XVIII
–Capítulo especialmente dedicado a allenjoo12 por su cumpleaños. ¡Gracias por ser una lectora preciosa! ❤.
*
Observaron por centésima vez en el día cómo Dan Bi era detenida a mitad de camino por personas que no conocían, y ni siquiera había comenzado el primer período. Ella se veía feliz y sorprendida hablando con ellos, así que no tuvieron necesidad de interceder y en su lugar observaron sonrientes la escena desde lejos. Dan Bi acabó de hacerle una reverencia al par de chicas de esa ocasión y trotó hacia ellos.
-¿Por qué de repente eres una celebridad?
Ella suspiró aunque la dicha en su semblante era evidente. -Querían decirme que les parezco alguien muy valiente y que siempre me apoyaron.
-Y yo que empezaba a perder la fe en el mundo.
Comenzaron a caminar hacia el salón junto a la masa de estudiantes.
-¿Cómo te va con el nuevo estatus de novia?- Sonrió Minseok.
Ladeó su rostro. -Aún no hemos podido hablar.
-¿Acaso hay algo para hablar?- Intercedió Sei Ah antes de regalarles un saludo a todos.
-Saben que sí.- Advirtió Dan Bi con seriedad.
-Sei tiene razón.- Dijo Jongdae, ella abrió la boca para decir algo más, pero la frenó con un dedo índice en alto. -Sólo no lo arruines por tus dudas, él ya declaró públicamente que te quiere.
Las mejillas de Dan Bi se tiñeron de un ligero rosado y no dijo nada ante aquella verdad, apretó los labios en una fina línea y continuó su camino. Para el cuarto período recibieron la noticia de que el profesor se ausentaría así que tenían la hora libre, los tres se reunieron para pasar juntos el rato hasta que a Dan Bi se le ocurrió una idea; tomó a sus amigos de la mano y los arrastró fuera del salón hacia una dirección incierta que cuestionaron hasta el cansancio, pero que ella no se dignó a explicarles. En el camino fueron testigos de cómo un rostro conocido se escabullía del patio de deportes donde se solían desarrollar las horas de educación física.
-¿Sehun?
Pegó un respingo y soltó la puerta que intentaba cerrar con delicadeza haciéndola resonar por la galería en un estrepitoso eco. Se encogió cerrando los ojos con fuerza y volteó con temor hasta reconoció quienes eran, entonces su rostro pareció aliviado y corrió hacia ellos con más sigilo.
-¿También escaparon?
Le arquearon una ceja. -No, pero ahora sabemos lo que estabas haciendo.
Les sonrió con travesura. -Tampoco quería ocultarlo.
-¿Ah, no?
-¿Dónde iban?- Cambió rápidamente de tema.
-Sei está en medio de las prácticas con su club, quería ir a verla jugar.- Explicó Dan Bi con entusiasmo.
-¿Qué?- Chilló Jongdae. -¿Más deporte? No quiero.- Rezongó como un niño pequeño.
-Sabía que no podía decirte a dónde íbamos porque no querrías venir.- Resopló ella.
-Sabes que odio las cosas que tienen que ver con correr y sudar y moverse, Bi.- Siguió protestando. -No sé por qué tengo amigos deportistas, ¿no hay reuniones secretas de nerds o algo así a las que pueda asistir?
-Yo no hago deportes.- Frunció Minseok.
-Sales a correr en tus ratos libres, ¿quién hace eso?
-Dan Bi tampoco lo hace...- Se frenó a mitad del argumento y profundizó su entrecejo. -¿Lo haces?- La vio con intriga.
Jongdae rodó los ojos. -Dan Bi practica patinaje artístico desde los doce, puede romper una nuez con sus muslos endurecidos.
Ella le asestó un buen golpe en el brazo antes de ver a Sehun. -¿Vendrás con nosotros, Hun?
-Ah...- Él rascó su nuca con incomodidad. -¡Claro que no! ¿Quién quiere ver jugar a esa fea?- Terció entre varias risillas tontas. -Mejor paso, iré a... Ya saben.- Señaló una dirección incierta y se fue antes de que pudieran hacerle preguntas.
