Capítulo 2: Inicia nuestro camino

Desde aquel día los niños fueron tratados como si fuesen de la misma nobleza, cada uno podía pedir cualquier cosa y se le veía cumplido, nunca les falto ningún detalle a la hora de realizar sus actividades diarias; y sobre todo, trataban como a un hermano mayor, al mismísimo rey que los convocó en primer lugar.

Resulto que después del gran banquete del cual los niños pudieron aprender más acerca de la situación en la que estaban, al igual que sería ese día en el que se enterarían que Persival, el mismo joven con una sonrisa compasiva, en realidad era el rey de Xilium. A su vez que se enterarían del trasfondo de su convocación, la cual fue supervisada por uno de los 10 arzobispos más importantes de la iglesia de dicho mundo.

Con el pasar de los días los niños fueron sometidos a un gran numero de lecciones acerca del funcionamiento de la herramienta principal que les ayudaría en sus aventuras, dicha herramienta era por supuesto, la magia. Dicho anuncio fue bien recibido por los jóvenes, pues en si sabían que les podría ser contraproducente el no aprender acerca de este nuevo misterio para ellos.

Día con día durante 6 meses tuvieron que aprender acerca de los múltiples conceptos que la engullen, siendo los "centros mágicos" los principales de cada lección, al parecer cada ser vivo nace con una "fuente de mana" o mejor conocido como "centro mágico", dicho concepto plasma lo que seria la capacidad de un individuo para utilizar magia; los atributos, los cuales predominan en el "centro mágico" de los seres vivos; las afinidades de los atributos y sus fuentes de mana, los cuales les permite desatar todo el potencial de sus habilidades y evitar futuros accidentes; las habilidades, las cuales pueden variar dependiendo de un entrenamiento o una herencia; etc. 

Todo esto fue primordial debido a que un no se podían someter como tal a entrenamientos más exigentes, debido a sus físicos, falta de conocimiento de magia, sus edades, etc.

Y aunque el periodo de tiempo fue largo y cansado, solo fueron unos cuantos los cuales lograron un avance significativo respecto a este tipo de temas, dicho fue le caso de Shun, Joseph, Loyd, Elena y Riku.

Esto tuvo más relevancia justamente en el 6to mes, dicho día fue en que el instructor a cargo de los niños, el cual era un señor de edad avanzada de pelo y barba blanca, llamado Kurt; dicho instructor decidió enseñarles a los niños que detonaron un gran progreso en las artes mágicas, un avance y claves para llevar sus enseñanzas al campo, y así fue. 

En dicho día en los jardines del castillo, Kurt le permitió a sus alumnos realizar un entrenamiento básico para comprobar los avances e inspirar a los demás a mejorar, en dicho día hubieron grandes demostraciones, como fue el caso de Riku, que a través de su afinidad a la magia del atributo neutral, consiguió realizar un hechizo neutral llamado "Brake" dicho hechizo le permite desmantelar una superficie con la que entre en contacto, dicho hechizo le fue alagado por Kurt debido a que era algo complicado transmitir mana de manera ofensiva para un principiante; siguiendo así con la demostración de Elena, la cual no destaco en hechizos, sino en su gran afinidad y control sobre la magia del atributo natural, la cual le permitió hacer brotar flores de gran tamaño y controlarlas como si se tratasen de  látigos; el próximo fue Joseph, el cual detono una gran afinidad y un hechizo maravilloso de la magia del atributo agua, dicho hechizo fue llamado como "cuchilla de agua", dicho hechizo envolvía la mano de Joseph en agua y acto seguido podía realizar un tajo que comprobó tener potencia para dejar marcas en el muro del jardín; el siguiente fue Loyd, el cual detono un gran potencial y afinidad con el atributo fuego, lo cual de ayudaba a generar grandes bolas de fuego, pero su contra al igual que los anteriores, fue el hecho que su centro mágico al no estar desarrollado, este se canso muy rápido; el instructor no podía estar mas maravillado, sin embargo llego el turno de Shun, el cual  era un niño serio y no acostumbraba a generar conflictos, era la clase de personas que preferían analizar la situación y actuar en base a lo mejor posible, era más maduro e inteligente. No obstante... ese día fue completamente diferente.

-Profesor Kurt, podría darle una poción para restablecer el mana a Loyd, por favor- soltó Shun con seriedad. Dicho comentario dejó fuera de lugar a sus compañeros e incluso al instructor mismo

-¿Qué planeas hacer?- cuestionó Kurt con algo de intriga. Shun no volvió a repetir su petición, simplemente se aparto en una parte más despejada del jardín. 

-¡¿Acaso quieres una pelea, rarito?!- grito Loyd con algo de molestia. Al no recibir respuesta alguna de Shun, Kurt accedió a su petición. 

