Una Audiencia con el Destino

¡Vaya! 2 meses sin actualizar este fic. Es un nuevo record.

¡Hola! ¿Cómo están? Bueno, en este momento me encuentro bastante enfermo y si viven en México ya sabrán cómo se siente el frío por estos lares. Pero esa no es excusa y dejando el frío de lado ya es hora de volver a actualizar tal y como lo dije en el capítulo anterior. Siempre puntual y en la fecha señalada.

Aunque antes me gustaría decirles algo a las personas que se tomaron la molestia de descifrar los nombres de los capítulos futuros. Cómo podrán notar este capítulo, el cual debería tener el nombre de: "Los Weirdmasters" ha cambiado y ahora tiene un título diferente. Bien, la razón de esto es que a lo largo de estos días tuve que hacer algunas modificaciones de urgencia. Normalmente cuando comienzo una historia ubico los eventos clave. Sin embargo, los diálogos son escritos sobre la marcha y por tal motivo a veces (casi siempre) los capítulos se llegan a hacerse más largos de lo que tengo contemplado. Es por eso que lo que originalmente tenía ya previsto contarles en este capítulo se quedará para el siguiente. No se confundan, esto no es relleno. Pasan muchas cosas importantes acerca de la trama, así como un bonito encuentro entre nuestra pareja protagonista.

Sé que muchas y muchos de ustedes estaban esperando esta actualización, así que solo me queda esperar a que les guste. Nos vemos abajo para los comentarios finales. Una disculpa de antemano si se encuentran con algún errorcillo de ortografía o gramatical.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 14: "Una Audiencia con el Destino"

—¿Qué vamos a hacer ahora...? —El chico preguntó preocupado, aferrándose temerosamente a los brazos de Pacifica.

—No... No lo sé... —Contestó la chica.

—¡Es inútil! —El eco de la estruendosa risa de Bill se alcanzó a escuchar inclusive hasta en los rincones más recónditos de las montañas más lejanas—. Ya es muy tarde para evitar que me apodere de esta dimensión. ¡La victoria es mía! No existe nada en este universo capaz de detenerme ahora.

—No puede ser... —Dipper no daba crédito a lo que sus ojos veían—. ¿Cómo pude dejar que me engañara una segunda vez? —Se preguntó a sí mismo mientras se incorporaba con la ayuda de Pacifica.

—Dipper... —Pacifica murmuró, mirando hacia Dipper con ojos de preocupación.

—Y ahora para asegurarme de que ninguno de ustedes interfiera en mis planes, par de mocosos... —Dipper y Pacifica se sobresaltaron ante las nuevas palabras de Bill—. Yo mismo me encargaré de que ambos tengan una muerte tan atroz y miserable, que una estadía en el infierno será como visitar un centro recreativo durante el verano. La hora ha llegado. ¡Avancen mis criaturas de la noche y acaben con ellos!

Poco a poco, aquellos seres sin forma que Bill había convocado anteriormente, comenzaron a moverse en dirección hacia ambos niños, ocasionando que la respiración de Dipper y de Pacifica se volviera horriblemente pesada y agitada. Acto seguido, Dipper, en un acto desesperado; extrajo el diario con el número tres en su cubierta desde su chaleco para buscar entre sus páginas alguna alternativa, sugerencia o algo que les permitiera luchar contra aquél conjunto de criaturas extrañas, pero sin conseguir éxito.

—No encuentro nada... ¡Vamos! Por favor... Lo que sea... —El niño decía una y otra vez, repasando las páginas del diario con sus temblorosas manos.

—Dipper... Vámonos de aquí... —Anuncio la niña, jalando del brazo a su acompañante—. ¡Deja ese libro, tenemos que huir!

Pacifica dio media vuelta, pero un nuevo grupo de criaturas le cerró el paso. Ahora, ambos se encontraban rodeados y a punto de ser probablemente devorados.

—No hay salida... —Dijo Dipper, colocándose delante de Pacifica para tratar de protegerla torpemente con su brazo derecho—. Pacifica, no te apartes de mí.

—No pensaba hacerlo de todos modos... —Respondió, sujetando fuertemente a Dipper de su chaleco.

