Capitulo 12

Mirabel tenía que hablar con Isabella ya que era obvio que sabía acerca de las personalidades de Bruno, aún no olvidaba su expresión cuando Hernando le pidió llevarla al río, sabia que no lo hizo con mala intención. Tocó a su puerta y recibió el permiso de entrar casi de inmediato, logró notar a su hermana mayor a orilla de la cama, con los brazos cruzados y una expresión de culpa y tristeza.

— Siento mucho haberte hecho eso — Dijo la joven — Pero Hernando me amenazó y... Perdón Mirabel

Esta se acercó y la abrazó — Se que lo hiciste por él,  así que no te preocupes que no estoy molesta contigo ni mucho menos me siento traicionada. Se que Hernando puede salirse de control a veces, pero en realidad no es como pensamos

— No sabes lo que dices, él es malo ¿Acaso no lo ves? 

— Solo quiere ser amado y yo estoy tratando de ganarme su corazón

— Está muy obsesionado contigo

— Me ama, ayer en la noche me lo demostró y me prometió que no volvería a infundir temor 

— No confíes demasiado, tarde o temprano sacará a la luz sus verdaderas intenciones

Suspiró — No creo que rompa su promesa, pero prometo tener cuidado

— Estás tan enamorada de Bruno que piensas que Hernando y Jorge lo están de ti

— Se que así es 

Dicho esto salió y ahora se dirigió con la abuela, a petición de su madre quería que le contaran la verdad de lo que estaba pasando para estar más al pendiente de que alguien no pierda su don.

Julieta fue la primera en hablar — Mamá ¿Recuerdas lo mucho que a Bruno le gustaba fingir ser otras personas?

— Si, lo recuerdo perfectamente, muchas veces se metió en problemas por ese tal Hernando

— Pues no estaba actuando, si existen Hernando y Jorge, son sus otras personalidades, Hernando es el que ha estado robándose los dones

— ¿Qué... Cómo?

Ahora Mirabel respondió — Tiene un segundo don que maneja él, puede hacer que las personas hagan lo que quiera, yo fuí víctima de eso y hasta llegué a pensar que Bruno me hizo algo, pero no fue así, ninguno de ellos me hizo nada. Cuando usa su poder con un madrigal con don se los quita temporalmente y deja una marca en el brazo 

 Mostró la suya y Julieta también, Alma trataba de asimilar todo lo que le estaban contando. No podía creer que lo que era un juego de cuando era un niño fuese real, se sintió culpable de que por su dura infancia pudo haber desarrollado tal cosa como lo es tener otras personalidades, era un tema del que muy poco se hablaba y del cual aún era un misterio. 

En ese momento entró Bruno a la estancia, al ver los rostros de su hermana, madre y sobrina supo de inmediato de que estaban hablando.

— No vayan a querer enfrentarse a él, saldrán lastimadas

— Hijo ¿Por qué no me dijiste sobre tu segundo don y sobre tus personalidades?

— No me hubieras creído, nadie lo habría hecho y solo me hubieran tratado de loco.  Julieta fue a la única que se lo dije y creo que no debí hacerlo, Hernando le tomó tanto odio que estaba dispuesto a hacerle daño en cada uno de sus embarazos, cuando nació Mirabel Jorge pudo contenerlo y hasta hace poco que volvió a salir y hacerles esto. Déjenos esto a Jorge y a mi

Mirabel se levantó de su asiento — No, todos vamos a detenerlo, pero debo de confesar que no creo que sea malo, más bien es incomprendido y necesita amor

Julieta acarició la mejilla de su hija — Cielo, se que crees que podrás hacerlo cambiar de opinión, pero no sabes en lo que te estás metiendo.

Bruno abrazó a la de lentes — No queremos que te pase nada,yo voy a resolverlo esto,no te angusties

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