Les dejo la canción en multimedida con la que defino a Nikolas y Selene.

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Mýkonos - Grecia.

Día de la boda.

Por su mente jamás llegó a imaginar que esto le sucedería. El día más esperado por la pareja, su momento especial y único, había tocado su puerta. La boda de Nikolas y Selene se instaló para quedarse. La pareja se estaba casando el 27 de febrero. No era una fecha común y ninguno de sus allegados cumplía años.

La boda era realizada en la mejor iglesia de la ciudad. Tenía decoraciones con flores blancas y moradas. No consiguieron grises, así que lo dejaron en blanco para la iglesia. A la mafia griega la definían con el color gris. Era el favorito de Nikolas, porque así eran los ojos de Selene. El suelo de la iglesia, que era en donde caminaría la novia, estaba lleno de copos de nieve ficticios y ese si pudieron ponerlo en gris.

El esmoquin con estilo de pingüino que llevaba Nikolas, era negro con camisa blanca, chaleco, corbata y pañuelo gris. Toda la vestimenta del griego era de alta costura y hecho por Jean-Paul Gaultier. Entre los mafiosos, debía notarse el dinero y poder cuando se trataba de un evento importante. El cabello del hombre estaba perfectamente peinado hacia atrás, su barba fue cortada hasta dejarlo en un muy cuidado candado.

Nikolas olía a hombre.

Por el lado de Selene, ella estaba vestida por la mejor diseñadora de modas de Egipto. Su vestido era de corte princesa beige. En la parte del corsé tenía diamantes en forma de gotas de diferentes tamaños, y la parte de abajo del vestido, tenía copos de nieve tejidos con pequeños diamantes incrustados. Los zapatos eran de punta de color beige y altos. Ellos tenían tallado el nombre de la pareja y la fecha de la boda.

Una boda de la alta sociedad. A diferencia de Maksym y Kylian, el mafioso tenía una posición social diferente. Era el hombre que tenía la mayoría de los restaurantes más elegantes y buscados de la ciudad. También era agente inmobiliario...

Con lo segundo lavaba dinero, pero eso no es relevante.

Nikolas vió como entraba su mundo a la iglesia de la mano de su padre. Aunque le dijo que no podía entrar a Grecia, hizo una excepción. No haría infeliz a Selene. Le dió una sonrisa, cuando la mujer puso sus ojos en él.

Estaba hermosa. 

El velo era igual que la parte baja de su vestido de novia. El cabello lo tenía recogido en un moño bajo, dejando mechones de los lados sueltos. Su maquillaje era sencillo y se veía bellísima.

—Te entrego a mi hija, Nikolas. Por favor, hazla feliz en esta segunda oportunidad que les da la vida —le dió un apretón de manos, miró a su hija y besó su mejilla—. Eres el tesoro más preciado de la mafia.

Selene sonrió y tomó la mano de Nikolas. Ambos sentían que estaban en un sueño. Las personas a su alrededor eran felices de verlos juntos. El corazón a los dos estaba por salirse de la emoción. El amor que se tenían era palpable. Sus rostros llenos de muchas emociones, era lo que se veía en ellos.

El sacerdote inició la misa, los hizo reír y a las mujeres llorar algunas veces. El momento más esperado, se hizo presente y el temblor en las manos de Selene, no era nada normal. 

A su hombre le pareció algo extremadamente adorable.

—Yo, Nikolas Giorgis Tsampourakis Vandis, te acepto a ti, Selene Angelique Haralabidou Rockas, como mi esposa. En la salud y en la enfermedad... procura no enfermarte nunca porque Grecia correrá peligro —dijo, haciendo reír a todos—. Prometo amarte y hacerte feliz por el resto de nuestras vidas —deslizó el anillo por su delicado dedo.

El anillo tenía una luna con las iniciales de ellos.

Era el turno de Selene, que tuvo que suspirar varias veces, antes de volver a hablar. Tenía unas terribles ganas de llorar por la emoción.

—Yo, Selene Angelique Haralabidou Rockas, te tomo a ti, Nikolas Giorgis Tsampourakis Vandis, como mi esposo. En la salud y enfermedad... también procura no volver a hacer lo del año pasado porque en lo que regreses a casa... te la verás conmigo —la iglesia estalló en carcajadas, por lo que decía la mujer—. Voy a amarte y hacerte feliz por el resto de nuestros días —con mano temblorosa, también le puso el anillo a su hombre.

