Félix tomo el broche y lo puso en su pecho, este brillo y una esfera de color azul oscuro salió de está, tomando la forma de un pequeño pavo real.

—¡Hola, soy Duusu! ¿Eres mi nuevo portador? ¿Qué sucedió con la señorita Chloé? ¿Ella me dejó con usted? ¿Por qué?—

—Soy Félix Fathom...— Respondió el rubio, observando incrédulo al pequeño ser mágico, luego sus ojos de fijaron en "Chloé" que ahora era "Queen Bee". —Quizás podría oír lo que tienes que decir...—

—¡Bien! Pollen, fuera aguijón—

Su traje heroico desapareció y la rubia alimento a su kwami con un trozo de turrón, luego la abeja se fue a volar por la habitación con Duusu, a quien le dio un caramelo.

La rubia procedió a contarle todo, bueno, no todo, solo que iba a convertirse en una heroína respetada y amada, así mismo también le hablo sobre todas las cosas que Lila había dicho y hecho hasta el momento, mencionandole que quería hacer caer de su cómodo pedestal a la Rossi, además claro, hacer que todos se pusieran en su contra.

También le hablo sobre la posibilidad de obtener otros prodigios en el futuro y tener más aliados.

—Déjame ver si entendí, ¿Quieres convertirte en la mejor heroína de París y superar a Ladybug, pero al mismo tiempo también quieres hundir a la tal Lila Rossi en un lodazal debido a todas las mentiras que dice y quieres mi ayuda para concretar tu plan?—

—Es básicamente eso, aunque también requeriría que vivieras un tiempo en París, no permanente, sino hasta que logremos al menos hacer caer a Rossi—

—Voy a pensarlo... Pero antes respondeme algo, ¿Por qué odias tanto a esa chica? Aún si es una mitómana, sus mentiras no te afectan en absoluto, solo la van a perjudicar a ella cuando salga a la luz la verdad—

—Te mostraré porque...— La rubia saco su teléfono y busco entrenas contactos a Rossi (tenía su número debido a Sabrina), marco y espero a que la zorra esa respondiera.

Sonó una vez.

Luego dos.

Fue hasta la tercera que la mitómana decidió responder.

-"Hola, ¿Quién habla?"-

—Rossi, soy Chloé Bourgeois, la mejor amiga de Adrien. ¿Conoces a mi padre? André Bourgeois, el alcalde de París—

-"¿Necesitas algo, Chloé? Si es sobre Adrien, puedes pedirme lo que sea, él y yo nos hemos hecho muy cercanos desde que llegué a Françoise Dupont, nos mandamos mensajes diariamente, si quieres que le diga algo por ti, ¡Lo haré con gusto!"-

—Si, si, lo que tú digas... Quería hacerte una pregunta, escuché por ahí que tienes un ex-novio, un tal Félix Fathom que es heredero de la familia Graham de Vanily, ¿Por qué terminaste con él?—

-"..."- Hubo una pausa, luego se escucharon sollozos al otro lado del teléfono, unos bastante convincentes. -"Él era realmente lindo y atento conmigo, un verdadero caballero... Pero su madre no aprobaba nuestro amor, no creía que yo fuera la chica indicada para estar con él y por eso tuve que alejarme, ¡Yo lo amaba! ¡Aún lo amo!..."- Hubo otro sollozó seguido de varios hipos. -"¡Pero su madre...! Esa mujer cruel y desalmada nos separó... Rompió nuestro amor... Nos obligó a alejarnos"-

Luego de escuchar aquello, la rubia colgó la llamada. —¿Sabes? No sabía que la señora Amelie era "cruel y desalmada", tampoco me había enterado que tú y Rossi tuvieron una relación en el pasado, de lo que uno se entera ¿No?—

—...— El rostro del rubio se frunció por el enojo, pero supo mantener la compostura y no explotar. —Te ayudaré, solo debemos convencer a mi madre de que me deje ir a París por un par de semanas—

—¡Que alegría me da saber que te unes a mi humilde tripulación!— La reencarnada chasqueo sus dedos y Pollen llegó con ella, metiéndose dentro de su bolso. —Así es Rossi, dale el nombre de alguien con poder y dinero, házle una pregunta sobre esa persona y si tenían una relación, ¡Y BAM! En tres segundos tendrás una trágica historia de fondo o una muy bonita... En tu caso, es un amor prohibido— La rubia se dio la vuelta para salir de la habitación. —Te aconsejo que mantengas al ave oculta de todos, bueno, puedes decirle la verdad a la señora Amelie, sé que ella lo entenderá y te dará el permiso para ir a París conmigo—

La rubia saco de su bolso el paquete de caramelos de menta y se lo arrojó al rubio, él lo tomo y lo observó confundido.

—¿Y esto?—

—El alimento del ave azul, ¡Ahora vamos! La señora Amelie y Jean nos están esperando para comer, seguro estarán pensando que me asesinaste y estás ocultando mi cuerpo—

La rubia soltó una risa y luego salió de la habitación, poco después salió Félix, quien había ocultado el miraculous debajo de su corbata, Duusu se metió dentro del bolsillo de su chaleco, comiendo aún el caramelo que Chloé le había dado hacia unos momentos.

Pasaron la tarde conviviendo.

Disfrutando del pastel que había traído y un poco de té de menta, había sido una tarde relajante, pero toda la calma se esfumó cuando los adolescentes fueron a la habitación de Félix, con la excusa de "jugar ajedrez" (cabe decir que Chloé era pésima en eso).

