Advertencia: Abuso/tortura canonica en un menor de edad.

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Al día siguiente Sebastian estaba sumamente nervioso, aunque Hermione había cargado su plato con su desayuno favorito, solamente ver la comida le provocó náuseas.

Era su primer partido y por suerte o por desgracia, toda su familia lo estaría viendo, excepto sus tíos Regulus y Daphne que estaban en Bulgaria. Así que tanto las palabras de Ron como las de la castaña acerca de que comiera, pasaron desapercibido para él, pero cuando escucho a su padre, su cabeza se dirigió hacia arriba con tanta velocidad que estaba seguro que le dolería el cuello después.

—Buena suerte hoy, Potter—Verde y ónix se conectaron.

Severus no pudo evitar que se le formara una sonrisa en el rostro y que sus ojos brillaran de emoción contenida, sobre todo porque pudo ver, en los ojos de su hijo, el reflejo de su amada y difunta esposa.

<<" Él es un orgullo, Aisha. Es una pena que no estés aquí para ver tú sueño hecho realidad, porque hoy nuestro hijo volará y demostrará cuán parecido es a su madre">> -Se lamentó Severus.

—Bueno, aunque ya demostró su valentía al derrotar a un trol, así que un tonto juego de Quidditch va a ser poca cosa —Sebastian cerró los ojos un momento y respiró profundamente—. Aun estando contra Slytherin.

El chico quería reír ante el tono que empleó su padre en esas últimas palabras, después de todo sabía cuánto le dolía que él no estuviera vistiendo los colores que por herencia le correspondía, pero sabía que, dado todo el espectáculo, esas palabras eran el mayor cumplido que se podía permitir.

Severus le dio a Ronald una mirada asesina, pero sus ojos se suavizaron, casi imperceptiblemente si no lo conocías, cuando miró a su hermana, antes de salir cojeando del comedor.

—Eso fue de lo más extraño—Las palabras del pelirrojo hicieron que Sebastian salga de su ensoñación.

—Eso explica la pierna—Dijo con los ojos entrecerrados, provocando que Hermione lo mirara totalmente desconcertada

— ¿Pierna? —Fue allí cuando el chico volvió a contarle lo que vio sobre Snape en el baño, pero esta vez Hermione pudo notar que había partes modificadas, por lo que disimuladamente miró a Ron, quien estaba muy atento a las palabras del azabache y comprendió lo que Sebastián pretendía. —Pero ¿por qué Snape querría lo que está allí escondido?

Hermione odiaba desviar la atención hacia su hermano o peor aún, agregar más hechos que pronto serían utilizados en su contra, alimentando los rumores de que era el villano de Hogwarts. Pero sabía que, si intentaba defenderlo, más ahora que no sólo tenían la atención de Ron sino también de otros curiosos de la mesa, se vería extremadamente sospechoso. Así que dejó que Sebastián continuara con su historia y rogó que fuera de utilidad.

Tras unos momentos Hedwig llegó volando y dejó caer un paquete frente al trío. Luego de abrirlo se dio cuenta que se trataba de una Nimbus 2000, lo que sorprendió a todos.

—Pero quién... —Su pregunta se vio interrumpida cuando levantó la vista y notó que su lechuza estaba sentada en el respaldo de la silla vacía que solía ocupar su padre.

Aunque eso desconcertó a varios, sobre todo a la profesora de transformaciones que estaba en la silla de al lado, Sebastian se permitió sonreír.

•✠•❀•✠

El partido tenía a todos con un nudo en el estómago y a algunos con el corazón en la garganta, debido a como se estaba desarrollando, sin embargo, los nervios iniciales de Sebastian desaparecieron en el momento que se elevó en el aire. Para él era la mayor prueba de que estaba vivo.

Otra era la historia que se desarrollaba en las gradas de Gryffindor, donde Hermione no podía evitar las muecas de disgusto y preocupación por su sobrino, sobre todo cuando una bludger casi lo golpea, haciendo que se tambaleara en su escoba.

Por su parte Severus debía combatir contra el impulso de sonreír desde la tribuna de profesores y Voldemort tenía que conformarse con lo dicho por el comentarista. El único que parecía verdaderamente disfrutar del juego, era el orgulloso padrino del chico estrella, Lucius Malfoy.

Sin embargo, todo comenzó a desmoronarse cuando Oliver Wood fue golpeado. Hermione notó el momento exacto en el que la determinación e ira invadió a su sobrino, lo que también fue claro para los demás, cuando el azabache salió disparado tras la snitch, movimiento que fue interrumpido por la pérdida de control sobre su escoba.

