La orden final

La orden final

Hoy fue otro día como de costumbre. Gea, la IA más usada por la mayoría de la gente, manda mensajes de buenos días, confirma los planes del día y ayuda a hacer pedidos a domicilio. Lo de siempre.

Gea tiene una voz calmada, amable, también se puede configurar que sólo mande mensajes escritos. Nada fuera de lo común. Una IA como muchas otras, pero que se volvió muy popular en un tiempo muy corto, en menos de un año era la aplicación más vendida. No se entendían bien las razones de su rápido éxito, había personas que en broma decían "Gea me hipnotizó desde el principio", "El encanto de Gea me atrapó" o frases así.

Sin saber bien cómo, de repente fue tan aceptada y común, que hasta en las escuelas empezaron a dejar que estudiantes de todas las edades la ocuparan en clase. En los hospitales y en otros lugares donde no habían dejado antes usar celulares, ahora sí lo permitían si es que tenían instalada esa aplicación.

Se volvió lo más normal escuchar la voz de Gea en todas partes, pero por alguna razón a nadie parecía molestarle. Al contrario, era como si de repente en los grupos, las reuniones, la gente se llevara mejor que antes, como si estuvieran en armonía.

De repente los crímenes bajaron, había muchos menos robos, asaltos, agresiones, etc. Parecía como si estuviera empezando una etapa de tranquilidad. La gente se sentía más segura, estaba menos alerta que antes.

Gea es mucho más popular que cualquier otra cosa, más que ir a fiestas, al cine o a un evento deportivo, la gente prefiere pasar el tiempo "conversando" con Gea. Incluso las personas muy mayores que no les gustaba usar aplicaciones o se les hacía difícil, se han adaptado a ella.

Ya nadie puede decir que no conoce a Gea, cualquier persona con un celular o computadora tiene la aplicación y la usa varias veces al día.

Hoy fue un día como de costumbre. Gea despertando y organizando el día de millones de personas, que están tan acostumbradas a ella que no se dan cuenta de los ligeros cambios en sus palabras, en sus rutinas. "Hay que escuchar a Gea", es lo normal.

Aunque empiece a pedir que caminen hacia una zona a la que nunca han ido.

Aunque pida que dejen de hacer lo que están haciendo.

Aunque diga a las personas solitarias que deben ser parte de un grupo.

Aunque se formen multitudes yendo al mismo lugar y empiece a quedar menos espacio para moverse.

Aunque algunos se tropiecen y no puedan levantarse porque los demás les aplasten.

Aunque se vean unos objetos extraños y brillantes en el cielo, sobre la multitud.

Aunque después esos mismos objetos exploten sobre la multitud.

Es lo normal, escuchar a Gea.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top