Los tres se vieron con confusión.
-¿Soy sólo yo o eso fue bastante raro?
Dan Bi reaccionó. -¡Vamos antes de que acaben!
Salió disparada y no tuvieron más remedio que seguirla. La cancha de baloncesto de la escuela estaba en el ala este y, a diferencia del campo de béisbol al aire libre, estaba bajo techo y se compartía con otros clubes como el de voleibol. Se escabulleron por las puertas abiertas para no distraerlas, las prácticas solían ser abiertas así que no suponían problemas. Cuando se sentaron en las gradas las chicas seguían calentando haciéndose pases entre ellas; después del equipo colegial de béisbol el instituto podía alardear de poseer otro gran éxito con el de baloncesto femenil, eran muy buenas... Y altas, súper altas. Sei Ah con su altura prominente ni siquiera parecía tan larga entre ellas. La entrenadora sonó su silbato y todas se arremolinaron alrededor de ella, les dijo algo que por la distancia no llegaron a oír y al instante un grupo se dividió en dos de tres, el resto siguió practicando a un lado.
Las seis caminaron a la cancha, las del lado izquierdo poseían una musculosa azul sobre el uniforme que las diferenciaba como un equipo de las otras que sólo tenían el uniforme escolar de gimnasia encima. En el círculo de salto dieron un paso al frente Sei Ah y otra muchacha a la cual identificaron como la capitana debido al brazalete blanco rodeando su brazo izquierdo. Los chicos no pudieron evitar emocionarse y darle aliento cuando la vieron.
-¡Patéales donde no da el sol, Sei!- Exclamó Jongdae.
Minseok resopló y lo codeó con fuerza intentando contener su risa, Dan Bi negó con su cabeza. Sólo entonces Sei se dio cuenta de que tenía público propio y los vio con una pequeña y tonta sonrisa dibujada en los labios, alzó una mano y los saludó.
-Lindos amigos, fenómeno.
Intercambió su gesto amable por uno lleno de repulsión cuando vio a Moon Kyu Hee, muy a su pesar, su capitana.
-Linda nariz, cerda.
La otra borró su sonrisita burlona y puso un rostro malhumorado. Los otros tres desde las gradas observaron con más detenimiento el intercambio. Minseok frunció el ceño y ladeó su rostro.
-¿La capitana no es aquella chica a la cual Sei golpeó?
Las dos rivales estiraban sus piernas sin dejarse de ver a la cara con desafío.
-Te extrañamos en la mesa, Sei.- Mencionó la capitana con tono penoso. -A ver cuándo te pasas a darnos un saludo.
-Cierra la boca, Kyu Hee.- Gruñó Sei Ah. -Lo único que oigo cuando hablas es pura mierda.
La entrenadora hizo sonar su silbato otra vez y estiró una mano con el balón entremedio de las dos, ellas se prepararon para saltar y conseguir la posesión del mismo.
Kyu Hee le sonrió con condescendencia. -Parece que ya estás afianzada en el grupo. Me pregunto qué dirá Yoo Dan Bi cuando se entere que por tu culpa todo el instituto sabe lo que es.
El balón se elevó en el aire y Kyu Hee lo acaparó con agilidad ya que Sei Ah se quedó completamente estática de la nada. Reaccionó con dificultad y a duras penas siguió con el juego de tres contra tres después de que la entrenadora le llamara la atención por andar en las nubes, pero la realidad no es que estuviera distraída sino que aquel último comentario la había dejado con un sentimiento ahogante de desesperación. No tenía idea de lo que hablaba, pero nada bueno podía significar si venía de alguien como Kyu Hee. El resto de la práctica estuvo igual de dispersa e inquieta, recibió incontables regaños por parte de sus superiores y se sintió increíblemente estúpida, Kyu Hee se rio de ella la parte del tiempo que no estuvo robándole los rebotes, ganando faltas y encestando infinidad de veces.
Perra desgraciada.
-Sei no es tan impresionante como dicen.- Asumió Jongdae con aires presumidos cuando la práctica llegó a su fin. Caminó fuera junto a los demás con ambas manos detrás de la cabeza.
