Capitulo 14
Julieta estaba dispuesta a ir a su habitación, pero fue sorprendida por su hermano el cual la notó bastante seria y justo antes de poder preguntarle ella se adelantó en hablar.
— Mirabel tiene 15 años
Supo de inmediato a que se estaba refiriendo.
— Lo se, pero...
— ¡Y tu tienes 50 además de que eres su tío! ¿En que estabas pensando, Bruno?
— Se que no es correcto, que en cuanto todos lo sepan van a estar encima de nosotros con críticas y rechazos, sobre todo a ella, pero no lo pude evitar. La amo
— Si en verdad la amas, dejala ir
— No soy capaz, aunque quiera no podré hacerlo. No quiero dejarla sola en la situacion que va a afrontar más adelante
— No está sola, todos podremos lidiar con Hernando
— A eso no me refiero
Al entender de lo que estaba hablando lo abofeteó, obviamente se sintió arrepentida de aquello, pero su orgullo (Y el enojo) le impidió disculparse.
— ¿Cómo pudiste ser tan irresponsable? No puedo creer esto de ti
— No fue mi intención, simplemente sucedió o más bien sucederá, aún son pocos días los que han pasado
— ¿Y cómo lo supiste?
— Lo acabo de ver en una visión
— ¿Osea que Mirabel aún no sabe, no se lo has dicho?
— No, pero obviamente lo sabrá tarde o temprano
— Es una niña, por dios, es demasiado joven para cargar con una responsabilidad así. Mantén tu distancia de ella por unos días
— Pero no...
— Por favor, mañana llevaremos a cargo un plan para detener a Hernando
— Él probablemente este escuchando
Le guiñó el ojo, siguió hablando — No te preocupes, no nos ganará
Lo que ninguno de los hermanos sabía era que Agustín había escuchado toda la conversación.
[...]
A la mañana siguiente durante el desayuno, todos estaban en completo silencio, Pepa era consolada por su esposo ya que había despertado sin su don al igual que Antonio el cual abrazaba a uno de sus peluches.
Mirabel trataba de tomar la mano y Bruno, pero este alejó esta, ella se cercioro de que no fuese cualquiera de sus otras personalidades, pero no fue asi cosa pues ya había aprendido a diferenciarlos fácilmente, aún así le pareció extraño su actitud.
- ¿Estás bien? - Le preguntó en un susurro
Este simplemente no le respondió. Se dió cuenta de un golpe en su labio.
De repente Agustín se levantó, tomó a su hija del brazo y la llevó a la estancia donde sin más le dió una bofetada.
- ¿Pero qué... Por qué me golpeas, papá?
- ¡Ya se todo, se que estas con Bruno!
- ¿Cómo lo supiste?
- ¡Eso es lo de menos, es tu tío!
- Yo lo amo
- ¡TE ENTREGASTE A ÉL Y AHORA ESTÁS ESPERANDO UN HIJO SUYO!
- ¿¡Qué!?
Y justo antes de que él hiciera algo más fue detenido por el pelinegro.
- Aléjate de ella - Dijo firme
Mirabel supo de inmediato que era Hernando. Este la miró, tenía los ojos en un verde mucho más intenso cuando usaba su don de ver el futuro, cosa que la hizo estremecerse.
- ¿O sinó qué?
- Verás de lo que soy capaz
- No tengo miedo, Hernando
Rió - Pues deberías, porque soy demasiado peligroso
- Agustín aléjate de él - Le dijo Julieta
Este negó - No lo haré, si quiere enfrentarse a mi que lo haga, como lo dije hace unos momentos no le tengo miedo
- No me voy a enfrentar a golpes con un tipo como tu, no soy como el idiota de Jorge o el aburrido de Bruno que se dejan manipular por los demás o que se esconden detrás de un muro esperando a que sus problemas pasen. Prefiero otros métodos
Dicho esto rápidamente tomó a Mirabel y se la llevó, ella por más que intentó safarse no pudo hacerlo y nadie pudo alcanzarlos.
La llevó a pie de las montañas, al llegar, la bajó, se colocó encima suyo, aprisionando sus muñecas.
- ¡Sueltame Hernando!
- Eres mía Mirabel, ¡Mia!
- Yo no le pertenezco a nadie
- Nadie te va a alejar de mi lado, serás exclusiva para mi y con el bebé que esperas - Le acarició el vientre - Es más que claro que no podrás alejarte nunca
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