Y fue así que Loyd se acerco a la parte del jardín donde estaba Shun, Kurt decidió no decir nada y confió en el sentido común de cada uno de ellos, y a lo único a lo que se digno en decir fue:

-¡Comiencen!-

Fue ahí que Shun sin vacilar soltó un gran proyectil de aire con forma esférica, dicha esfera logro ser interceptada por una bola de fuego de Loyd, cosa que provocó una gran explosión.

-¡Wow!, ¡si que son fuertes!- grito Aldheleid impresionada

-¡E~están a la par!- dijo Baron con gran euforia

-Por supuesto que no...- dijo Kurt con un tono asombrado.

Y fue ahí donde cada niño notó como las explosiones empezaban a ser más cercanas a Loyd, y como este retrocedía poco a poco debido a su falta de mana y como las explosiones le afectaban constantemente; en contraste se podía ver a un Shun apagado que solo se limitaba a seguir lanzando sus esferas de viento, sin ningún problema o cansancio en sus acciones, hasta que... Loyd decidió darle un final a la batalla y mientras que se desplazaba a la derecha corriendo, lanzó una gran bola de fuego al suelo y esta misma se arrastro con velocidad hasta Shun.

Loyd con la respiración agitada se levanto contemplando la zona donde el humo de su explosión salía

-¡Maldita sea, debiste esquivarlo!- grito Loyd alterado, mientras se dirigía corriendo hacía el humo. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, 4 misiles verdes de magia impactaron en el estomago de Loyd y al impactar empezaron a rodear a Loyd con una gran velocidad mientras que Loyd seguía en el suelo por el impacto.

Fue ahí que el humo se disipó y pudieron ver con asombro a un Shun intacto el cual parecía estar rodeado por los mismos misiles mágicos que le lanzó a Loyd, dichos misiles lo rodeaban a tal punto que se podía decir que estaba justo en el centro de un pequeño tornado.

 -Para responder sus dudas, solo quería comprobar mis avances y conocimientos en algo mas "real"... y al parecer, terminare ganando- dijo Shun con un aire de superioridad y frialdad, cosa que dejó helado a su grupo y maestro, no obstante encendió la mecha en cierto joven

-Lo sabía... ¡yo sabia que el friki tenía una gran bocaza!- grito Loyd al mismo tiempo que generó una gran explosión de fuego generada por su cuerpo, cosa que lo dejo exhalando humo a grandes cantidades.

Fue ahí que Loyd en un último intento por ganar, concentro una bola de fuego en cada palma y comenzó a hacerlas más grandes. Mientras que Shun concentro el tornado que lo rodeaba en un brazo y lo apunto a Loyd... y ambos soltaron un grito mientras disparaban sus ataques, Loyd generó una enorme bola de fuego de 2 metros de diámetro, mientras que Shun soltó un tornado horizontal gigante con destellos verdes como flechas. Hubo una enorme explosión por la colisión de ambos ataques... sin embargo el tornado de Shun alcanzó de lleno a Loyd y a este mismo lo azotó contra la pared del jardín mientras tenia múltiples cortes con brotes de sangre en todo su cuerpo.

Loyd no había perdido la conciencia completamente; no obstante, seguía con intenciones de estar de pie aun con sus heridas de gravedad, cosa que lo llevo a provocar que Shun quisiera lanzar un ultimo ataque. Cosa que fue evitada gracias a la intervención de Joseph que lanzo un corte de agua a Shun, cosa que fue repelida por su escudo de viento, sin embargo, Shun fue rápidamente inmovilizado por un ataque de arena generado por Kurt que atrapó a Shun en el suelo ; mientras que Riku tomo a Loyd por los hombros y se lo llevó al interior del castillo en busca de ayuda.

Fue ahí donde se dieron cuenta que Shun fue el único que consiguió aumentar su centro mágico de una manera significativa, conocer su atributo predominante, desarrollar una habilidad y obtener un conocimiento basto acerca de las afinidades de cada atributo.

Tras ese incidente el resto de jóvenes comenzaron a estudiar más con el fin de alcanzar a sus compañeros que ya hasta habían enfrentado a una situación real.

Sus compañeros empezaron a ver con miedo a Shun, sin embargo, este volvió a ser el frió y serio que ayudaba a sus compañeros a entender cosas en las que el pueda ayudar. Cosa que poco a poco y por ayuda de su mejor amigo Riku logró recuperar la confianza de sus compañeros, y un nuevo rival.

Sin duda alguna, Shun fue nombrado como un prodigio en la magia por el mismísimo Persival y algunos miembros de la iglesia. Puesto que no solo poseía un centro mágico asombroso para su edad, sino que hasta domino una habilidad de la magia de viento llamada "viento esmeralda", una habilidad  que solo limitaron a describir brevemente.


