32. Discusión

Todo lo que se podía escuchar en ese parque eran las hojas de los árboles moviéndose con la suave brisa de una noche de invierno. Un par se caía cadenciosamente, las ruedas de un auto lejano avanzando por la calle, el ínfimo chirrido de las tuercas metálicas de un juego en aquel parque.

Felix tomó aire profundamente y se irguió aún más, miró de reojo a Changbin que estaba tan quieto como una piedra observando hacia el otro lado, apenas podía dar la cara y no lo culpaba, todo esto había sido repentino.

—Hola, papá, mamá —ambos tragaron saliva, sus ojos iban y venían desde la figura de su amigo y él como si aún no pudieran asimilar lo que habían visto, no podía culparlos, habían llegado en una escena comprometedora— quisiera emocionarme por verlos acá en Toronto pero sé que tienen preguntas en su cabeza que aún no han formulado ¿Vamos a hablar?

Andrew tosió incómodo.

—Lo haremos en la privacidad del departamento, solo entre miembros de la familia... va ¿Vamos?

Por el tono de su voz no tenía como saber si sería una conversación tensa, llena de peleas, llantos y gritos o solo una profunda reflexión, no sabía a qué atenerse. Ellos tomaron otra dirección para salir del pequeño parque de juegos dándole un poco más de tiempo para despedirse.

Changbin se volteó dejando marcas de sus zapatillas en la tierra, había pasado momentos increíbles con los Lee, incluso se fueron de vacaciones a otro país, hizo cosas que nunca hubiese podido con su propio dinero, la familia le había tenido gran afecto. Su garganta se anudó pensando que iba a perder esa relación, pero se hizo añicos cuando vio los ojos húmedos de Felix, su barbilla estaba temblando, ahora lucía como el adolescente débil, calvo y en silla de ruedas que alguna vez fue.

—Supongo que te diste cuenta que me gustas mucho —era inevitable tocar las pequeñas pecas de sus mejillas, era adicto a ellas, adicto a la suavidad de la piel de ese hombre o su voz profunda— por favor ve a hablar con ellos, juro que no voy a molestarme si niegas todo, la familia es lo más importante.

—Changs, no seas idiota... ¿Con qué objetivo negaría todo si me han visto besándote? —al botar el aire tembló también— estoy asustado a cagar pero es algo que debía pasar, por... por favor confía en mí ¿Sí? confía en nuestra amistad y en lo mucho que me gustas también —las palabras se convirtieron en susurros cerca de sus labios, casi se estaban besando otra vez.

Oh mierda, si tan solo no hubieran llegado a interrumpir habría aceptado la invitación de Changbin a acompañarlo a su departamento. La piel le hervía en deseo, no era virgen, incluso se había acostado con muchachas pero nada sería más satisfactorio que estar a merced de las manos y los deseos profundos de su mejor amigo.

Sí, cúlpenlo, pero con él salían a flote los deseos más profundos de someterse a plena voluntad.

El mayor sostuvo su barbilla y succionó sus labios, eran suaves y calientes. Podía sentir contra su entrepierna la tensión de ambos y solo por un par de segundos aterrizó sus manos en la parte trasera del pantalón de su amigo para que ambos se frotaran con avidez.

—Estaré esperando tu llamado —jadeaban— cuéntame cu... cuando termines de hablar con ellos, nece... necesito saber cómo te va.

Lo besó por última vez antes de soltarlo y salir prácticamente corriendo de allí, si se quedaba más tiempo iba a ser imposible desprenderse del contacto, mierda ¡Lo había deseado por tanto tiempo!

Felix acomodó la erección en su ropa interior, apretó las manos en puño y se dirigió hacia el edificio donde quedaba el departamento que compartía con su hermano. Esperó por ser correspondido desde que se estaba recuperando del cáncer, sus padres iban a tener que entender que no era un bobo enamoramiento adolescente. Ambos ya eran hombres.