Hermione, al notarlo, tomó un omnicular de Hagrid para ver más de cerca que le estaba ocurriendo a Sebastian; dejó escapar un jadeo cuando miró hacia la grada de profesores y vio a su hermano recitando un hechizo <<" Es imposible, él nunca lo haría, ¿Qué es lo que está ocurriendo?"> > - pensó, pero realmente no tenía mucho tiempo, si realmente quería evitar un accidente mortal, así que tomó del brazo a Ron.

—Es Snape ¡está hechizando la escoba!

— ¿Hechizando la escoba? ¿Qué hacemos? —Dijo Ron y Hermione combatió para poner los ojos en blanco.

—Yo me encargo—Le respondió y salió corriendo de las graduadas de los leones, en dirección a la de los profesores.

Cuando llegó a la parte de atrás, todavía se debatía qué hacer, así que tomó su varita y caminó por unos momentos de un lado a otro, intentando recordar un hechizo que pudiera sacarlos del apuro.

—Lo tengo—soltó victoriosa antes de acercar su varita a la túnica negra de su hermano— Lacarnum inflamarae

Desde ese momento las cosas pasaron demasiado rápido para la castaña. Gritaron fuego y un amotinamiento ocurrió entre los profesores; el partido se reanudó y Gryffindor terminó ganando cuando Sebastian logró tragarse la snitch; luego en vez de asistir a los festejos en la torre, Weasley había tenido la brillante idea de contarle al azabache acerca de cómo el profesor Snape había hechizado su escoba, si bien Hermione pensó que el chico se molestaría, éste simplemente frunció el ceño y los arrastró a un curioso y sutil interrogatorio hacía el semigigante, que dado que su bocota era tan grande como su cariño hacia el niño que vivió, no tuvo reparos en soltar información de suma importancia.

—Están metiéndose con algo con lo que no deben meterse—Los regaño Hagrid—. Es peligroso. Lo que cuida ese perro es propiedad del profesor Dumbledore y de Nicolás Flamel.

— ¿Nicolás Flamel? —preguntó Sebastian, dándose cuenta de que ya había escuchado ese nombre, pero no estaba muy seguro donde, así que miró a Hermione, quién terminó de unir las piezas que le faltaban.

—No debía haber dicho eso—Se lamentaba repetidamente el semigigante, al mismo tiempo que el azabache lo seguía cuestionando, en voz alta, sobre el "supuesto hombre misterioso".

Cuando Hermione sintió la mirada de Ron sobre ella, controló sus facciones y simplemente dijo con un movimiento de su cabeza,

—No lo sé

Pero ella sí sabía y lo sabía muy bien. Así que en los siguientes días envió una carta a casa, en donde pedía permiso para irse durante las vacaciones de navidad y solicitaba la presencia de sus padrinos. Ella tenía un plan e iba a necesitar de toda su familia para llevarlo a cabo.

Sin embargo, comunicárselo a Sebastian...no fue como ella esperaba.

—¡No puedes! —Lloró el chico—¡No puedes dejarme aquí solo!

—Sebas—Intentó Draco, que también se había unido a ellos en la sala de menesteres tras recibir una carta de su madre informándole que pasarían las vacaciones de navidad con los Riddle.

—¡Tú no hables, maldito traidor!

—Sebastian—Lo regañó Hermione—. Discúlpate ahora mismo

—¡¿Por qué?! Él es quién puede irse contigo y pasar navidad con la familia ¡Cuando debería ser yo! ¡Ellos son más que...

—Sebastian Severus Riddle—Dijo la castaña con una falsa calma y tras una respiración profunda—. No. te. atrevas. a. terminar. esa. frase—El chico abrió ampliamente los ojos al darse cuenta del error que casi había cometido a causa de los celos y el dolor.

Cosa que sólo empeoró cuando volteó a mirar a su mejor amigo, quién miraba al suelo y a su vez lejos de él, pero con los hombros temblando levemente, como si estuviera intentando contener las lágrimas.

—Yo... yo lo siento—Sebastian soltó un largo suspiro y se pasó la mano por el cabello—Yo de verdad lo siento, Draco. Sabes que nunca diría eso en serio, eres familia, eres mi hermano

—Por ahora—susurró el rubio, sabiéndolo mejor

—No—Ambos chicos miraron a Hermione—. Siempre lo fuiste y siempre lo serás... Toujours ensemble et fidèle ¿Recuerdas?

