🐝Capítulo 3🐝
Faltaba poco para que llegaran hasta la torre Eiffel, solo una dos calles más y ya estarían allí.
Inesperadamente la limusina se detuvo en medio de la calle, observó por la ventana y vio varios autos también detenidos, ¿Hubo un accidente? ¿O un akuma estaba atacando?.
Si era así podría salir y ayudar, pero primero tenía que desviar la atención del conductor hacia otro lado.
—¡Tu!— Señala al conductor. —¡Ve a ver qué está sucediendo!—
—Pero señorita Chloé, no puedo dejarla sola...—
—¡He dicho que vayas a ver! ¡¡AHORA!! ¡O haré que te despidan de este trabajo y estarás de patitas en la calle!—
El conductor obedeció a la rubia y salió de la limusina, se sentía mal por haberle gritado al chófer pero era necesario que se fuera y la dejará sola para poder escapar.
Abandono el vehículo y se escabulló entre la gente que también se habían bajado de sus propios vehículos para saber que es lo que ocurría.
Fue cuando llegó a la avenida que se dio con la sorpresa de que había vallas, de esas que solían poner los policías para detener el tráfico, junto a eso había al menos unos seis coches policiales y a pesar de la distancia logro divisar al padre de Sabrina con un megáfono en su mano izquierda.
Era claro que algo estaba sucediendo, pero dudaba de que fuera por culpa de algún Akumatizado.
—¿Está todo bien, mi reina?— Pregunto Pollen que asomó su cabeza desde el bolso.
—Algo sucede, no se que es, pero sin dudas es malo— Dice la rubia, ocultándose detrás de un bote de basura. —No creo que sea un akumatizado, es algo...—
Detuvo su hablar cuando escucho el sonido de un choque, este se repitió en varias ocasiones y parecía que venía hacia la calle en donde ella se localizaba actualmente.
Se asomo por uno de los lados del bote de basura y en la lejanía pudo ver un flamante auto de color carmín que se movía de manera errática, aquel vehículo de última generación le pertenecía a la familia Tsurugi.
Cuando el auto paso a gran velocidad por la calle, logro escuchar algo desde el interior del vehículo, una voz jovial y femenina, que dio varios gritos que decían "¡Detente, Satsu! ¡Detente! ¡Te ordeno que te detengas!"...
El pánico la invadió cuando se dio cuenta de quién iba en aquel vehículo fuera de control, era Kagami.
Miro hacia los tejados, ni Ladybug ni Chat Noir estaban a la vista, tampoco había muchos peatones, los pocos que estaban allí antes, habían sido evacuados por los policías.
Decidió que lo mejor era actuar, jamás creyó que su primera aparición como heroína sería de está manera, pero no planeaba dejar a Kagami atrapada en un auto fuera de control cuando tenía el poder para brindarle ayuda.
Corrió hacia un callejón cercano y luego de que se aseguró cinco veces de que nadie la vio ingresar, dejo salir a Pollen.
—¿Planea interferir, mi reina?—
—Voy a interferir, tengo el poder para ayudar a la persona atrapada y eso es lo que haré— Dijo decidida.
—Entonces diga las palabras, mi reina—
Una enorme sonrisa apareció en el rostro de la ahora rubia, ¡Siempre había soñado con hacer esto! Y sabía que no había fan que no quisiera hacerlo también (aunque ellos quizás con otros prodigios). —Pollen, ¡A zumbar!—
Un brillo amarillo salió del callejón y en solo un par de segundos ella ya estaba lista.
Abandonó el callejón y dio un saltó, la sensación de libertad que sentía, el viento golpeando su rostro, era algo que no podía describir adecuadamente.
Solo podía decir que se sentía increíble.
Salto de tejado en tejado siguiendo al vehículo de la familia Tsurugi, habían pasado al menos unos 10 minutos desde que vio que el coche estaba fuera de control y aún no aparecían los otros héroes, ¿Tal vez se debía a qué no era un akumatizado? Aunque eso no sonaba del todo lógico, porque sabía que tanto Ladybug como Chat Noir ayudaban a la gente de París con algunas cosas que se podrían decir eran "normales" así que no tenía lógica que no vinieran, en un capítulo incluso se había mostrado que la heroína catarina salvaba gatos y demás, así que el que no estuvieran allí a pesar de que había un escándalo tan prominente, era extraño, demasiado.
