Extra I

LA IDA A MARCADERIVA

VISENYA LLORIQUEO, se encontraba sentada en la ventana de su habitación viendo cómo Bruma llegaba a Desembarco del Rey. Volvió a colocarse en posición fetal enredándose en las pieles para evitar tener que afrontar lo que se venía.

Pronto, Laenor y ella se irían a Marcaderiva, dejando Desembarco del Rey atrás. Los ambiciosos padres de ambos querían casarlos, Laenor era hijo de la princesa Rhaenys quién debió ser Reina y Visenya era uns Tyrell, la heredera del Dominio, y sobrina favorita del rey Viserys. Era casi como una hija.

Era una alianza favorable para ambas casas. Sin embargo Laenor no era Daemon Targaryen.

Quería con todo el corazón a su amigo que conocía desde que tenía un año pero su amor no era romántico si no de hermanos.

—¿Estás bien? Tu prima Rhaenyra me dijo que estabas aquí y Alicent Hightower dice que no has comido desde que Harwing Strong se fue.

Perra Alicent, pensó Visenya con furia ciega. Y gruño como un dragón. Escucho a lo lejos a Vhagar rugir, era su jinete y si ella sufría la dragona también

—No, Laenor. Nos van a casar y aunque Joffrey no te haya puesto peros en ser tu amante Harwin se fue a Harrenhal. —Se aferró al torso de su mejor amigo y emitió un sollozó desgarrador.

RECORDABA PERFECTAMENTE QUE ESE DÍA, había estado internada en los jardines, extrañando a su querido tío Daemon, viendo las rosas que ambos plantaron juntos hace unos años en pleno apogeo. Perfumaban el ambiente y la embriagaban de recuerdos.

Las hebras doradas se movían al compás del viento cuando Harwin llegó y se plantó frente a ella. Visenya sonrió ampliamente y se levantó del césped, vió a ambos lados y presionó un travieso beso en los labios del Strong.

Harwin no sonrió contra sus labios, ni enredó sus manos en la cadera de Enya ni la presionó contra él como era costumbre. Visenya notó que algo le pasaba en el instante que la alejo.

—Iré a Harrenhal. Será mi asiento algún día y debo quedarme allí un tiempo.

La oración le cayó como un balde de agua. No podía abandonarle él también, no después de lo que prometió... Hizo demasiadas promesas para romperlas.

Titubeó, quizás había escuchado mal... Él no...

—Dijiste que no eras como Daemon, que tu sí me querías y jamás me harías daño. Que no me dejarías sola en la corte entre las víboras y los buitres. —Le recordó con la voz quebrada, sus piernas le fallaron y por poco cae al piso. Harwing la sujetó por el antebrazo sin hacerle daño pero con brusquedad—. ¿Dije algo mal? ¿Hice algo qué te molesto? Si es por mi compromiso con Laenor no te preocupes, a él le gusta Joffrey y a mi me gustas tú. Permanecerás a mi lado como mi escudo juramentado y tendremos los hijos que queramos. Laenor les dará el apellido Velaryon.

—No quiero que nuestros hijos se apelliden como él. No tenemos futuro juntos. Tú sigues siendo una princesa y yo un simple caballero. —La mirada de Harwing emanaba dolor y anhelo, la debía soltar pero se resistía a hacerlo.

Visenya no lo sabía pero su padre lord Allester Tyrell señor de Altojardin se enteró de sus aventurillas con el Quebrantahuesos. E inmediatamente habló con Lyonel Strong para que su hijo acabará con la relación, partiendole el corazón a Enya.

La dejaría sola y abandonada como lo hizo Daemon Targaryen una vez, así le dolería más.

Allester quería a su hija pero también quería una alianza con el hombre más rico del reino, lord Corlys Velaryon y su esposa La Reina que Nunca fue.

—No importa. —Le sonrió con dulzura intentando lucir encantadora como toda Tyrell—. Cuando Daemon sea Rey...

—¿Todo se trata de Daemon Targaryen, no es así? —A Harwing le dolería más que a Visenya lo que iba a decir pero habían amenazado que si seguían juntos casarían a Enya con el idiota misógino de Jason Lannister—. Siempre has estado enamorada de él y al igual que el Príncipe Canalla no amas a nadie. Tu faceta de dulce Tyrell es mentira, al igual que los Targaryen estás enloquecida y solo eres bonita. Robaste a Vhagar...

—¿De qué hablas, Harwin? —Ahora sí cayó en el piso y nadie la sostuvo, su falda se llenó de tierra y mugre—. ¿No me amas? ¿Nunca lo hiciste? ¿Ya no soy tu bella Rosa de Ruego? —Las lágrimas le cristalizaron los ojos y se mordió el brazo tan fuerte que le salió sangre.

A él le partió el corazón pero asintió. Era por su bien, sería lo mejor para ella, Harwin sabía que debía hacerle daño ahora para que no sufriera luego.

—No te amo. Nunca lo hice.

Laenor Velaryon sentía que se iba a desmayar. Su pobrecita prima que se llevaba su segunda decepción amorosa... Él le daría de comer a Bruma a Harwin.

Se le llenó el pecho de rabia e impotencia. Enya era fuerte pero no sabía si soportaría tantas decepciones amorosas.

—¿No quieres ir a Marcaderiva a olvidar esto? Voy a emborracharme y tu me acompañaras. Puedes traer a Rhaenyra si quieres y te conseguiremos alguien que se parezca a Daemon si te hace sentir mejor. —Laenor limpió su lágrimas con los pulgares.

Visenya negó. No tenía intenciones de caer desmayada en una mesa y que sus primos y Joffrey la tuvieran que llevar de vuelta al castillo.

—Tu padre nos perdonaría pero la princesa Rhaenys nos mataría sin pensarlo. No quiero que Melys nos quemé.

Laenor le sonrió brevemente y besó su frente.

—Iremos a Marcaderiva y haremos carreras en los dragones hasta que caigamos al mar o hasta que olvides tu penas, Visenya. —Prometió el Velaryon.

NOTA: Si quieren más sobre la historia de Harwin y Visenya podéis comentar o si queréis saber qué pasó en Harrenhal durante y después del incendió, (spoiler alert) como Aegon y Harwin sobrevivieron y llegaron a Aguasdulces.

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