+Dos año mas tarde+

Los niños crecieron y después del primer año en aquel mundo, todos podían disponer de magia, cosa que los llevaría al siguiente nivel, y dicho nivel sería la ampliación de sus centros mágicos para poder usar más mana y movimientos más poderosos.

Cabe aclarar que ahora el grupo disponía ya de varias edades: Cristopher, Baron y Elena, eran los mas pequeños del grupo con 10 años; Joseph, Elizabeth, Alexander, Aldheleid y Yuzu, les seguían con 11 años; Riku, Shun, y Hans , con 12 años de edad; y finalmente que con diferencia de meses, Loyd regia con unos 13 años.

Las cosas iban bien, puesto que ya comenzaban a emplear su magia en combate, y debido a la ampliación de centros mágicos, Shun perdió el puesto de más fuerte y lo compartía con Loyd debido a que en otros enfrentamientos que tuvieron, terminaron en empate.

El rey Persival, siempre estaba al pendiente de ellos, constantemente contemplaba sus practicas y brindaba consejos, al igual que actuaba como el hermano mayor de todo el grupo y el primer blanco de las chicas del salón. Cosa que era curiosa pues aunque el parecía imponer sabiduría en sus explicaciones, el afirmo ser un rey bastante joven que actualmente solo tiene 22 años de edad. Cosa que les facilito a los celosos del grupo en burlarse de el debido a su carácter infantil.

Pero justamente a esa fecha fue que las dificultades comenzarían para el grupo de chicos.

Era un día cualquiera, Riku se levantó temprano para disponerse a ir a la biblioteca del castillo para aprender acerca de su pasión, las criaturas mágicas. Mientras se levantaba de su cama y se ponía su equipo habitual, una camisa de manga corta gris con unos pantalones negros y botas del mismo color; el comenzó a recordar como su curiosidad lo llevo a recurrir a la biblioteca para conocer más acerca de las criaturas de ese nuevo mundo.

Riku no era exactamente alguien impulsivo, sin embargo era su hambre por conocer más el cual lo orillaba a actuar de vez en cuando, era inteligente y podía hacer razonamientos que lo llevaban a rivalizar con Loyd y Shun, sin embargo el disfrutaba más dejandoce llevar y siempre haciendo los entornos más ligeros para disfrutarlos con los demás.

Justamente al cerrar la puerta de su habitación se encontró con una de las sirvientas que los recibieron el primer día, dichas chica tenia una cabellera de color blanco con unos cuantos mechones de color azul, y por supuesto su heterocromia le daba un ojo derecho de color celeste en contraste a su ojo izquierdo marrón. 

-Oh, buenos días señor Riku- dijo la chica mientras realizaba una pequeña reverencia. La sirvienta parecía llevar un par de ropas de chica, cosa que Riku notó

-¿Aldheleid?- pregunto Riku arqueando una ceja mientras hacia una sonrisa de lado.

La sirvienta se limitó a asentir con la cabeza, mientras que Riku pareció contener una risa. -Así que... ¿otra vez se quemo por usa magia eléctrica o por pensar en el rey?- dijo Riku divertido, cosa que le saco un suspiro a la sirvienta

-Y esto no es nada comparado con lo que hacen los señores Hans y Baron- dijo resignada

-En eso si tienes razón, bueno, nos vemos en el desayuno Crysta... si es que llego- dijo Riku mientras que se encaminaba por el pasillo para ir a la planta baja, ya que era ahí donde se encontraba la biblioteca.

Ya estando en la biblioteca, se sentía tan a gusto que rápidamente empezó a buscar entre los estantes, cosa que lo llevo a rescatar distintos libros que hablan sobre las distintas especies salvajes que habitan el mundo.

Riku se sentó en la gran mesa que hay al centro de la biblioteca, cosa que lo llevo a tomar uno de los libros que tomó y comenzó a hojearlo. Cada imagen que veía, cada descripción, cada testimonio, lo hacia sentirse bastante intrigado y con ansias de explorar el mundo. Cosa que había querido hacer desde hace mucho, sin embargo, ningún joven había dejado el castillo desde su llegada.

-¿Cuántos libros van, Riku?- dijo una voz detrás de el, y se trataba de Alexander. 

Con su mirada cansada se le veía algo irritado mientras que llevaba una gran pila de 10 libro gruesos. 

-Los suficientes... creo, ¿necesitas ayuda con eso?- dijo Riku sonriendo mientras que veía con intriga su pila de libros. -Parece que ya tienes otro motivo para mantener esas ojeras- dijo Riku con una leve risa en sus palabras.

-No necesito tu ayuda, además estas no son por leer, son por ser el saco de boxeo de Loyd- dijo Alexander con algo de irritación.