Cuando sus padres llegaron al departamento se toparon con Ten y Taeyong. Por supuesto que conocían a uno de los mejores amigos de su hijo mayor, pero no tenían ni un ápice de conocimiento de su bisexualidad, mucho menos habían visto al ex demonio en algún momento. La pareja se había percatado de lo que se vendría así que de la forma más natural posible dijeron que después del aeropuerto pasaron a ver a su amigo antes de hacer la reserva en un hotel.

Por supuesto que no iban a hospedarse sabiendo que ellos tomarían lugar en esa habitación pero estarían pendientes de todo lo que sucediera. Los señores Lee eran religiosos y habían viajado de EE.UU. para cuidar de Mark.

Sujetó la mano de su hermano firmemente como en cada etapa de su vida en la que necesitó apoyo, juntos allí sentados en el sofá frente a sus padres, esperaban iniciar una conversación que hubieran deseado que se efectuara de otra manera, en otro momento y otro contexto.

—Está claro que lo que vimos en ese parque no fue imaginación nuestra, pero te daremos la oportunidad de explicarte hijo —la serenidad en la voz de su padre era preocupante, no se sabía si era real o actuada.

Felix apretó la mano de Mark para canalizar la ansiedad, ya no había nada que ocultar.

—Me hubiera gustado que también saludaran a Changbin —esperó unos segundos, no disfrutaba de verlos preocupados, después del episodio del cáncer odiaba tener que darles motivos para que pensaran en él de esa forma—pero sí, no se han imaginado nada... estuvimos besándonos.

Andrew abrió la boca para decir algo pero las palabras se perdieron en el aire, la única vez que había visto indicios de algo "extraño" en su hijo fue cuando defendió con tanto ímpetu el concepto de amor es amor. Habían sospechado que podía serlo pero abandonaron las ideas cuando con el paso del tiempo contaba historias de las chicas lindas que había visto en la Universidad.

Los ojos de Hyojin se llenaron de lágrimas ¿Habían sido tan ciegos todo este tiempo? La manzana de Adán de Felix subía y bajaba, miró sus propios pies cuando la vista empezó a nublarse, sabía que estaba llorando en silencio, no podía soportar el "hacerse el fuerte" porque no lo era, no con este tema.

Los brazos de su hermano lo rodearon, siempre iba a ser su soporte más grande.

—Changbin es un buen hombre, ha cuidado de Felix desde que lo vio en el hospital, fue su apoyo cuando el autoestima de mi hermano era bajo por estar tan delgado y no tener cabello, incluso dentro de ese estado lo encontró lindo... han estado juntos en una amistad por 4 años y... Felix es feliz, sus ojos brillan, su sonrisa es más ancha —su voz se quebró, sentía que estaba hablando tanto por su hermano como por él. Todo lo que Felix era al lado de su mejor amigo, él lo había sido al lado de Youngho— no quieran ocultar el sol con un dedo.

Andrew se mordió los labios, también tragaba saliva con dificultad o su boca era temblaba. Miró el techo de aquel sector del departamento pidiéndole a Dios un poco de entendimiento, amaba a sus hijos y su prioridad era la felicidad.

"Ven aquí, Felix" murmuró ansiosa Hyojin.

El aludido no era capaz de levantar la mirada, temía ver rechazo en ellos, temía sentir que los había defraudado así que caminó mirando sus zapatos.

Se situó en el espacio que había entre sus padres y dejó que estos, después de unos segundos, Io envolvieran en un cálido abrazo. Esa fue la gota que derramó el agua del vaso, el gemido brotó abruptamente del menor y dejó que la ansiedad se fuera en forma de llanto.

—No puedo decirte que me siento como si nada me afectara, hijo —murmuraba su padre, amando la forma en la que lo podía sentir respirar— porque me afecta, no es algo en lo que esté abiertamente de acuerdo... pero eso no significa que no haya aprendido o que no te ame —besaba el costado de su rostro, Felix continuaba llorando— cuando estuviste a punto de partir de este mundo, le pedí a Dios que te salvara de alguna manera, le pedí perdón por cualquier ocasión en la que te fallé como padre, le pedí una oportunidad para ser mejor...