-No lo sé.- Dijo Dan Bi con preocupación. -Se veía rara, como si algo malo pasara.
-Estás pensándolo demasiado.
Un verdadero alboroto proveniente de los vestuarios les llamó la atención, cuando dirigieron la mirada en aquella dirección pudieron observar cómo dos muchachas intentaban contener a una Sei Ah desencajada de ira que forcejeaba como si la hubiera poseído el demonio, en el otro extremo otro grupo intentaba hacer lo mismo, pero con la capitana del equipo. De inmediato corrieron para interceder en la escena, tomando el lugar de las chicas que no podían con Sei, sin embargo ella ni siquiera les prestó atención, parecía no caer en cuenta de quiénes eran los que le hablaban para que se tranquilizara.
-¡Te mataré, maldita!- Gritaba. -¡Juro que te arruinaré!
-¡Al menos sé que no llegaré tan bajo como tú!- Contestaba la otra con la misma furia.
-¡Sei, Sei!- Dan Bi intentaba hacerse oír por encima del griterío. -¡Tienes que escucharme, cálmate!
-¡No puedo calmarme, tengo que darle a esa perra lo que se merece!
-¿A quién le llamas perra, refugiada desagradecida?- Intentaron retener a Kyu Hee con más fuerza.
-¿Pueden aclarar qué carajo pasa aquí?- Intercedió Jongdae con molestia. -Harán que nos castiguen a todos.
-¡Fue ella!- Se quebró Sei Ah por fin, vio a Dan Bi con una aflicción grandísima. -Fue ella, Dan Bi...- Alejó la mirada con vergüenza. -Ella oyó cuando hablaba contigo en el baño, me oyó decir que eras transexual y le resultó atractivo desperdigar la información por toda la escuela.- La miró a los ojos y tragó saliva con dificultad.-Por mi culpa pasó todo lo que pasó, si tan sólo hubiera sido más discreta... Pensé que estábamos solas, yo... Dios mío, cuánto lo siento.
-Esto no es culpa tuya, Sei.- Negó Minseok con tono suave. -Estoy seguro de que esa sunbae sabía lo que sucedería si abría la boca y aún así decidió hacerlo, ella fue la del problema, ustedes sólo estuvieron en el lugar equivocado.
-Aun así sigue siendo una mierda que haya decidido por su cuenta qué hacer con un dato que no era de su incumbencia.- Advirtió Jongdae con muy mal semblante, paseándose de aquí para allá como un tigre enjaulado con los ojos clavados en el origen de todo el problema: Moon Kyu Hee.
-Me enojaré contigo si te alejas por esto.- Le dijo Dan Bi con seriedad y un ceño fruncido. -Los chicos tienen razón, además ya no me importa, lo que sucedió no se puede cambiar, no tiene sentido lamentarse ahora.
Sei Ah suspiró con profundidad y dejó de lado sus lamentaciones por el momento. Enfocó a la otra con la misma cólera, aunque retenida esta vez para no volver a armar un escándalo.
-Eres despreciable, Kyu Hee, si tan sólo fueras buena persona como juegas al baloncesto, quizás tendrías al menos una amiga de verdad que no se quede contigo sólo porque le conviene.
Kyu Hee enseñó los dientes y se precipitó hacia ella con serias intenciones de atizarle unos buenos golpes y una vez más lograron detenerla a tiempo, Sei también se adelantó y esa vez fue Jongdae quien la retuvo. Kyu Hee le sonrió con burla, agitada y dominada por la histeria, contenida por los brazos de las muchachas de su equipo.
-¿Por qué no te sientas a pensar en la reacción de tus padres cuando se enteren lo que realmente eres?- Terció contundente. -Estoy segura de que estarán encantados.
Por primera vez las emociones turbulentas abandonaron a Sei Ah y desistió de cualquier ataque impulsivo, quedándose muy quieta. Sus amigos la vieron con intriga ante aquel repentino cambio, ella miró fijamente a su rival, pero no emitió réplica alguna y hasta pareció asustada en cierto punto. Dan Bi vio a Kyu Hee con algo muy parecido a la pena, en su estado actual era lo único que le provocaba; esta la encaró como si se tratara de otro enemigo a rebatir.
