El Valle de Pnoth


Mover esa roca fue toda una odisea, jamás imaginaron que una piedra pesará tanto y miren que ellos cargaban rocas muy grandes en la tierra.

Deben tener mucho cuidado y ser muy respetuosos, estos seres, pese a su apariencia, serán aliados muy valiosos.

Fue el último consejo que Erik Zann  les dijo antes de partir. El viejo tenía que regresar a cumplir con sus labores que la gran cabra le había ordenado.

No te preocupes, estoy seguro que lograrás conectar con Algiedie, solo es cuestión de tiempo.

A Ricardo le dolió mucho el separarse de su maestro, pero sabía que con suerte lo vería de nuevo...en sus sueños.

¡Brrrr! Este lugar da miedo, es obscuro, frío, hay goteras y puedo jurar que eso es el resto de una mano, ni el Inframundo está así....¡No me gustan los lugares cerrados!😣

No seas llorón Hakurei.

Cierto humano, ajo y agua.

¿Ajo y agua? ¿Para que? te da valor o algo así

A joderse y aguantarse 😂

Y toda vía les falta más, espera a que lleguemos, ahí si te vas a cagar del susto 😂

😨😱

Perdonen ¿A qué lugar es al que vamos?

Krest miraba a sus nuevos guías con una ligera pizca de curiosidad, ya no se les hacía raro ver a los animales hablar.

Al caer Aeras se había topado con una pareja muy curiosa, dos pastor alemán que les miraban divertidos y con una sonrisa sádica la cual mostraba todos sus dientes.

Alfa y Omega eran otros enviados de los grandes Dioses, que les ayudarían a llegar a la parte más profunda del mundo onírico.

Ya verán, el valle de los carroñeros les encantará, es un lugar muy colorido.

Cierto hermanó, pero lo mejor son sus habitantes, finísimas personas.

La sonrisa de los animales no le dió ni una pizca de confianza, era en esos momentos cuando extrañaba a ese gato pulgoso. El cubo solo suspiro mientras abrazaba el oso de peluche de su hijo, lo había traído de manera inconsciente para dárselo a su pequeño en cuanto lo viera, después de todo era el favorito de Kratos.

Ya voy bebé, mamá irá a salvarte.

(No te preocupes, Antares lo cuidara mientras ustedes llegan, no dejará que nada malo le pase)

La suave voz de Sadalsuud llegó a su mente, el castaño solo pudo agradecer el apoyó.

Continuaron bajando por ese tétrico túnel, adentrándose cada vez más en las profundidades, el ambiente se volvía peor, la luz era nula, por lo que prácticamente tenían que ir unos pegados a otros, los canes como guías, mientras Ricardo y Aeras sujetaban su collar y tomaban a sus compañeros de la mano para no caer, habían intentado crear unas esferas de energía para alumbrar su camino, pero los perros dijeron que no eran buena idea, ya que eso podía atraer a seres desagradables.

¡Whak!🤢 ¿Que es ese aroma?

Estamos cerca, no se separen.

Poco a poco la textura del suelo fue cambiando, el suelo se volvió mas...¿Pedregoso?

¡Auch! ¿Que es eso? ¿Un tronco?

No sé, pero hay muchos.

Los canes reían divertidos ante la ingenuidad de los humanos.

Subieron por una vereda llena de "obstáculos" los cuales les hicieron resbalar.

Escuchen bien (hablo Alfa) tienen que ser muy cuidadosos y hacer el menor ruido posible, vamos a separarnos y buscar una escalera, no debe de estar muy lejos, pero eso sí, no se muevan de forma brusca, pero tampoco dejen de hacerlo, nuestra supervivencia depende de ello.

Los caballeros aceptaron la orden, se separaron y comenzaron a buscar despacio, aunque no podían hacerlo rápido ya que el terreno era muy inestable.

Una escalera, una escalera.

Hakurei caminaba con las manos extendidas, tanteando el terreno, el peliplata avanzaba a paso de gallo gallina, tratando de hacer el menor ruido posible.

¡Um!

