Los Amos del Caos, Parte 2
¡Muy buenas a todas y a todos!
¡Dios! Las semanas se pasan muy rápido. Tanto, que ya es momento de actualizar una vez más.
Les he de decir que este ha sido uno de mis capítulos favoritos en lo que va del fic junto con Primer Beso. Tiene de todo: Tensión, comedia, drama, romance y una sorpresita que al momento de escribirla hasta se me enchinó la piel. Pero no pienso decirles más. Espero de corazón que les guste. Nos veremos al final del capítulo para algo importante que debo anunciarles. Me disculpo de antemano si llegan a encontrar algún error de ortografía. Según yo y el inútil asistente de Word ya no hay ninguno... That's suspicious...
Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!
Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper
Capítulo 22: "Los Amos del Caos, Parte 2"
—¿Cambia-formas...? —Dipper, Wendy, Mabel y Soos preguntaron al mismo tiempo, sin poder creer o comprender lo que sus perplejos ojos estaban observando.
—¿Me extrañaron? ¡Vamos, admitan que me extrañaron!
—Esto... No puede ser... —Dipper estuvo a punto de derrumbarse—. ¿Cómo...? ¿Dónde está McGucket? ¿Qué hiciste con él, monstruo? ¿Y cómo saliste de la hibernación criogénica?
—Me temo que para ustedes, ese viejo loco fue a dar un paseo sin retorno. Pero eso ya no tiene importancia ahora... He cumplido exitosamente con la primera parte de mi misión.
—¿Misión? ¿Qué misión? —El joven Pines exigía todas las respuestas.
—Los detalles de mi escape son insignificantes. —Soltó una segunda carcajada—. Ahora me dedicaré a jugar un poco con ustedes antes de que él haga su aparición. Al final, obtendré mi venganza por todo lo que me hicieron pasar aquella vez. En esta ocasión no habrá ningún milagro que los salve.
—Dipper... ¿Qué es esa cosa? —Preguntó Pacifica, encajando sus tan cuidadas uñas en el brazo de su novio.
—Algo que no debería de estar ocurriendo...
—Siempre supe que ese viejo loco ocultaba algo. —Confesó Stan, mirando con aflicción hacia él deformado ser.
—¡Como tú quieras, monstruo! —Wendy se adelantó unos pasos, portando su confiable hacha entre las manos—. Tú y yo aún tenemos un asunto pendiente que arreglar.
—Lo siento mucho jovencita, pero esto ha dejado de ser un asunto personal entre tú y yo. No importa cuántos de ustedes sean, la segunda parte de mi misión ha dado comienzo. Así que abandonen toda esperanza, ya que no soy el mismo que alguna vez conocieron.
Para la mala fortuna del grupo, el Cambia-formas tenía toda la razón, sobre todo cuando contemplaron con horror como la aberración comenzaba a agrandar su tamaño de una manera exponencial, hasta alcanzar a atravesar el techo del refugio de McGucket y así llegar hasta los horrorosos cuarenta metros de altura. Luego, sus patas se transformaron en una serie de tentáculos gigantescos, negros y viscosos. Su torso se convirtió en una masa gelatinosa, de la cual emergieron decenas de ojos y bocas con dientes filosos que no dejaban de excretar saliva.
—¡Corran! ¡Corran! ¡Corran! —Advirtió Dipper, tomando a Pacifica de la mano para comenzar la huída.
El grupo hizo caso a las palabras de Dipper, de modo que todos se dirigieron hacia la puerta que habían utilizado para entrar al vertedero y usarla para escapar.
—Se ven adorables tratando de huir de mí. —Dijo el Cambia-formas con su abyecta voz—. Lamentablemente, es poco lo que pueden hacer para escapar del espantoso destino que les aguarda.
—¿Cómo aprendió a adquirir esa forma? —Preguntó Mabel, sin disminuir la velocidad de sus pasos—. Creía que solo podía copiar la apariencia de criaturas de un tamaño semejante al suyo.
—Eso es lo de menos. —Su hermano le respondió—. Por ahora debemos huir... No podemos enfrentarnos a él.