—Siempre juntos y leales—El chico le sonrió y ella le devolvió la sonrisa, antes de ir y darle un medio abrazo a su mejor amigo. —. Volveremos antes de que te des cuenta, Sebastian y traeremos muchas cosas de casa para ti

—Gracias—El más joven suspiró algo más tranquilo—. Díganles a todos que los echo de menos

—Por supuesto

Pronto los días pasaron y el momento de partir llegó. Hermione se acercó con su baúl a la mesa de leones para despedirse de su sobrino y no se sorprendió al verlo acompañado de su garrapata.

<<" Para nada sutil, para nada sutil">>-pensó para sus adentros, con respecto al intento desesperado del director de querer forzar una amistad entre Ron y Sebastian, para así poder mantenerlo vigilado.

—¡Eso es de bárbaros! —Gritó la chica, cuando vio a la reina roja destruir al caballo blanco, con exagerada indignación, la cual no era del todo fingida, pero en realidad estaba dirigida a su sobrino por permitir que el pelirrojo le ganara cuando él era el más competitivo del trio.

—Esto es ajedrez mágico —Se burló Ron, pero la castaña casi hirvió de ira cuando cambió su rostro a uno lleno de felicidad al notar su baúl, lo que claramente para él significaba más tiempo a solas con "Harry"—. Veo que ya empacaste

—¿Y tú por qué no? —Soltó con saña sin poder evitarlo, causando una mirada preocupada por parte de Sebastian.

—Tengo otros planes —<<" Claro que los tienes">> -pensaron los Riddle—. Mis padres decidieron ir a Rumania para visitar a mi hermano Charlie. Estudia Dragones.

Los chicos compartieron una mirada que claramente se traducía como <<" ¿De dónde los Weasley sacaron el dinero para pagar un traslador internacional?">> ese mismo camino de pensamiento los llevó a la conclusión <<" Dumbledore, así que así es como paga por la lealtad">>

—Genial, tu acompañas a Harry— Prácticamente ordenó la castaña con una seña hacía el mencionado—. Tiene que leer unos libros para buscar información sobre Nicolás Flamel

—Hemos leído cientos de libros—Se quejó y ella se apoyó en la mesa

—No los de la sección prohibida—Les susurró, antes de levantarse y regalarles "la sonrisa de niña buena" según la llamaba Sebastian—. Feliz Navidad.

—Creo que somos una mala influencia para ella— Dijo Ron y Sebastian, que aún miraba la espalda de Hermione en retirada, se permitió reír

<<" O Weasley, estás realmente jodido y no tienes ni idea...ni la más mínima idea">>- pensó, pero limitándose únicamente a un asentimiento.

•✠•❀•✠

—Seve...Severus—Tartamudeó Quirrell y Sebastian se congeló en su lugar.

<<" ¿Qué está haciendo mi padre aquí? ¿Por qué ataca al abuelo?">>

—No me quieres como enemigo, Quirrell

—No...no...sé...de... qué estás hablando

—Lo sabes perfectamente—En ese momento su padre pareció escucharlo, porque volteó y Sebastian tuvo que tapar su boca con su mano cuando un jadeo de sorpresa se le escapó, pero logró alejarse antes de que su padre lograra quitarle la capa —. Pronto volveremos a charlar—Dijo volteándose hacía el falso profesor—. Cuando tengas tiempo para decidir dónde está tu lealtad.

La pequeña reunión fue interrumpida por Filch y su advertencia de que un estudiante no estaba en la cama, lo que hizo que Severus saliera corriendo porque estaba muy seguro de que se trataba de su hijo. Solamente esperaba que no hubiera cometido la locura de ir tras la piedra solo.

Sebastian, por su parte, entró en la habitación a su espalda, encontrándose con un gran espejo, al cual se acercó con cautela. Sin embargo, no pudo evitar abrir los ojos cómicamente cuando, tras leer las inscripciones, descubrió que se trataba de un espejo de Oesed.

Aunque lo que verdaderamente lo dejó sin palabras, fue el reflejo que vio en el...

•✠•❀•✠

Cuando Hermione llegó a la mansión, no se contuvo al estrellarse contra su madre en un abrazo aplastante.

—No sabes cuanto te extrañe, mamá

—Yo a ti, mi pequeña

—Al parecer vinimos sin razón, amor...está claro que aquí nadie nos necesita

—¡Padrino! —Gritó Hermione al ver a Regulus y corrió hacía él.