De repente se detuvo en seco al sentir como algo paso rozando su pie, una sensación desagradable y pegajoso que hizo erizar los bellos de su nuca, trago grueso, no se movió hasta sentir que la sensación de peligro había pasado...¡Odiaba los gusanos!🐛

Debe ser un bosque, hay muchas ramas y rocas en el suelo, algunas secas.

Aeras se agachó para sentir los "troncos y rocas" bajo sus pies, enorme fue su sorpresa al tomarla entre sus manos y comenzar a examinar, en unas partes se sentía pegajosa, húmeda, tal vez con musgo o lodo, continuó palpando y el color empezó a desaparecer de su cara conforme su mente le daba forma a esa "roca", sus dedos viajaban definiendo finalmente lo que era, eso que se sentía eran pequeños dientes...¡Eran dientes! Estaba tocando los restos de una mandíbula y...esa era la nariz y los...

¡Ahhh!

Espantado arrojo el cráneo al suelo, el cual golpeó otros restos y comenzó a rodar cuesta abajo.

Aeras logró sentir como algo paso a su costado a gran velocidad, una serpiente enorme, es lo que vino a su mente, en segundos escuchó un crujir muy fuerte, el ruido que hacen los huesos al tronar, así como a algo masticando de manera escandalosa.

¡Gulp!

La potra se quedó quieta y pálido como el papel, mejor no moverse.

Por su parte Ricardo tenía una idea de dónde , o sobre lo que, estaba parado, su ojo ya se habían acostumbrado a la obscuridad y podía reconocer los restos humanos.

Huesos apilados en enormes montañas y tapizando el suelo, también se había percatado que había "cosas" arrastrándose por ahí, algunas más grandes que otras, incluso logró ver una tan alta como un oso.

Continuó palpando con sus dedos hasta que dió con algo, parecía estar hecha también de huesos, pero tenía una estructura, la forma de una escalera.

¡La encontré!

No tardó en comunicarse vía cosmos con sus compañeros, mientras sostenía fuertemente los huesos para no perderla.

Rápido, tenemos que llegar hasta él, pero sean cuidadosos.

Alfa y Omega caminaban prácticamente de puntillas, a su lado iba Krest, el castaño no se había separado de los perros en ningún momento.

Caminaba lo más rápido que podía, por suerte no pesaba mucho por lo que el ruido en su pisar era menor.

¡Alto!

Le susurro uno de los canes, se congeló en el acto manteniendo un pie arriba, mientras uno de esos gusanos reptaba bajo este.

¡Crakkk!

Se escuchó un sonido, el sonido de cadenas retrayendose

¡No!

Ricardo sintió como la escalera comenzaba a ser levantada, desesperado se colgó de ella mientras les gritaba a sus compañeros que se apuraran.

¡Porquería! ¡Quédate aquí! ¡Rápido, esta cosa se está levantando!

¡No, esperen!

¡Ahuuuuuuuuuuuuu!

Los canes comenzaron a aullar en un nivel muy alto y grave, directo al cielo.

Las montañas de huesos no tardaron en temblar, los Dholes, amos del valle de Pnoth, despertaban por el ruido de los animales.

¡Rápido! tenemos que alcanzar la escalera, no la volverán a bajar hasta dentro de un mes y estaremos muertos para entonces.

Continuaron aullando de esa manera tan peculiar, esperando que con esto sus "camaradas" los escucharán.

¡Chicos!

Hakurei avanzaba lo más rápido que podía, siguiendo el rugido de los animales.

¿Que sucede? ¿Dónde esta la escale..

Sus palabras murieron al sentir como algo brotaba bajo sus pies, el pequeño cangrejo cayó de culo, evitando así ser tragado por uno de esos gusanos gigantes.

¡Krest!

Aeras también se acercaba a ellos, tropezando con los restos.

¡Apresurense! Está cosa se eleva.

Maldita sea, no llegaremos a Ricardo si no vemos nada, al diablo ¡Luciérnagas!

El santo de Altair convoco una serie de pequeñas esferas luminosas para alumbrar el lugar.