—¿Changbin te hace feliz? —preguntó su madre sujetando su rostro con ambas manos y retirando las lágrimas con los pulgares.

Mark se levantó lentamente porque creía que debía ser un momento realmente de los 3 y caminó hasta su habitación para apoyarse en el respaldo de la cama y mirar el vacío con los ojitos húmedos.

Youngho había dicho un día de esos en los que Felix ya estaba grave, que no creía que sus padres los rechazaran si decían que estaban enamorados de hombres. Estaban aprendido tolerancia de la peor forma. No, no se había equivocado pero él no podía decirle a sus padres que su hijo mayor, aquel que tenía una novia de la cual aparentemente estaba enamorado, en realidad le debía su alma y corazón a un hombre. Y no, tampoco sabia si ellos reaccionarían de la misma forma que lo hicieron con su hermano.

Observó su teléfono y el mensaje que Felix le había mandado hace unos minutos.

"Visita sorpresa de papá y mamá, adivina, me vieron dándole un beso a Changbin, tendremos una charla larga, no se te ocurra salir del closet hoy... necesitas concentrarte en luchar por Youngho de la mejor manera posible, yo puedo llevarme todos los retos si lo necesitas".


Martes 18 de octubre 2022, 4 días después.

No había venido a la Universidad de York a ser el centro de atención, pero había escuchado de sus propios jugadores que muchos hablaban de él como el nuevo entrenador del equipo de baloncesto.

Sentía las miradas de las personas, más de alguna chica se volteaba con exageración tras el susurro de otra, los hombres de otras carreras lo observaban con recelo por llevarse la atención que deseaban. La verdad es que Johnny Suh no estaba interesado en ser deseado por otros, su objetivo era elegir buenos jugadores para la selección nacional pero en el fondo le parecía graciosa la forma en el que cada día el camino a su oficina era lo mismo, como si se tratara de una pasarela.

—Disculpen ¿Necesitan algo? —levantó el tono de su voz cuando vio dos personas apoyadas en la puerta de su oficina.

Lucas cruzó los brazos a la altura de su pecho mientras que Taeyong mordía su mejilla por dentro, ahora podían entender el dolor de Mark Lee, si para ellos era una tarea titánica no abrazarlo y agradecerle por tanto, para alguien que lo amó como una pareja debía ser una tortura.

Lo observaron de arriba a abajo con disimulo, evidentemente había quedado con la altura de un íncubo aunque no podían saber a ciencia cierta que otros rasgos habían quedado en él.

—¿Usted es Johnny Suh? —El castaño habló. El pelinegro les dio una breve mirada a cada uno como si su cabeza estuviera tratando de formular algo, luego asintió— somos estudiantes, queríamos hablar con usted sobre el equipo de baloncesto.

Suh ajustó el bolso a su hombro, en los breves días que llevaba trabajando nadie había llegado a visitarlo por lo que esta ocasión la sentía bastante particular. Aquellos hombres se apartaron para darle el espacio y abrir la puerta con la llave, después de unos segundos se volteó a verlos, seguían allí irradiando mucha energía especial.

Rechinó los dientes.

—Pueden pasar aunque deben ser breves, tengo entrenamiento con el equipo.

Taeyong miró el reloj en su muñeca. Habían tenido el tiempo y la opción de acercarse a Mark para contarle lo que iban a hacer pero mientras menos supiera mejor, tendría menos opción a negarse y ellos menor probabilidad de ver a Alyn.

Entraron cuando él se hizo a un lado, la oficina estaba llena de cosas del equipo "York Lions", un par de fotos del equipo nacional en las olimpiadas y las medallas de plata del segundo lugar, títulos, etc.

