Capitulo 8

Bruno quería que el ambiente fuese lo más romántico posible así que colocó varias velas en la habitación, al entrar a esta Mirabel se quedó estática por varios momentos, a pesar de que era algo sencillo le causó que se pusiera más nerviosa de lo que ya estaba.

Sin más la tomó de la cintura, la apegó a su cuerpo y la besó con ferocidad siendo gustosamente correspondido. La recostó en la cama, se subió encima suyo y empezó a desvestirla, ella se dejó sin decir nada.

— ¿Encerio quieres hacerlo?— Le preguntó mientras le retiraba la última prenda — Aún no sabemos si Hernando te hizo algo, así que...

— Deja de preocuparte por eso, de verdad estoy segura de querer entregarme a ti — Le quitó la ruana, la camisa y besó su torso desnudo — Quiero entregarte lo más valioso que tengo, porque te amo y confío en ti

— Nunca he hecho algo como esto, tengo miedo a lastimarte o que no te llegue a gustar

— Se que no me vas a lastimar

Uniéndose de nuevo en un beso, el pelinegro sin pensarlo 2 veces ingresó 1 dedo en su feminidad, esta soltó un gemido y pasó a morder el labio inferior cuando esté agregó un segundo dedo a la ecuación.

— Estás tan húmeda — Susurró a su oído

La chica tomó el miembro de su amante y lo acarició frenéticamente, se sintió tan excitada al escuchar sus roncos gemidos muy cerca de su oído.

Después de un rato de placer mutuo se prepararon para lo que seguía. Cuidadosamente entró, Mirabel se aferraba a su espalda incluso lo arañó un poco, respiró profundamente tratando de relajarse pues sabía que entre más nerviosa se sintiera más le dolería.

— Si tú lo prefieres podemos dejarlo hasta aquí — Besó su frente

— D-Descuida... se me pasará, solo espera un poco para acostumbrarme?... ¿Ok?

— Ok — Le quitó los anteojos y la miró directo a los ojos — Te amo mucho Mirabel, no quiera que por culpa de Hernando te pueda perder

— No me vas a perder, tranquilo, no dejaremos que se salga con la suya. Nada ni nadie nos va a separar

Un par de minutos después le indicó que podía moverme. Él obedeció, lo hizo primero lento y poco a poco tomó la confianza para aumentar el ritmo. De un momento a otro ella se encontraba encima del hombre y lo cabalgó con rapidez, sus jadeos y gemidos resonaban por toda la habitación confiados de que absolutamente nadie los oiría.

Llegó al orgasmo poco después, pero no sé detendría hasta que él también llegase al clímax, lo cual ocurrió minutos después, salió de ella rápidamente para así terminar fuera, aquel líquido manchando el torso de la femina, la limpió y se dió cuenta de que se había quedado dormida, besó su frente y la cubrió con una manta.

— Eres lo mejor que me ha pasado, Mirabel

Después también cayó a los brazos del morfeo.

[...]

A la mañana siguiente, Mirabel al despertar se dió cuenta de que Bruno no estaba a su lado, pero sabía que regresaría rápido y fue así, este al verla le sonrió, la besó en los labios y después de ponerle los lentes le entregó una bandeja de comida.

— Los demás se levantaron muy temprano para ir al pueblo a ayudar con un asunto muy importante, tu madre nos dejó el desayuno

— Gracias — Comió un bocado y al percatarse de que la mirada del hombre estaba sobre ella lo miro extrañada — ¿Qué pasa?

— Hasta comiendo eres adorable

Rodó los ojos — No soy adorable, pero gracias

Le acarició su cabello y después besó el dorso de su mano — ¿Te gustó lo de anoche?

— Me encantó, ¿Y a ti?

— También, fue la mejor noche de mi vida. Mirabel... Si algo llegara a pasarme recuerda lo mucho que te amo

Aquellas palabras la asustaron — ¿P-Por qué dices eso, hay algo que debería saber?

— Solo lo digo porque no sabemos que sería capaz de hacer Hernando, si llegara a tomar el total control sobre mi y no vuelva a verte nunca más...

— Eso no va a suceder, no lo vamos a permitir. Hernando será el que desaparezca,no se cuando y como, pero será así. Te lo prometo, serás libre finalmente

No pudo evitar llorar, quería ser fuerte, pero no podía. La abrazó — Estoy tan asustado

— Descuida, yo estoy contigo... Siempre estaré contigo pase lo que pase

— Deseo estar a tu lado el resto de mi vida, cuando sea el momento correcto casemonos, formar una familia, ser felices

Tragó saliva, sabía que eso sería casi imposible, aún así no quería perder la esperanza.

— Yo también deseo eso, pasar mi vida a tu lado

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top