Capitulo 15

John

Me sujeto con fuerza del marco de la puerta mientras contengo las ganas de devolver.

Allí, en medio de la habitación oscura, desnuda, golpeada y atada a una cruz de San Andrés, una Elle destrozada, rota y apenas viva, espera ser salvada.

Owen corre hacia ella y se apresura a desatarla.
Apenas consigo dar un paso cuando ella grita y lucha contra el tacto de Owen.

No puedo oír lo que él le dice, pero se que debe estar tratando de calmarla, porque es como si de pronto ella se rindiera y deja su cuerpo laxo para que él pueda sacarla de allí.

—Acercadme una puta sábana. No voy a sacarla así.
Reacciono a sus palabras y arranco una sábana de la cama y la pongo sobre su cuerpo.
No soporto verla así.
La Elle que yo conocí estaba asustada pero cuando por un momento abre los ojos y me mira, sé que es terror lo que ha sentido y aun siente.

—Deja... Déjame morir... Me encontrará...
Sus palabras se detienen y al mirarla es obvio que perdió el conocimiento.
—Acabaré con él.
Owen asiente pero avanza hasta la salida.
Primero la pondremos a salvo.
Me aseguraré de que viva y entonces...
Mihail Dantés es hombre muerto.

*****

Siete días después

Elle no habla, no come apenas, y sobretodo, no acepta el contacto o el acercamiento de ningún hombre.

Después de sacarla de aquel lugar, pude observarla y curar la mayor parte de sus heridas al estar ella inconsciente pero al despertar, luchó con cada uno de nosotros, llegando al extremo de rogar por su muerte.

Ha sido muy duro verla consumirse frente a mi.
La verdad es que he tenido ayuda de las chicas para ayudarla a cambiar los vendajes o a la hora de bañarla, sin embargo hoy estoy solo con ella.

Llevo fuera de mi habitación, que es donde ha estado quedándose, casi diez minutos pensando en como acercarme sin que ella salté lejos o me mire con ojos aterrorizados como si yo fuese capaz de algo parecido a lo que ese hijo de puta le hizo.

El ruido de agua me pone alerta.
Durante esta última semana, ella no se ha movido sola para nada más que para hacer sus necesidades.
Todo lo que implicaba bañarse, lavarse el pelo o cualquier cosa que supusiera mas esfuerzo, esperaba por alguna de las chicas.

Abro la puerta de la habitación cuando la sensación de que algo no está bien se asienta en mi pecho impidiéndome respirar con normalidad.

La cama está vacía y otro sonido llega desde el interior del cuarto de baño.
Una canción. La conozco. Últimamente ha sonado bastante en la radio.
Sara Serena creo que es la cantante.

Me acerco a la puerta e intento abrirla. Ha cerrado con pestillo.
Golpeo, fuerte, al mismo tiempo que llamo por ella.

—¿Elle? Abre la puerta.
La música sube de volumen y la sensación es cada vez peor.
—¡Elle!
Sigue sin haber respuesta.
Me alejo un poco y golpeo la puerta usando mi cuerpo.
Una. Dos. Tres veces. Y cede.

Por segunda vez en una semana siento que mis piernas no responden.
El agua no es clara. Es roja.
Elle yace en medio de la bañera con cortes en las muñecas como una muñeca rota, sin vida.

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Quiero que sepáis que he pedido asilo en otro país por si tengo que salir huyendo, aunque temo que después de leer esto vas a matarme almarianna.

Pues nada... Me esconderé bajo un puente. Hasta el próximo capítulo.

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