Pretendiente Improvisado

Hola, ¿Cómo están? Espero que bien y antes que nada déjenme agradecerles por sus reviews, sus favoritos y follows.

El fic ha tenido un comienzo mucho mejor que el que yo hubiera deseado. Por lo pronto les dejo el segundo capítulo. Espero que les guste. Creo que ya era hora de que hubiera una chica que se fijara en el pobre de Dipper.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 2: "Pretendiente Improvisado"

—¡Oye, Pacifica...! Dinos... ¿Ya tienes pareja para el festival de este sábado? —Preguntó una chica de tés morena y cabello chino, mientras miraba con atención y entusiasmo toda la clase de hermosos vestidos puestos en exhibición sobre varios aparadores de la tienda.

Sí Pacifica hubiera estado bebiendo una gaseosa en el momento en el que le hicieron esa pregunta; seguramente la hubiera escupido o se le hubiera salido por la nariz.

—¿Qué? ¿Pareja? —Pacifica titubeó y tosió varias veces al momento de responder con una más que evidente mentira, la cual tenía la esperanza de que pudiera sacarla de semejante aprieto—. ¿Qué clase de disparates dices, Tiffany? Es obvio que ya la tengo...

—¿En verdad? —Preguntó otra chica más desde el interior del vestidor donde se encontraba probando uno de los vestidos que más le había llamado la atención. Una chica con peinado en forma de hongo y grandes aretes rojos pendiendo de los oídos—. ¿Y podríamos saber de quién se trata? Me he enterado por Facebook y Twitter que Chad te ha estado mandando muchas indirectas en todas tus actualizaciones de estado desde hace algún tiempo.

—Bueno... No... No, Kate... ¡No es Chad! —Pacifica desvió la mirada hacia otro conjunto de bellos vestidos para contemplarlo justo antes de responder.

—¿Entonces es Davis? —Tiffany preguntó—. Supe que su papá le compró un jate la semana pasada y tenía pensado en invitarte a dar un romántico paseo por el lago.

—No... Tampoco... —Volvió a contestar.

—¿Y qué me dices de William? —Kate hizo otra pregunta—. Él es muy lindo y su familia tiene casi tanto dinero como la tuya. Creo que ambos harían una bonita pareja.

—No... —Pacifica frunció el ceño y bajó la cabeza.

—¿Todd? ¿Leonard? ¿Tyrone? —Sus amigas continuaron hostigándola.

—¡Dios! ¿Por qué ese afán de saber con quién iré a ese estúpido festival? —Pacifica estalló y enseñó los dientes.

—¿Es broma cierto? Quisiera recordarte que eres la chica más popular del pueblo. Los medios de comunicación están tras de ti todo el tiempo y este será el festival más importante de todo el verano. Todo el mundo estará a la expectativa de saber quién es el chico afortunado que será la pareja de la gran Pacifica Northwest. Aunque lo que más nos sorprende es que ninguno de los chicos que mencionamos sea tu fiel acompañante. Hasta donde nosotras sabemos, todos ellos se mueren por salir contigo. —Dijo Kate.

—Por una vez me gustaría dejar de ser el centro de atención... —Pacifica murmuró, utilizando un tono de voz lo suficientemente débil como para asegurarse que ninguna de sus amigas la escuchara.

—¿Qué dijiste? —Sus amigas preguntaron al unísono.

—Nada... —Recalcó—. Pronto lo conocerán... No sean impacientes.

—¿Al menos podrías decirnos dónde lo conociste...? —Dijo Tiffany—. ¿O también es un secreto?

Pacifica estaba contra las cuerdas, ya que sabía perfectamente que ese chico del que hablaba no existía en lo absoluto. A su vez, el deseo por conseguir un novio no era una de los objetivos primordiales para la joven de cabellos rubios en ese preciso momento. Pretendientes no le faltaban, ya que tal y como lo había dicho Kate; había una gran cantidad de chicos que se morían por obtener una sola oportunidad para conseguir una cita con ella. Sin embargo, a raíz de los hechos que acontecieron en la mansión Northwest; hubo algo que le ayudó a abrir los ojos para darle a entender que no todo en la vida significaba tener dinero, comprar joyas, ropa de marca o incluso asistir a lujosas y costosas fiestas de primer mundo. Aquella noche, Pacifica Northwest aprendió la importancia del compañerismo, la amistad y a no ser tratada como un juguete por sus padres. Por si eso fuera poco, desde aquella noche; la imagen de ese joven que le había ayudado a entender todo eso y más aún continuaba muy fresca en el interior de su cabeza. Tanto, que durante toda la semana permaneció despierta pensando en él y en nadie más.

—¡Está bien...! ¡Qué remedio! —Tomó una bocanada de aire y apretó los puños—. Se llama Dipper... Y lo conocí en la fiesta que dio mi familia hace una semana...

—¿Dipper...? —Las chicas alzaron las cejas al mismo tiempo.

—¿Dónde he escuchado ese nombre antes...? —Se preguntó Tiffany a sí misma.

—Un segundo... —Kate la interrumpió—. ¿De casualidad no fue ese chico con el que estuviste acompañada durante la fiesta de tu familia?

—¡Sí...! ¡Es él! —Pacifica contestó nerviosa, tratando de evitar el contacto visual con sus amigas.

—Pues... No se veía tan mal... —Kate se cruzó de brazos—. Aunque pienso que William es mucho más lindo. Pero allá tu. Siempre te has caracterizado por tener unos gustos muy peculiares.

En ese momento, el teléfono celular de Tiffany sonó y esta procedió a contestar. Kate y Pacifica permanecieron en silencio y una vez finalizada la llamada la conversación tomó un hilo diferente.