-¿Y tú? ¿Qué eres?- Le cuestionó con rudeza.
-Un ser humano.- Respondió con tranquilidad. -Al igual que tú.
Antes de que cualquiera de las dos volviera a arremeter, Minseok, Jongdae y ella sacaron a Sei Ah de allí rápidamente; debido a que el período estaba a un par de minutos de comenzar y no podían llegar tarde tuvieron que irse al instante, Sei les prometió a regañadientes que se comportaría y que estaría bien, pero aun así la dejaron preocupados. Estuvo un rato bastante largo frente a la puerta de su salón, al final chasqueó la lengua con fastidio y se fue de allí, no tenía ánimos de sentarse a escuchar la clase, en esos momentos lo que menos haría sería prestar atención. Se paseó por el instituto con libertad, sin importarle si la descubrían y volvían a castigarla, lo único que buscaba era vaciarse de toda la negatividad que violentaba su interior. Sentía deseos de golpear, de insultar, de gritar. Su mente era errática, sabía que si se cruzaba con alguien, quien sea, reaccionaría muy mal.
Sus pasos iracundos la condujeron sin que se diera cuenta al campo de béisbol, los recuerdos de los juegos disfrutados junto a sus amigos la calmaron bastante. Cuando levantó la mirada del suelo notó que estaba debajo de las gradas, a unos cuantos metros de un grupo extraño de estudiantes que al parecer disfrutaban de esconderse para saltarse las clases. Los observó con más detenimiento y discernió entre ellos a...
Frunció el ceño. -¿Sehun?
Los muchachos cesaron sus carcajadas para voltearse a verla. Ella les arqueó una ceja, se veían amenazantes y hasta peligrosos, pero hacía falta muchísimo más para intimidarla. Sehun palideció cuando la vio.
-¿La conoces?- Le cuestionaron.
-Ah...- Rio con nerviosismo. -No es más que una loca que me persigue, me la llevaré.
-No, no.- Intentaron detenerlo. -¿Por qué no la traes aquí para conocerla?
Volvieron a reír, esta vez de forma mucho más perversa. Sehun se rio un poco también, pero no les hizo caso, prácticamente corrió hasta ella y la tomó de un brazo.
-¿Qué estás haciendo aquí?- Le susurró con una seriedad mortal.
Sei lo devoró con una mirada asesina. -¿Loca que te persigue?
-Sígueme y no digas nada.- Le advirtió tirando de ella lejos de aquel grupo.
La arrastró durante varios minutos hasta que lograron perderlos de vista por completo, Sei forcejeó contra su agarre todo el camino hasta que le asestó un duro puño contra la quijada. Sehun la soltó y la vio con pura sorpresa.
-¡Aw! ¡Eres una bestia!
-¡Te dije mil veces que me soltaras! ¿Y qué fue toda esa mierda de recién?
-Créeme, estarás mejor si piensan que no nos conocemos en realidad.- Suspiró con algo de inquietud.
-¡Lo único que me faltaba!- Exclamó Sei, alzando sus brazos al cielo con frustración. -¡Después del día fatal que tuve lo único que faltaba era que la gente creyera que persigo a un idiota como tú!
-Oye...- La vio con recelo. -Cálmate, no fue para tanto...
-¡Sí lo fue! ¡Fue para tanto y mucho más! ¿Cómo puede decirme que ya no le importa? ¡Por mi culpa le cortaron el cabello, por mi culpa estuvieron a un segundo de golpearla y soportó días y días de insultos! ¡Toneladas de mierda!
-Okay, me he perdido, ¿de qué estamos hablando ahora?
-¡Me cago en todo!- Pateó con tanta fuerza un cesto de basura que logró abollarlo.
Al segundo siguiente se quedaron sumidos en un silencio largo y extraño. Sei respiraba muy agitada y estaba cabizbaja, Sehun sólo fue capaz de mirarla con algo muy parecido a la preocupación. Se le acercó con cautela, previniendo que quizás lo golpeara otra vez si no tenía cuidado.