Lucas se acercó a uno de ellos preguntándose cómo había logrado todo eso si solo habían pasado 4 años desde que se convirtieron en humanos ¿Dios habría tenido más condescendencia con Youngho? Taeyong golpeó su espalda suavemente para que se sentaran donde les señalaba. Cuando eran íncubos y antes de conocer a Mark, Youngho siempre fue un demonio distante, malhumorado, con mirada fría y obseso por cumplir las reglas satánicas. Sin embargo la distancia que traía consigo la falta de memoria era irritante, quizás se acostumbraron más al demonio enamorado y sentimental que llegó a ser.

—¿Qué necesitan saber del equipo? para serles sinceros hace exactamente 1 semana atrás que dirijo al equipo.

—Mark Lee está en el ¿No es así?

Johnny entrecerró los ojos y los miró fijamente, uno por uno.

—Sí, lo está ¿Sucede algo con ese muchacho?

—Bueno, la verdad es que somos amigos suyos, amigos íntimos y no sé si se ha dado cuenta de que ha estado actuando extraño, faltando a la práctica, desmayándose... —el rostro de aquel hombre pareció iluminarse de pronto, podía entender a donde iban a parar con sus palabras. Asintió— pues, ha estado pasando por una situación personal muy delicada y no estamos seguros si está relacionado con la parte sentimental o nos oculta alguna enfermedad.

El dedo de Johnny que jugaba con un lápiz tinta, se detuvo antes de cerrar la mano en un puño. Sus cejas se juntaron mientras las fruncía, incluso su piel parecía perder el color. Había dejado muy en claro que quería que los jugadores estuvieran con las atenciones médicas al día ¿Y el muchacho ocultaba cosas? Taeyong entrecerró los ojos, había una gama extraña de expresiones en el rostro de Youngho, estaba seguro que su teoría era cierta, solo el amor iba a poder sacar a flote los recuerdos de aquel ex demonio.

—Por favor, sabemos que no es su responsabilidad directa pero, agradeceríamos si pudiera decirnos si nota otras señales... es la única forma de ayudarlo.

Después de eso intercambiaron un par de palabras antes de dar las gracias y voltearse para retirarse, pero fue Lucas quien se apoyó en el marco de la puerta, quien volteó y observó con el ceño fruncido a Johnny Suh. El aludido tensó la barbilla, no le gustaba sentirse evaluado, no le gustaba que las personas se tomaran atribuciones que no les correspondía.

Lucas quería decir algo más pero temía arruinarlo todo ¿Y si se equivocaba? ¿Y si sus pensamientos eran erróneos y terminaba complicando más las cosas? Meneó la cabeza, se volteó y cerró la puerta tras su espalda, solo había que esperar si la "semilla que habían sembrado en el interior de este hombre" germinaría.

—Mi amor, por favor, si necesitas ayuda, si algo te sucede me llamas ¿Sí? estaré atenta por ti en la clase.

Alyn acariciaba el rostro de Mark justo en la entrada del gimnasio, el muchacho tenía ambas manos en su cintura y la observaba mientras asentía. Alyn sí era una mujer bastante guapa que atraía la mirada de varios hombres y, en su tiempo, lo hizo sentir afortunado. Pero sentía lástima por ella, porque era evidente que el deseo que despertó en él no era el mismo de antes, porque la voz dentro de su cabeza le decía que era un impostor y que estaba jugando con sus sentimientos. ¿Se había vuelto completamente gay? No, ni siquiera sabia si podía llamarse gay.

Miró de reojo la enorme figura del señor Suh entrar por otra parte, todo su cuerpo empezó a temblar de deseo y es que no estaba interesado en mujeres o en hombres, solamente en ese ex demonio.

—Yo, ahhh... lo haré, cualquier cosa lo haré.

—Perdóname si estoy molestándote —se puso de puntillas para unir su frente con la suya, el tono de voz era bajo— pero con el historial de cáncer en Felix, cualquier cosa que te suceda me hace sentir enferma.

Le dio un beso apasionado abrazándolo por el cuello, Mark tuvo que recordarse que había gente presente pero también no podía ser tan duro con ella cuando jamás lo fue, no quería levantar sospechas innecesarias así que cerró los ojos y se dejó llevar pensando en lo que alguna vez significó para él.

