Genuino interés
¿Está mal si digo que esa chica me parece muy interesante? Quiero decir... ni siquiera la conozco... pero esa primera impresión me ha dejado embelesado.
¿Por qué me interesa tanto conocerla? Solo hablamos un poco... ni siquiera fue porque alguno de los dos intentó conversar con el otro, fue simplemente porque ella tenía prisa y yo estaba distraído.
¿Por qué siento un genuino interés hacia ella?
-Fuutarou Uesugi.
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Narra Fuutarou
Cuando la conocí, realmente me interesé mucho en ella, los rumores que circulaban sobre ella a primera vista parecían que distaban de la realidad, no era rara, simplemente era... "tímida".
Como dije, eso a primera vista. Por supuesto que luego vi muchas otras cosas que hicieron que me enamorara profundamente de ella, pero creo que estoy saltando muy a futuro.
Todo comenzó un par de días luego del incidente de los audífonos. Luego de ese incidente, no tuve ningún contacto con Miku, ni siquiera de vista. Solo había visto a sus molestas hermanas, aunque no había relevancia en todo eso.
Por supuesto, yo sabía bien que en el instante en el que la vi, algo había surgido en mi interior. Estaba completamente seguro de que no era "amor" a primera vista, siempre he sido lo suficiente racional como para creer que eso no existe, sin embargo, ese sentimiento crecía dentro de mí y yo no fui capaz de detenerlo.
Las Nakano siempre fueron conocidas, para algunos eran las chicas problema, para otros eran las 5 bellezas de la escuela, pero para mí... solo eran un maldito dolor de cabeza.
Es cierto, yo no pasé tanto tiempo junto a ellas como mi amigo Takeda, pero el poco tiempo que pasamos juntos me demostró que ellas y yo nunca nos llevaríamos bien.
Por increíble que parezca, Miku fue la primera que me trató bien. Ella recordó el incidente de los audífonos y eso sirvió bastante, aunque llegar hasta ese punto de por sí fue bastante complicado.
Narración normal
De vuelta en la época de nuestra historia, Fuutarou estaba sentado. Él esperaba pacientemente a Maeda y a Takeda. El trío de chicos había quedado en reunirse en un café. La idea fue propuesta por Maeda, pues en el momento en el que escuchó que Takeda no iba a reunirse con su "misteriosa" novia, mencionó que debían aprovechar a salir a refaccionar y pasar la tarde juntos para luego irse a jugar videojuegos.
El chico estuvo ahí un buen rato, las personas entraban y salían y no había ni una señal de sus amigos.
Pero en cierto momento, su mirada se desvió hacia dos chicas, dos chicas que él conocía ligeramente.
Esas chicas eran dos de las Nakano, la primera de ellas era una chica con un listón verde y la otra era una chica que tenía unos adornos de mariposa.
-Mesa para 5 por favor.- mencionó la de adornos de mariposa.
El mesero por supuesto, se apuró a hacerle caso y le preparó la mesa que había solicitado, las dos chicas se sentaron relativamente lejos del peliazul, pero suficientemente al alcance de la mirada y el oído del chico.
El chico miraba que ellas no platicaban de nada relevante, una de ellas hablaba sobre moda, mientras que la otra intentaba hablarle sobre los clubs de deportes y demás.
El ambiente siguió incómodo hasta que llegaron las tres chicas restantes. La primera poseía un suéter verde que cubría su bien formada y bendecida retaguardia. La que venía atrás era chica con un semblante más serio, portaba unos lentes que le daban cierto toque maduro y finalmente, la protagonista de esta historia, una chica que el peliazul conocía, al menos de nombre.
Miku no notó la presencia del chico, muchísimo menos el resto. Él por su parte no decía nada, si bien era una oportunidad para hablar con ella, él sabía bien que solo salía perdiendo si se acercaba a ella.
Él miraba cómo todas conversaban amenamente, de vez en cuando la chica de los adornos de mariposa se perdía en su celular, pero la mayor parte del tiempo se la pasaron charlando.