—Ese tonto libro no te servirá de nada, mi antigua e ingenua marioneta.... Sí tanto les preocupa mantenerse juntos, les prometo que sus podridas pieles permanecerán una al lado de la otra cuando los coloque sobre mi centro de mesa. Los trataré como a mis trofeos más preciados y...

La imponente voz de Bill fue silenciada cuando de repente, un resplandor se materializó por medio de una burbuja a unos cuantos centímetros de Dipper y de Pacifica. Desde su interior, un potente destello en forma de láser atravesó la barrera para terminar impactándose de lleno contra el pecho de una de las criaturas; ocasionando que estallara en pedazos.

—¿Qué fue eso...? —Dipper y Pacifica dijeron al unísono.

—¡Vaya! ¡Vaya! ¡Vaya! Me preguntaba cuanto tiempo pasaría antes de que estos entrometidos echaran a perder la diversión. —Bill se quejó, observando la acción y cruzándose de brazos.

A continuación, ambos jóvenes centraron su atención en la burbuja de luz, desde la cual emergió un sujeto con signos evidentes de sobrepeso, con un corte de cabello cómico de dos flequillos a los lados, vistiendo un atuendo completamente gris y lentes para soldar, acompañado por un gigantesco rifle de corte futurista.

—¡Niños! Quédense detrás de mí. —Dijo el hombre, apuntando con el arma hacia el resto de los seres de oscuridad—. Nosotros nos encargaremos.

—¡Blendin! —Exclamó Dipper, lleno de alegría.

—¿Quién es ese gordinflón? —Pacifica no pudo evitar la pregunta.

—Es un amigo. —Confesó con seguridad.

Blendin comenzó el feroz ataque contra el escuadrón de horribles criaturas, destruyendo a una cantidad considerable cuando estas se abalanzaron contra el trío. A continuación, varios hombres armados y con claros atuendos pertenecientes a otra época comenzaron a emerger desde el interior de la misma burbuja, los cuales dirigieron sus ataques hacia los seres de oscuridad por igual. No obstante, por cada uno que eliminaban, tres más aparecían.

—¡Niños! —Blendin anunció, tratando de contener la plaga—. Vayan adentro del portal. ¡Deprisa!

—¡Andando, Pacifica!

La joven rubia no tuvo tiempo de decir algo al respecto, ya que en cuanto Dipper la sostuvo fuertemente de la mano, la llevó consigo hacia el interior de la esfera. Para finalizar, tanto Blendin, como el resto de los soldados del tiempo, realizaron la misma acción. Una vez que todos estuvieron dentro, la burbuja desapareció como si nunca hubiera estado ahí. Por su parte, Dipper y Pacifica sintieron un enorme mareo, siendo acompañado por una pavorosa sensación de vértigo que los obligó a cerrar los ojos. Sin embargo, al cabo de no más de cinco segundos, las sensaciones desaparecieron como por arte de magia y al abrir nuevamente los ojos ambos se hallaban ahora en un lugar completamente distinto.

—Dipper... ¿Dónde estamos? —Pacifica preguntó confundida y asustada, sujetando la mano del chico con firmeza y contemplando los restos de una ciudad semi devastada y totalmente desértica.

—No lo sé... —Dijo Dipper, inspeccionando el lugar.

—Nos encontramos en el Planeta Syba, en la dimensión 48/2. Año 207012. —Promulgó Blendin tras reaparecer por detrás de ambos chicos, siendo seguido de cerca por la cuadrilla de soldados—. Estos son los dominios del bebe del tiempo.

—¡Cielos, Blendin! Gracias por ayudarnos a escapar. —Dipper agradeció.

—No fue nada chicos... Por otro lado... ¡Ambos quedan arrestados! —Exclamó, cuando otro soldado los tumbó a ambos para someterlos y colocarles un par de pequeñas esposas con cadenas de energía a cada uno.

—¡Aguarda un momento! ¿Qué significa esto, Blendin? —Dipper preguntó molesto a pesar del dolor.

—Siento mucho esto, niños... Pero el bebe del tiempo requiere de su presencia en este instante. A propósito, Mabel... ¿Te pintaste el cabello?

