Prólogo
Narrado por Lauren.
"Es sorprendente como de la noche a la mañana todo cambia, aunque en realidad sigue siendo la misma escena solo que sin los disfraces cubriendo los terroríficos rostros".
Era una de mis frases favoritas y después de todo el tiempo que a transcurrido desde la primera vez que la leí, aún no la terminaba de entender.
— Lo más terrorífico es aquellas personas que se esconden bajo la máscara — Repetía Normany con la mirada en el aire y la expresión pensativa.
— Es algo profunda aquella frase— A su lado se encontraba Asher, él jugador de baloncesto más deseado por las chicas.
— Si, trato de emparejarla con la historia que dejó la señorita Eme-Gida, gilda... ¡Que se yo!— Se cansó de buscar el nombre exacto de nuestra profesora la depresiva.
— Emergilda— Menciono Louis entre risas.
El rubio de ojos verdes era el gracioso y bromista del grupo. Presidente del club de "Vagos y asociados" y también de "Los vídeos juegos son realidad”, era el típico chico gamer, otaku, pero lindo.
— Eso mismo— Afirmó la castaña con disgusto.
Seguí jugando en mi celular el nuevo juego de carros que había descargado hace poco.
— No has dicho nada en toda la comida— Casi dice a gritos Normany.
— ¿Eh?— Levanto la mirada a su dirección y veo a una chica enfada y dos chicos mirandome con cara de molestia.
— Llevo siglos llamandote y tú pareces estar físicamente aquí pero, con la cabeza en otro lado — Sonrío en modo de disculpas y saco un chocolate de mi mochila para que se tranquilizara.
— En serio lo siento chicos. Estaba sumergida en el juego y no me di cuenta de la situación a mi alrededor— Trato de excusarme.
— Como siempre— Agrega Louis.
— Lo se, soy algo distraída— Admito guardando mi aparato.
— ¿Distraida? ¿Algo? Pero si siempre estas en el aire, tú casa creo que es la luna— Exagera Normany— Ya conoces la puta constelación de tanto que te vas por despistada— Continua y se detiene a saborear su soda lo cual aprovecho para escapar.
— Tengo que ir a devolver un libro— Me levanto rápidamente del comedor.
— ¿Qué libro? No te he visto leyendo libros— Miro fulminante a Louis y se ahorra sus otros comentarios.
— Es un libro que solo leo en casa, nos vemos mas tarde— Me alejo a paso rápido a pesar de las protestas de mis amigos.
Necesitaba estar relajada y la biblioteca era el lugar perfecto., Mucho "Shh" pero poco "Pasame la patata Louis" o "Asher papasito".
Tome mi celular en manos otra vez y reanude la partida. Estaba tan sumergida en la carrera que no me di cuenta de que no miraba a mi alrededor y terminé en el piso.
— Disculpa, ¿Estas bien?— Me preguntó aquella persona.
— Un poco mareada pero estoy bien— Me extiende su mano y la tomo.
Estoy cerca de su rostro y puedo apreciar sus pecas alrededor de su nariz y unos ojos miel muy llamativos.
Es guapo.
— Me llamo Alejandro, por cierto lindos ojos— Siento mis mejillas sonrojarse por su cumplido.
— Hola y gracias— Sonrio como una tonta y él hace una expresión de continúa — Ah, cierto. Mi nombre es Lauren, mucho gusto— Extiendo mi mano y este la toma para luego besarla y provocar una lluvia de emociones en mi interior.
— Tengo que irme pero, ¿Podemos vernos en la noche?— Me pregunta y dudo en asentir— Lo siento, fue muy rápido de mi parte— Dice al ver mi cara que duda de aceptar su propuesta.
Después de todo es un desconocido, un muy atractivo desconocido.
Deberías aceptar.
Apenas nos conocemos.
El que no arriesga no gana.
Tal vez tengas razón. La lucha con mi yo interna podría resultar extraña para otras personas en cambio para mí era algo de lo más normal.
— Esta bien, puedo apartar un espacio en mi agenda para ti— Bromeo, como si tuviese acaso algo mejor que hacer en el resto de la noche. Quizás estudiar pero, seamos sinceros, entre una posible cita y un resumen extenso claramente preferiría al chico.
Se aleja despidiéndose con la mano y una sonrisa que me hace suspirar.
Doy saltitos de emoción al tener una cita por primera vez; Un chico hace que me calme al verlo mirarme fijamente con una expresión seria que me incomodó.
Me siento en un silla para terminar de jugar pero, los ojos de él siguen clavados en mi y hace que mi piel se erize por lo que me levanto y tomo asiento en un sofá alejado de su vista indiscreta.
Historia corta llena de suspenso y misterio pero sobre todo obsesión.
Puedes buscar acerca de este trastorno que tanto llamo mi atención.
Advertencia: Si esto no era lo que buscabas puedes seguir leyendo o simplemente ¡Bye Bye!
PD: Tal vez haya un final feliz.
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