Suspiro, como le aburría ir por la comida de la semana. Con paso calmado, veía como empezaba a encontrar más y más tiendas, ya fuera de ropa, de electrónica o sus favoritas, de comida. Viendo la lista, fue directo a comprar la carne y lácteos, má verdura era algo que tenían de sobra.

Ya teniendo todo, caminaba de regreso pasando por uno de los callejones del lugar,  volvió a suspirar, era más fácil volar, así llegaría en un cuarto del tiempo que le tomaba caminar, pero Milk le había prohibido volar frente a otras personas, al parecer era algo novedoso para ellos.

Un hipido lo saco de sus pensamientos. Con confusión, se acercó de dónde provenían, detrás de un bote de basura. Había una pequeña caja con una manta cubriéndola, ahí se movía un pequeño bulto mientras seguía berreando.

Preocupado, levanto la manta encontrándose una bebé. Era una pequeña niña de menos de 8 meses, su piel era morena, y el poco cabello que tenía era en forma de rulos, atrapando sus orejas dándole un aspecto adorable.

Goku volteo en todas direcciones, viendo si alguien venía, pero no había ni un alma, habían abandonado a esa pequeña.

Angustiado la tomo en brazos y camino de regreso a casa, Milk sabría que hacer.

                                •••

—¡que adorable eres!—. Dijo la pelinegra tomándola en brazos y a acariciando su cara. Vio como la pequeña movía sus manos sonriendo, lo que la hizo sonreír.

Dándole mimos miro a Goku, no sabían que hacer, apenas había pasado la batalla de Majin Boo y aún no contaban con los suficientes recursos para una hija. Tenía un esposo y un hijo que comían más de tres veces lo que un humano promedio, afortunadamente Gohan estaba viviendo con Videl, pero aún así el gasto era enorme

Goku pensaba de forma similar, pero al ver a la bebé notaba algo especial en ella, su ki era mayor que el de un humano promedio, tal vez sus genes no eran humanos del todo. No tenía el corazón para dejar a la niña en un orfanato.

—lo resolveremos— dijo tomando las manos de su Milk. Ella aún preocupada volvió a mirar a la pequeña y asintió.—es una niña especial.

Ella sonrió y mirándola una vez más supo que todo iba a estar bien si se esforzaban como siempre lo habían hecho. Unas horas después, cuando la habían revisado y comprobado de que no tuviera algún daño físico, pasaron a pensar que nombre tendría, para ese entonces Goten había llegado de la escuela y estaba algo confundido sobre lo que había pasado en su ausencia, pero no enojado, estaría bien tener otra persona con la que jugar.

—te llamaras T/N— dijo finalmente Milk. Todos concordaron en que era el nombre adecuado y llamaron a los demás, anunciando la nueva llegada de un miembro de la familia.

Ahora todo sería diferente.