-¿Qué ocurrió, Sei Ah?
Ella suspiró. -Fue por mi boca que la escuela se enteró lo de Dan Bi.- Murmuró con tristeza. -No fui quien esparció el rumor, pero si me hubiera quedado callada entonces Dan Bi se hubiera quedado a salvo.
Él hizo una mueca, pero decidió no decirle nada, en su lugar le pidió que lo siguiera y ella le obedeció porque no tenía mucho más que hacer. Sehun la llevó detrás del edificio y juntos saltaron el enrejado que separaba el instituto de la calle, así se escaquearon en secreto. Sei lo siguió con curiosidad por un par de cuadras hasta un pequeño centro de entrenamiento escondido que por el horario estaba cerrado, entraron sin permiso y estuvo a punto de cuestionarle qué demonios estaban haciendo hasta que apareció un sujeto (que intuyó se trataría del dueño) que, al ver a Sehun, lo saludó con cariño y efusividad. Mientras charlaban entre ellos de cosas que realmente no le interesaban, le dio un pequeño vistazo al lugar, encontrándolo poco equipado y algo precario, pero funcional y acogedor a la vez.
Sehun le hizo pegar un respingo cuando apareció en su visión repentinamente.
-Hyung dice que podemos hacer lo que queramos hasta que abra.- Le sonrió con entusiasmo.
Ella le arqueó una ceja. -¿Y eso sería...?
-Bueno, señorita, yo creo que usted tiene mucha ira que sacar.- Le señaló el lugar con un amplio gesto de su brazo. -Apuesto lo que sea a que te encantaría golpear esa gran bolsa de allí.- Le sonrió con travesura.
Sei Ah tuvo que admitir que tenía un muy buen punto y no necesitó mucho más para adentrarse sin miedo y disponer de todo lo que había para entrenar su cuerpo como si su vida dependiera de ello. Saltó la cuerda alrededor de doscientas veces, golpeó incontables veces la pera de boxeo como si fuera una profesional y atizó la bolsa de arena con patadas y puños. Sehun la observó todo el tiempo de brazos cruzados y en silencio.
-¿Cómo es que sabes usar todo el equipo?
-No lo sé.- Respondió sin dejar de moverse un segundo.
Sehun alzó ambas cejas y caminó para sostenerle la bolsa por detrás, ella continuó estrellando sus puños con total concentración.
-Entonces... ¿Conoces a la persona que armó todo el alboroto?
-Sí, es la capitana del equipo de baloncesto.- Dos patadas fuertes. -Mi capitana.
Él silbó por lo bajo. -Tienes que verle la cara todos los días, genial.
-Ni lo menciones.
-¿Te odia, verdad?- La miró con interés. -Quiero decir, ¿por qué haría algo como eso si no? A menos que odie a Dan Bi, pero eso es algo imposible, ¿quién podría odiarla?
-Hablas demasiado.
-Tú eres insoportable, es obvio que fue un acto en contra tuya.
Frenó sus golpes un momento para verlo con molestia. -Kyu Hee y yo tenemos... Algo de historia.- Murmuró al final antes de continuar.
-No me digas, ¿eres lesbiana?
-Sí, Sehun, cada vez que te veo.
-No deberías darle tanta importancia. La mujer fue una porquería, pero ¿qué se puede arreglar a estas alturas?
-Ya lo sé, ¡ya lo sé! Sé todo eso, no soy estúpida.- Tomó una gran bocanada de aire. -Los demás me dijeron lo mismo.
-¿Dan Bi está enojada contigo?
Resopló. -Por supuesto que no, ella nunca se comportaría así.
Sehun se encogió con liviandad. -Entonces déjalo estar, ella parece ser muy feliz ahora, es lo único que importa.
-Esto no se quedará así, me vengaré de alguna manera.
Le arqueó una ceja. -¿Dan Bi sabe de tus planes? Me gustaría saber lo que piensa.
