Capítulo 2

"Muchos confunden la obsesión con amor ya que tienen características muy similares pero la obsesión ya va más allá que sentir ganas de besar a alguien, es un deseo que te consume y no se sacia si no teniendo eso que deseas".

Capítulo 2:"Él chico de el cuchillo".

Narrado por Lauren

Era ya algo tarde de la noche pero esperaba con ansias la llamada o algo de Alejandro.

Me dijo que nos veriamos al anochecer y luego entre sonrisas tontas y pensamientos fugaces, pude darme cuenta de que como sabría donde queda mi recámara si ni mi apellido se sabe.

Eso fue una caída algo dolorosa para mi.

- ¿Ahora que voy hacer Normany?- Le pregunto a la castaña con mechas rubias.

- Ni idea cariño, estoy preocupada por Harmony que salió hace una hora y ni rastros de aparecer- La veía en su cama marcando su numero para terminar en el buzón por una quinta vez- Mierda- Se le salió una maldición.

- Iré a ponerme el pijama y de pasó le pediré a Louis que trate de localizarla - Le explico y me agradece con una sonrisa.

Me desabotono el pantalón largo que tenia hace ya varias horas, me quito la blusa, el sujetador y las bragas.

Entro en la ducha, el agua sorprendentemente esta a nivel y mientras cae tomo el shampoo y lo aplico en mi cabello dando pequeños masajes y luego lo retiro con agua, repito el mismo acto otra vez, luego cierro el Envase de shampoo y hago casi lo mismo con el acondicionador, procedo a bañarme y al terminar retiro el producto de mi cabeza.

Me cambio, seco el cabello con la secadora y me encamino con mis pantuflas que tienen un hermoso helado de decoración, al cuarto de Louis.

Toco varias veces la puerta mientras tarareo la canción de Ride De Tøp haciendo algunos ademanes con la mano.

Repito la acción al no ver que alguien la haya abierto.

- ¡Louis!- Grito para luego sentarme a esperar su lenta ganas de levantarse de la cama y venir abrir la puerta.

Escucho unas pisadas al mirar al suelo para tratar de no aburrirme en la espera, pero alguien corriendo me hace levantar mi mirada y solo logro  ver el rastro de una chica rubia.

- ¿Megan?- Me pregunte extrañada- ¿Por que esta corriendo en pijamas?

Supongo que tenia mucha prisa.

¿Pero para salir así en esas fachas?

Me levanto para volver a tocar la puerta. Mañana este pendejo se llevara unas buenas golpizas.

Apenas pongo mi puño en la madera, siento un ruido metálico contra las baldosas y giro para localizar quien o que hacia ese siniestro y horrible sonido.

Provenía de las escaleras por lo que la curiosidad me ganó y fui acercandome poco a poco. Terminé agarrada de una barandilla mirando para abajo y después para la parte de arriba.

- No entiendo, Aquí no hay nadie- Murmuro confusa y vuelvo a observar por precaución.

Me giro para ver delante de mi a una persona con una especie de traje de ninja negro.

- ¿Qué demonios?- Pronuncio con el corazón en la mano y miro su larga espada o cuchillo, ni idea de que era, pero lo que me hizo sudar frío fue las gotas de sangre resbalando de aquel arma.

Él lo noto y corrí a mi puerta lo mas rápido que pude, tome la perilla para girarla pero estaba cerrada y este me empujo contra una pared.

Mis gritos eran silenciados por su mano.

Estaba totalmente aterrada, no podía dejar de llorar y suplicar a Dios por mi vida. Definitivamente no quería morir.

- Shh- Murmuró a mi oído. Su aliento provoco que la piel se me erizara.

Escuchaba el latir fuera de mi pecho.

Sus ojos me miraron intensamente, analizaban los mios y sentí su toque en la mejilla cuando dejo de cubrirme la boca.

Iba a gritar pero su cuchillo pasó por mi piel. Era una señal de silencio.

- Ni lo intentes- Me dijo como esperaba.

Sollozo, era lo único que podía hacer mientras subía el filo a mi garganta donde lo sentí tan cerca de mi piel que temí de tan solo respirar.

- No me mates por favor- Susurraba con desesperación.

Acerco el cuchillo ensangrentado a mi pecho y dibujo una X en donde se suponía estaba en mi corazón.

Sus ojos bajaron a mi pijama, era una blusa de tiros color rojo y unos pantalones cortos algo anchos.

Vi como el cuchillo ahora estaba en mi vientre, pasaba el filo por el y lo subió, corto la tela que me cubría y me miró.

Negué con el rostro. Solo tenia mi sujetador como única protección y él parecía disfrutarlo, disfrutaba la vista y como el filo estaba en mi piel.

- Me encanta tu piel- Le escuche decir pero solo pude sollozar aun mas- Tranquila, no me gusta verte llorando. No te voy hacer nada- Su voz parecía confiable pero su cuchillo ensangrentado contra mi piel decía lo contrario.

Escucho un ruido de alguien bajando y me dijo unas palabras antes de que ese momento acabase.

- Ich werde für dich zurückkommen- Luego sentí un golpe en mi cabeza y caí en una profunda obscuridad.

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