Sintió los sonidos obscenos de sus compañeros de equipo, otros le gritaban campeón, todos parecían disfrutar del espectáculo excepto. Cuando terminó el beso volteó avergonzado para hacerlos callar, pero el entrenador estaba conversando con el kinesiólogo y otros miembros del directorio totalmente concentrado en otra tarea. Que tonto había sido creyendo que podía sacar provecho de esto.

Johnny Suh distribuyó 10 jugadores en total (5 por lado) y dejó dos en banca para ver como jugaban, creando combinaciones para ver como podía crear un mayor número de puntos. Muchas veces las personas caían en el error de no comprar que eran buenos en otra cosa y no salían de la comodidad, su objetivo era descubrirlo, llegar a un objetivo en común, comentar el compromiso, respeto, confianza y otras cosas.

Mark tomó el puesto de Pivot (jugadores que gozan de su altura y lo utilizan tanto para defender como para anotar) solo para variar el juego. Después de 15 minutos de entrenamiento sus compañeros se acercaron para palmear su espalda y llamarlo mascota por su tamaño.

Se acercaron a beber agua, él bebió la suya con la mano temblando y el sudor bañando todos los rincones de su cuerpo. Se sentía humillado ¡Había sido un desastre! A pesar que sintió la enorme figura del señor Suh a su lado continuó bebiendo con la mandíbula tensa.

—¿Le sucede algo señor Lee? ¿Se siente mal?

—No, nada sucede —habló con la mandíbula tensa, su voz sonaba muy forzada— excepto porque no anoté nada y me anotaron bastante, hubiera sido peor si no hubieran intervenido los demás, me llamaron mascota... —volteó, tragó saliva, tenia que inclinar el mentón hacia arriba, el señor Suh lo miraba con una ceja alzada, ahora se sentía más que pequeño. Casi se quedaba sin aliento— ¿Cuál fue el objetivo, si realmente no sirvo en otra posición más que para armar un juego? gozo de velocidad ¡No de altura!

—¿Siempre dice lo que piensa? Está hablando con su director técnico, no con un amigo.

Y de pronto Mark casi sintió que fue remontado al pasado, donde había tenido roces con Youngho cuando tomó el puesto como profesor en la clase de deportes. Apretó las manos, dejó escapar un suave quejido y tras comprobar que después de dos horas terminaron el entrenamiento, se dirigió a las duchas.

Quitó con furia sus prendas deportivas en el suelo de aquel lugar y con la misma fuerza abrió la llave del agua caliente. Los argumentos del señor Suh eran válidos, todos tenían que pasar por todos los lugares para que él los evaluara y pudiera hacer la combinación de jugadores perfecta Pero ¡Era idiota pensar que él se destacaría por una gran altura!

Enjuagó el champú de su cabello con frenesí, pero cuando abrió los ojos tuvo que afirmarse de la llave para no resbalarse y golpearse la nuca. Allí parado de brazos cruzados estaba el señor Suh, apoyado en una pared donde no podía ver su cuerpo desnudo pero sí su rostro dado que las duchas no tapaban demasiado.

—Eh... ¿Sucedió algo señor? —el agua caía en su cabello, en las pestañas y la boca al hablar. El vapor le daba un aire de ensueño.

—Pues, he venido a ducharme al camerino de nosotros el cuerpo técnico, la pregunta debiese ser al revés ¿No le parece? —sonrió cuando las mejillas de Mark, que a estaban rojas por el agua caliente, enrojecieron más hasta sus orejas.

El muchacho giró con cuidado mirando a su alrededor y sus ojos se abrieron más cuando comprendió que efectivamente no era el camerino de los jugadores y que, eso significaba que no tendría ropa que cambiarse porque todo estaba en el bolso que había quedado allí.

Mordió sus labios inquieto, pero la figura del señor Suh desplazándose a otra ducha captó toda su atención. Estaba a 2 duchas más lejos y en la fila del frente. Mierda ¡Se despojaba de la ropa con tanta naturalidad que su piel llegó a doler del deseo que le tenía!

