Era una bella tarde por los andares de Emelka. Una tierra fructífera y prospera de la nación de Amakna, entre uno de los claros de tal lugar se encontraba una taberna la cual era de un no tan viejo anutrof llamado Alibert, este señor de gran corazón y buena ley todas las tardes se encontraba contando historias sobre un viejo tronco de un árbol que le servía de asiento. En una de esas tardes el señor Alibert narraba la historia de la lucha de su hijo contra el gran Ogrest.

-Entonces yugo utilizo el poder de los dofus selatrop y pudo derrotarlo. -exclamo el anutrof

-Wow señor, su hijo es un ser muy fuerte. Por lo que nos ha dicho usted él es un dios. -dijo una pequeña yopuka que con sus ojos brillosos de alegría lo miraba

-Estas tontas Finí. No hay más dioses que los 12.-el joven aniripsa le contesto con ira a su compañerita

En ese momento Alibert ve la pelea de ambos y no interrumpe al instante, primero se levanta costosamente y se dirige a ver la bella pradera la cual tenía a su espalda. Entonces los niños que lo rodeaban se preguntaron porque hizo esto.

- ¿señor Alibert? -le toca la pierna uno de los niños- ¿se encuentra bien?

Entonces dirige su mirada al pequeño niño que estaba preocupado.

-No, solo que ... hay más dioses. Mi hijo por unos momentos... fue un dios- mira a un costado- Los dioses... nacen o se heredan...

-¡¡¿Cómo dice?!!-exclamaron todos los niños sobresaltados

-La historia que les voy a contar es la historia de los dioses que olvidaron a sus hijos... todo comenzó un...

Mientras tanto en el reino sadida un joven rey se encontraba meditando en silencio.

- ¿Qué es lo que tienes amor? -se acerca reina y se aferra al brazo de su amado.

-Nada mi hermosa Amalia... tengo miedo

- ¿Miedo tú? -preocupada le mira a los ojos- ¿Que es lo que te aterra Yugo?

-El perderte a ti... los años para ti son días para mí. - con lágrimas en los ojos mira al piso- hay una forma, pero...

-Tienes que preguntarle, ¿verdad?

-Adamai no me dejara...

-Amor...-se sienta en una de las sillas- Nos conocemos hace más de veinte años, la primera vez que te vi sentí algo especial, a medida que vivimos nuestras aventuras y nos fuimos sincerando nuestros sentimientos. Mi amor por ti creció y hasta el día de hoy sigue creciendo. No dejes que ese pensamiento de perderme te afecte. Sabes que siempre me tendrás en tu corazón y tu mi querido Yugo siempre estarás en el mío.

En ese momento yugo se acerca a Amalia y dulcemente ve su rostro que al pasar de los años poco ha cambiado. Con su mano le rosa levemente la cara y dirige sus labios a los de ella dándole así un dulce beso. En ese momento Yugo dirige su mano a la panza de su amada

- ¿Porque no me lo dijiste? -exclama Yugo

-Porque quería que fuera una sorpresa-Exclamo Amalia con sus ojos cubiertos de lágrimas.

En ese momento los ojos de Yugo comenzaron a llenarse de lágrimas que no eran de tristeza si no una inmensa alegría y felicidad.

-Sabes que veo el wakfu de todo ser vivo... No pensé que-exclamo levemente Yugo- Amalia... acaso...

-Si mi amor... estoy embarazada -dice con cara que reflejaba alegría.

En ese momento en el otro lado del mundo un joven dragón se encontraba luchando contra un viejo dios en medio de una pradera

-¡¡Así que es todo lo que tienes gultar!!-exclama el joven dragón de nombre Adamai

-Jejeje... esto no es nada-corre velozmente hacia el dragón y con su puño derecho le toma de uno sus cuernos- Ahora veras- lo tira hacia el piso y comienza a arrastrarlo.

-Tardaste demasiado-exclama el dragón dango una vuelta e impulsándose con sus piernas soltándose.

-Bien hecho Adamai. Vas mejorando día a día-Gultar se acerca a Adamai y le pega un cabezazo que lo manda a volar hacia un campo donde se encontraba sembrado- Veo que no eres tan fuerte sin los dofus...

-No tanto-se limpia la suciedad que tenía en su cuerpo- por esa razón vengo a entrenar contigo.

En ese momento gultar queda en silencio y lentamente se acerca a Adamai.

-Dime Adamai, porque entrenas y no vives tu vida. Porque no haces como el resto de la hermandad del tofu, porque no buscas a alguien a quien amar, ¿porque vives esta vida?