-o-

Pasadas unas horas, Dipper abrió sus ojos con dificultad, topándose de frente con una penumbra tan densa y envolvente que le impedía ver su propia nariz. Su cabeza dolía y sentía nauseas. Como parte de una reacción involuntaria de su propio cuerpo, el joven Pines trató de ponerse de pie, encontrándose dramáticamente con el duro techo tras golpear su cabeza de lleno contra él. En ese momento, Dipper estiró sus manos hacia el frente y hacia los lados, ocasionando que las cadenas de energía de sus esposas se activaran; limitando sus movimientos y revelando gracias a su luminiscencia que el lugar donde se encontraba era una caja de acero de no más de un metro de alto y de ancho.

—¿Qué es este lugar...? —Se preguntó, consternado.

—¡Vaya! Al fin despertaste dormilón. —Dijo una voz cercana y serena—. Tranquilo Dipper, estamos bien... Por ahora...

—¿Quién dijo eso...? —Se sobresaltó.

—Soy yo tontito, Pacifica. —Su molestia salió a relucir.

—¿Pacifica? ¿Dónde estás?

—Estoy en la celda de al lado.

—¿Celda de al lado?

—Estamos en una prisión. Un área de confinamiento para prisioneros peligrosos. Al menos las paredes nos permiten escuchar lo que pasa en el exterior o en celdas que hay alrededor. No sé bien cómo está construido este lugar.

—¡Espera! ¿Cómo sabes todo esto? ¿Y cómo llegamos aquí?

—Se lo escuché decir a un guardia solo minutos después de haber despertado. Respondiendo a tu otra pregunta... Lo último que recuerdo fue haber recibido un fuerte golpe es la cabeza. Creo que perdí el conocimiento. Esos sujetos iban enserio.

—No puedo creer que Blendin nos haya engañado así...

—Dipper... Necesito saber qué está pasando ahora... ¿Por qué de estar recostada en mi cama, pasé a estar confinada en una mugrosa celda cuadrada junto contigo en un planeta desconocido en un año impronunciable? ¿Y por qué ese monstruo en forma de nacho se apoderó de mi cuerpo y luego del de mi padre? Dipper... Te lo suplico... Necesito una explicación para saber que no me estoy volviendo loca.

Dipper soltó un largo suspiro. Al terminar, comenzó con su explicación.

—Pacifica... ¿Recuerdas de lo que hablamos esta tarde mientras estábamos en tu cuarto? Cuando me preguntaste si podría haber algo peor que un espectro de categoría diez... ¿Recuerdas el nombre del sujeto que te mencioné?

—Eso creo... Su nombre era Bill... —Trató de hacer memoria—. Lo siento... Olvidé su apellido... ¡Espera! No me digas que él...

—Sí... —Hizo una pausa para tomar aire—. Su nombre completo es Bill Cipher. Y él fue quién nos engañó a tu padre y a mí. O tal vez nosotros fuimos demasiado ingenuos para confiar de nuevo en sus palabras. Tu padre y yo hicimos un trato con él. Cada uno por separado... Pero mi peor error fue creer que él en verdad intentaba ayudarme... Sin embargo, lo único que Bill quería era apoderarse de ese libro y de los ojos del antiguo heredero legítimo de la familia Northwest.

—¡Aguarda, Dipper! ¿Qué quieres decir con: "el antiguo heredero legítimo de la familia Northwest"?

—No estoy seguro de si esta información es verídica o no, pero Bill me confesó que tu padre hizo un trato con él hace algunos años... No sé cómo debería esto, Pacifica... Pero me temo que ningún miembro de tu familia lleva la sangre de un Northwest en sus venas.

—No entiendo...

—Según Bill, tu padre no era originario de Gravity Falls. El llego al pueblo por mera casualidad siendo un vagabundo sin oficio ni beneficio.

—Eso... No es posible... —Dijo la chica, estupefacta.

—Durante aquellos años, tu madre estaba comprometida con otra persona. Estoy hablando del legítimo heredero de la familia Northwest... No sé cuál es su verdadero nombre. El punto es, que fue en ese entonces cuando tu padre cometió el pecado de enamorarse de ella, pero debido a que ambos pertenecían a dos clases sociales totalmente diferentes, el hecho de casarse con ella era un sueño imposible de lograr. A menos claro que alguien interviniera.

—Bill... —Murmuró.

—Así es... —Afirmó—. Bill le prometió a tu padre colocarlo como dicho heredero a cambio de entregarle el cuerpo de su primogénito. Pero como tu madre no podía dar a luz de forma natural, Bill convenció a tu padre de adoptar a una pequeña niña recién nacida llamada Annie. Eras tú, Pacifica. Tú eras esa niña.