-Que bueno que conseguiste engañarlo, ya hacía falta un día en el que nos dejara descansar. Realmente es increíble que haya durado tanto tiempo.-
-Él siempre se ha esforzado por nosotros Nino, sabes bien que sin su ayuda, tanto Yotsuba -dijo señalando a la chica del listón verde.- como Ichika ya no estarían en la escuela.- dijo Miku con seriedad.
-Aaaaagh, ese noviecito tuyo solo nos ha causado problemas, lo sabes muy bien. Nunca me cayó bien.- dijo Nino molesta.
-Hehe, no peleen chicas, mejor disfrutemos el hecho de que pudimos salir juntas.- dijo Ichika mientras hacía ademanes para calmar a las dos chicas.
-Ichika tiene razón, mejor disfrutemos de la maravillosa comida del lugar.- dijo Itsuki mientras juntaba sus manos con felicidad.
-A ella siempre se le mira comiendo... ¿cómo carajo no está gorda?- pensó el chico.
-Itsuki, para ti toda la comida es maravillosa.- dijo Yotsuba con una risa nerviosa.
El chico decidió dejar de poner atención a las chicas, pues sabía que no sucedería nada interesante y parecería un acosador si descubrían que él estaba escuchando lo que hablaban.
Tras varios minutos en los que el chico se la pasó jugando en su celular, sintió que alguien le tocaba el hombro. Al alzar la mirada, vio a sus dos amigos.
-¡Fuutarou! Disculpa por haber tardado tanto.- dijo Takeda con una risa nerviosa.
-Intenté apresurarme, pero este idiota no terminaba de arreglarse. Fue algo molesto.- dijo Maeda mientras rodaba los ojos.
Los chicos se sentaron ante la mirada de un claramente molesto Fuutarou.
-Llevo esperando puro estúpido... como por ¡30 minutos!- dijo el chico alzando ligeramente la voz, llamando sin querer la atención de varias personas, entre ellas las Nakano.
Enfocándonos en las chicas, destaca decir que el peliazul ya no les ponía atención a lo que decían y los amigos del chico no se habían dado cuenta de que estaban ahí, ellas vieron sorprendidas al grupo de amigos, no por el grito del peliazul, sino que era porque el chico que estaba ahí era uno que conocían muy bien.
-Es increíble. Trato de dejar de ver su odiosa cara por un día y me lo vengo a encontrar aquí.- dijo Nino con molestia.
-Baja la voz Nino, creo que no se ha enterado que estamos aquí. Seguro que si nos mira se separa de sus amigos y nos intenta obligar a estudiar... de nuevo.- dijo Ichika con una risa nerviosa.
Miku no decía nada, sin quererlo, su atención se desvió al chico peliazul, cuyo nombre ya sabía que era Fuutarou Uesugi. Ella llevaba ya varios días intentando hablar con él, pues quería devolverle el dinero por los audífonos, aún se sentía culpable por lo que había sucedido.
Ella miraba con curiosidad, el chico aunque parecía molesto con sus amigos, en ocasiones dejaba salir sus verdaderas emociones, era realmente malo al intentar fingir enojo, habían veces donde esbozaba ligeras y no tan imperceptibles sonrisas, causando que los otros dos no lo tomaran en serio.
Sin embargo fue sacada de sus pensamientos por Nino.
-Ya deja de mirarlo, ¿no te cansas de eso? Lo ves todos los malditos días, al menos disfruta este tiempo con nosotras.- dijo claramente molesta.
-Lo disfrutaría si no gritaras tanto Nino.- mencionó Miku con serenidad.
Luego de eso, ya no pudo enfocarse en el grupo de chicos, pasó todo el tiempo escuchando o hablando un poco con sus hermanas.
Al final, ambos grupos terminaron sus alimentos casi al mismo tiempo, aunque las Nakano fueron las que se retiraron primero. Miku no pudo sacarse de la mente a Fuutarou, realmente seguía sintiéndose culpable debido a que ella investigó el precio de los audífonos que el chico le había dado y era uno relativamente caro, al menos a ojos de la pelicastaña.
Nadie imaginaría que esa simple chispa sería más que suficiente como para generar toda clase de problemas.