Una luz verdosa no tardó en iluminar sus rostros y el tétrico paisaje, ya no tenían duda, estaban sobre restos humanos y de más cosas, los huesos abundaban por doquier, así como una gran cantidad de gusanos demoníacos.

Viscosos, con un color casi blanco, desprovistos de ojos, con un agujero en la punta de su cráneo, su boca era enorme y tenían unos inmensos y puntiagudos dientes, Aeras lo comprobó al ver como uno de ellos se arrojaba a su persona dispuesto a devorarlo.

¡Ahhhhh!

El arquero logró evitarlo por los pelos, esa cosa se trago todo un cúmulo de restos que había a su costado.

¡¿Que son esas cosas?!

No lo sé ¡Pero son horribles, horribles y asquerosos!🤮

¡Chicos!

Al girarse vieron a su compañero sujetando una escalera como si su vida dependiera de ello, y así era.

¡Ricardo! ¡¿Que diablos haces?! ¡Baja en este mismo instante esa cosa!

La pobre cabra se encontraba elevada unos diez metros, intentando desesperadamente que esa cosa dejas de subir.

¡Eso intentó! Pero no puedo controlarla ¡Hey, dejen de subirla!

¡No, esperen! ¡Ahuuuuuuu!

Alfa y Omega volvieron a aullar como locos, buscando evitar que la escalera subiera

¡Cuidado!

Con mucho trabajo Krest logró quitar a ambos del embiste de esas cosas, cada vez salían más y más.

Corrieron dónde estuvo la escalera, brincaban pero para su desgracia no lo hacían tan alto. En cuestión de segundos se vieron rodeados por esas creaturas.

¡Maldita sea, deja de subir!

Ricardo ya no sabía que hacer, incluso brincaba cuál niño pequeño en el último escalón, intentando bajarla.

¡Ahhh!

Miró preocupado como sus amigos eran atacados, Krest terminó rodando entre los huesos, uno de esos gusanos se enredo en su pierna e intento ahogarlo en ese mar de restos, el cubo logró congelarlo y liberarse, aunque al intentar pararse tropezó, justo en el momento exacto que otra de esas cosas, más grande, brotaba a su espalda. Ricardo no dudo, soltó la escalera para ayudar a su amigo.

¡Excalibur!

El inglés cortó parte de la espalda del gusano, haciéndole huir, se apresuro a ayudar a su compañero, sabía que si algo malo le pasaba a Krest Zaphiri le mataría, incluso le podría hacer algo peor de lo que esos gusanos le harían. Antes de separarse el moreno le había ordenado a Él y Aeras el cuidar a su pequeño cubo, de lo contrario...

¿Estas bien?

Si, gracias.

¡Ahuuuuuuuuuuuuu! ¡Ahuuuuuuuuuuuuu!
Imbéciles, bajen la escalera...Ah..,

¡Huuuuuuuuuuuuuu!

De la nada, un sonoro rugido se escuchó.

¡Si, sí!

Alfa y Omega comenzaron a aullar con más fuerza, recibiendo respuesta desde arriba.

Los caballeros observaron como la escalera comenzó a bajar, se agruparon en un punto esperándole mientras mantenían alejadas a esas cosas.

Rápido ¡Rápido!

Chi....chicos...

Hakurei señaló al frente, había aumentado el número de luciérnagas para tener mayor visibilidad. El peliplata mostraba un punto delante de ellos, la tierra comenzó a vibrar e incluso alguno gusanos, los más pequeños, se retiraban despavoridos.

De la nada alcanzaron a distinguir un enorme Dhole tan grande como uno de sus templos, tal vez más, que se dirigía a ellos a gran velocidad devorando todo a su pasó, incluidos algunos de su especie, más pequeños.

¡Ahhhhh, nos va a comer el coco!😱😱
¡Bajen la escalera, bajen la escalera, ahuuu, ahuuu!

¡Tenemos que saltar!

Comenzaron a brincar desesperados intentando alcanzarla, Aeras tomo al pequeño cubo y lo arrojo para que la alcanzará, de milagro Krest logró sujetarse de uno de los peldaños, el siguiente fue Hakurei, el peliplata se columpio en el último peldaño y cacho a Aeras.