—Ahora lo entiendo todo... —Dijo entre lágrimas y sollozos—. Esa acta de nacimiento que hallé una vez en la habitación de mis padres...

—¿Pacifica,..? ¿Estás bien? —Dipper preguntó al notar el llanto de su nueva amiga.

—Sí, Dipper... Estoy bien... ¿Sabes? Por mucho tiempo me imaginé que mi lugar no se encontraba entre el linaje de esa familia. A pesar de que me comportaba como uno de ellos debido a la educación que me impartieron, había algo dentro de mí que me decía que no me encontraba en el lugar adecuado y ahora entiendo la razón... Ahora sé mis verdaderos padres podrían estar ahí afuera en algún lugar. Me siento conforme sabiendo esto. Gracias Dipper. Gracias por haberme dicho todo esto.

—No hay de qué... —Esbozó una sonrisa.

—¿Podrías continuar con la historia? —Lo incitó.

—Sí... Lo lamento... —Dipper hizo una pausa de cinco segundos para recordar dónde se había quedado luego de este breve momento trascendente en la vida de Pacifica—. Después de que tu padre aceptara adoptarte, Bill le hizo prometer que cuando cumplieras cierta edad, trasplantaría a tu cuerpo las corneas del heredero original. Nunca aceptaré las normas morales de tu padre. Pero debo admitir que por primera vez en su vida hizo un gesto noble que vale la pena resaltar. En vez de darte las corneas, él se las trasplantó a sí mismo.

—No entiendo... ¿Para que alguien como Bill querría poseer mi cuerpo? Además... ¿Por qué le habrá pedido el cuerpo de su primogénito a mi padre en primer lugar? Se supone que ni mi padre, ni tampoco mi madre, poseen la sangre de un Northwest. ¿Por qué Bill esperaba que mi madre diera a luz a un niño...?

—No sé cómo responder a esas últimas preguntas... Lo único que sé, es que Bill necesitaba esas corneas para poder leer el contenido de cierto libro que tu padre mantenía celosamente escondido dentro de una habitación oculta debajo de la mansión. Sí lo conseguía, el obtendría un poder inimaginable. Cosa que a fin de cuentas terminó pasando.

—¡Un momento! ¿Dijiste un libro?

—Sí...

—¿Y ese libro era de cubierta negra?

—Sí... ¿Cómo lo sabes?

—Durante estos últimos días había notado que el comportamiento de mi padre era más inusual que de costumbre. Se comportaba más paranoico. Así que durante algunas noches decidí espiarlo y documentar todo lo que veía en mi diario personal. —Dipper recordó ciertas palabras que encontró en su diario cuando lo leyó por accidente esa misma noche. A consecuencia de ello, se sonrojó de inmediato—. Me di cuenta que en varias ocasiones él se dirigía hacia una habitación oculta que hay tras la chimenea en su salón de trofeos de caza para regresar a los pocos minutos con un libro de cubierta negra.

—Entiendo... Es increíble incluso hasta para mí... Pero ese libro parece albergar misterios más grandes que los que se encuentran en el diario del autor. Como quisiera que nos dieran una mejor explicación. Ni siquiera sé por qué estamos aquí.

—No te exasperes. Estoy segura de que todo se arreglará...

—¿Cómo lo sabes? ¿Cómo puedes estar tan segura? Lo único que hago es meter en aprietos a mis amigos, a mi familia, inclusive al mundo entero.

—Intuición... Quizás... —Suspiró—. ¿Sabes, Dipper? Esto te podrá parecer ridículo, pero cuando me encuentro junto a ti, siento algo dentro de mí que va creciendo poco a poco. —La niña sonrió sin darse cuenta, hasta que comenzó a jugar de manera nerviosa con su cabello—. No sé que sea... Tal vez sea solo mi imaginación, o una sensación de seguridad sí prefieres llamarlo así... Es como si algo, una voz interna que dijera que todo va a salir bien.

—¿Enserio? —Dipper se volvió a sonrojar.

—Sí... ¿Es raro, no?

—No es tan raro sí ambos sentimos lo mismo... —Jugó nervioso con sus dedos.