Félix estaba sentado en su cama, mientras que Duusu estaba en su hombro, comiendo otro caramelo de menta, los kwamis sin dudas eran seres glotones, al menos algunos de ellos.

—¡Bien!— Dice la rubia, que estaba de pie junto a una pizarra (esas de las que se esceuben con plumón), con Pollen sentada también en su hombro, comiendo un pedazo de turrón. —Ya que te explique cómo transformarte y el como utilizar tu poder especial, ¡Hablaremos de como proteger nuestras identidades secretas!—

Tomo una caja de rotuladores/marcadores/fibrones e hizo varios dibujos de palitos, eran Ladybug, Chat Noir, Hawk Moth y el propio maestro Fu.

—¿Quién es el cuarto? Se que los primeros tres son Hawk Moth, Ladybug y Chat Noir, ¿Pero quién es el último?— Pregunto Félix.

—¡El guardián de los miraculous! Él es quien custodia la caja de los prodigios, aunque es una buena persona y tiene un gran sentido de la justicia, no podemos dejar que él descubra quienes somos, porque sino... ¡Adiós poderes!... En fin, para mantenernos a salvo de ellos, usaremos un símbolo de protección que evitará que los demás puedan quitarnos nuestros prodigios—

La rubia saco de su bolso su copia del libro de los miraculous, si, al final había hecho que Jean lo fuera a fotocopiar y a encuadernar, también le había pedido al hombre que dijera que reforzarán las hojas y lo habían hecho.

Abrió el libro y paso las páginas donde estaban dibujados los héroes, además de las joyas mágicas que les daban sus respectivos poderes, llegando a una de las páginas centrales se encontró con una página donde había varios símbolos que eran diferentes de los otros que había en el libro. 

Luego de memorizar el símbolo guardo el libro dentro de su bolso, ese era un objeto importante y no quería que cayese en las manos equivocadas, aunque no es como si alguien común pudiese leerlo, solo alguien con conocimiento sobre la antigua escritura de los guardianes podría, ella podía porque conocía el alfabeto y la numeración.

Tomo un plumón negro y se dibujo en el dorso de la mano.

—¿Se supone que un símbolo entraño nos va a proteger?— La ceja izquierda del rubio formo un arco.

—Puede que no parezca nada ahora, ¡Pero poniendo el ingrediente correcto...!— Le hizo una señal a Pollen y la kwami flotó hasta su mano, escupiendo sobre su dorso una baba traslúcida y brillante, que poco a poco fue absorbida por la tinta del plumón y por la piel de la rubia, pronto el símbolo desapareció de su piel, como si nunca antes hubiese estado allí. —Ahora intenta quitarme mi miraculous—

Félix tenía una mueca de asco en su rostro, el ver a la pequeña abeja escupir en la mano de la rubia le dio mucho asco, fue repugnante.

Acató la petición de Chloé, se puso de pie e intento tomar el miraculous de la rubia, su peineta, pero cuando sus dedos estudiaron apunto de rozar la superficie metálica de la joya, una descarga eléctrica lo hizo apartar bruscamente la mano, observó la peineta, que ahora era rodeada por un pequeño escudo hecho de luz dorada.

—Pudiste avisarme sobre la descarga...—

—En mi defensa, no sabía que podía hacer eso, solo leí que era un tipo de escudo, no que daba descargas— Dice la rubia y luego sonríe ampliamente. —¡Tu turno!—

Ella de acerco a él y lo tomo de la mano derecha, dibujo en dorso de su mano aquel símbolo de protección, el procedimiento fue el mismo, solo que quien tuvo que dar su baba fue Duusu.

Félix hizo una mueca e intento limpiar la baba debido a que la sensación fría y viscosa le daba arcadas, pero no pudo, está fue absorbida por su piel.

Chloé intento quitarle el broche y sufrió lo mismo que él hace solo unos minutos, recibió una pequeña descarga eléctrica, sobre el broche con forma de pavo real se formó un escudo de color zafiro.

Ahora sus miraculous estaban protegidos.

Los ojos azules de la portadora de la abeja se fijaron en la computadora del Fathom y una sonrisa apareció en su rostro.

Había dicho que enviaría un correo anónimo al director, ¿No?.

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—¿Qué... Qué es esto?—

El director Damocles observaba escéptico el correo electrónico que le había llegado, había sido enviado de manera anónima, pero aún así tenía peso.

«Disculpe si lo molesto, señor Damocles, pero una de sus estudiantes "Lila Rossi" es una mitómana, cada vez que ella abre la boca solo escupe mentira tras mentira, dice conocer a gente importante y también dice padecer de distintas enfermedades, pero jamás da comprobantes médicos que validen su estado, así que le sugiero que empiece a investigar su historial médico y académico, a menos que usted quiera que se le haga un reporte con la junta directiva, porque estoy seguro de que a ellos les va a encantar saber que usted no hace comprobaciones reales con sus alumnos y solo cree en lo que dicen. ¿Si uno de ellos viniera a usted y le dijera que tiene alguna enfermedad crónica, usted le creería así como así? ¿Sin siquiera pedir un comprobante médico?... Piense en su carrera, señor Damocles, se arruinara si se sabe que usted cree ciegamente en las palabras dichas por una chica de 14 años».

Libro de los miraculous (versión Chloé): 

Símbolo de protección: