Capítulo 4
Mahidevran
- Tu que haces aquí - el sultán vino muy rápido hacia mi, el me quería tocar pero Matías se puso en medio - tu quien eres - miró a Matías
- Su majestad, soy Matías el esposo de Mahidevran - miré a Matías muy confundida para luego mirar al sultán quien me miró
- Te casastes en un mes, tu no podias casarte Mahidevran está prohibido por el Islam -
- Sultán, yo soy una mujer libre y me puedo casar con quién yo quiera, además yo ya no pertenezco al Islam si no la religión de mi esposo - Matías sonrió a lo que dije
- Madre - escuche atrás mío y era Mustafa - tu que haces aquí -
- Vengo a trabajar su alteza - dije bajando la cabeza
- Tu madre se casó con este hombre, un pobre inmundo y campesino - No iba a permitir que hablen así de Matías
- Es verdad eso madre, como te pudistes casarte con este hombre - miró a Matías con asco - que bajo caistes - me rei
- Bajo caí Mustafa, tu me traicionastes y me dijistes que era un estorbo para ti, ahora soy feliz con mi esposo, mi nueva vida y sin ustedes soy feliz, mi esposo me muy feliz y podemos seguir con la pintura por qué quiero volver a mi casa sana y con mi esposo - el sultán se volvió a sentar en su trono y mustafa a lado de él, me gire sonriendo y miré a Matías quien comenzó a pintar al sultán, Mustafa y Hürrem - que día nos casamos Matías, no recuerdo mi boda - susurré
- Mahidevran, si te pido que te cases conmigo dirás qué si -
- Matías, tú eres un hombre bueno pero recién nos conocemos hace un mes -
- Solo era un si o no Mahidevran, el sultán desterró del imperio otomano, desde que llegastes al pueblo tu belleza que cautivo, eres tan bella que me enamorastes - sonreí
- Matías, yo llegue al pueblo para tener paz y lo tuve, me encanta vivir en ese pueblo, eres un gran amigo Matías me diviertes y serías un gran esposo, pero tenemos que conocernos más si - el asentio y siguió dibujando
Termino en unos par de minutos, cuando terminó me miró para después darle el cuadro a Ibrahim pasha
- Te quedó muy bello - dije arreglando todo - un día me puedes pintar -
- Seria un honor pintar a la mujer mas bella del pueblo - me rei - es verdad eres muy bella, todos dicen que eres la mujer más bella del pueblo hasta las mujeres dicen eso, no te envidian si no te respetan -
- Matías, sería un honor ser pintada por el mejor pintor del pueblo, solo hay una cosa eres un poco vago -
- No me gusta trabajar pero si pintar, es magnífico, igual que tú -
- Yo pintaria mejor que tú - el se rió haciendome sonreír - cuál es la risa Matías -
- Te podía enseñar a pintar Mahidevran, pero siempre pintare mejor que tú -
- Me estás diciendo que no te puedo superar Matías, yo seré muy buena pintando y te superaré Matías te lo juró -
- No jures algo que no puedes cumplir Mahidevran, por qué quedarás muy mal - gire los ojos - te ves muy bien hasta molesta querida amiga -
- Gracias querido amigo - cogí todas las cosas y camine hasta el palacio dejandolo atrás, el corrio atrás mío riendo, cosa que me hacía sonreír
- Espera Mahidevran - me cogió del brazo y me quedé quieta - caminas muy rápido - comenzamos a caminar hasta nuestro cuarto, ahí nos quedaremos hasta ir a nuestro pueblo
Dejé todas las cosas en un lugar y me sente en mi cama para mirar a Matías quien se quitaba la camisa, no me había dado cuenta que era muy atractivo, su cuerpo era algo que me calentaba mucho, cerré los ojos para dejar esos pensamientos que estoy pensando ahora
- Te pasa algo Mahidevran - pregunto Matías, yo seguía con los ojos cerrados para no mirarlo
- Ponte una camisa Matías, ahora - el se rió - no es un chiste, pontela ahora -
- Está bien - me quedé un momento por un momento con los ojos cerrados hasta que Matías me dijo que ya tenía camisa
Abrí los ojos y Vi que María se acostó en su cama - Ya quiero volver al pueblo Matías -
- Yo también pero necesito oro, mi padre me voto de la casa no tengo dónde vivir -
- Matías, que día te voto de la casa - pregunté precupada
- Hace dos semanas Mahidevran - me levanté de mi cama y me senté en su cama
- Dónde has vivido todo este tiempo Matías -
- En la casa de leo, pero leo me dijo que tenía que conseguir una casa por qué su madre me odia -
- Si quieres puedes vivir conmigo Matías, puedes dormir con los caballos - el se rió - o donde las gallinas pero si quieres puedes dormir en mi habitación -
- De verdad Mahidevran -
- Si pero en el piso Matías - el suspiro para después mirarme
- Por lo menos tengo dónde vivir por un tiempo, pero si tú decides podemos casarnos y vivir juntos, dormir juntos, tener hijos y vivir en la granja como una gran familia - el se acercó un poco para besarme pero yo me levanté
- Si sigues así Matías, dormirás con los cerdos idiota -
- Está bien Mahidevran, me comportare solo por qué tú me lo pides -
Me acoste en mi cama y miré al techo, cerré mis ojos y me dormí, no se que pasó pero soñe que me casaba con Matías y tenía unos hermosos hijos
Estaba en una silla mirando a mis hijos, ellos leían mientras Matías estaba afuera, parecíamos una gran familia
- Hijos les gusta mucho este libro cierto - pregunté sonriendo
Mi hija alzó su cabeza y me miró - si madre, nos encanta mucho -
- Vamos afuera mis niños - ellos se levantaron y salimos afuera, mi hijo corrió hacia su padre y lo abrazo
- Luca - dijo Matías - ya estás muy grande pero sigues siendo mi pequeño - me miró - y tú madre sigue bella después de muchos años - sonreí y me acerque a él y me dió un besó
- Que asco padres - dijo Luca - mejor besense en su habitación no enfrente de nosotros -
- Luca - dije y me acerque a mi hija - princesa por qué tan callada -
- Madre, tú eres muy bella yo no saque tu belleza por qué? -
- Tu eres muy bella hija, tu sacaste mi belleza igual que tú hermano, soy inteligentes igual que su padre, tú eres muy bella hija mía - ella sonrió y me abrazo.
Ese sueño se sintió muy bien, no sabía lo que sentía por Matías pero era algo que me podía doler y gustar, no sabia si sentía atracción por su cuerpo o era amor, solo sabía que me iba a doler mucho peor que lo que me hizo sentir el sultán Suleiman.
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