Black, al ver sus intenciones, lanzó un hechizo de peso pluma no verbal y la atrapó cuando ella saltó a sus brazos, para luego girarla, haciendo que todas las mujeres rieran.

—Creo que a veces olvidas que ya no estas tan pequeña como para que tu padrino te tome en brazos—Se burló, pero sin bajarla y Hermione se encogió de hombros.

—Para algo tenemos magia—Él se río, dándole un beso en la mejilla, antes de dejarla en el suelo y cancelar el hechizo —Madrina—Dijo antes de estrellarse contra la rubia, dejándola sin aire.

—También te eche de menos, mi ratoncito

—Me gustaría, Hermione, que mi esposa recupere su capacidad de respirar—Ella soltó a Daphne y le sacó la lengua a su padrino haciendo que todos rieran—. No puedo creer que hayamos dejado al mundo mágico en manos de estos niños—Se burló, pero paró de reír cuando notó que Hermione se alejó, seria y tensa— Pequeña, yo...

—No, tienes razón padrino—Los adultos entrecerraron los ojos—. Más cuando pienso desobedecer a mi padre—Los presentes no pudieron evitar la conmoción—. No dejaré que Dumbledore destruya la piedra filosofal.

—Hermione, cariño—Intentó su madre y ella negó con la cabeza enérgicamente.

—Padrino ¿crees que es posible replicar una reliquia legendaria?

—Si—Respondió no muy seguro a donde quería llegar su ahijada—. Se puede, pero no su magia

—Aunque—Intervino su esposa—, si se puede impregnar la réplica con la magia de la verdadera reliquia, creando un señuelo. Pero aún así no tendría las mismas funciones o propiedades que la original

—¿Pero si la misma firma mágica? —Quiso confirmar Hermione y su madrina asintió

—¿Qué planeas hacer, ratoncito?

—Una copia de la piedra y hacer que Sebastian la intercambie

—¿Ya descubriste para qué sirve? —Ella asintió nerviosamente

—Pero no se lo dije a nadie, porque primero quería asegurarme de que era posible crear una réplica, y sabía que, si existe alguien capaz de tener los contactos que pudieran hacerlo, sería mi padrino

—Y también sería el que no te negaría nada de lo que le pidieras; inclusive desafiar a tu padre—Habló Regulus con una ceja levantada y Hermione le sonrió con su sonrisa de "niña buena", haciéndolo resoplar—. Serás nuestra perdición, pequeña.

—No, seré su salvación—Dijo con altanería y todos se carcajearon.

•✠•❀•✠

—¡¡Papá, papá, papá!!—Entró el azabache gritando en las mazmorras, olvidándose de todo.

—¿Sebastian? —Severus se levantó rápidamente, con su varita en mano, y fue a abrir la puerta de su oficina.

Si su hijo estaba gritando de esa forma, olvidándose de su tapadera, en medio de noche, sólo podría significar que estaba en grave peligro.

—Papá—Soltó Sebastian con un suspiro cuando se estrelló contra él y aspiró su aroma. Rápidamente Severus lo rodeó con el brazo e inspeccionó la zona con la varita en alto—La vi papá, la vi...—Al notar que nadie perseguía al chico, lo tomó por los hombros y se agachó a su altura.

—Sebastian, cálmate—Dijo al ver las lágrimas—¿A quién viste hijo? ¿Quién te hizo daño?

En ese momento el chico se dio cuenta de su error, por lo que abrió desmesuradamente los ojos antes de voltear a todos lados a ver si alguien lo había seguido o escuchado.

—Sebastian, mírame —Le demandó tomando el rostro del chico—¿dime que está mal?

—Yo...yo lo siento...—Dijo y rompió en llanto, por lo que Severus lo llevó adentro y cerró su oficina con todos los hechizos protectores que conocía.

—Shh, shh, está bien

—No—Lloró—, no está bien. Pude arruinarlo todo. Exponernos

—Calma y cuéntame que sucedió, hijo—Lo arrulló Severus en sus brazos.

—La vi, vi a mamá—El hombre se tensó, pero guardó silencio—. Los vi a ti y al abuelo discutir. Cuando apareció Filch corrí y terminé en una sala con un gran espejo. Ella estaba ahí papá, estaba conmigo...

—Sebastian—el chico no quiso sacar el rostro del pecho de su padre, por lo que Severus tuvo que tomarlo entre sus manos nuevamente—. Hijo—esa palabra hizo que él lo mirara—. Tu madre, ella no está aquí. Ella se ha ido

—Pero...yo...