-Cielos, ¿otra vez?- dijo Riku con sorpresa, -¿qué el no entrena con Shun?-

-No... le pedí ayuda, últimamente he querido mejorar así que... no le veo lo malo- dijo Alexander mientras se apartaba de Riku

-Simplemente recuerda pedirle a Crysta que te sane- dijo Riku a la lejanía, cosa que sería contestada con el sonido de las puertas cerrandoce.

Riku solo suspiro aliviado que al menos no le vio ninguna herida en su cuerpo y volvió a su lectura.

-Si que disfrutas esto, ¿eh?- soltó Persival que de la nada estaba sentado a un lado de Riku

-¡Ah!- Riku gritó con sorpresa como si de un fantasma se tratase.

Persival solo soltó una leve risa mientras que veía con intriga el acumulado de libros que tenía Riku a un lado de el. 

-¡No me espantes así!, ya tengo suficiente con leer sobre poltegeists y sandmans- dijo Riku conectando un leve golpe en el hombro del rey

-Ey, ey, ey, más respeto, soy tu rey- reclamó Persival.

-Si, si, lo aceptare cuando actúes como tal- dijo Riku con una leve risa

-¡Con que esas tenemos!- dijo Persival mientras tomaba la cabeza de Riku entre su brazo y su cuerpo, mientras que le le pasaba su nudillo en la cabeza como si se tratase de un cerillo.

La situación se mantuvo así durante un minuto, un Riku sonriente y divertido, y un Persival divertido y riendo.

-¿Qué puedo hacer por usted, majestad?- dijo Riku mientras se secaba una lagrima del ojo.

-Vengo a recordarte que ninguno puede perderse el desayuno de hoy, haré un anuncio importante- soltó Persival esbozando una sonrisa.

Riku solo asintió mientras que reía apenado, -siento que la culpa la tengo yo, ¿o no?- dijo Riku

-La ultima vez no bajaste de tu cuarto en dos días por estar leyendo- soltó Persival acusando a Riku con la mirada.

-Ok, ok, ire... además ya termine- dijo Riku mientras cerraba el libro y se levantaba del asiento.

-¡Perfecto!, bienvenido a bordo- dijo Persival solo para chasquear los dedos y desaparecer en un destello.

Al salir de la biblioteca, con mucha tranquilidad caminó hacía el comedor, no obstante, hubo cierto detalle que lo sacaría del mundo. Dicho detalle fue a ver a su amigo Yuzu tambaleandoce de lado a lado mientras que llevaba una mirada al suelo.  Riku se acerco a el con mucha confianza. 

-¿Noche difícil?- dijo Riku para revolver el cabello castaño pálido de dicho joven

-A~algo así- dijo Yuzu algo avergonzado mientras que buscaba los ojos de Riku.

-¿Es lo único que diras?, Cristopher, Elizabeth y tu desaparecieron por casi una semana, de no ser por Persival que nos aviso que entrenarían fuera del castillo... créeme que ya hubiera enfadado a Loyd y a Hans lo suficiente para romper los muros del castillo e ir a buscarlos- dijo Riku con un tono algo resignado y preocupado

-L~lo siento Riku, pero fue algo que surgió, y~y yo creo que valió la pena- dijo un Yuzu tartamudo y nervioso de la situación en la que estaba.

-*cof* Al menos ya salieron del castillo... nos vemos en el desayuno pequeño, y no causes más problemas- dijo Riku mientras revolvía el cabello del otro joven y se encamino al comedor para el desayuno. 

En el comedor y pudo ver como algunos de sus compañeros también se dirigían para allá. solo que algunos aún iban con un short y camisas algo usadas para dormirse. 

-(Parece que ya están bastante acostumbrados... o cansados)- pensó Riku con cierto nivel de impacto y sorpresa.

Se podía notar una gran diferencia con las chicas, las cuales ya se habían hasta bañado para esas horas de la mañana. Algo que enserio marcaba una diferencia entre ellos y ellas.

Fue ahí que divisó a su mejor amigo Shun que ya hacia sentado en una silla en el gran comedor donde sería el desayuno, y claramente se dirigió hacia el.

-Ey, parece que madrugaste, ¿eh?- dijo Riku mientras que le daba una sonrisa de oreja a oreja, debido a que usualmente el también llega tarde a los desayunos.

-Si... digamos que gracias a Loyd tuve que bañarme 3 veces para que el olor a humo se fuera- dijo Shun con algo de pesadez, -es un milagro que llegues a tiempo, usualmente te quedas leyendo en tu cuarto o en la biblioteca- dijo con intriga.

-Si... digamos que cierto fantasma perturbo mi plan de ayunar hoy- dijo Riku volteando a ver a la silla donde se sienta Persival.

-Y luego pones como excusa tu falta de alimento para faltar a los entrenamientos- dijo con una risa Shun

-¡Ey!- grito Riku parandoce de su silla, -si gustas... Loyd, tu y yo, afuera y veremos quien es el que no entrena sr. perfecto- dijo apuntando a Loyd que iba entrando en el comedor.