Por ahora dejaría eso de lado, su misión primordial era salvar a la Tsurugi.
Dio un último salto y se interpuso en el camino del auto, este estaba a unos 50 metros, pero debido a lo rápido que estaba yendo sabía que no le llevaría mucho llegar hasta donde ahora estaba, así que decidió usar su poder especial.
—¡Veneno!— Grito la rubia, golpeando con su habilidad especial el capo del auto justo antes de que la atropellara, haciendo que esté se detuviera de manera abrupta.
Rodeo el vehículo y trato de ver el interior por una de las ventanas, quería comprobar que Kagami estuviera bien. Vio a la peliazul sentada en uno de los asientos traseros, teniendo el cinturón de seguridad, lo que la dejo un poco tranquila, aunque no mucho, primero tenía que sacarla de ahí para asegurarse de que no tuviera heridas.
Kagami la estaba observando, seguramente intentando descifrar quien era, le hizo unas señas intentando hacerle entender que se apartará lo más que pudiera y ella así lo hizo, pegándose tanto como pudo a la puerta contraria, metiendo su cabeza entre sus piernas. Tomo su trompo y con ayuda de este rompió la ventana de la puerta trasera (la del lado derecho).
Metió la mano e intento quitar el seguro de la puerta, pero este estaba atascado, así que opto por la segunda opción, arrancando la puerta de una sola vez.
Se deslizó dentro del vehículo y con su fuerza mejorada (dada a ella por el propio miraculous), rompió sin problemas el cinturón de seguridad que tenía apresada a la peliazul.
Ya liberada la ayudo a salir del auto, la observó de pies a cabeza y cuando se aseguró de que no tenía heridas, se dio la vuelta para irse, pero la voz de la japonesa la hizo detenerse.
—¿Quién eres?— Pregunto Kagami.
Abrió la boca dispuesta a presentarse formalmente pero cuando iba a decir algo se detuvo, porque por el rabillo del ojo logro ver qué Ladybug y Chat Noir iban llegando, también logro ver a varias personas que se habían acercado para observar mejor, por lo que era hora de actuar.
—¿No lo sabes? Es un pena que no me conozcas— Fingió estar herida y luego sonrió ampliamente. —Yo soy la única e inigualable, ¡Queen Bee!, Y no doy autógrafos, ahora sí... ¡Adiós!—
Lanzo su trompo hacia una chimenea y se balanceo lejos de la escena, tan solo pasaron un par de minutos hasta que llegó a un callejón y pudo des-transformarse, Pollen sonreía a pesar de estar cansada.
De su bolso saco la bolsa ziploc donde había guardado el turrón, dándole un pedazo a la agotada kwami, que la comió bastante más rápido de lo que pensaba.
—¡Eso fue magnífico, mi reina! Para ser su primera vez como heroína, pudo controlar muy bien las habilidades que le da el miraculous y también pudo usar en el momento justo el poder del "Veneno", ¡Estoy segura que usted será una gran heroína!—
—Gracias Pollen, pero apenas hice un pequeño grano de arena de lo que hacen Ladybug y Chat Noir día a día, si realmente quiero ser reconocida como la única portadora de tu miraculous y que todos me vean como alguien digna de confianza, tengo que dar mi mayor esfuerzo—
—Es cierto, mi reina, usted debe demostrarles a todos sus súbditos que es la mejor y que usted es sin lugar a dudas la mejor opción para ser mi portadora de manera indefinida—
Las palabras de la kwami la hicieron feliz, porque era a ella a quien se las decía y no a alguien más, se sentía bien oirlo. Cerro la bolsa ziploc y luego la guardo dentro de su bolso, le indico a Pollen que era momento de ocultarse, ella lo hizo y después de asegurarse que la kwami estaba cómoda, salió del callejón y de dirigió al hotel Le Grand Paris.
Hoy había sido un buen día.
Mientras caminaban de regreso al hotel, Pollen le pregunto a la rubia sobre "Rossi", la reencarnada no dudo ni un segundo en decirle todo, bueno, lo que se suponía sabían los demás hasta el momento, que Lila era "amiga íntima" de Ladybug, que conocía celebridades y hacia muchas cosas, aunque todas esas solo eran mentiras.