~~
Varios días después, Fuutarou caminaba tranquilamente hacia su salón, aún sentía muchas dudas sobre la misteriosa novia de su querido amigo.
-¿En serio existe alguien capaz de soportarlo?- dijo mientras reía internamente. Podía ser un completo patán y alguien considerado como demasiado serio, pero cuando se trataba de sus amigos, era cuando realmente podía mostrar quién era el chico en realidad.
Mientras caminaba perdido en sus pensamientos pudo divisar a la distancia a Maeda hablando con una chica, era una chica que recordaba haber visto. Al hacer memoria, recordó que había visto a dicha chica junto a la chica que destruyó sus audífonos. Él se acercó lentamente, pues no quería que lo notaran.
-Por favor... ¡me gustas mucho! ¿Te gustaría... bailar conmigo en el viaje?- dijo el chico mientras se inclinaba levemente.
En ese momento Fuutarou lo recordó, dentro de poco sucedería el famoso campamento que se realiza todos los años. Para su grupo, era la última vez que participarían en eso, pues ese mismo año terminaban secundaria.
-¿El baile de la fogata? No puedo creer que en realidad esté haciendo esto por eso... por favor, no me decepciones amigo.- dijo el peliazul para sí mismo, aunque fue audible para una chica que apareció junto a él.
-Tú me decepcionas... creí que eras buena persona, pero veo que solo vas tras Ichika...- dijo la chica a su lado con un aura aterradora.
El peliazul volteó la cabeza con algo de temor, pues no quería meterse en problemas, pero sabía que ya tenía uno feo encima.
-Eres un maldito acosador, iré a hablar con un profesor.- dijo ella con enojo.
Ella se volteó y en ese instante Fuutarou tomó de la mano a la chica, sabía que ella no iba a escucharlo, así que eso fue lo primero que se le ocurrió hacer.
-Espera... primero hablemos.- dijo el chico con "tranquilidad". Aunque fuera nerd, ya tenía unas faltas y llamadas de atención a causa de su comportamiento y vocabulario.
Lo supo desde el principio, pero cuando se dio la vuelta todo quedó muy claro, esa chica era Miku Nakano.
-No, das asco, iré a acusarte.- dijo mientras intentaba safarse del agarre del peliazul.
-Por favor Nakano-san, te lo ruego... dame una oportunidad, ya nos habíamos conocido, ¿no es así?- dijo el chico.
-Sí... y creí que eras distinto, pero me equivoqué.- dijo ella mientras trataba de soltarse del agarre del peliazul.
-Déjame explicarme... te prometo que valdrá la pena.- dijo el chico.
La pelicastaña suspiró, no perdía nada al escucharlo, solo el tiempo.
-Vale, rápido.- dijo ella mientras se soltaba del agarre y cruzaba los brazos tratando de parecer intimidante, aunque por supuesto no le salió, al cruzar sus brazos hizo que sus pechos resaltaran más, provocando que Fuutarou tuviera que usar toda su concentración para verla a los ojos.
-Es-esto...- dijo nervioso, causando que ella comenzara a impacientarse pues creía que estaba inventandose algo.
-Escucha... ese de ahí... es mi amigo Maeda. Solo estaba observando su intento de invitación a salir... ¡es todo!- dijo el chico haciendo ademanes.
-¿Por qué te creería?- dijo ella.
-Porque no estoy interesado en esa chica... ya... tengo a alguien...- dijo sin mucha seguridad, pues era mentira, pero fue lo primero que se le ocurrió.
-Ya veo...- dijo ella. -Lamento haberte juzgado antes de tiempo. Mira... aprovechando que estamos aquí... necesito que vengas conmigo, quiero hablar contigo.- dijo mientras comenzaba a caminar.
El peliazul no pudo decir nada, así que comenzó a seguir a la chica.
Tras llegar hasta la azotea, que fue el destino que la chica tenía desde el principio, la pelicastaña se detuvo y habló.
-Bien... primero que nada, lamento lo de hace un momento, estaba muy nerviosa y te acusé sin pruebas.- dijo ella mientras hacía una leve reverencia.