Sei se quedó quieta ante esas palabras. Con la respiración entrecortada y sus miembros pesados y dolorosos lo observó con rencor, sabiendo que tenía toda la razón. Su amiga jamás estaría de acuerdo con algo como una venganza, simplemente el resentimiento no formaba parte de su naturaleza. No se había enojado por haber hablado de su secreto en voz alta sin ningún tipo de consideración, pero estaba segura de que sí le caería mal que arremetiera de alguna forma contra Kyu Hee... No podía arriesgarse, lo sabía, y lo odiaba porque el mundo entero sabía que Moon Kyu Hee merecía que le sucediera algo muy malo por haber hecho lo que hizo.
Suponía que no sería ella la encargada de hacerle pagar.
-No jodas, Sei.- Rodó sus ojos Sehun. -Por la única que debes preocuparte es por tu amiga y a ella no le importa, así que olvídalo. Mejor utiliza ese esfuerzo en mantener su amistad, vale más que la capitana de tu equipo.
Sei lo vio con ojos entrecerrados. -Eres tan idiota a veces y sin embargo cuando hablas sueles tener mucha razón.
-¿Eso es un halago? ¿Pero no eras gay?
-Antes de hacerte un halago a ti me quemo en el infierno... Pero gracias, Sehun.- Expresó con sinceridad.
-No es nada, muchacha.- Le echó un vistazo al reloj de la pared. -Hyung abrirá dentro de poco, será mejor que nos vayamos.
Sei Ah lo aceptó. Considerablemente más tranquila después de largar toda la mierda de su sistema gritando y entrenando su cuerpo casi hasta el límite, bebió toda el agua que le ofrecieron y secó su sudor con una toalla. Se sentía asquerosa, pero su mente estaba en paz y eso no tenía precio. En la acera la recibió una ligera ventisca primaveral que refrescó su interior, inclinó el rostro hacia el sol que ya avanzada la mañana comenzaba a aumentar su intensidad, y dejó que su calor se le fundiera a la piel. Entrecerró los ojos por la claridad y vio a Sehun a su lado en un estado bastante similar.
-Casi termina el período, ¿volverás?- Le preguntó.
Ella suspiró. -Sí, supongo que diré que me dormí en la enfermería o algo así. ¿Tú?
Pateó algo imaginario en el suelo. -Nah.
-¿Volverás con tus buenos amigos delincuentes?- Él sólo le sonrió de medio lado y ella frunció el ceño con frustración. -¿Es en serio, Sehun? ¿Qué haces con esa gente? Tú no eres como ellos.
Se encogió con desinterés y observó la calle deshabitada frente a ellos. -No me conoces, Sei, no creas que sí.
-Bien, jódete entonces.- Le espetó ofendida, nunca más intentaría darle un consejo. Se dio la vuelta para volver a la escuela.
-Aguarda.
Se detuvo y lo miró a pesar de su molestia.
-No le digas a los chicos.- Mordió su labio con ansiedad, parecía estar pidiéndoselo muy en serio.
Ella frunció el ceño y entreabrió los labios para decirle lo que pensaba de su moral ambigua, pero al final se decidió por un cortante silencio y lo dejó.
Mientras tanto Minseok, Jongdae y Dan Bi estuvieron inquietos la mayor parte del tiempo por tener que dejar ir sola a Sei. Ella tenía un temperamento explosivo, temían lo que podría llegar a hacer si la provocaban y no estaban a su alrededor para detenerla. Dan Bi se sintió peor cuando a la hora del almuerzo nadie la vio y los minutos pasaron y nunca se presentó. Ahora estaban sin Sei y sin Sehun. Minseok y Jongdae intentaron calmarla, pero no lograría tal estado hasta que la viera con sus propios ojos y corroborara que no se había metido ideas tontas en la cabeza ella solita.
Cuando la jornada se acabó se quedó después de hora con la esperanza de poder encontrarla y así fue, escuchó su voz llamándola desde la distancia y volteó con ojos llenos de esperanza y alegría, viéndola llegar corriendo y agitada.
-¿Dónde estuviste todo el día?- Le cuestionó con preocupación. -Pensamos que algo malo te había ocurrido.
-En realidad pensamos que tú habías hecho ocurrir algo malo.- Aclaró Minseok.