El escuadrón del misterio utilizó los callejones contiguos a algunos de los hogares para tratar de salir del campo de visión de su hambriento verdugo quien se mostraba ansioso por engullir una presa por más enana que esta fuera. Sin embargo, el Cambia-formas, haciendo gala de su nueva apariencia, levantó uno de sus inmensos tentáculos para dejarlo caer desde una altura realmente considerable sobre el conjunto de indefensas casas, destruyéndolas por completo y ocasionando que todos los integrantes salieran volando a causa de la tremenda fuerza de gravedad aplicada a un cuerpo de semejante volumen. Dipper terminó apabullado y muy maltrecho a mitad de otra de las calles adjuntas. Tras levantarse, miró que Pacifica se encontraba a pocos centímetros de su posición.
—¡Pacifica! ¿Estás bien? —Preguntó, preocupado.
—Eso creo... —Respondió la niña, a solo instantes de soltar un fuerte quejido—. Mi brazo... Me duele mucho...
Dipper trató de apoyarla sobre su propio cuerpo, colocando su único brazo sano alrededor de su cuello, para que le fuera más fácil poder levantarse y moverse. Al hacerlo, notó como el brazo derecho de Pacifica se encontraba colocado en una posición extraña.
—Vas a ponerte bien. Solo resiste... —Decía, para tratar de consolarla—. Tenemos que buscar a los demás y escapar de este lugar.
—¿Escapar de este lugar? —Dijo la voz cavernosa de alguien a sus espaldas—. Me temo que eso será imposible.
Dipper y Pacifica se giraron ciento ochenta grados, pensando seriamente en sí debían hacerlo en primer lugar cuando sus corazones empezaron a bombear más sangre de la necesaria. Al principio, ambos niños no fueron capaces de descubrir al dueño de aquella prominente voz, sino hasta que se atrevieron a levantar la mirada hacia el oscuro y nada amigable cielo, descubriendo así la figura de un pequeño niño flotando sobre el aire. Un niño de piel pálida, ojos rojos y cabello negro, siendo rodeado por una estela de energía maligna.
—¿Gideon? —Los ojos de Dipper se abrieron por completo, sintiendo ahora que su corazón estaba a punto de detenerse.
—¡El mismo, pero mejorado! —Dijo, mostrándole una sonrisa llena de confianza y supremacía—. ¡Hola, Dipper! ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tú y tu hermana me enviaron a prisión? ¿Tres semanas? Bueno... Eso no importa. No sabes cuánto te extrañé, mi viejo amigo... Bueno, en realidad no.
—Eso es imposible... ¿Cómo pudiste salir?
—Cuando unes fuerzas con la gente correcta, muchas cosas pueden ocurrir...
—¡Un segundo...! ¿Bill está relacionado con esto?
—Tal vez sí, tal vez no... ¿Por qué no se lo preguntas tú mismo cuando él llegue? A propósito, amigo... ¿Ya te he mostrado mi nueva gema? ¿Es linda, no lo crees? Con ella puedo lograr cosas con las que jamás hubiera soñado. Y aprovechando que estás aquí, estaré complacido de mostrarte todo su potencial.
Gideon alzó su pequeño brazo derecho, consiguiendo que por medio de la vasta energía que era desprendida del interior de su nuevo artefacto místico; todos los autos en un radio de veinte metros comenzaran a flotar.
—Haremos un pequeño juego. —Dijo el pequeño hechicero—. Les daré una ventaja de diez segundos. Después, comenzaré a lanzarles, uno a uno todos estos autos. Sí logran escapar, sin que alguno los haya impactado, entonces ganarán el juego. Sino... Bueno... Se los dejo a la imaginación. Uno... Dos...
La cuenta regresiva había comenzado. Dipper sabía que Pacifica no podría correr adecuadamente debido al dolor en su brazo y a varios golpes que sufrió en el área de sus piernas, teniendo como evidencia sus medias rasgadas con varios cortes que no dejaban de sangrar. De modo que, el chico optó por cargarla entre sus brazos y comenzar a correr hacia una dirección no específica. No obstante, después de haber llegado al número tres, Gideon adelantó el conteo hasta llegar de un solo salto hasta el diez. En ese momento, el pequeño comenzó a lanzar todo el conglomerado de autos en contra de la pareja, como si fueran simples pelotas de ping pong.
—Esto es lo que te ganas por entrometerte entre Mabel y yo, por haberme hecho pasar un infierno en esa cárcel, y por haberte metido con las personas equivocadas, Dipper. ¡Eso es, pequeño cobarde! Huye... Huye de mí... Tú me quitaste mi mundo. Ahora yo te quitaré el tuyo.
Dipper continuaba corriendo, tratando de mantener a toda costa el equilibrio mientras esquivaba la casi inacabable lluvia de autos y camionetas. De repente, Dipper dio un paso en falso tras pisar un bache, provocando su caída en conjunto a la de su chica, quién terminó a un par de metros gritando de dolor. Acto seguido, Dipper intentó levantarse con esfuerzos, apenas dándose cuenta de como uno de esos autos estuvo a punto de quitarle la vida, de no ser por la rápida intervención de Soos, quién lo apartó justo antes de que Dipper terminará como calcomanía en el asfalto.
—Uff... Eso estuvo cerca... —Dijo Soos, verificando que el muchacho de gorra se encontrara en óptimas condiciones.
—¡Gracias amigo! ¡Me salvaste la vida! —Dipper le agradeció, antes de dirigirse hacia la ubicación de Pacifica.
Soos notó a su amigo preocupado por su chica. De modo que con sus fuertes brazos, tomó a la niña del suelo para levantarla y ponerla a salvo.
—Debemos irnos de aquí. —Advirtió el hombre de la camiseta talla XL con un signo de interrogación en ella—. Wendy y Mabel nos están esperando en aquella tienda de electrónicos.
—Me alegra saber que están a salvo. —Corrió tras de Soos hacia el establecimiento—. Estaba preocupado por ustedes. ¿Dónde está Stan?
—No lo sabemos... Desapareció después de que ese tentáculo gigante estuvo a punto de aplastarnos. Creí que estaba contigo.
—No puede ser... Debemos ir a buscarlo... La situación se está complicando cada vez más. Por sí la amenaza de Bill no fuera suficiente, el Cambia-formas y Gideon han regresado y esta vez con nuevas y peligrosas habilidades. Esto es espantoso. Bill debe de estar detrás de todo. No puede haber otra explicación.
Dipper, Soos y Pacifica llegaron a la tienda expendedora de todo tipo de aparatos electrónicos y componentes para casi cualquier aparato existente inventado por el hombre, encontrándose eventualmente con Wendy, Mabel y Pato, quienes los recibieron gustosas.
—¿Dónde estabas, torpe? —Mabel abrazó a Dipper, con lágrimas en los ojos—. Pensé que algo malo te había ocurrido.
—Estoy bien... La que no está bien es Pacifica. Parece que se rompió un brazo.
—Dipper tiene razón... Esto no luce nada bien... —Dijo Wendy, analizando el brazo lastimado de la joven rubia, aún en los brazos de Soos—. Debemos llevarla pronto con un doctor. ¡Maldita sea! —Golpeó el suelo con su puño—. Sí tan solo quedara alguno con vida.
—Entonces debemos irnos de aquí antes de que ese par, o que Bill sepan que estamos aquí. —Dipper propuso, sin pensar bien en las posibilidades, ni tampoco en los riesgos que conllevaban sus decisiones.
—¿Estás loco? —Mabel lo bajó inmediatamente de su nube luego de zangolotearlo—. Sí salimos ahora lo más seguro es que nos descubrirán. Escucha, Dipper... Sé que estás preocupado por tu novia, pero sí nosotros no sobrevivimos, ella tampoco lo hará. Además, aún debemos buscar a Stan.
—Mabel tiene razón, viejo. —Soos estuvo de acuerdo, dejando recostada a Pacifica sobre un sillón de tres piezas localizado dentro de la tienda—. Debemos quedarnos aquí y pensar en un plan para burlar a esos dos. La tienda de electrónicos siempre es un lugar seguro para resguardarse.
—¡Oh! Yo no estaría tan segura. —El grupo escuchó la voz de una chica, cuya frecuencia robotizada consiguió que la sangre de todos se congelara.
—¡Oh no...! Esa voz es de... ¡Oh no...! —Dijo Soos, increíblemente aterrado, luego de reconocer a la propietaria.