Las mejillas de Pacifica sintieron un fuerte cosquilleo luego de escuchar el último comentario de Dipper. Sin embargo, la plática entre ambos terminó abruptamente cuando las celdas individuales comenzaron a temblar, dando la sensación de estar en pleno movimiento a través del aire. Ninguno escuchó la voz del otro hasta que la brusca turbulencia se detuvo para que ambos fueran expulsados violentamente de las dos celdas al mismo tiempo y aparecieran en medio de un coliseo repleto de espectadores de talla violenta y espacial provenientes de diferentes planetas alrededor de la galaxia. Dipper y Pacifica miraron hacia todos lados, sorprendidos. No obstante, lo que se llevó la plena atención de los chicos, pero sobre todo la de Pacifica; fue la gigantesca entidad que se encontraba sobre una plataforma flotante. Un ser cuya apariencia no era otra que la de ser un bebe de tallas colosales.

—Dipper... ¿Qué es eso...? —Pacifica preguntó, aterrada, tomando el brazo del chico para pegarlo contra su pecho.

—Ese es... El bebe del tiempo... —Tragó saliva al momento de responder—. Esto es malo...

—¡Silencio! —Declaró la deidad, consiguiendo que todos en el coliseo guardaran absoluto silencio—. Nos encontramos reunidos hoy con el propósito de dictar la sentencia de los dos acusados.

—Los acusados son: Dipper y Mabel Pines, del siglo XXI. —Dijo Blendin, colocado a un costado del bebe del tiempo para presentar a ambos ante toda la audiencia.

—Por séptima vez... ¡No soy Mabel! —Pacifica estalló contra Blendin—. Mi nombre es Pacifica. ¡Pacifica Northwest!

—¡Ups! Lo lamento... Es que es la costumbre... —El hombre regordete trató de excusarse—. Los acusados son: Dipper Pines y Pacifica Northwest. Siglo XXI.

—¡Un momento! —Dipper alzó las cejas para reclamar acerca de su condición—. ¿Acusados? ¿De qué se nos acusa? ¿Por qué nos han tratado como a un par de prisioneros desde que llegamos?

—Se les acusa por haber atentado contra la seguridad del espacio-tiempo al haber colaborado con el terrorista dimensional fugitivo más buscado en más de 4877 dimensiones y universos alternos: Bill Cipher. Ustedes dos lo ayudaron a conseguir el Libro Negro perdido de Hein. Por lo tanto, esa es una razón suficiente para condenarlos a una muerte tan horrible, que hasta sus similares en universos paralelos podrán sentirla en carne propia.

—Nosotros no colaboramos con él. —Dipper alzó la voz—. Él fue quién nos engañó en primer lugar.

—En ese caso... Dime, jovencito. ¿Por qué accediste a hacer un segundo trato con él? Según el informe, lo hiciste para ayudar a esa chica que te acompaña. ¿Es eso cierto?

—Bueno... Sí... Pero...

—Dipper... —Pacifica lo interrumpió—. ¿De qué está hablando? ¿Ayudarme? ¿Qué clase de trato hiciste con ese demonio?

—Yo... Yo... —Comenzó a tartamudear luego de esconder su rostro de la mirada intrigada de Pacifica.

—Podemos verlo por nosotros mismos. —Dijo el bebe del tiempo, proyectando la imagen completa con la ayuda de los poderes de la marca en su frente.

Pacifica y el resto de los asistentes a la audiencia miraron anonadados el momento justo cuando Dipper y Bill acordaron el trato, así como los términos del mismo. Después de eso, Pacifica guardó silencio mientras en su estómago se revolvían toda clase de emociones y sentimientos encontrados.

—De acuerdo... —Dipper se adelantó con la mirada en alto—. Acepto que la culpa fue mía... Fui un tonto por haberme dejado engañar por Bill una segunda vez... Yo... Yo solo quería ayudar a Pacifica... Pero en vez de eso condené al mundo entero.

—No solo has condenado tu mundo con tus actos, pequeño... —El bebe del tiempo recalcó—. Al haberle permitido a Bill Cipher apoderarse de ese libro, has condenado la vida de razas enteras, planetas, galaxias, nebulosas, realidades... Todo podría colapsar si no hacemos algo pronto.