-¡¿Qué yo que imbécil?!- grito Loyd apuntando su dedo a Riku

-Tu no aprendes, ¿verdad?- dijo Shun entre un suspiro.

-Vaya, vaya, si que tenemos un interesante reto por acá- dijo Persival mientras que entraba al salón y tomaba el hombro de Loyd por la espalda, -¿y bien?, ¿van a pelear o a comer?- dijo con una sonrisa mientras que sus estómagos rugían.

El desayuno pasó de lo más normal, había un Joseph que arrasaba con cualquier cosa mientras aun tenia espacio, a una refinada Elena comer con calma, a un Cristopher cauteloso que se servía porciones fijas, a un Loyd gruñon que gritaba a la primera que escuchaba que alguien lo iba a retar, todos eran casi como una familia; pero ese día se podía ver a un Yuzu callado y distante, tanto así que no paso desapercibido por Riku, sin embargo no pudo decirle nada y a su vez, eso le causaba una muy mala espina.

Fue entonces que cuando el desayuno termino, todos los jóvenes se dispusieron a irse a realizar sus lecciones de ese día, sin embargo, fueron detenidos por una voz que los dejaría fuera de lugar.

-Ya esta todo listo, ya pueden pasar- menciono Persival mientras se levantaba de su asiento y extendía sus manos hacia las puertas cerradas del comedor.

Entonces, casi de manera inmediata las puertas se abrieron y por ellas entraron un gran número de personas de personas con ropas blancas y detalles dorados, y justamente al final de ellos, venía el mismo peliazul que los recibió el primer día en conjunto al rey y las sirvientas.

-Muy buenos días, jóvenes maestros- anuncio este mismo con una reverencia, -como ustedes me han de recordar, mi nombre es Albert, y soy uno de los 10 arzobispos de la gran iglesia de los dioses- esta vez había vuelto su voz más autoritaria.

Todos los jóvenes se vieron entre si y luego volvieron hacia Persival, el cual a juzgar por su mirada de relajación, supusieron que no diría nada.

-Eh de venir acá con el fin de anunciar sus próximos retos al futuro- dijo Albert con un tono más relajado.

-¿A qué se refiere?- preguntó Alexander con algo de intriga

-Llego la hora de que aprendan a luchar como es debido, y es por estaremos dispuestos a brindarles un gran aumento en sus centros mágicos y a su vez brindarles habilidades nunca antes vistas- esbozo Albert sin vacilar.

Eso sonaba como una buena idea, pues al fin y al cabo apenas habían desarrollado sus centros lo máximo para seguir un combate de 10 minutos, y después de presenciar diversos combates de prueba entre caballeros, supieron que aun les faltaba un gran abismo que superar para llegar al nivel de un héroe. 

Riku sintió como su corazón se aceleraba de la emoción, pues este estaba consciente que en cuanto mas rápido aprendieran a pelear, se acercaría más la hora de salir del castillo y explorar el mundo. En contraste algunos de sus compañeros parecían extrañados con el anuncio, puesto que ellos habían entrenado duro para aumentar sus centros mágicos y dominarlos, acaso ¿se les olvido hacer algo bien?

Estas miradas de confusión fueron lanzadas entre si hasta volver a Persival, cosa que sería notada por Albert y casi de una manera inmediata hizo un ademan extraño, cosa que provocaría que 3 jóvenes se levantaran y se pararan enfrente de dicho señor.

-Durante la semana pasada, estos jóvenes se han dedicado a este modelo de reforzamiento, y esto solo ha traído una gran mejora en sus aptitudes mágicas- dijo mientras postraba sus manos el los hombros de dos de ellos.

Esos jóvenes eran Cristopher, Elizabeth y Yuzu, los cuales estaban a los ojos de los demás con una mirada avergonzada, debido a que nadie los había visto en toda la semana pasada.

-Disculpen si los preocupamos, pero vimos la oportunidad de mejorar y acercarnos a nuestra labor de héroes, y fue justamente por eso que decidimos irnos a este reforzamiento- Elizabeth habló sin vacilar y con un tono digno de alguien de respetarse.

-*Tch* ¿acaso no se pusieron a pensar que nos preocuparíamos por ustedes?- dijo un Hans bastante frustrado que al parecer no le podía ni mirar el rostro a los otros jóvenes.

-Lo lamentamos, sin embargo sirvió para poder acercarnos a nuestro objetivo- nuevamente Elizabeth dijo sin rechistar

-*!Pum!* ¡pero somos una familia!- gritó un Hans bastante enojado mientras golpeaba la mesa con ambas manos. 