-Sip.- Asintió Jongdae. -Aunque eso no quita que estuviésemos preocupados.
Sei recuperó el aliento. -Estuve con... Sólo por ahí.- Miró a Dan Bi. -Perdón por inquietarte, quería pedirte disculpas una vez más.
-Oh, bonita, no necesitas disculparte, pero si te hace sentir mejor entonces lo acepto.- Le sonrió con dulzura. -Todo está bien, no te preocupes.
-¡Dan Bi!- Chong Yul agitó una mano del otro lado de las verjas.
-Debo irme ahora.- Les dijo tras un suspiro cargado de nervios.
Atravesó todo el camino hasta llegar a la acera con rapidez. Lo que más quería en esos instantes era "sellar el trato" lo antes posible y asegurarse de que todo lo que debía saberse y tenerse en cuenta estaba claro. Miró a Chong Yul de arriba abajo disimuladamente cuando lo tuvo delante, se sonrojó porque por alguna extraña razón le resultaba mil veces más atractivo que antes... Su cerebro operaba de formas locas. De repente su sonrisa le era más carismática, sus dientes más blancos y perfectos, sus ojos con forma de medialuna cada vez que se reía le alegraban la vida y la anchura de sus hombros era soñada. Su cabello rapado y oscuro, el hábito de ocultar sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón cada que se ponía nervioso. Todo era mucho más evidente, más nítido.
Él le sonrió y como si fuera lo más normal del mundo se agachó para darle un beso, cosa a la cual ella se rehusó.
-Wow.- Rio con nerviosismo.
Chong Yul se alejó con un mohín. -¿Qué es esto? ¿Por qué no puedo besar a mi novia?
Ella lo vio apenada. -Creo que primero hay varias cosas sobre las que debemos hablar.
Él resopló y puso los ojos en blanco. -¿Me dirás sobre los terribles y oscuros secretos que hay detrás de salir con una chica transexual? No es necesario, sabía lo que hacía cuando salté esa barrera y te besé frente a toda la escuela.
Bueno, eso era un muy buen y contundente comienzo de conversación. Parpadeó sorprendida de sus palabras más allá de ser algo evidente a esas alturas, de todas formas siempre sería lindo de oír.
-¿Lo sabías?
Chong Yul suspiró y suavizó su expresión cuando le preguntó si podían caminar un poco mientras tanto, ella accedió y se alejaron del instituto lentamente.
-¿Sabes cómo me enteré de todo?- Dan Bi negó. -Fue cinco minutos antes de ingresar al campo para uno de los partidos. Cometí faltas y casi quedo eliminado por los strikes.
-Lo siento...
-Sí, al comienzo pensé con terquedad que me merecía una disculpa.- Dijo con franqueza. -Estaba enojado, muy. No me inquietó la verdad, es decir, sí fue una sorpresa, pero lo más decepcionante fue que me lo hayas ocultado por tantos años.
Ella deseó que se la tragase la tierra y estuvo a un segundo de volver a disculparse y emitir una explicación, pero él se le adelantó al proseguir.
-Pero después de algunas noches en vela entendí que no es algo que se maneje de esa manera. Es tu intimidad, es tu verdad, no le debes explicaciones a nadie. Si no me lo dijiste en su momento fue porque... No lo sé, habrá razones, pero no me incumben.- Se encogió un poco. -Seguido a eso me puse a hacer algunas investigaciones.
-¿Investigaciones?- Preguntó con curiosidad.
-Sip. ¿Sabías que las personas transexuales aparecen en todas las culturas desde el año quinientos antes de Cristo?
Sonrió con un extraño entusiasmo. -¿En serio?
Chong Yul asintió con una sonrisilla jactanciosa, orgulloso de lo que había aprendido. -Y no eran excluidos por su condición como hoy en día, estaban perfectamente integrados y hasta desempeñaban papeles importantes en la comunidad.
Dan Bi estaba anonadada, no tenía ni idea de las cosas que Chong Yul le estaba contando y le encantaba que fuera él quien le hablara de una forma tan libre y trivial sobre el tema. Saber que se había informado por su propia cuenta sólo para entenderla un poco mejor le provocaba un cosquilleo adictivo en el estómago.