—Era mi madre... Nos está esperando en el estacionamiento. —Dijo la chica morena—. ¿Vienes con nosotras, Pacifica?

—¿A dónde? —Preguntó.

—Nos probaremos los vestidos que acabamos de comprar, nos maquillaremos y acosaremos a todos los chicos lindos que vayan a asistir al festival por las redes sociales. ¿Qué dices?

Si este tipo de propuesta hubiera llegado a los oídos de Pacifica días antes de los hechos acontecidos en la mansión propiedad de sus padres; probablemente se hubiera unido a ellas sin poner pretexto alguno. No obstante, desde aquél día; había algo en ella que se había mantenido en constante crecimiento. Pacifica no sabía exactamente lo que era, pero ahí estaba. Por algún motivo, la invitación hecha por sus amigas se escuchaba vacía y aletargada. En cambió, muy en sus adentros, ella quería experimentar algo similar a lo vivido junto al joven Pines durante aquella noche de prolongada lluvia. Algo que conllevara a un riesgo mucho mayor que el de sencillamente colocarse su pijama, pintarse las uñas, maquillarse y bromear con los chicos a través de internet. En ese momento, Pacifica comprendió que lo que ella quería era vivir una nueva aventura, preferentemente en compañía de ese chico que parecía haber atraído todos los reflectores de su mente y de su corazón.

—Lo siento chicas... Pero... No me siento del todo bien... —Suspiró—. Será en otra ocasión.

Ambas chicas se sorprendieron.

—¿Quién eres tú y qué has hecho con Pacifica Northwest? —Preguntó Tiffany, afligida.

—La verdadera Pacifica jamás hubiera rechazado una invitación así. —Dijo Kate.

—Lo sé... Pero, deben entender que... Por el momento me gustaría pasar de todas esas cosas.

—Pues tú te lo pierdes. ¿Quieres que te llevemos a tu casa? — Tiffany propuso.

—No... —Contestó inmediatamente cuando un escalofrío muy intenso le recorrió la espina al recordar que para empezar; ella ni siquiera debería estar en ese lugar, debido al castigo que le habían impuesto sus padres por desobedecerlos al abrir las puertas de la mansión, para que así la gente del pueblo se agasajará con la deliciosa comida importada, la exclusiva sidra de manzana y los cubiertos de plata—. Regresaré por mí misma. Aun hay otros asuntos que debo atender aquí.

—De acuerdo. —Mencionó Kate—. Te veremos hasta el día del festival. Y procura llevar a tu novio. Estamos ansiosas por conocerlo de cerca.

Estas últimas palabras fueron para Pacifica lo equivalente a recibir una cubetada de agua helada sobre la espalda o una cachetada con guante blanco, ya que sabía que ella misma se había puesto la soga al cuello. Acto seguido, las dos chicas emprendieron el camino hacia el estacionamiento, mientras que Pacifica permanecía sola con su humanidad y sus pensamientos aún en el interior de la tienda de ropa, de la cual no tardó mucho en abandonar para ir y sentarse en una de las bancas en el centro de la plaza comercial.

—¿Qué he hecho...? ¡Soy una idiota! ¿Por qué tuve que decirles que Dipper sería mi pareja? ¿Qué voy a hacer ahora? —Colocó sus dos codos sobre sus rodillas para utilizar las palmas de sus manos como un apoyo para recargar su barbilla—. ¿Por qué me está pasando esto a mí? ¿Será que el karma provocado por menospreciar a todas las personas de clase baja ha llegado tan lejos, que ahora me siento frenéticamente atraída por un chico de esa misma clase? —Suspiró una vez más—. No puedo sacar a ese feo nerd con su estúpida gorra de mi cabeza... De acuerdo... Admito que es lindo y sí, siento algo por él, pero... Ya no sé en qué pensar. —Se mordió el labio inferior—. Muero por invitarlo al festival... Pero... ¿Y si mis padres de enteran...? Me matarían. Aunque ya no puedo dar marcha atrás...

En ese instante, Pacifica giró su cabeza hacia su izquierda y lo que vio obligaría a su cuerpo a paralizarse por completo: La familia Pines acababa de entrar a una tienda con motivo del día del amor, siendo Dipper precisamente el primero en quién Pacifica depositó toda su atención.

—¡Dipper! —Pacifica exclamó y estalló de alegría en cuanto sus ojos se percataron de su figura. Sin embargo, su sobrada felicidad poco a poco se fue extinguiendo como la llama de una vela; cuando se dio cuenta de que no podría ir simplemente y hablarle como si ella fuera una vieja amiga suya de su más tierna infancia—. ¡Demonios! ¿Por qué tenías que aparecer justo ahora? ¿Y sí esto es una señal? Tal vez debería ir y proponerle un trato... ¡Vamos! El aceptó exterminar a un fantasma de categoría diez sin poner tantas excusas... ¿Qué tan difícil puede ser que el acepte ser mi novio por un miserable día para engañar a los medios de comunicación y a ese par de bobas?

Las palabras de Pacifica sonaban más escalofriantes de lo que parecían y ella lo supo cuando escuchó un relámpago imaginario dentro de su cabeza al momento de dar el primer paso.

—¡Aquí vamos! —Dijo justo antes de tragar saliva.

Continuará...

Bueno, así es como termina este capítulo. Ya saben, si gustan pueden dejarme su opinión en un review. Leo todos los comentarios y trato de responderles a todos, menos a los que no tienen cuenta en Fanfiction, ya que la misma página no me lo permite. Por esta razón hay momentos en los que Fanfiction me saca las canas verdes. Caso contrario a Wattpad, en dónde no puedes comentar ni leer nada sin haberte creado una cuenta primero.

Nos vemos la próxima semana con un nuevo capítulo. ¡Chao!

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