—¡Hola Soos! Mi gran oso de felpa... ¿Me recuerdas, cariño mío? —Dijo una chica pixelada de cabello color rosa, mostrando una flamante sonrisa, manifestándose dentro de una serie de pantallas que se encontraban puestas una sobre otra, hasta consolidar una sola imagen.
—¡Giffany! —Soos pegó un brinco hacia atrás—. ¿Cómo...? ¿Cómo fue que volviste...?
—Un elegante caballero de ojos amarillos me regresó a la vida. Fue muy amable... —Soltó una risita.
—¿Elegante caballero? ¿Ojos amarillos? Bill... —Dipper dedujo rápidamente—. No puedo creerlo... Ese desgraciado reunió a tres de nuestros más acérrimos enemigos en una especie de... ¿Liga de la maldad?
—¡Así es! —Afirmó rápidamente—. Él nos dio un objetivo claro... Un nuevo propósito el cual hay que cumplir... Y ese, es acabar con todos ustedes...
Hubo un destello que cegó temporalmente a los integrantes del escuadrón. Un resplandor parecido al de una potente farola encendida repentinamente en la oscuridad más envolvente. De repente, la silueta de Giffany comenzó a traspasar la pantalla de uno de los televisores, hasta que finalmente pudo romper la barrera entre el mundo digital y el mundo real. Nadie lo podía creer, pero ahora Giffany poseía un cuerpo propio dentro del plano de lo físico. Finalmente, el aura juguetona alrededor de la chica se desvaneció, para ser suplantada por una similar a la que Gideon poseía. La piel de la chica quedó envuelta en un tono gris, mientras que su cabello se tornaba de color negro y sus resplandecientes ojos eran consumidos por un halo tan rojo como la sangre misma.
—Esto... Esto es imposible... Dijo Dipper, comenzando a perder la fe.
—Nada es imposible para Bill-sama. —Dijo la inteligencia artificial—. Él ahora me ha provisto de un poder inimaginable... Ya no necesito depender de un inútil bueno para nada que destrozó mi corazón en millones de líneas de código.
—Pero Giffany... Creí que teníamos algo especial.
—¡Soos! —Dipper le dirigió una mirada de pocos amigos.
—¿Qué? Valía la pena intentarlo... Tal vez nos dejaba libres.
—Ya es muy tarde para eso, ex novio mío... Sin embargo, no puedo pasar por alto todo el daño que me hiciste. No solo te bastó con engañarme con esa insípida e insulsa mujer. Sino que además te atreviste a eliminarme. A borrarme como si fuera la versión de prueba de un antivirus cualquiera. —Comenzó a caminar lentamente hacia el grupo—. Y eso es algo que nunca te voy a perdonar, Soos. Sí yo no pude tenerte, entonces nadie lo hará.
Los siniestros ojos de Giffany brillaron como los de un lobo en plena noche en medio del bosque. Enseguida, la chica alzó levemente su mano derecha, desde de la cual comenzó a acumular una gran cantidad de energía, misma que salió disparada hacia el pequeño grupo, pero que afortunadamente consiguió esquivar en el último segundo. En consecuencia, la fachada de la tienda fue reducida a solo escombros y polco, así como algunas casas y comercios más que se encontraban a su paso cuando el poderoso rayo impactó contra ellos, provocando al final una devastadora explosión que terminó por borrar del mapa a la mitad del pequeño poblado.
—La ciudad... —Dipper murmuró con dolor en cuanto vio la destrucción ante sus llorosos ojos—. Ha desaparecido...
—No podemos quedarnos aquí... Debemos irnos ahora... —Soos fue el que se mostró más aterrado de todos. De modo, que volvió a tomar a Pacifica entre sus brazos para salir de ahí junto al resto en cuanto se presentara la oportunidad.
—¿Irse? —Giffany comenzó a flotar en el aire—. Nadie irá a ninguna parte. El espectáculo acaba de comenzar y son ustedes los que estarán en la primera fila.