—Por el poder que me da Grecia y bajo las leyes de la mafia griega, los declaro marido y mujer. Capo, puede besar a su mujer —dijo el sacerdote.

Nikolas sonrió con malicia.

—Estás atrapada de por vida, mi pequeña valiente.

—Qué bonita manera de empezar nuestro terrible matrimonio.

Ambos sonrieron, Nikolas la abrazó y le dió casto beso de película cliché. Los aplausos y silbidos llenaron el lugar.

El amor estaba en el aire.

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El salón de fiesta del hotel era una belleza. Todo era gris con blanco, inspirado en el invierno. Era como entrar al castillo de una princesa. Una enredadera de flores blancas recibían a los invitados, del resto, todo eran copos nieves de diferentes formas. En el centro del salón, las iniciales de Selene y Nikolas, al igual que las sillas.

Los enormes y hermosos candelabros blancos, vestían las mesas. 

—Y ahora, el primer baile del señor y señora Tsampourakis —anunció Nicole.

Y para no olvidarlos, los padrinos, que eran los chicos del Sacerdocio, iban vestidos como el novio y las madrinas, que eran sus esposas, llevaban un vestido de seda gris. Debido a los años que Selene vivió en España y conoció la cultura de habla hispana, el baile con Nikolas, fue: "Cinco minutos Más", de Lasso y Ha*Ash.

—Cinco minutos más, yo no te pido más, que el mundo pare y nos regale, cinco minutos más... —le cantó la griega. Nikolas se había aprendido la canción por ella.

—Me muero, me muero, muero, si hoy no te veo de nuevo. Me muero, me muero, me muero, por cinco minutos más... —le respondió el mafioso.

Ambos estaban bailando metidos en su mundo. 

—¿Quién diría que me casaría con mi mejor amigo? —le acarició la mejilla—. Y que siempre estuve enamorada de él...

Nikolas la besó en los labios.

—Yo no veía a mi mejor amiga siendo feliz con otro hombre. Que bueno que te robé de vuelta y te hice viuda —ambos sonrieron—. Eres mi obsesión, Selene... siempre lo serás.

—Te amo, Nikolas. 

—No más que yo, Selene. Te amo con mi vida... al fin, eres mi mujer. Bienvenida a la mafia, mi amor. Ahora todo esto es tuyo. 

Siguieron bailando un poco más, hasta que llegó el momento del anuncio oficial. Ya la fiesta de boda era netamente de criminales.

—Gracias a todos por venir a compartir este momento. Lo que están viendo hoy no se volverá a repetir —los chicos caminaron hacia la pareja y miraron a Selene—. La vida en la organización no es fácil y ahora vas a compartir el peligro constante, al convertirte en mi esposa. Selene, bienvenida a la mafia griega. En donde tu palabra es ley y podrá matar con la misma facilidad que lo hago yo.

—Gracias... —dijo un poco tímida.

—Yo, Fabrizio Martinelli, te doy la bienvenida a la organización más peligrosa de Europa. Aunque ya nos conoces y pertenecías al grupo por ser nuestra amiga, las cosas cambian hoy para ti —le dió un intento de sonrisa—. Bienvenida al Sacerdocio. Ahora eres parte de las reinas de la mafia. Maksym, Kylian y Sasha, están completamente complacidos de tenerte como una esposa en la famiglia.

—Lo que quiere dejarles claro Fabrizio es que Selene es intocable —intervino Kylian.

—Ellas tienen prioridad a lo que sea. Selene ya no es amiga. Tiene el mismo peso que Nikolas —dijo Maksym.

—Bienvenida al Sacerdocio, Selene —Sasha la abrazó—. ¡Y el único que puede abrazarla soy yo porque soy su amigo! —los señaló a todos—. Si no quieren que experimente con ustedes, ya saben qué no deben hacer.

Las chicas fueron a abrazar a su amiga, cuando al unísono, se escucharon las voces de los invitados. 

—Señoras del Sacerdocio —dijeron, con la mano en el pecho.

—Qué bueno es tener poder —comentaron todas las chicas.

Y sí, las cuatro mujeres eran hasta más poderosas que los mismos mafiosos. No por ser asesinas, sino por controlar al Sacerdocio.

Selene miró a su esposo y murió de amor por él.

Amar a su mejor amigo no estuvo mal después de todo.

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Nos queda un capítulo más y nos despedimos de nuestros griegos. 🤧🤧