Capitulo 16
La de lentes trataba de hacer reaccionar al hombre, pero este no respondía.
- Bruno, quédate conmigo por favor, no me dejes - Acariciaba su mejilla mientras lágrimas corrían por su rostro. Junto su frente con la suya - Te amo... Los amo tanto
Y como si se tratara de un milagro aparecieron sus padres acompañados de felix, Alma y Luisa quienes al ver a Bruno inconciente y sangrando se quedaron en shock, exceptuando Julieta la cual de inmediato se arrodilló frente a su hermano para examinar la herida.
- Debemos llevarlo a casa, rápido - Musitó Mirabel con un hilo de voz
- Estamos muy lejos del pueblo, pero por suerte tengo algo que retrasará esto un poco mientras llegamos. Tranquila, hija
Con ayuda de Luisa llevaron al hombre a Encanto, al llegar a casita lo llevaron a la habitación de Mirabel, por suerte este había despertado para que así pudieran darle un remedio. Al estar totalmente recuperado pidió que Mirabel se quedara a su lado, al principio Agustín intentó que eso no sucediera, pero al ver como su hija le suplicaba con la mirada aceptó y sin más todos salieron de ahí dejándolos solos.
La joven golpeó al pelinegro en el hombro - ¿¡En qué estabas pensando, tonto!? Me diste un susto
- Creí que era lo correcto, no mereces que Hernando te haga daño
- Tenemos un plan para detenerlo, asi que no intentes algo más ¿Ok? Si te llega a pasar algo... No lo soportaría, mi vida no tendría sentido sin ti - Lo besó en los labios
- Ay mi Mirabel - Tomó su barbilla y acarició esta con su pulgar - Este amor es tan intenso, pero también tan peligroso
- ¿No piensas dejarme, o si?
- Te prometo que no, no haré algo más que te llegue a asustar, lo último que quiero es que te pase algo, les pase algo - Tocó su vientre y sonrió tiernamente
- El producto de nuestro amor prohibido, pero tan bello. Sigo sin creermelo, tengo tanto miedo de ser mamá
- Comprendo tu miedo, pero seremos los mejores padres para esta criatura. Estaré para ambos. Lo lamento mucho, mi amor, no debí haber intentado atentar contra mi vida y...
Puso un dedo en sus labios haciendolo callar - Shh... Lo importante es que ya estás bien, que estás conmigo - Dicho esto lo besó
Aquello se intensifico, no querían parar, se deseaban demasiado. Como si se tratara de una porcelana delicada, la recostó en la cama y se pudo encima suyo mientras le besaba el cuello y le quitaba de una por una las prendas, ella después hizo lo mismo.
Ya estando completamente desnudos, él ingresó en ella con sumo cuidado, pero en cuanto esta lo sintió por completo le pidió aumentar el ritmo un poco, aunque un poco dudoso pues no quería lastimar al bebé de todas formas le hizo caso. Los jadeos resonaban por la habitación además de palabras dulces. El orgasmo llegó poco después, se recostaron y se abrazaron, Bruno miraba a tan hermosa chica debajo suyo, le depositó un beso en la frente y entrelazó sus dedos con los suyos para después decirle:
- ¿Te casarías conmigo?
Aquello definitivamente no se lo esperaba en ese momento, aún así no dudó en darle su respuesta con rapidez.
- Acepto... Quiero ser tu esposa
- Te debo el anillo, lo siento
- No importa, está bien, mi vida
Más tarde, al salir de su alcoba Mirabel se topó con su abuela la cual le brindó una mirada de desaprobación.
- No vas a estar con Bruno - Le dijo firme
- Lo siento mucho, abuela, pero no pienso dejarlo. Nos amamos y nos vamos a casar quieran o no
- Hernando será su mayor pesadilla, no los dejará vivir en paz
- Con nuestro plan lograremos detenerlo de una vez por todas
Tras decir eso, se retiró de ahí ignorando por completo las miradas de desaprobación de su familia.
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