A continuación, el valle entero comenzó a temblar, provocando que el resto de las casas terminaran por derrumbarse también. El movimiento telúrico fue seguido por el sonido de lo que parecían varias varillas de metal crujiendo, haciendo eco entre la inmensidad de las faldas de las montañas. En ese momento, una gigantesca nave espacial, con una forma parecida a la del planeta Saturno, emergió de entre los montones de tierra que juntos erigían una de las tantas colinas aledañas al pueblo. La nave avanzó lentamente, atravesando los cielos rojizos y negros, hasta finalmente quedar postrada sobre lo que alguna vez fue el sereno poblado de Gravity Falls.
—De acuerdo... Jamás volveré a dudar de esas tontas películas de invasiones alienígenas... —Comentó Wendy, mirando con estupefacción,
—¿Una nave extraterrestre...? —Dipper se preguntó a sí mismo—. Y yo que creía que el autor del diario era el mayor de los secretos a descubrir.
—Dipper... —Mabel se aferró a su hermano, sintiéndose insegura ante el mal panorama—. ¿Qué vamos a hacer?
—No lo sé...
De pronto, una de las compuertas de la nave se abrió para liberar a una docena de androides de forma esférica recubiertos de una coraza metálica, los cuales bajaron y se aproximaron al grupo para cercarlos. Acto seguido, crearon un círculo alrededor de ellos, utilizando una cadena de rayos de energía para someterlos y evitar que escaparan.
—¡Nos atraparon...! —Exclamó Wendy, tratando de liberarse, pero sin conseguir ningún resultado favorable—. No puedo... Zafarme...
—¡Al menos deja que Pato se vaya! —Mabel le suplicó entre lágrimas, viendo sufrir a su cerdito mascota—. Él no se merece esto...
—Es una pena. —Dijo Giffany, aterrizando con delicadeza y elegancia a pocos centímetros de ellos—. Pero esa decisión ya no depende de mí.
—Giffany... —Soos alcanzó a llamar su atención—. ¿Es a mí a quien tú quieres, no...? Haz lo que quieras conmigo, pero deja que los demás chicos se vayan.
—Es muy tierna la forma en la que te arriesgas por tus amigos... —Soltó una risita—. Incluso admirable... Pero lamentablemente para ti, hay mejores formas de hacer que pagues por todo lo que me hiciste. —Se giró a mirar hacia otro par de androides—. ¡Tráiganla chicos!
Los robots obedecieron y a los pocos segundos regresaron con una persona más, de igual forma subyugada por una cadena de energía pura.
—Dime Soos... ¿Te resulta familiar? —Preguntó la I.A. sin dejar de sonreír.
—¡Melody! —Gritó, con el corazón a punto de detenerse.
—¡Soos! —Melody gritó al mirar a su novio distanciado—. ¿Qué está pasando? ¡Ayúdame, Soos!
—¡No te preocupes, Melody! ¡Yo te salvaré!
—¿Cómo vas a salvarla, sí no puedes salvarte a ti mismo? —Giffany le preguntó con un severo tono de burla y soberbia, haciéndole una seña con la mano a su ejército de drones para conducir a Melody hacia el interior de la nave espacial.
—¡Esto no se quedará así, Giffany! —Soos le advirtió a su ex acosadora virtual, con una furia en sus ojos nunca antes vista en él—. ¡Voy a recuperar a Melody!
—No necesitarás recuperarla, gordito. —Dijo aquél ser que faltaba por hacer acto de presencia antes de echarse a reír—. Ya que todos irán al mismo lugar.
—¡Oh no...! —El muchacho de gorra tragó saliva—. Está aquí.
Con el poder de un potente huracán, el viento arreció de repente. Entonces, varias decenas de relámpagos de luz amarilla comenzaron a dejarse caer uno tras otro, hasta que al final, el más poderoso de todos alcanzó a dejar un gran agujero en la tierra después de hacer impacto. Entonces, por medio de aquél hoyo, emergió flotando el ser responsable de todas las desgracias ocasionadas hasta ahora.
—¡Vaya! ¡Vaya! ¡Vaya! Ustedes sí que son necios. ¡Esperen un momento! ¡Paren las máquinas! ¿Qué tenemos aquí? Esto no es posible... Veamos... Uno, dos, tres, cuatro y cinco. ¡Es increíble! Cinco símbolos reunidos. Este tiene que ser mi día de suerte. Signo de pregunta, Bolsa de Hielo, Llama, Estrella Fugaz, Pino...