—Se lo qué crees haber visto, pero no es ella hijo

—Es injusto—Gritó y golpeó al hombre en el pecho. Severus se lo permitió y lo abrazó con más fuerza.

—Lo sé, lo sé...pero lo que viste se llama espejo de Oesed. Te muestra el mayor anhelo de tu corazón—Sebastian volvió a llorar—. Creo que yo también la vería... estoy seguro de que vería a tu madre...—Susurró, mientras dejaba un tierno beso en el cabello de su hijo—Tienes que saber que tu madre te amaba mucho y luchó con su vida para evitar que te llevarán. Por los nueve meses que te tuvo con ella, fue la bruja más feliz; no hubo día en el que no te leyera o cantara...estaba muy orgullosa de ti, hijo... al igual que yo

—Lo siento—Lloró contra el pecho de su padre

—No, perdónanos a nosotros hijo. Nunca debimos ponerlos en esta situación

—No—Dijo con determinación Sebastian al separarse—. Yo me equivoque, deje que mis emociones me dominaran

—No seas tan duro contigo. Tienes sólo once años

—No importa, pero soy tu hijo y nieto del Señor Oscuro. Tengo que poder controlarme. Hoy pude echar todo a perder; sé que mi madre está muerta y si quiero vengar su muerte tengo que hacerlo mejor—Severus le regaló una amplia sonrisa que demostraba cuán orgulloso estaba de su pequeño.

—Bien—Dijo acariciando suavemente su cabello—, pero continuaras mañana. Hoy celebraras yule conmigo

—Pero papá

—Shhh, me aseguraré de que tengas una coartada sólida por la mañana

—Gracias—dijo abrazándolo

—A ti por ser como ella

•✠•❀•✠

Como todos los años, los Malfoy realizaron un baile para Año Nuevo; si bien Hermione no podía asistir como invitada, si se quedaría esa noche en la mansión, ya que a lo largo de los años su padre solía asistir y los jóvenes Riddle establecieron un pequeño ritual con Draco, que consistía en que, después de que el rubio hiciera su aparición en la fiesta, siempre tenían una pijamada. Aunque este año había cierta nostalgia porque ni Sebastian, ni su padre, los acompañaban.

Igualmente, Narcissa le había dejado en claro que siempre que ella quisiera era más que bienvenida a repetir su ritual. Además de que sus padrinos y primos también asistirán este año.

Fue volviendo de las cocinas, tras asaltarla por sus pasteles favoritos hechos por su elfina, que notó que la red flú familiar se había activado antes de lo previsto y un hombre corpulento salió tirando de un niño, para luego patearlo cuando éste cayó al suelo.

Hermione jadeó y soltó todos sus dulces cuando tapó su boca con sus manos, sonido que al parecer el invitado no había escuchado.

—Maldito inútil. Ni siquiera puedes estar listo a tiempo y ahora ¡Me dices que una sangre sucia te está superando! —El hombre se agachó y tomó al chico, que temblaba, por la túnica. — A veces me pregunto porque no te maté junto a la puta de tu madre.

—¿Hermione? —La dulce voz de Narcissa se escuchó y sacó a la chica del shock.

De pronto, tras una mirada rápida a la rubia, la castaña tomó su varita e hizo que el hombre se estrellara contra el otro lado de la sala. Eso hizo que tanto él, como su hijo, dedujo Hermione a partir de la conversación, la miraran con los ojos bien abiertos.

—¿Qué crees que estás haciendo? —Le espetó y cuando el hombre iba a atacarla, fue desarmado por Narcissa.

—Créeme Theodore, acabó de salvarte la vida.

—Pero ¿Quién se cree esta mocosa que es? ¡Necesita que alguien la ponga en su lugar! —Hermione lo ignoró y se acercó al chico.

—¿Estás bien? —Theodore II asintió muy confundido y se corrió cuando ella iba a tocarlo —No soy una sangre sucia, si es lo que te preocupa —El chico se sonrojó de la vergüenza y negó con la cabeza.

—No es eso, no me gusta que me toquen

—Puedo ver porque—espetó, antes de levantarse, notando que el hombre seguía inmovilizado, pero ahora también había sido silenciado.