-¡Ey!, rojito... ¡al menos ellos tuvieron la convicción de mejorar!- esta vez habló Loyd, y para sorpresa de algunos pues el había defendió a los otros chicos, -solo esperemos que sus resultados no sean patéticos como los anteriores- reafirmo dicho chico mientras cerraba sus ojos y se recargaba en su silla.

-¿Cómo sabremos si nos beneficia o no?- habló Shun mientras miraba fijamente al arzobispo.

-Sobre eso...-hablo Albert, siendo rápidamente cortado por un Persival energético

-¡Ya se!, un combate de demostración- dijo mientras tenía destellos en los ojos. -El combate sera real y con ciertas reglas, pero... la verdadera pregunta sera, ¿Quién reta a quien?- dijo Persival mientras se tocaba la barbilla y pareciese pensar con detenimiento su futuro encuentro.

La sala entró en unos segundos de silencio, mientras que se pensaba quien pelearía. Los jóvenes con miradas serias se miraron entre si y volvieron a aquellos que estaban delante al arzobispo. El ambiente se había vuelto pesado cuando Hans confrontó a sus compañeros. No obstante, era más pesado el tener que enfrentarse entre si de una manera más seria, debido a que una cosa era entrenar y otra cosa era probarse en un combate real con el fin de alzarse sobre el sufrimiento del otro. Todo esto surgió, debido al incidente de Shun, todos tenían miedo al dejarse llevar y lastimar de gravedad a aquellos que ahora conforman su nueva familia; ni siquiera Loyd con su actitud errática llegaba a tal extremo.

-Yo lo haré- dijo un Yuzu con la mirada decidida, -y seré yo quien elija a mis contrincantes- menciono sin vacilar mientras le decía unas palabras en el oído al arzobispo.

-Comprendo, el combate de exhibición sera en 30 minutos en la entrada del castillo- anuncio Albert solo para dejar el salón sin decir quienes serian los que pelearían. -Les sugiero, que se alisten todos- dijo Persival con una sonrisa amable.

Todos fueron a sus respectivos cuartos a equiparse como es debido para un combate, pero aun así nadie podía ignorar el cambio repentino de actitud en Yuzu y por sobre todo su gran valor al retar a varios de sus compañeros, esto debido a que el había dicho "contrincantes". Esto era debido a que el era un chico con un cuerpo que no desarrollaba completamente musculatura como los otros chicos, su cabello era de un castaño apagado, en otras palabras poseía un aspecto bastante peculiar; cosa que lo llevo a ser constantemente acosado por diversas razones y forjar una actitud tímida. Era apegado a Riku a tal punto que siempre se la pasaban juntos entrenando, o simplemente esperando a que Riku terminase de leer en la biblioteca. Era un usuario de magia de tierra cosa que lo llevaría a realizar ejercicios físicos y complicados para ganar un dominio completo de su magia, debido a que la magia de tierra podían ser destructiva para el usuario debido a la volatilidad de la tierra y el mana. Era alguien tímido y que no participaba en los conflictos, no obstante tenia la decisión de no quedarse atrás y de dicha manera comenzó entrenamientos más acorde a su magia, cosa que se le exigía más de si mismo; pero aun con eso, nunca cambio su actitud tímida y su apego a Riku.

Los 30 minutos transcurrieron y finalmente cada chico estaba en la gran entrada del castillo, algunos estaban sentados en las largas escaleras que llevaban al patio principal desde las grandes puertas, mientras que otros solo estaban parados mirando con intriga como Yuzu asentía a las indicaciones que Albert le daba.

Entonces sin previo aviso...

-Joseph, Aldheleid y Hans, un paso al frente- indico Albert con el tono imponente que le caracterizaba.

Los jóvenes nombrados se vieron entre si derrochando una gran curiosidad, más que nada porque a juzgar por la situación el combate sería un "3 contra 1". Riku al notar esto quizó intervenir al ver como los 3 chicos seleccionados caminaban hacia el gran terreno de baldosas y plantas que comprendía como el jardín principal. Pero fue detenido por el hombro desde atrás de si por Shun y Loyd, que a juzgar por sus miradas estaban igual de intrigados que el.

-Ustedes lo saben, ¡esto no es justo!- dijo Riku con una mirada que manifestaba  furia.

-Oye nerd... tu debes de saberlo mejor que nadie, el escuálido de por allá no pediría pelear con varios oponentes sin una buena razón- dijo Loyd tratando de calmar a Riku

-Pero..- intento debatir sin embargo Shun se adelanto.

-Es cierto... Yuzu nunca ha pedido pelear con nadie, mucho menos contra 3 personas, esto tiene que llevar una buena razón- dijo Shun con su típico tono serio.