¡Rápido!

Ricardo tomo a alfa y lo arrojo, con mucho esfuerzo Krest lo sujeto de la cola, hizo lo propio con Omega que fue sujetado por Hakurei. Aeras estiró los brazos para recibir a Ricardo.

Todos estaban finalmente en la escalera...la cual para desgracia seguía bajando, desesperados comenzaron a gritar, ya que esa cosa se acercaba rápidamente.

¡Noooo! ¡Suban, suban! ¡Guuuu!¡Guuuu!

Parece que arriba los escucharon, el mecanismo se detuvo unos segundos y comenzó a subir, más no sabían si lo haría a tiempo.

¡Ahhhhh!

El ojo de la cabra y los del arquero casi se salen de sus cuencas al ver venir a esa cosa directo a ellos, con sus enormes dientes más grandes que su persona, escurriendo de baba y restos de gusanos y huesos.

¡Cuidado!

La bestia se elevó un par de metros cuando saltó, la tierra se cimbró y restos de huesos volaron por el aire, los chicos gritaron al ver como la escalera se movía y ellos estuvieron a nada de caer, Aeras había cerrado los ojos mientras apretaba con fuerza las manos de su camarada, por su parte Ricardo se había encogido en su sitio retrayendo sus pies lo más que pudo hasta pegarlos a su pecho, un escalofrío recorrió su espalda al sentir algo húmedo mojar su trasero mientras una ráfaga de aire los movía, se habían salvado de milagro.

¡Súbela! ¡Súbela carnal! ¡Guahuuu,guahuuu!

¡Huuuuuu!

Un aullido molesto les contesto desde arriba, bien se podía traducir como un ya voy.

¡Hay mi cola, hay mi colita! ¡Me lastimas!

Lo siento

¡Hay,hay! son unos dejenerados, agarrándome la cola y no me invitaste ni un café ¡Pervertido!

....😳...¿?...

Por desgracia ni Krest ni Hakurei podían acomodarlos mejor, la verdad es un milagro que no los tirarán, con lo pesados que estaban y no poder agarrarse bien.

Tardaron unos minutos en llegar hasta arriba, a una especie de montaña con muchos huecos en ella, iluminadas con antorchas de fuego púrpura. Se escuchó un clack y llegaron finalmente, con mucho trabajo y balanseandose llegaron a la orilla.

¡Hay, Athena! Por poquito y no lo contamos

Ni lo menciones, pensé que esa cosa iba a devorarme ¡Uf! Por poco

Ahora ¿Dónde estamos?

Ni idea, en un monte...creo

Pues...

¡Jajajaja! ¡Jajajaja!

Cuando Ricardo se dió vuelta los canes comenzaron a reír como locos.

¡Jajajaja, del susto te hiciste pipí!

El inglés tenía una enorme mancha en su trasero, incluso escurría.

¡Claro que no! Es baba de ese gusano inmundo

¡Jajajaja, le gustaste tanto que te dió un beso obscuro!😂😂

....¡¿Qué?!...😠

Sus compañeros comenzaron a reírse de las burlas de los canes, mientras la pobre cabra se limpiaba refunfuñando, maldita sea su suerte, mejor se hubiera subido y los dejaba morir ahí.

Bueno, ahora para donde, tenemos que seguir ade...

¡Plaf!

Un golpe seco les alertó, una enorme sombra había caído a un costado de ellos, el vigía de la escalera había bajado a ver quiénes eran los que gritaban tanto.

¡Ah! ¡¿Que es esa horrible cosa?!

Hakurei se trago su pregunta cuando el Goul lo tomo de la camisa y lo levanto pegándole a su trompa.

...pe....perrito...bo... bonito 😰.

****////***

Y las sorpresas no acaban.
Crédito de la multimedia a su respectivo autor, el otro dibujo todo feo es mío 😊, espero les guste.

Cómo les irá a los caballeros, entre más se adentran al mundo onírico más moustros conocen.

Nos leemos en el siguiente

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