—Cissy—llegó corriendo Lucius Malfoy, seguida de Draco y el matrimonio Black—Hermione—soltó con sorpresa, mirando entre ella y los Nott

—¿Quiere saber quién soy, Lord Nott? —Siseó, acercándose al hombre—Soy su futura Señora; soy quien lo salvó de cometer el peor error de su vida, de matar a su único heredero; Soy la hija de su Señor—El hombre refunfuñó—. Lady Malfoy—Los adultos abrieron aún más los ojos ante el tono formal—¿Sería mucha molestia para su familia, acoger como aprendiz o protegido al heredero Nott?

—No, mi Señora

—Draco

—Si, mi Lady—Dijo el rubio dando un paso al frente con toda la elegancia que caracterizaba su estatus. Igualmente ella podía sentirlo sin necesidad de mirarlo—. Lleva a nuestro invitado a nuestra ala y dile a Tris que lo ayude con sus heridas. Lady Black ¿podría ayudarlos?

—Por supuesto, mi Señora—Theo estaba tan conmocionado que permitió que su amigo de la infancia y la rubia desconocida lo ayudaran a levantarse, antes de que lo arrastraran fuera de la sala.

Todo ese tiempo no pudo despegar los ojos de la nacida de muggle de Gryffindor más famosa de Hogwarts y mejor amiga de Harry Potter.

—Ahora Lord Nott ¿Qué haremos con usted? —Lucius se aclaró la garganta

—Mi señora, sin faltarle el respeto, pero creo que a su padre no le gustaría que dañe a uno de sus ex compañeros de escuela. Lord Nott es uno de los más fieles seguidores con los que contamos—Hermione se acercó y levantó la barbilla del hombre con su varita.

El hombre se mostró inmutable.

—Pero ha mentido en su juicio ¿no es así, Lucius?

—Mi señora...

—Responde—Ordenó y todos pudieron ver a su padre en ella; no a la niña de doce años que tanto amaban. Un claro recordatorio de quién era en realidad.

—Si, uso los mismos fundamentos que yo

—¿Autorizado por mi padre?

—No—Respondió el rubio, tragando el nudo que se le había formado en la garganta y Hermione volvió a colocar su atención en el hombre que tenía en frente.

—Te crees superior por torturar a un niño que por respeto o temor jamás se defendería ¿no? —Le espetó—Dime Lucius, ¿crees que, si le digo a mi padre que quiero su cabeza, me la negaría? ¿O si le dijera que intento hechizarme, me impediría matarlo? —El rubio miró a su esposa con sorpresa por la declaración, ya que nunca habían visto así a la niña, y Narcissa asintió

—Por supuesto que no, mi Señora—Hermione se acercó todavía más a Lord Nott

—Harías bien en recordar quien acaba de perdonarte la vida. Puedo ser más misericordiosa que mi padre, pero sigo siendo su hija—Con eso canceló el hechizo y se levantó

—¡El Señor Oscuro no tiene una hija! ¡No sé qué problemas tienes en la cabeza, pero tomaré a mi hijo y me iré de aquí! —Hermione lo miró por sobre el hombro.

—Padrino—Regulus suspiró derrotado y negó con la cabeza antes de apuntar su varita a Theodore I

—Crucio—El hombre, dado la sorpresa por el accionar de Lord Black, no estaba preparado para el hechizo de tortura. Por lo que cuando éste golpeó su pecho, cayó de rodillas y gritó.

Hermione se acercó a Regulus y le tocó el brazo para que éste aumentara la intensidad del hechizo, antes de hablar. Después de todo no existía alguien más dotado para el hechizo de tortura, después de su padre, que el hijo de Walburga Black.

—Ya que tanto te gusta torturar a indefensos, veamos cuanto resistes—Siseó, justo antes que los gritos incrementaran. —Padrino—Regulus dejo caer el hechizo—. Ahora Lord Nott ¿sigue creyendo que estoy loca?

El hombre tosió y escupió la sangre acumulada en su boca, por morderse la lengua, antes de mirarla.

—¿Quién eres?

—Ya se lo dije, soy la hija de su Señor y créame, puede que mi padre lo estime, pero no estará para nada contento cuando le informe sobre esto—Por primera vez la castaña vio el terror reflejado en los ojos del hombre—. Ahora—Dijo volteándose hacia los mayores—, sé que luego me regañarán, pero no permitiré este tipo de abuso hacia un chico que no ha sido más que excelente en Hogwarts. Es un leal amigo de Draco y una digna competencia debo agregar.

>>En unos pocos años, él será mi servidor y no permitiré que ese futuro brillante se arruine porque un matón no puede manejar sus propias inseguridades. ¡Por Salazar, es su maldito padre! Así que los dejo aquí y arréglenlo como lo crean más conveniente; si desean también seré quien le informe a mi padre, pero ahora iré con mi nuevo amigo. Con permiso.

