°4. Bienvenida a CNCO°

Todos me miraron.

- ¡Bienvenida! -. Gritan y caminan hacía mi para abrazarme.

El primero en abrazarme es Christopher.

- Ahora serás nuestra pequeña hermanita -. Dice. Le sonrío. Después siguió Zabdiel.

- Bienvenida.

- Gracias, Zabdiel -. Le sonrío. Luego fue Joel, el me da una hermosa sonrisa y yo se la devuelvo. Después de él fue Richard.

- Esta será tu perdición -. Dice bromeando.

-Podre soportarlo -. Le respondo y él se ríe.

El último fue Erick, el fue algo tímido. He soñado bastante con el momento de abrazarlo pero nunca de esta manera.

- Felicidades pequeña -. Me abraza. Me siento en el cielo.

- G-gracias -. ¿En serio Mack?, ¿justo con él te pones nerviosa? Estúpida van a descubrir que te gusta idiota.

Se formó un pequeño silencio, pero el mánager lo rompió.

- Bien, vayan todos a descansar. Y Mackenzie necesito que te encuentres conmigo mañana para que firmes el contrato y comiences a ensayar con los chicos -. Dice yo sólo asiento. - Bueno, vamos le diré a alguien que te lleve a casa.

- Adiós chicos -. Les digo y hago un movimiento con la mano.

- Adios -. Dicen.

Salgo detrás del mánager.

- ¿Qué te pareció todo esto? -. Pregunta.

- La verdad, es algo que no esperaba.

- Si, fue algo muy rápido -. Asiento. - Pero tienes talento, he visto tus vídeos y se que puedes lograrlo.

- Gracias.

Salíamos del teatro y ahí estaba un auto negro esperando a llevarme a mi casa.

- Nos vemos mañana Mackenzie, descansa bien será un día largo -. Dice.

- ¿En donde tengo que verlo? -. Pregunto.

- En la cafetería que esta a la vuelta del Hotel Jouline, a las 11:00 am.

- ¿Se están hospedado ahí? -. El asiente. - Bien, nos vemos mañana.

Entro al auto y cierro la puerta, le doy la dirección al chófer y el arranca. Miro hacía atrás y veo que el mánager entro al teatro.

Llegando a mi casa abro la puerta y le aviso a mi mamá de mi llegada.

- ¿Como te ha ido, mi vida? -. Pregunta dando un pequeño beso en mi mejilla.

- Bien, supongo.

- ¿Y porque me parece todo lo contrario? -. Me conoce tan bien.

Comienzo a contarle todo lo que paso, desde que llegué al teatro y hasta que acepté ser parte de la banda. Ella solo se limitaba a escuchar y a asentir en ciertas partes.

- Pero no entiendo por que te pones así.

- Tengo miedo mamá.

- ¿A qué? -. Me acaricia la mejilla lentamente.

- A fallar.

- Tu no vas a fallar. Piensa en esto: ¡es la oportunidad de tu vida!. Siempre has querido llegar alto, y te aseguro que con esos chicos lo harás.

- ¿Pero si no me aceptan los fans?

- Pues es su problema, no el tuyo. Aquellos chicos de los que tanto me has hablado aceptaron que fueras parte de su banda, parte de su vida. No los defraudes.

- Pero pueden perder fans por mi culpa -. Lo se es algo tonto.

- Pero los recuperarán, así como algunos se fueron, otros puedes llegar.

- ¿Crees que será difícil? -. Pregunto agachando la cabeza.

- No lo creo, lo sé. Se que en verdad será difícil para adaptarse y que también habrá momentos en donde te arrepentirás de tu decisión. Pero tú, eres fuerte podrás soportarlo y al mismo tiempo darte cuenta que fue lo mejor que pudo haberte pasado.

- Gracias mamá -. Me levanto del sofá en donde estaba junto con ella y le doy un beso en su mejilla. Camino hacia mi cuarto, me iré a dormir necesito descansar y pensar en lo que se va convertir mi vida.

...

Despierto gracias a mi alarma, son las 7:00 am. Necesito arreglarme, rápidamente me meto a la ducha disfrutando de la sensación del agua caliente cayendo sobre mi cuerpo.
Salgo y me pongo mi ropa. Quiero grabar un nuevo vídeo para mi canal y eso hago. Acomodo mi cámara y la enciendo.

- Hola, a todos mis suscriptores -. Hablo mirando directo a la cámara. - Este vídeo es algo distinto, ya que es una despedida. ¡Tranquilos! Es algo temporal, acabo de comenzar un nuevo proyecto que les aseguro pronto descubrirán cual es.

Espero unos minutos en silencio. Tomo mi guitarra y comienzo a tocar una canción que conozco bien, era de Yoandri Cabrera; se llama Perdóname.

Perdóname por creer que eras mía cada día. Amándote cuando yo bien sabía que no podía.

Cuando me mirabas sentía, que el mundo no existía; sólo tu sonrisa.
Perdóname por amarte y por jurar que era tan fuerte, por creer que yo era el único en tu mente.

Perdóname, Perdóname por besarte con los ojos tan cerrados y abrazarte fuertemente en mis brazos. Perdóname por haber creído que este amor era real.

Ahora veo yo, que nunca te hice falta, entiendo bien. Oh-oh. Ya no tiene sentido estar llamandote. Oh-oh.

Cuando me mirabas sentía tanta soledad, duele la verdad. Perdóname por amarte y jurar que era tan fuerte, por creer que era el único en tu mente.

Perdóname, Perdóname sin rencor. Tomé ya mi decisión, yo se lo que valgo y por eso te digo adiós.
Perdóname por besarte con los ojos tan cerrados y abrazarte fuertemente en mis brazos. Perdóname.

El ya me olvidé que estoy libre, lo sé. Ahora te digo adiós y le pido a Dios: perdónala.

Las lágrimas habían comenzado a salir de mis ojos sin haberlo notado.

- Gracias por todo su apoyo y espero que me sigan apoyando en mi nueva etapa. Los amo, nos veremos pronto -. Apago la cámara.

Miro la hora en mi reloj, las 10:30 am. Tengo que irme ya, si quiero llegar a tiempo al café en donde me citaron.
Limpio las lagrimas y recojo mi mochila para colgarla sobre mis hombros, pero antes guardo mi cámara ahí.

Tomo mi celular junto con algo de dinero y salgo de mi casa. Voy a la parada de autobuses y subo al que me llevará al café. Pago el pasaje y tomo asiento.

Mi celular vibra indicando que me llego una nueva notificación de Twitter.

'CNCO ha comenzado a seguirte.'

¿Es una broma, no?
Otra notificación más empezó a llegar.

'Erick Brian, Joel Pimentel, Christopher Velez, Zabdiel de Jesús y Richard Y. Camacho te siguieron.'

Por dios, si no supiera que iré a firmar un contrato para formar parte de CNCO. Estaría muriendo justo ahora.

Bajo en la parada correspondiente y camino unos cuantos metros para llegar al café, son las 10:58. Llegue a tiempo. Busqué entre las mesas la cara conocida del mánager y lo encontré en una de las mesas de la esquina.

- Gracias por venir puntualmente, Mackenzie -. Dice levantándose de su silla y extendiendo su mano para saludarme.

- Por favor, dígame Mack.

- Bien, Mack, ¿estas lista para firmar? -. De un costado levanta su maletín y lo pone sobre la mesa y después saca unos papeles de el.

- Si -. Me entrego los papeles y los leí con detenimiento, decía unas ciertas cláusulas y cuanto dura el contrato.
Me entregó una pluma y sin más, firme.
Ahora formaba parte de CNCO oficialmente.

...

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