—Deja de llamarnos de esa forma, demente. —Dipper enfureció—. ¡Libéranos o enfrentarás las consecuencias!
—Admiro tu valor, niño cabezón. ¿O tal vez debería decir, tú ignorancia? —Descendió hasta estar cara a cara con Dipper—. Creo que aún no tienes idea de lo que ahora soy capaz de hacer... ¿O me equivoco?
—No me importa... —Lo encaró—. Eso no significa que no vayamos a detenerte, malvado.
—¿Detenerme? ¿Pero cómo vas a hacerlo, sí tu único plan viable se fue a la basura? Es decir, ¿Creíste que no sabía que con ese pequeño juguete ibas a poder borrarme de la memoria de Preston? Reconozco que fue un buen plan. Sin duda me hubieras aniquilado... Pero yo soy mucho más listo que tú y puedo estar fácilmente diez pasos por delante de ti. Gracias a mi ejército de impuros, pude darme cuenta de qué harías todo lo posible para llegar hasta ese vagabundo bueno para nada e intentar reparar el arma que tu preciado tío rompió por accidente.
—¿Cómo...? ¿Cómo lo supiste...?
—¿Acaso estás sordo, mocoso? —Preguntó, en medio de una carcajada—. Los ojos de cada uno de los impuros a mi servicio se encuentran conectados entre sí, para ofrecerme una visión más amplia de lo que sucede a mí alrededor. En pocas palabras, soy capaz de observar todo lo que ellos están mirando en tiempo real. ¿Increíble, no? Es como tener millones de ojos a tu servicio todo el tiempo... Y apropósito... Hablando de tu tío... ¿Cómo podríamos olvidarnos del símbolo del Fez?
Bill chasqueó sus dedos, haciendo aparecer mágicamente a Stan flotando junto a él, aparentemente inconsciente.
—¡Tío Stan! ¡Suéltalo, canalla! —Dipper estalló en furia.
—Lo dices como sí en verdad lo fuera a hacer. —Volvió a reír, alejándose a unos cuantos pasos de Dipper—. Este ridículo anciano es una de las piezas clave para conseguir mi meta. Ahora tengo seis piezas de diez.
—¿Qué demonios tienes planeado hacer, Bill? ¿Cuál es esa meta?
—¿Sabes? Es muy cliché que el rufián le tenga que contarles todos sus planes a todos aquellos que intentan detenerlo. Así que tendrás que descubrirlo por ti mismo cuando llegue el momento, mi niño. —Chasqueó los dedos una vez más, materializando alrededor de Stan una burbuja de energía de color rojo, con el símbolo del Fez, dentro de la cual permaneció encerrado. —Pero hasta entonces, este vejete deberá permanecer aislado en un lugar dónde no podrá causar problemas.
El grupo de amigos lo miró con un odio profundo.
—¡Pero qué mala educación de mi parte! —Continuó Bill, dándose una palmada en la cara—. Deben estar confundidos... Ya nos conocen a todos, pero nunca está de más una buena presentación. Él es un ser proveniente de otro planeta, es repulsivo, es intimidante. ¡Damas y caballeros, conozcan al Cambia-formas!
La criatura apareció, dejándose caer desde el cielo, regresando de ser aquella monstruosidad repleta de tentáculos a la bestia traslucida que representaba su forma original, para permanecer al lado de Bill.
—Él está hambriento de venganza, sufre de mal de amores y peina su cabello diecisiete veces al día. Con ustedes, el siempre fabuloso niño telépata... ¡Gideon Gleeful!
Caso contrario al del Cambia-formas, Gideon hizo su segundo acto de aparición partiendo el valle por la mitad, tras emerger con la fuerza de un volcán en erupción desde las profundidades de la tierra, para así ubicarse al otro lado de Bill.
—Ella es quién le da el toque femenino al grupo. Tiene el corazón roto y su padre es un hombre pulpo... No me pregunten por qué, es japonesa... ¡Recibamos con un fuerte aplauso a la todopoderosa, Giffany!