—Hermione—Llamó su padrino, quien todos sabían que sería al único al que la castaña escucharía en ese estado—. Si bien estás en tu derecho, recuerda quienes son tu familia y que aún respondemos al mismo Señor.

—Ahí es donde te equivocas, padrino. Ustedes sirven a mi padre, yo no—Los mayores cerraron los ojos con fuerza—. Pero es cierto, son mi familia y lamento haberlos puesto en esta posición, por lo que intervendré para que no haya castigo por parte de mi padre. Sin embargo, no me arrepiento de lo que hice y lo haría de nuevo—Los mayores asintieron y dejaron que se fuera, antes que una sonrisa de orgullo se plasmara en sus rostros

—Será una gran líder—Reconoció Narcissa

—Si, será una gran Malfoy—Se regodeó Lucius y fue golpeado por su esposa

—No, será una gran Lady Oscura—Espetó de forma sobreprotectora Regulus, haciendo que Lucius riera, antes de girarse a mirar a Theodore I—Y tú—Dijo para luego patearlo—. Ahora veras porque no tienes que insultar a mi ahijada.

Los Malfoy silenciaron la habitación, tras el segundo hechizo del grimorio de la familia Black que salió de los labios de su amigo, antes de dejarlo solo. Estaba claro que Lord Black estaba más que capacitado para lidiar con un abusador.

•✠•❀•✠

Cuando la puerta de la habitación se abrió, Daphne detuvo sus movimientos y Draco se paró firmemente a un lado de la cama donde estaba recostado su amigo.

—¿Cómo está?

—Mejor, mi señora—Hermione suspiró

—Tranquila, madrina. Estamos solos aquí—La mujer asintió y continuó con las curaciones—y lo siento por lo de allá abajo; sé que debe ser difícil cumplir órdenes de una niña a la que vieron tanto nacer como crecer, además de que tengo sólo doce años.

—No es eso, mi ratoncito—Daphne le sonrió con ternura—. De hecho, es tranquilizador ver que podrás seguir con tu legado en el futuro. Es sólo que...nos preocupa y duele que tengas que crecer tan rápido. Si bien esto es un evento aislado, la velocidad con la cual reaccionaste, nos demuestra cuánto has tenido que madurar.

—No estamos destinados a tener infancias normales—La rubia suspiró

—Lo sabemos, pero eso no lo hace más fácil—Hermione asintió y al ver que su madrina había terminado, se acercó a Theo

—¿Qué tan malo es? —El castaño, con timidez, intentó sentarse—No, no te preocupes. Debes descansar

—He estado peor—Tras la mirada oscura que le dirigió Hermione, se sonrojó—. Lo siento

—No eres tú quien debe disculparse—Tras eso, miró a Draco—¿Desde cuándo sucede esto?

—Desde siempre, pero ha empeorado tras la muerte de su madre

—Asesinato querrás decir—Draco apartó la mirada—¿Cómo nunca supimos nada?

—No es que molestemos al Señor Oscuro con estas cosas. Madre ha intentado que Theo se quede con nosotros el mayor tiempo posible, por eso había veranos en los que yo iba con ustedes y no al revés

—¿Ustedes? —Todos voltearon a ver al castaño, quién se dio cuenta que pensó en voz alta, por lo que bajó la mirada y susurró una disculpa.

—¿Estás segura de esto, Mía? —Preguntó en un susurró Draco, al notar que su amiga se estaba planteando revelar el mayor secreto de la familia a Nott.

—Nott, mírame—el chico lo hizo—. Si logró sacarle a tu padre tu custodia ¿qué estarías dispuesto a hacer por mí? —Al notar con la rapidez que el chico iba a responder, ella lo detuvo—. Cuidado, podemos tener doce años, pero nuestra palabra tiene un gran valor

—No tengo que pensarlo demasiado, mi Señora—Ese nombre le resultó extraño en la lengua—. Si usted logra alejarme de mi padre, inclusive no me importa si soy repudiado, yo haría cualquier cosa por usted.

—¿Me darías tu plena lealtad? —Le cuestionó con una ceja levantada y Theo miró a Draco, quién tenía su máscara de indiferencia—. No lo mires a él, es conmigo con quién debes negociar, y como dije no debes responder aún...piénsalo—con eso ella iba a irse, pero la voz de Theo la detuvo.