-No-no es necesario, ya te disculpaste una vez, estamos bien.- respondió.
-Con eso aclarado...- dijo mientras se recomponía. -Quiero hablar sobre lo que pasó el otro día. Escucha... lamento que me hayas dado tus audífonos, pude investigar sobre el modelo y descubrí que realmente fueron algo caros, así que no puedo permitir que mi error te cueste algo que es completamente tuyo.- dijo la chica.
-Realmente... no es necesario que me des algo, fue completamente culpa de ambos y quien salió perdiendo fuiste tú, así que simplemente arreglé mi error.- dijo el chico.
-Aún si lo niegas, sigo sintiendo que debo recompensartelo de alguna forma...- dijo ella mientras jugaba con sus dedos.
-Mmm... no lo sé...- dijo el chico, si bien era cierto que el dinero no le caería nada mal, se sentiría mal si lo aceptaba, era algo de lo que estaba seguro.
-Te diría que te preparo algo de comer para otro día... pero la cocina y yo no nos llevamos muy bien.- dijo ella.
-Realmente Nakano-san... no es necesario.-
-Solo dime Miku, junto a mis hermanas somos quintillizas, es normal que nos llamen por nuestro nombre.- dijo ella.
-Bueno, Nakano-san, digo Miku... como sea que pueda llamarte... no es necesario. Fue un accidente, ya pasó... dejemoslo así, ¿no crees?- dijo el chico.
Ella simplemente asintió, el chico estaba necio con no querer aceptar algo, así que sabía que sería imposible hacerlo cambiar de opinión.
En ese momento, una llamada interrumpió la charla que tenían, era el celular de Miku el que sonaba.
La chica contestó rápidamente y quién le respondió fue su hermana, Nino.
-¿Aló?- dijo, mientras le hacía señas al chico de que esperara.
-¿Donde demonios estás? Ya pasó tiempo y aún no sales, no quiero llegar a casa y que tu novio ya esté ahí, es tu trabajo ahora entretenerlo.- dijo ella con molestia.
-Nino, no es ninguna responsabilidad mía, a pesar tener ese asunto... lo que él haga para enseñarnos ya no es mi asunto.- dijo ella.
Fuutarou únicamente veía con curiosidad a la chica, ¿enseñarles? ¿Responsabilidad? Fue entonces que el chico cayó en cuenta que Takeda era el tutor privado de esas chicas.
-Escucha, debo terminar unas cosas aquí primero, vayan a casa, las alcanzo luego... lo prometo.- dijo para luego cortar sin esperar respuesta alguna.
-Creo que ya te quité mucho tiempo, ¿no lo crees?- dijo ella.
-Para nada, no es como que tuviera algo que hacer.- dijo el chico.
-Bueno... debo retirarme, fue un gusto conocernos... de esta manera... Uesugi-kun.- dijo ella.
-Pensé que ni siquiera sabías mi apellido. Como sea, solo sé más cuidadosa, no quiero que rompas esos audífonos también.-
Ella asintió y comenzó a retirarse, sin embargo, su mochila estaba mal cerrada y su celular salió de una de las bolsas, pues no tenía donde guardarlo.
Fuutarou rápidamente se acercó a levantarlo y cuando este reaccionó al contacto pudo notar que ella tenía de fondo de pantalla un emblema que él reconocía de los libros de historia, el logo de Takeda Shingen, uno de los generales de la era Sengoku.
-Takeda Shingen...- dijo el chico, alarmando así a la pelicastaña.
-¡Da-dame eso!- dijo entre gritando y susurrando, estaba tan nerviosa que no se sabía si eso había sido un grito o un susurro.
-Ten... vaya, no imaginaba que alguien como tú estaría interesada en este tipo de temas.- dijo el chico.
-No-no lo estoy, fue un reto tonto con una de mis hermanas.- dijo ella cada vez más nerviosa.
-Porque claro, cualquier hermano te pone para molestar un logo de un libro de historia como fondo.- dijo el chico.
La chica hizo simplemente un puchero, el peliazul tenía razón, era ridículo.
-Está bien... es solo un logo que me gustó.- dijo ella.