Youngho se volteó a la ducha y dejó que el agua caliente mojara su cuerpo sudado, repasaba las manos por el cabello oscuro hacia atrás y luego observó la llave para que su rostro se mojara, era un espectáculo digno de apreciar en toda la comodidad de una habitación, no aquí.

Normalmente los compañeros del equipo se duchaban y no había problemas en verse desnudo, era la naturalidad entre jugadores, pero ahora no se sentía de la misma manera viendo la figura de casi dos metros parada como si fuese un comercial erótico.

Entrecerró los ojos, contuvo la respiración, tragó saliva y reparó en más detalles. Sí, en su espalda ancha había dos cicatrices en la zona de las escápulas, la única evidencia visible de que había tenido alas, que había sido demonio, que ahora estaba convertido en humano.

—¿Ha estado bien de salud, señor Lee? —su voz lo sacó de su trance, miró hacia la nuca del hombre que masajeaba su cabeza junto a la espuma del champú— ¿Hay algo que lo está inquietando o alguna enfermedad que esté ocultando?

—Te... ¿Tendría qué? —meneó la cabeza, sostuvo la toalla que había dejado colgada en un costado y rodeó su cuerpo con ella mientras la frotaba por todas partes.

—Dígame usted —se volteó para observarlo, Youngho apoyó los brazos sobre la pequeña puerta de la ducha que cubría, lamentablemente, solo lo necesario en la zona entre sus caderas— insisto, señor Lee, a veces tienen actitudes un poco inquietantes... solo quiero ayudar.

Como si una llama se hubiera encendido en el centro del pecho del menor, Mark se irguió aún más.

Salió de la ducha con su cuerpo cubierto únicamente en la parte inferior, con sus pies llevándolo frente a la ducha de su nuevo entrenador. Estaba tan cerca que podía sentir el perfume que emanaba su cuerpo, había usado un aceite de baño masculino, sus ojos no evidenciaban nada, ni siquiera que fuera afectado por todo lo que sucedía.

—¿Mi rostro no les familiar siquiera un poco?

Johnny volteó para cerrar la llave del agua caliente y envolver su cuerpo mojado únicamente en la cintura con la toalla y abrir la puerta, no daba un paso adelante o atrás, simplemente estaba parado allí con los ojos entrecerrados.

—¿Por qué debiese serlo?

"Porque fuiste mi primero en muchas cosas, porque eres el hombre y el ex demonio que amo" pensó Lee con sus dedos retorciéndose sobre las baldosas, con toda la emoción había olvidado colocarse zapatillas especiales para el agua.

Lee suspiró, la excitación empezaba a burbujear en cada cabello ínfimo de su cuerpo, los labios estaban inquietos, sus ojos brillaban de deseo.

—NO señor Suh, no tengo ninguna enfermedad pero puedo decirle que estoy pasando por un asunto personal muy delicado, al punto que estoy dudando de muchas cosas... ¿Puedo pedirle un favor? —su tono de voz era tan íntimo que parecía susurro.

Suh asintió. Su cabeza estaba ladeada levemente hacia abajo, el muchacho le llegaba al hombro. En ese momento, Lee dio los pasos que los separaban, se paró de puntillas y prácticamente unió su frente con la de ese hombre, quien abrió sus ojos prácticamente desorbitados y se quedó muy quieto. 

Mark lamió su propio labio inferior, estaba temblando de lujuria de la cabeza a los pies.

—Agradezco su preocupación como entrenador, pero no trate de meterse en mi vida personal... Solo quien me conoce de forma tan íntima sabe lo mucho que estoy sufriendo.

—Como su novia ¿No es así? —meneó la cabeza, él también hablaba bajo, al borde del peligro ¡No toleraba faltas de respeto!— lamento querer ayudar ¡Pero tuve dos de sus amigos en mi oficina diciendo que querían saber más señales de su conducta errática! Si no quiere que me meta en su vida personal, entonces hable con sus amigos, yo no soy psicólogo de nadie... traté de acercarme de forma positiva porque ellos me lo han pedido, pero si usted se siente tan intimidado sobre eso no lo haré más.