—¿Podría pedir una sola cosa a cambio? —Hermione lo miró divertida por sobre el hombro y Theo miró a Daphne, inseguro.

—Madrina...—No necesitó continuar para que la mujer le sonriera y, tras dejar un beso en la cabeza de su ahijada, se fuera—Continua, pero no puedo prometer nada.

—Se que mi padre es cercano al Señor Oscuro, pero si es cierto que usted es quién seguirá...cuando...en el futuro...—Hermione asintió para darle confianza y fue a sentarse a los pies de su cama—Yo...me gustaría—Cerró los ojos y Draco colocó su mano en el hombro de su amigo, detalle que no pasó desapercibido por Hermione—. A mí me gustaría reclamar, bajo mis términos, mi venganza contra mi padre.

—¿Sabes lo que estás pidiendo?

—Sí y puede que crea que no lo sé por mi edad. Pero vi a ese hombre matar a mi madre y golpearme después por llorarle. Sin embargo, mi madre no murió el día que todos creen, ella moría cada día que él llegaba a la mansión y ella no estaba embarazada de un repuesto. Ella creía que no lo sabía, pero desde los seis años que entendí lo que realmente pasaba—Theo buscó los ojos de Hermione—. Usted lo sabe, aunque nuestro cuerpo tenga doce, nuestras mentes...

—Tuvieron que crecer más rápido—Reconoció Hermione y Theo asintió. La chica miró a Draco y vio, como siempre, ese apoyo incondicional—. Hay muchas cosas que no sabes, Nott—Eso causo que los tres rieran—, pero...vendrá una guerra, muy pronto espero. En la que mi padre volverá a tomar el poder —Theo asintió en comprensión—. Sin embargo, eso llevará tiempo—Reconoció la castaña—, pero si logras mantenerte firme y tu progenitor sobrevive a la guerra... Yo misma te lo entregaré, para que tomes tu venganza de la mejor forma que te parezca—El chico abrió desmesuradamente los ojos—. Ese será mi regalo por tu lealtad, aunque la estaría pidiendo ahora y tu primera prueba sería que confiaras en que cumpliré con mi palabra, llegado el momento.

—Tiene mi lealtad, mi Señora—Dijo y miró entre los dos amigos—. No sé si debo hacer algo más.

—No—Se río Hermione—. Al menos no por el momento...aunque me gustaría saber si estás lo suficientemente bien como para ponerte al día o deseas descansar. Sin presión—Aclaró

—Estoy bien, usted lo detuvo antes que se pusiera realmente feo. No ha sido nada esta vez—Hermione cerró los ojos para tranquilizarse, antes de mirar a Draco—. Dragón, ¿por qué no movemos la pijamada a este cuarto?

—Por supuesto, Mia—Él le sonrió y beso su cabello, antes de ir hacia la puerta

—¿Puedes decirle a Tris que envíe más pasteles? Los últimos quedaron esparcidos por todo el piso de la sala flú

—Ahora entiendo tu ira—Se burló antes de irse

—Es tan extraño. Ustedes suelen odiarse en Hogwarts—Theo se sonrojó—. Sobre eso...creo que le debo...

—No, tranquilo. De hecho, el cómo me trataste o bueno a quien creías que era una sangre sucia, fue uno de los determinantes para traerte a bordo—Theo asintió—. Bueno te contare una historia Theodore

—Theo por favor, odio es nombre de Theodore—Hermione asintió

—Cuando estemos solos o en compañía de nuestros amigos comunes, puedes llamarme Hermione. En el colegio espero que me sigas tratando como hasta ahora y ya en entorno más formal, si con mi título—El chico asintió, mientras lentamente se acomodaba contra la cabecera de la cama y Hermione se subió a esta, recostándose por unos de los postes—. La historia es de cómo el niño que vivió en realidad es nieto del Señor Oscuro y la amiga sangre sucia de Potter, es su hija...

La expresión de Theo le quedaría grabada a fuego a Hermione por mucho tiempo.

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Por favor! Diganme que no fui la única que casi llora con Severus como padre!!??

Además Regulus Black como padrino y esposo!!!HOMBRE AL QUE LE REZO!!!

Mi Daphne, al menos en un fic tiene algo de felicidad, reportense quienes la aman tanto como yo!!

LLEGO HERMIONE OSCURA!!! Si es así con 12, no me imagino con 16 *insert risa de Bella*

Bueno sin más dejen sus comentarios, que saben que esta historia es mi favorita, mi pequeño oscuro y loco BB.

Los quiero!