-Te creería... si no hubieras reaccionado en el momento en que dije el nombre de Takeda Shingen, más conocido como "El tigre de Kai".- dijo el peliazul.
La pelicastaña no dijo nada, simplemente tensó los puños y bajó la mirada.
-Te avergüenza que sepa sobre esto, ¿no es así? No hubieras reaccionado así de molesta si no fuera el caso.- dijo el chico mientras colocaba una mano en su mentón.
-¿Y qué si me interesa todo esto? Ya sé, soy una tipa rara a la que le gustan viejos barbudos de la era Sengoku, ahora sé feliz y cuentaselo a medio mundo para que sea aún más rara.- dijo con molestia mientras le arrebataba el móvil y comenzaba a irse a paso rápido.
-¡Mi-Miku! Espera...- dijo mientras corría para alcanzarla, cosa que no fue difícil.
-Vas a burlarte de mí... escucha... ya he tenido suficiente con la reputación que formé en esta escuela estos años... simplemente no quiero que eso empeore...- dijo ella con molestia.
-No pensaba decir nada... ¿es que acaso solo sabes asumir lo que voy a hacer o lo que diré? Dios, querida...- dijo el peliazul algo alterado.
-Yo solo... lo siento, es solo que... sabes... olvídalo, dejemos este... percance atrás y sigamos con nuestras vidas.- dijo ella mientras se daba la vuelta.
-"El conocimiento por sí solo no es poder, solo es potencial. Aplicar ese conocimiento es poder..."- dijo el chico, causando que Miku se detuviera en seco.
-"... Entender cómo y cuando aplicarlo es la sabiduría."- dijo ella terminando la oracion.
El peliazul rió ligeramente, no a son de broma, si no que a modo de ironía, estaba en lo correcto después de todo.
-No tiene nada de malo que tengas gustos distintos a los demás. ¿Qué importa lo que otros piensen de ti? ¿Qué importa tu reputación? Mientras te sientas bien, lo demás no tiene importancia.- dijo el peliazul.
-Las demás chicas de mi edad están interesadas en moda, chicos, películas y chismes... y yo simplemente llego con suerte a las películas... soy una chica que disfruta mucho de la historia y que admira a generales de una era pasada de nuestro país.- dijo ella.
-Por más que te lo diga no me escucharás, ¿verdad? En parte tiene sentido, ni siquiera nos conocemos, mucho menos somos amigos... así que el único consejo que puedo darte es que hables con ellos sobre esto, seguramente viniendo de un amigo todo sea distinto para ti.- dijo Fuutarou mientras miraba a Miku.
-Yo...- dijo ella, luego susurró algo que el chico no pudo llegar a escuchar.
-Amigos... amigos... amigos... ¿cuando fue la última vez que tuve uno? Es cierto... no tengo mucho de qué quejarme, mis hermanas y Takeda me han apoyado de cierta manera... pero pensandolo bien... ni siquiera con Takeda he hablado sobre esto... en parte porque creí que nunca sería necesario...- pensó. -Es... un buen consejo, lo aplicaría si tuviera amigos.- dijo ella con un aura depresiva.
Fuutarou se sintió mal al escuchar eso, tenía mucho más sentido ahora el comportamiento de la chica.
-Muy bien... no puedo creer que estoy haciendo esto... pero te cobraré lo que me debes de los audífonos.- dijo cambiando completamente el tema.
-¿Eh? Oh... claro... supongo que no tengo problema con eso.- dijo algo triste mientras buscaba el dinero.
-No quiero dinero... quiero que me pagues de otra forma... quiero que seamos amigos.- dijo el chico.
El ambiente se quedó en silencio, Fuutarou aún se preguntaba mil veces el por qué le había pedido eso, era cierto que tenía interés por la chica y acercarse a ella no sonaba nada mal, aunque no pensaba hacerlo tan... de frente. Miku por otro lado, se quedó estática, no entendía qué demonios había sucedido, estaba procesando todo.
-¿A-amigos?- dijo nerviosa la chica.
-Por algo se empieza, así que seré tu amigo ahora.- dijo el chico.
