Elle

Estoy empezando a ponerme nerviosa.
Justo cuando estaba despidiendo a Audrey en la puerta, un par de coches llegaron como si estuvieran en medio de un rally y por las caras que tienen ahora, es obvio que lo que se avecina no es bueno.

Escucho a alguien moverse a mi espalda y sé perfectamente de quien se trata.
John había estado dándose un baño, pero a Alexa no le importó. Dijo que era importante y que ya tendría tiempo para relajarse después.

—Esta bien. Contadme lo que sabéis.
Su olor me envuelve. Se ha sentado a mi lado, en el brazo del sofá y como acostumbra a hacer, su mano me toca. Es solo una leve caricia en la nuca, pero mi cuerpo se relaja inmediatamente.

—Como te dije hace un momento, Mihail Dantés ha sido visto en la ciudad.—la tensión regresa. Siento todas las miradas sobre mi, pero las ignoro, incluso la de Audrey que está sentada frente a mi. Solo el toque de John impide que salga huyendo. —No ha venido solo. Está protegido y debe estar tramando algo, porque están armados hasta los dientes.
—Elle, mirame.
Parece que él no ha prestado la suficiente atención si está más preocupado porque yo le mire.
Sin embargo, mi cuerpo obedece y gira hacia él.
—Te prometí que no volvería  acercarse a ti y mantendré esa promesa cueste lo que cueste.
Su mano asciende hacia mi rostro y me apoyo en ella permitiéndole calmar mi alma.
—Sé que tienes miedo, pequeña, y yo lo tengo también, pero acabaré con esta amenaza de una vez por todas y cuando lo haga, volveré aquí y hablaremos del futuro. Uno que nos incluye a los dos y tal vez cuatro o cinco hijos. 
Las lágrimas se deslizan por mi rostro pese a lo mucho que deseo contenerlas, y él, amablemente las limpia con el pulgar.
—Voy a volver, amor. Tengo mucho por lo que vivir y tu eres el centro de todo eso, así que esperame, ¿de acuerdo?
Se vuelve hacia Garreth y Alexa y se dirige a ellos.
—Ella es todo para mi. Cuidadla hasta que vuelva.
Ambos asienten y a partir de ese momento, el movimiento es constante y estresante, pero trato de ser fuerte.
No quiero pensar en que quizá esta sea la última vez que vea a John, pero lo hago, porque sé lo cruel que puede ser el Amo.
No puedo dejar que se vaya sin saber...

*****

John

He cargado una bolsa con armas. Soy un hombre precavido que vive en una casa en las afueras rodeada por un bosque, así que nunca se es lo bastante paranoico y por si eso fuera poco, hay alguien aquí conmigo que protegería de cualquiera que tratase de herirla.
Fallé una vez y se la llevaron.
Nunca cometo un error dos veces.

En cuanto hable con los chicos y nos organicemos, Garreth se la llevará lejos donde pueda protegerla, y Alexa irá con ellos porque pese a sus avances, estará más tranquila con una mujer a su lado.
He pensado pedirle a Audrey que les acompañe, pero tiene un hijo pequeño y debe querer volver junto a él.

*****

Ha pasado una hora.
Todo está listo. Ha llegado el momento.

Audrey se ha marchado hace más de cuarenta minutos y por insistencia mía, avisó en cuanto llegó a su casa.

Salgo junto a Elle llevando una bolsa con su ropa, ropa que las chicas trajeron para ella cuando volvimos tras su vuelta del hospital.

Alexa y Garreth van delante, dejándonos algo de intimidad.

Elle se detiene de golpe haciendo que yo haga lo mismo para no chocar con ella.
Se vuelve hacia mi con lágrimas en los ojos rompiendo así mi corazón.

—John yo...
Lo veo. Lo veo en sus ojos. Me ama.
—Te amo. Sé que cinco hijos son muchos pero prometeme que eso no te hará salir corriendo.
Logro que sonría, que es justo lo que pretendía.
No quiero que me diga que me ama ahora. Siento que lo hace porque piensa que esto es una despedida. No lo es. Volveré a ella.
—Se buena.
Asiente y la abrazo. Quiero que su olor, tu tacto, toda ella me envuelva. Eso me dará fuerza.

Separándome lentamente, envuelvo su rostro con mis manos y bajo mi boca hasta la suya.
Y entonces lo escucho.
La variación del aire, un leve silbido, alguien gritando y de pronto el cuerpo de Elle está laxo en mis brazos.