—¿Alguien podría decirme por qué demonios ese libro es tan importante? —Pacifica habló sin mirar a Dipper—. ¿Qué es lo que contiene? Es estúpido pensar que el universo entero podría ser destruido a causa de un tonto libro.

—Jovencita, desde siempre, la raza humana se ha caracterizado por su ingenuidad y egocentrismo ante los problemas más allá de su estado de confort. Es por eso que ustedes son la raza más atrasada de toda la galaxia. Sin embargo, ustedes son la raza que más problemas nos ha dado en los últimos años. El libro negro de Hein es una reliquia cósmica. Ese libro está catalogado como uno de los objetos más peligrosos de todo el multiverso, ya que dentro de él se encuentran toda clase de conjuros prohibidos y diferentes métodos para conseguir poderes ilimitados. Además, en él se localizan las instrucciones para liberar algunos de los mayores horrores que podría afrontar nuestra realidad.

—¿A qué clase de horrores se refiere? —Dipper preguntó.

—Gracias a ese libro y a su ingenuidad, Bill Cipher fue capaz de liberar a Los Impuros. Esa plaga maldita que tanto trabajo nos costó eliminar en el pasado.

—¿Los impuros?

—Se refiere a esas feas criaturas de ojos amarillos que estuvieron a punto de atacarlos antes de atravesar el portal hacia este lugar... —Blendin trató de refrescarle la memoria al joven de gorra.

—No puede ser... —Dipper se convaleció.

—Y peor aún... —El bebe del tiempo continuó diciendo—. Él ahora es capaz de traer de vuelta a Los Weirdmasters, o a algo todavía mucho peor...

En ese momento, el coliseo se llenó de gritos y murmullos entre los seres de distintos planetas, dimensiones y realidades, los cuales reflejaban el más recóndito terror sobre sus expresiones.

—¡Orden! ¡Orden en la audiencia! —Gruñó el bebe del tiempo, callando a todos por igual.

—¿Los Weirdmasters...? —Preguntaron Dipper y Pacifica al mismo tiempo, arqueando una ceja—. ¿Qué son los Weirdmasters?

—Creo que tendré que contarles todo desde el principio. Pongan atención, mortales. Ya que esta será la última historia que sus oídos escuchen...

Continuará...

Bueno. ¿Qué les pareció? Espero de corazón que les haya gustado y si lo desean pueden escribirme un review para conocer su opinión. Por cierto, también me gustaría agradecerles por continuar al tanto de este fic, ya que al día de hoy se ha convertido en mi fic más leído. Superando en vistas, reviews, favoritos y follows a "La Desaparición de Helga Pataki", el cual era hasta hace unos meses se había mantenido como mi fic más popular.

Como comentarios finales solo quisiera agregar los nombres de los próximos 3 capítulos, los cuales ya se están cocinando y que estoy ansioso por subir.

—Los Weirdmasters.

—Deidad Vs. Deidad.

—Primer Beso.

Estos ahora sí serán los nombres definitivos, ya que por fin me pude dar el tiempo para escribir los diálogos necesarios en cada uno. Les confieso que ya quiero llegar a la publicación del capítulo llamado: "Primer Beso". Ese capítulo en especial lo describo como una agonía armoniosa. En pocas palabras, los hará sufrir, pero sé que les gustará; en especial a las personas más comprometidas y entusiasmadas con la pareja estrella de este fic.

Ya para terminar, les confieso que mi sufrimiento se hace más grande cada vez que el tan ansiado 15 de febrero se acerca. Tengo sentimientos encontrados. Me gustaría saber que más podría pasar en la serie, pero al mismo tiempo sé que es mejor que termine siendo una leyenda a que se vuelva aburrida y monótona; como varias series de las cuales ya ni es necesario mencionarlas pero sé que ustedes saben a cuales me refiero. Al menos ahora ya puedo respirar tranquilo sabiendo gracias al último tráiler; que nuestra apreciable Paz simboliza la llama en la rueda de Bill. Tal vez y con un poco de suerte podremos verla interactuar con Dipper en el capítulo final de la forma que nos gusta. Aunque personalmente prefiero mantenerme escéptico y emocionarme más con la clase de final que puede tener.

¡Ah! Y antes de que se me olvide, el próximo capítulo lo subiré el día 11 de febrero. Así que hasta entonces y pásenla bien sea dónde sea que me estén leyendo. ¡Chao!

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