon empezó a llorar y Nyra lo meció para ver si se calmaba. Viserys le había dicho que llevará al bebé diciendo que pronto cargaría a sus propios hijos y que debía aprender a hacerlo bien.
Laena, desesperada, le quitó el niño de los brazos y lo calmo ella misma.
-¿Dónde está Lord Corlys? Debería estar aquí para recibir al Rey.
-Es obvio que no está y que no va a aparecer, lord Lyonel. -Espetó Daemon que subía las escaleras junto a Viserys, tras de Rhaenyra y Laena.
Incluso el pequeño Vys había venido y avanzó rápidamente mientras Joffrey lo seguía para llegar junto a Laenor, se aferró a la pierna de este y habló:
-¿Dónde está el tío Corlys? -El padre de Laenor había permitido que lo llamarán así ya que los Targayen-Tyrell le decían «tía» a la princesa Rhaenys.
-En el salón de los Nueve.
-¡TÍO CORLYS, TÍA RHAENYS, YA LLEGAMOS! -Gritó al soltarse de Laenor y correr.
-El niño nunca se emocionó así al verme. -Se quejó Viserys cuando llegaron junto a Daemon.
-Lord Corlys siempre le trae regalos del Otro Lado del Mar. -Explicó Daemon, encogiéndose de hombros sin mayor interés, antes de dejar un beso en los labios de Visenya y cerrar las puertas.
Ya que solo El Rey, lord Corlys, lord Strong y él discutirán el acuerdo matrimonial. Y claro, Vys, que se había colado en el salón.
Visenya pasó el día junto a Laena, Baela y Rhaena, a las gemelas les entró un par de collares de dragones rojos y negros que venían en una bolsita de terciopelo escarlata, al final de cuentas, eran sus sobrinas. Eso, mientras Rhaenyra y Laenor discutían los términos de su matrimonio.
-Estás orgullosa, sé que tu ideaste el matrimonio. Eres más astuta que Otto y Alicent Hightower juntos.
Visenya sonrió ampliamente ante el cumplido.
-Lo sé, perralicent no me ganará. No lo permitiré, Laena.
NOTA: Próximo capítulo la boda de Laenor y Rhaenyra, ¿Queréis que se salve Joffrey (el amante de Laenor)? ¿U otra cosa?
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