Una extraña calidez invadió el pecho de la chica, causando que se sonrojara bastante.
Narra Miku
¿Un amigo? Eso es algo... que nunca había tenido, desde pequeña mis hermanas han acaparado la atención de las personas que se acercaban a nosotras.
Cuando era niña, Yotsuba fue quién se hizo amiga del chico extraño de Kioto, más adelante, Ichika y Nino se convirtieron en imanes de personas y consiguieron bastantes amigos. Itsuki por otro lado, tiene a sus amigas del club de lectura del que es parte desde primer año.
Yo... bueno, lo más cercano que tengo a un amigo es mi novio Takeda... pero aún así... hay algo distinto en todo esto,.. no suena nada mal la idea de tener un amigo, sin sentimientos románticos de por medio.
-Es-está bien... se-seamos amigos,..- dije tartamudeando, cosa que no es normal en mí, ¿por qué me siento terriblemente feliz?
-Bueno... ahora que somos amigos, esto será diferente, ¿no? Escucha... aún no te conozco... puede que esto siga siendo extraño... pero puedo verlo a primera vista, no eres rara. ¿Te gustan la historia de nuestro país? ¿Qué con eso? No tiene nada extraño, a mí me gusta mucho la música de fuera de aquí y no por eso soy alguien raro.- dijo él.
-Yo... te lo agradezco profundamente.- dije mientras colocaba ambas manos en mi pecho, por alguna extraña razón mi corazón palpita con fuerza... siento... extraño.
-Para eso están los amigos, ¿no lo crees?- dijo mientras sonreía.
Su sonrisa... estoy segura que ya la había visto en algún momento... lo cual realmente es raro, él es conocido por ser alguien completamente grosero y comelibros... pero lo de hoy y lo de los audífonos me han demostrado lo contrario... ¿por qué dicen esas cosas de él?
-Sí... para apoyarse entre sí.- dije mientras sonreía también.
-Bueno... supongo que te quité más tiempo del que creí. Nos vemos mañana, ¿sí?- dijo él.
En ese momento recordé la razón de mi prisa y arreglé mi mochila rápidamente.
-Por supuesto, te veo mañana.- dije mientras salía corriendo del lugar.
A medida que avanzaba mi preocupación aumentaba, dejar a Takeda solo con las chicas es un peligro... ellas podrían hacerle algo. Llevamos casi 2 años y algo con esto de las tutorías y simplemente descubrí que es imposible que se lleven bien, a lo mucho con Yotsuba, pero el resto lo detesta.
Ichika siempre se escapa a su trabajo con tal de no estar, Itsuki siempre se negó a estudiar con nosotros y Nino... bueno, ni qué decir... con eso de que lo trató de drogar...
Yotsuba fue algo reacia al principio, pero comprendió que no podía sin ayuda, así que la mayor cantidad de veces que puede logra quedarse y estudiar.
Yo... quisiera que todo fuera diferente, que pudieran llevarse bien... pero se niegan completamente.
~~
Narra Fuutarou
Ah... que recuerdos de esa bella época: las celebraciones, la comida... y por sobre todo, el bendito campamento escolar.
En esa época ya estaba en último año, por lo que era el último campamento al que iba a asistir. Por supuesto, al principio me negué totalmente, pero los chicos me convencieron de lo contrario...
El momento que marcó todo sucedió ese día.
El momento en el que inconscientemente, me enamoré de esa chica, de Miku Nakano...
~~
Próximo capítulo: El baile de la fogata.
Bueno... aquí estamos con una nueva historia, con una temática que realmente nunca había manejado, así que si ven cosas tontas es debido a eso.
En fin, comenten, ¿qué les pareció? Estoy en parte feliz por haber comenzado ya este libro, Miku es de mis quintis favoritas... bueno, realmente es la última que me gusta, Nino y Yotsuba simplemente no terminan de cuadrar conmigo xd
Espero que la historia sea de su agrado, sin más que agregar, nos vemos cuando vuelva a actualizar.
Fin de la transmisión.
-Writer_Bryan.
(Que lindos... ojos).
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