Riku no podía comprender al 100%, aun buscando una excusa para ayudar a su amigo llevo su mirada a Yuzu que seguía cabizbajo con una mano en el pecho, sin embargo cuando el noto la mirada de Riku, lo miro a los ojos mientras le lanzaba una sonrisa de oreja a oreja. Riku aun tenía dudas en su cabeza, pero con esa sonrisa, decidió dejar todo en manos de Yuzu.

Todo estaba listo Joseph, Aldheleid y Hans ya estaban frente a Yuzu, separados por aproximadamente 30 metros de distancia.

Los 3 jóvenes seguían algo intrigados por la petición de su compañero, ya ni Shun o Loyd podían mantener un combate contra 2 personas, y ¿Yuzu quería pelear con 3 personas a la vez?, algo no les quedaba claro... pero toda duda se disipó con una palabra.

-¡Comiencen!- esbozó Albert mientras bajaba su brazo como una bandera.

Aldheleid fue la primera en atacar, llevo su mano derecha a su pecho, mientras que con la otra apuntaba a Yuzu, y así aparecieron 5 esferas de electricidad flotando sobre ella en un arco, dichas esferas salieron disparadas en distintas direcciones, pero todas parecían rebotar con la nada y siempre buscaban asestar su trayectoria en Yuzu. Entonces Yuzu como medida defensiva dio un salto hacia atrás y mientras que formaba una "x" con los brazos, en frente de el se formo un escudo de arena que recibió los impactos eléctricos. Pero las cosas no parecían haber terminado ahí, puesto que Hans y Joseph aprovecharon los ataques de Aldheleid para acortar distancia, el primero en atacar de ellos fue Hans, que junto sus manos y prosiguió en manifestar unos carámbanos de hielo que se precipitaron sobre el chico, Yuzu con una buena agilidad se desplazo con una barrida por debajo de los carámbanos y consiguió acortar la distancia con Hans. Joseph que aun estaba cerca decidió atacar sin vacilar con un disparo de agua veloz que lanzó en el suelo, dicho disparo se movía como un tiburón en el suelo. Dicho movimiento tampoco sería desaprovechado por Hans que casí al instante acumulo Hielo en su palma derecha, cosa que le hizo generar una garra de hielo completamente blanca. 

Yuzu estaba contra las cuerdas, si ambos ataques llegaban a impactarlo, su cuerpo no lo aguantaría, fue así que de una manera fugaz junto sus manos y gracias a eso se consiguió levantar del suelo cuatro elevaciones rocosas que cubrieron su cuerpo al juntarse como una pirámide. Y cuando los ataques impactaron, el tiburon de Joseph solo pudo cortar dicha pared justamente por la mitad, mientras que la garra de hielo de Hans lograra destruir más de la mitad de la roca, dejando ver a un Yuzu que con una mirada confiada apuntó su mano izquierda a Hans mientras que  presionaba su palma con mucha firmeza; fue ahí donde dos de las paredes de Yuzu contando la que destruyó Hans, se volvieron arena y rápidamente como si se tratase de un torrente de arena lo envolvieron en un tornado y de una manera veloz lo apresaron en una montaña de arena que cubría de sus pies hasta su cuello.

Por otro lado, Joseph lanzó un proyectil de agua en la abertura que dejo en su escudo, cosa que lograría ser esquivada por una marometa de Yuzu, y cuando retomó la compostura chasqueo los dedos y rápidamente sus muros restantes se convirtieron en lanzas de arena. Cosa que Joseph evitó al usar magia de agua como una tabla de surf y desplazarse a la derecha, y cuando consiguió esquivar el ataque de Yuzu, este salto de su tabla hacia atrás y en un ademan hizo que esta se propulsara a altas velocidades hacía Yuzu.

-*Tch*- chasqueó la lengua Yuzu con una mirada frustrada y cansada. Cosa que solo fue percibida por Riku al parecer. 

Justo en a los pocos centímetros de estar cerca de su objetivo *splash*, la tabla de surf se disipo como si fuese un charco de agua. Todos miraron extrañados la escena, más Joseph debido a que ese movimiento nunca le había fallado y aun tenía mana de sobra.

Todo pareció ser un error de Joseph, no obstante todos se percataron de un brillo purpura en la mano derecha de Yuzu, y como dicha mano apuntaba en la misma dirección en la que estaba la tabla de surf. Nadie tuvo el tiempo de preguntar sobre lo sucedido, debido a que Aldheleid con un gran destello amarillo detrás de ella, apareció atrás de Yuzu. 

Aldheleid no pareció inmutarse por la situación anterior, es más decidió atacar con todo, fue así que con una gran velocidad ella disparo 10 rayos como flechas con un tajo de ambas manos. Dichos rayos empezaron a rodear a Yuzu como si se tratase de una jaula eléctrica.