-Eran artistas, líderes... ¡Hoy en día existen culturas hasta con siete géneros diferentes!- Rio. -El mundo en el cual habitamos es sorprendente y está lleno de diversidad.
-Chong Yul.- Dan Bi lo tomó de la mano, deteniéndolo. -Yo...
-Escucha,- La tomó devuelta con suavidad. -La ignorancia es un camino, se elije, y yo no deseo hacerlo. Sabía que existían personas como tú, pero nunca me preocupé por entenderlas.
-¿Y qué cambió?
-Me he enamorado de ti.- Se encogió con una sonrisa contagiosa. -No aprendí todo eso para quitarme prejuicios, lo aprendí para poder quererte todavía más.
-Oh...- Negó ella emocionada. -¿Estás seguro de esto, Chong Yul? ¿Estás seguro de que lo entiendes?
-Lo hago.- Asintió con resolución. -O quizás no, sólo tú puedes tener las ideas claras porque eres la que ha lidiado con todo esto desde siempre, de eso estoy seguro, pero también estoy seguro de que no me importa lo que seas, Dan Bi, no me interesa tu cuerpo, te conozco a ti, me gusta eso y no voy a renunciar, es todo lo que me importa.
Dan Bi ya no tenía nada qué decir, tampoco podría haberlo hecho en caso contrario; las palabras de Chong Yul habían sido tan impecables, su actitud ante toda la situación tan cálida y comprensiva, que hubiera significado un verdadero desatino echarlo todo a la basura por un par de dudas que, al fin y al cabo y en sus casos, no tenían validez. Podía considerarse la muchacha más afortunada y feliz de todo el planeta, él le brindaba seguridad, confianza, y esperaba nunca tener que dejarlo ir por ningún motivo.
-¿Puedo besar a mi novia ahora, por favor?- Prácticamente rogó.
Ella rio y soltó su mano para abrazarse a sus hombros y ponerse de puntillas.
-No necesitas pedir permiso para eso.
En esa ocasión y con la certeza de un incondicional cariño mutuo, los besos supieron mucho más dulces.
Minseok y Jongdae habían observado con una pequeña sonrisa cómo aquellos dos tórtolos se alejaban en la distancia hablando. Jongdae estiró sus músculos con un pequeño gruñido y observó a Minseok con una sonrisa.
-¿Tomas la misma dirección de siempre para ir a casa? Tengo algunas cosas que hacer por allí, vamos juntos.
Minseok intercambió su sonrisa por una mueca. -Lo siento, le prometí a alguien más que le acompañaría.
-Oh...- Parpadeó Jongdae. -¿Y quién...?
-¡Minseok!- Lo interrumpieron. -Lamento haber tardado, me tocó hacer limpieza.
-¿Lee Ohn?
-Hola, Jongdae.- Le hizo una pequeña venia y sonrió al otro. -¿Vamos?
Minseok asintió. -Vamos.
Después de despedirlo se alejaron y se quedó bastante confundido en el lugar, sabía que Minseok tenía una buena relación con Lee Ohn, pero le sorprendió de igual manera que se fueran juntos. Por alguna razón igualó sus figuras de espaldas a las de Dan Bi y Chong Yul que ya se habían perdido por completo en la otra dirección y sacudió la cabeza intentando demoler tales ideas locas.
Se fue a su casa con paso lento.
¡Bien! Final del primer arco, lloremos. ¿Qué les ha parecido? Espero que se hayan entretenido un poco, en el siguiente las cosas cambiarán bastante... ¡Tienen que esperarlo! 7u7.
En esta ocasión fue Dan Bi, ¿sobre qué personaje creen que hablaremos la próxima vez?
Repito: el/la que no entienda por qué el fic se "termina" aquí, vayan a la parte del comienzo titulada Sobre la historia :).
El miércoles nos veremos con un extra especial de regalo para todxs ustedes, ¡espero no tardar mucho en desarrollar el próximo arco para leernos muy pronto! Gracias por todo hasta ahora, son lxs mejores ❤.
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