-Porque no encontré nunca a nadie a quien amar, soy el ultimo dragón, Yugo es el último selatrop que queda en esta dimensión. El encontró a quien amar, yo no tengo a quien poder.

Gultar se acercó al dragón que se encontraba mirando al piso en señal de pena y soledad.

-Es que no has buscado. No puedes tomar el papel de un dios, tienes que vivir tu vida. Esta vida no es para ti, has lo que hizo tu hermano... es lo mejor para ti, si crees que esto te vendrá bien... mírame, tengo más de 400 años y estoy solo, mi sucesor y gran alumno se negó y aquí estoy.

Ese mismo día en la casa de la familia Perceval había una disputa entre padre e hija la cual podría haber desembocado en ... en caos.

-¡¡Papa!! Porque no me dejas salir con mi novio. -Exclamo la joven Elely.

-Eres mi hija y yo decido con quien saldrás. Además, no conozco al tonto.

-Oh vamos papa- se da media vuelta en señal de furia- no te olvidas de que soy una guerrera nata gracias a ti, además... poseo aun la energía divi

En ese momento es interrumpido por su padre

-Da igual que tu hermano y tengan poderes divinos. Lo que digo es que tu no saldrás con ese idiota y punto.

En ese momento la joven Elely se fue del salón y cerró la puerta de su casa con un fuerte portazo, la joven yopuka se dirigió hacia el bosque en busca de su hermano el cual se encontraba practicando arquería.

-Flopin!!! Hermano, donde estas- exclamo la joven yopuka mientras se adentraba más hacia el bosque.

En ese entonces Elely comenzó a escuchar ruidos que provenían de las ramas, ella al escuchar eso gira para ver quién era. Al hacerlo el árbol se tira un joven ocra, bien apuesto y de gran estatura.

- ¿porque me interrumpes en mi entrenamiento hermana? -exclamo el joven ocra con gran enojo hacia su hermana

-tuve una discusión con papa y necesitaba hablar contigo- se apoya sobre un árbol.

-Uff... ustedes los yopukas siempre peleando-suelta una pequeña carcajada. Al hacer esto su hermana le golpeo en el hombro- auch... duele ¿sabías?

-Si... pero tú te reíste

-ya no somos niños Elely, es algo que papa tiene que entender. No puede quedarse en el pasado. Los años seguirán y nosotros crecemos. Además... ya tienes la edad suficiente para buscar a alguien y conocer gente.

-Lo sé pero papa es...

-Ya sé cómo es papa. Pero que se va a hacer...

Mientras tanto en aguas bontarianas el maestro joris se encontraba en rumbo hacia el reino sadida. Junto a él se encontraban un viejo amigo...

-Ush, espero que estas no sean unas de tus bromas o engaños-exclamo joris

-No lo es hermano, siento que se vendrá una gran guerra. Anoche zurcarak en persona me revelo sobre ello. Si no, no hubiese venido a ti.

-Lo sé, pero yo también tuve ese sueño... guerra, muerte... los dioses destruirán el mundo.

-en estos momentos es cuando pienso sobre Oropo...

-Él quería destruir todo iglorium, además que causo más muertes de las que podría haber salvado en una eternidad...

El barco en el cual se encontraban siguió su curso. Pero en el reino sadida la historia seguía, pero había que dar la gran noticia.

-Yugo, podrías llamar a otomai, quiero que busque a todos los de la hermandad así le damos la noticia-exclamo Amalia

-No... prefiero ir yo a buscarlos, además hace tiempo que no veo a Flopin, Elely, pinpan, Evangelin.... Ruel y su mujer la cual siempre me olvido su nombre... Además... quiero ir por papa Alibert... y hablare con Adamai sobre eso...

-No lo fuerces, la última vez sabes cómo fue.

En ese momento la habitación queda en un total silencio, Yugo dirige su mirada con pena hacia su mujer.

-Si... lo sé, pero no volveré a perder a mi hermano. Pero para mí antes estas tu

Aliviada por lo que dijo Amalia se levantó y abrazo a yugo y al oído le susurro "Te amo Yugo, nada me separara de ti"

-Yo también te amo Amalia... siempre lo hice y siempre te amaré- le dijo con sus ojos llorosos

En ese momento yugo cierra los ojos y abre un portal.

-prométeme que te cuidaras mientras no estoy, mira fijamente a Amalia, cuídate tú y a nuestro bebe...

- Lo hare mi amor. Lo hare

Fin del capitulo Piloto