Era por ser mentirosa y dañar a los demás que le dijo a Pollen que quería exponerla, a lo cual la kwami estuvo más que de acuerdo, saber que la pequeña abeja estaba de su lado la llenaba de dicha y felicidad.
Nada más llegó al hotel se encerró en su habitación, inicialmente había tenido la idea de cambiar y disculparse con las personas a las que Chloé le hizo daño, pero ahora que se ponía a pensar más a detalle, llegó a la conclusión de que no iba a cambiar, solo lo justo y necesario, nada más allá de eso.
Se sentó en su cama y con teléfono en mano procedió a seguir con la nueva ruta del plan que había empezado a trazar en su cabeza.
Busco entre sus contactos a cierta chica de cabello azul con coletas y la encontró agendada como "Panaderucha", realmente Chloé no tenía mucha imaginas para poner nombres insultantes.
Pulso en marcar y espero.
Y espero.
Su llamada fue rechaza, así que volvió a marcar.
Y espero otra vez.
Y de nueva cuenta su llamada fue rechazada.
Así que siguió insistiendo e insistiendo.
No fue hasta el intento número 57 que Dupain-Cheng contesto a la llamada.
—¡Ye era hora, Dupain-Cheng!—
-"¿Qué quieres, Chloé? ¿Por qué tanta insistencia en contactarme?"-
—Quería que fueras la primera en enterarse de mi pequeño plan...—
-"¿Qué tramas ahora?"- Pregunto Marinette, queriendo saber que tramaba la rubia, para ver si podría prevenir lo que sea que ella hiciera.
—¡Vaya que eres curiosa, Dupain-Cheng! Pero te lo diré...— Hizo una breve pausa y luego hablo. —Voy a hacer caer de su cómodo pedestal a Rossi, la voy a exponer como la mitómana que es. Se que tú estás al tanto de que esa italiana es una mentirosa de primera—
-"¿Y eso qué? ¿Quieres mi ayuda? Porque si es así yo no-..."-
—¿Cuándo he dicho que necesitaba tu patética ayuda, panadera? No la necesito, solo te estoy avisando de mis siguientes movimientos, para que tomes sitió en primera fila para ver cómo esa mitómana cae directamente en un profundo abismo del cual no podrá salir, no importará cuántas mentiras salgan de su sucia y mundana boca—
Concluyó la llamada y Pollen voló hacia ella, comiendo un pedazo de turrón, la kwami estaba al tanto de lo que había dicho Lila.
—¿Con quién se va a comunicar ahora, mi reina?—
—Un amigo de la infancia que sabe que Rossi es una burda mentirosa de pies a cabeza—
La rubia busco el siguiente número, el de Adrien, no le llevó demasiado tiempo encontrarlo, era el primero en la lista de contactos de la rubia, el segundo era el alcalde. Abrió el contacto, que estaba agendado como "Adrienbuu", y luego presionó el ícono de "llamar".
Sonó dos veces.
-"Hola, Chloé... ¿Qué necesitas?"- El tono del portador del gato era cansado, estaba claro que la llamada de la rubia no era apreciada.
—Saber porque guardas el secreto de Rossi, ¿Sabes que al hacerlo solo le estás dando vía libre para actuar y mentir más?— Pregunta la rubia con molestia. —¡Pero no te preocupes! Arreglaré el pequeño problema que le has dado al colegio y a nuestros inútiles compañeros—
-"¿Qué? ¿Cómo sabes que ella miente?"- Pregunto el rubio al otro lado de la línea. -"No, mejor no me digas. Solo te pido que no vayas a-..."-
La reencarnada concluyó la llamada antes de que el portador del prodigio del gato intentará "convencerla" de que no hiciera nada que dañará a Lila, ¿Pero no ella ya había hecho muchas cosas para poner en mal a otros? Bueno, hasta el momento no había hecho nada muy terrible, solo mentir y mentir, pero exponer las mentiras de esa chiquilla no sería fácil, bien dicen por ahí que: "Se atrapa primero a un mentiroso que a un cojo".
Y ella iba a atrapar a Lila, o bueno, mejor dicho sus propios compañeros harían todo el trabajo, ella solo iba a sembrar en ellos la semilla de la duda, tal como había hecho con Alix y Nathaniel.
Era cuestión de tiempo para que todos en la escuela empezarán a dudar de las cosas que decía esa chica.
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