—No lo haga más —estuvo tan tentado de romper sus deliciosos labios en un beso que jadeó cuando se dio cuenta que se estaba volviendo loco por ello. Recogió su ropa deportiva velozmente, si caminaba en una toalla hasta el otro camerino no era problema, estaba a solo unos pasos lejos— por cierto, lindas cicatrices ¿Está seguro que no es un delincuente?

Johnny Suh abrió su boca perplejo pero antes de vociferar enfadado por la falta de respeto, el muchacho se había ido. ¡Esas cicatrices se las había hecho en un accidente de su moto!... por supuesto.

Mark no sabia que estaba haciendo o como estaba actuando, pero la sensación de deja vu era mucha. Cuando habían comenzado por relacionarse en el pasado, entre profesor y alumno de secundaria, la cosa había partido de forma negativa, con palabras fuertes, con sensaciones desagradables, con tensión sexual.

No podía decir si el nuevo Youngho tenía tensión sexual hacia él, pero su interior se volvió loco de excitación pensando que ser irritable era una buena forma de acceder al hombre que amaba ¿No removería en su interior la sensación de que se conocían? ¿No despertaría al ex demonio dormido, en su alma?

Se ganó un par de burlas amistosas de parte de sus compañeros de equipo, pero alcanzó su bolso y terminó vistiéndose a toda prisa. Podía sentir su teléfono sonar y por el tono sabía que era Alyn. No tenía tiempo y se sentía intolerable a todo así que dejó que siguiera sonando. Necesitaba conversar con sus amigos ¡Ni siquiera le habían contado lo que hicieron!

—No quiero sonar como un hombre de tercera edad pero ¿No crees que es algo informal todo esto? —levantó los hombros inquieto— quiero decir, entre nosotros no hay problema pero ¿El cuerpo técnico y nuestro entrenador en un club nocturno?

—¿Que piensas que el señor Suh tiene 50? apenas roza los 26, y excepto por el kinesiólogo los demás no superan los 40 años, no seas mojigato Lee.

No le gustaba que le dijeran mojigato o cualquier sinónimo, nadie salvo sus mejores amigos y sus parejas, sabían lo que había hecho en un club sexual. ¿Quién pensaría que el hijo mayor de la religiosa familia Lee, había participado en una orgia y que había sido penetrado en total por 3 hombres?

Contuvo la respiración, necesitaba disipar cualquier recuerdo de esa índole, estaba tan receptivo sexualmente hablando que la erección iba a ser imposible de bajar.

Asintió y murmuró que iría, tampoco podia hacer evidente los deseos por el "nuevo entrenador", no por ahora.

----

—¿Y cómo te sientes respecto al hecho que tus padres saben que te gusta Changbin?

Lucas preguntó cuando le entregó la taza de chocolate caliente a Felix, sus amigos habían salido a comprar cosas para la cena y él se había encargado de cuidar el departamento cuando llegó el muchacho.

Se acomodó a su lado al lado de la mesa de centro en la sala de estar. Felix sabía que tanto él como Taeyong habían sido íncubos y que el sacrificio de Youngho también los había beneficiado. Se había enterado 4 años atrás.

—Por una parte aliviado, lo más importante en mi vida es mi familia, si no están de acuerdo con algo se siente desagradable... pero por la otra preocupado —bebió el chocolate, después se limpió las comisuras labiales con una servilleta— quiero decir, están en proceso de aceptar lo mio, conocen a Changbin, sabe todo lo que hizo para ayudarme a salir adelante después de recuperarme, saben que es una persona muy buena, alguien esforzado y ok con eso... pero tengo preocupación respecto a que Mark no corra la misma suerte ¿Sabes lo difícil que es que tus dos hijos sean gay?

—Pero ustedes... no Io sé, odio las etiquetas que los humanos usan, pero ustedes no están interesados en otros hombres, solo en esa persona correcta.

—Exacto, puedo ver cientos de hombres y ninguno me llama la atención, a las mujeres sí las encuentro hermosas pero dudo que pueda fijarme en una como lo estoy con mi mejor amigo... ellos no comprenderán eso, ellos realmente no pueden saber que Youngho era un demonio, no hay redención ni sacrificio que lo salve del rechazo de mis padres... —bebió más chocolate, Lucas sentía su estómago anudarse, la situación era compleja— sin contar el hecho que ellos realmente quieren a Alyn.

Lucas mordiqueó sus labios pensativo, su dedo jugaba en la rodilla.

—Él es el que tiene la relación, él es quien decide acabar con ella... créeme Felix, no hay mujer que vaya a superar a Youngho, lo de Mark y Alyn se terminará más temprano que tarde, confía en mis palabras, mi instinto me lo dice.

Finalizadas sus palabras y el chocolate caliente del menor, la puerta del departamento se abrió cuando Mark metió la llave. Su mirada agotada se volvió un poco enfadada cuando vio a Lucas, con la misma intensidad cerró la puerta tras su espalda y caminó a la sala de estar para sentarse frente a ambos, sin saludos ni rellenos, había que ir directo al grano.

—Podrían haber tenido un poco de consideración antes de pedirle a Youngho que se preocupara por mí —resopló repasando las manos por su rostro, se sentía cansado, pero también recordó que todo era con buena intención, no por nada habían viajado desde Estados Unidos— he hecho cosas estúpidas esta tarde, creo que la he jodido o mejorado, no lo sé.

Partió relatando todo lo sucedido, desde el beso con su novia en la entrada del gimnasio hasta el insulto a Johnny Suh por las cicatrices de su espalda sobre que era un delincuente. Felix abría y cerraba la boca expresando sus emociones, Lucas estaba de brazos cruzados asintiendo. 

Cuando terminó de hablar, fue el turno de él.

—Y dices que... se reunirán este viernes para darle la bienvenida —asintió, los engranajes de su mente estaban funcionando a toda velocidad, no podía olvidar el momento en que lo observó esta tarde, había cosas que no podían engañar a su instinto— pues... Mark, quiero decirte que no has hecho absolutamente nada de malo y te puedo asegurar que estás afectando de alguna manera a este "nuevo" Johnny Suh, Taeyong lo dijo una vez, el amor es la clave en todo esto, puede no recordar las cosas —tensó la mandíbula, rechinó los dientes con malicia— pero de seguro lo estás afectando.

—No lo sé, estos juegos me agotan... ya no sé qué esperar.

Felix sonrió con malicia y miró concentradamente a su hermano, las ideas fluían como el cauce de un río en su cabeza.

—Tengo un buen presentimiento hermano —Lucas levantó el pulgar asintiendo, él también— no pierdas la oportunidad de que Youngho te vea besando otra vez a Alyn, no pierdas la oportunidad de que sepa lo caliente que puedes ser al bailar, que no te vea como a un niño —apoyó la mano en su hombro— Hyung, él no es heterosexual hasta que demuestres lo contrario.

Las mejillas de Mark se encendieron, podía escuchar la risa estruendosa de Lucas en todo el departamento mientras aplaudía ¡Que chico tan inteligente! Mark no estaba acostumbrado a escuchar a su hermano expresarse de esa manera, pero como todo en la vida, siempre había una primera vez.

Después de agitar su vientre de tanto carcajear, el mayor silenció cuando una idea cruzó su cabeza.

—A pesar de que le borré la memoria a Jungwoo, él sintió atracción por mí... si a Youngho le han quitado todos sus recuerdos, no es impedimento para que en el fondo se sienta afectado por tu presencia —lo apuntó— en serio haz caso de lo que te ha dicho Felix, si a ustedes en el pasado los unió la tensión sexual pues que en el presente sea lo mismo... ¿O crees que esa indiferencia con la cual te habló en el camerino es real? no... pues no lo fue.

~~~~~ 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top