-Lo siento Yuzu... ¡Ganamos!- dijo Aldheleid con una gran confianza.  Justo las palabras que la llevaron a juntar sus manos como un aplauso exagerado, y gracias a eso los rayos amarillos que rodeaban a Yuzu empezaron a tomar un color azul y se precipitaron sobre Yuzu.

Pero justo antes que tocaran a Yuzu, este mismo dio un golpe con su palma al suelo, cosa que resulto en una explosión de color morado que al parecer había dispersado los disparos de Aldheleid en múltiples direcciones, entonces ahí fue cuando Aldheleid redirigía cada disparo de vuelta a Yuzu. Pero este mismo con su mano derecha envuelta en luz morada lanzo un golpe al aire apuntando a Aldheleid, cosa que crearía una garra cerrada en un puño de color purpura justo al frente de la chica, dicha extraña garra daría de lleno en el cuerpo completo de Aldheleid y la haría chocar contra una fuente del jardín atravesándola por completo y siendo arrojada un par de metros más atras. 

Todos miraron atónitos el movimiento realizado por el chico que ya hacia de pie en medio del gran patio, entonces sin previo aviso, la magia que rodeaba y apresaba a Hans se disperso, y este mismo en vez de seguir con la lucha, se lanzó directamente a ayudar a su compañera, cosa que aprovecho Joseph que intentó lanzar múltiples cortes de agua, cosa que detendría Yuzu con una de sus manos en vuelta de luz purpura.

-Acabemos con esto- dijo Yuzu para si mismo, el cual levanto su mano al cielo y acto seguido la dirigió hacía abajo, de esta manera creo otra garra que esta vez estaba completamente abierta. Dicha garra se creo arriba de Joseph y acto seguido lo aplastó en un fuerte impacto que fue capaz de levantar mucho polvo y romper las baldosas del patio.

Y así termino el gran combate, con Joseph tumbado en el suelo con múltiples moretones, un Hans preocupado por Aldheleid que llego a destruir dicha fuente por el impacto, y al resto de sus compañeros que miraban con sorpresa como Yuzu se alzaba con la victoria. Loyd solo se limitó a observar en silencio, Elizabeth y Cristopher se encontraban pensativos y conversando entre si, Shun y el resto se encomendaron a ayudar a sus compañeros, y Riku pudo notar como Persival aun con unas gotas de sudor en su frente le sonreía con aprobación a Yuzu. 

Pasaron las horas y los chicos heridos fueron tratados y llevados a sus habitaciones para descansar, ese día no tuvieron entrenamientos, pues Persival prefirió empezar los preparativos para el futuro entrenamiento de refuerzo.

Riku se encontraba caminando con un libro abierto en medio del pasillo de las habitaciones, fue ahí donde por azares del destino, choco con cierto chico de pelo castaño apagado.

-L~lo siento Ri~Riku- dijo el chico mientras bajaba la mirada.

-No te preocupes, yo no me fijaba...- dijo Riku con una sonrisa, -esa es la habitación de Aldheleid ¿no?- dijo mirando intrigado la puerta que estaba atrás del castaño. 

-Si, fui a disculparme por lo ocurrido- dijo Yuzu ocultando una mirada de culpa.

-¿Quieres mi opinión?... Te luciste, conseguiste dejarlos fuera de combate de una manera sencilla, ¡Ya quiero entrenar con ese programa nuevo!- dijo mientras que de sus ojos salían brillos, -¿cómo lo conseguiste en tan poco tiempo?- cuestiono Riku acercandoce más al rostro de Yuzu.

-Supongo... que pronto lo sabrás- dijo Yuzu con un tono triste, -p~pero... enserio espero que ambos nos volvamos más fuertes- dijo lanzandole una sonrisa bastante sincera.

-Ey, ey, ey, ¿Qué tenemos acá?- dijo Riku mientras que alzaba un mechon de pelo de Yuzu y podía contemplar como los ojos de este chico cambiaron de un café claro a unos completamente purpuras y rosados en las partes iluminadas, - no sabía que los pupilentes existían en este mundo-

-N~no los hay... pero parece que esta nueva magia que aprendí tiene un efecto secundario- dijo mientras buscaba acomodar nuevamente su cabello.

-Oye, pero tu centro mágico y atributo pertenecen a la tierra, ¿qué fue esa magia que usaste?- cuestiono Riku, con mucha intriga.

-Yo...- dijo Yuzu algo apenado, -digamos que fue algo que nació durante los entrenamientos- dijo mientras lanzaba una sonrisa apenada.

Fue ahí que Riku afiló su mirada y aprisionó contra la pared a Yuzu.

Yuzu estaba impactado con unos nervios que explotarían en cualquier momento, mientras que Riku siguió con su mirada seria.

-No vuelvas a usar esa magia- dijo Riku con mucha seriedad. 

-¿Q~qu~qué?- dijo Yuzu mientras que su expresión quedo en blanco debido a la petición de su amigo.


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