La chica realizó una pirueta en el aire y un medio mortal hacia atrás, para así completar la alineación del grupo de las pesadillas.
—Y un servidor, Bill Cipher... Ya saben, carismático, adorable y omnipotente. Todo en uno. Y los cuatro juntos somos: Los Amos del Caos. Ahora... Para comenzar la diversión... ¿Qué tal sí antes de llevar a cabo nuestro plan maestro nos divertimos un poco con esta banda de inútiles?
Gideon, Giffany y el Cambia-formas estuvieron de acuerdo, asintiendo la cabeza entre risas y murmullos macabros.
—Y qué mejor que comenzar con mi marioneta favorita. —Se acercó nuevamente hacia Dipper para apretarle los cachetes—. No te sientas tan mal, pino. Te prometo que no sufrirá mucho... Bueno... En realidad sí. Giffany, querida, es toda tuya.
La pequeña protagonista de aquél juego tan popular en tierras japonesas dio un paso al frente. Luego, estiró la mano hasta llevarla a la altura de su cara y abrirla completamente, para que de su palma comenzaran a salir un conjunto de miles de pequeños cables electrificados, los cuales soltaban una innumerable cantidad de chispas cuando se tocaban entre ellos, mientras se movían minuciosamente, como serpientes ansiosas por devorar a su desafortunada presa. Bill chasqueó los dedos, tomando con su magia el control del cuerpo de Pacifica, quién salió desprendida de los brazos de Soos hasta quedar flotando a tan solo unos pocos metros de Giffany.
—Veamos sí esta pobre niña puede resistir una descarga de quinientos voltios. —Dijo Bill, regresando con sus compañeros, quienes esperaban ansiosos por mirar la pena de tortura.
—¡NO! ¡DETENTE, BILL! —Dipper gritó con desesperación—. ¡DÉJALA EN PAZ!
Giffany llevó los cables de alta tensión hasta la pobre niña, quién aparte de soportar el dolor de su brazo roto, tuvo que aguantar el pronunciado dolor de las descargas continuas cuando aquellos cables la cubrieron de cuerpo completo
—¡Dipper...! ¡Ayúdame...! —Decía entre sollozos, soportando el dolor—. ¡Dipper...!
—Pacifica... Lo siento... —El chico comenzó a llorar desde lo más profundo de su corazón, mientras que los demás miembros del escuadrón del misterio colocaban expresiones de horror puro en sus rostros, pero sin decir una sola palabra acerca de lo que ocurría—. Lo siento por ponerte en una situación así... Yo solo quería protegerte... Perdóname... Soy un niño débil y tonto que no sabía en lo que se metía y ahora estás pagando las c0nsecuencias por mi culpa... Pacifica... Te quiero... Te quiero... Ya basta... Por favor... ¡Detente, Bill...!
—Es tan satisfactorio cuando los humanos piden piedad. Giffany, aumenta la descarga a seiscientos voltios.
—¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO...! ¡YA DETENTE...!
Dipper lanzó un apabullante grito al aire. Uno que probablemente alcanzó a escucharse en un radio de cinco kilómetros a la redonda. Sin embargo, su grito fue sosegado gracias al implacable estruendo que provocó el cuerpo de Giffany tras estrellarse contra el muro de uno de los pocos edificios que aun quedaban en pie, derrumbándolo por completo. Todo había pasado en tan solo un segundo, pero Dipper había alcanzado a notar como un poderoso rayo había impactado el costado izquierdo del ahora cuerpo físico de la chica, quién estuvo a solo pocos instantes de aumentar el voltaje de su ataque. En ese momento, el ejército de androides al servicio de Giffany perdió su poder, de modo que los rayos de energía que le impedían a Mabel, Pato, Wendy, Dipper y a Soos poder moverse quedaron completamente obliterados. Acto seguido, el cuerpo de Pacifica cayó en picada a varias decenas de metros. Dipper sin pensarlo dos veces, corrió tras ella con la fuerza de su alma. Atrapándola con sus brazos, justo antes del violento encontronazo contra el suelo.
—¡Pacifica...! ¿Estás bien? ¡Háblame por favor! —Dipper trataba de hacer que su chica le respondiera a toda costa.
El estado de Pacifica era delicado, pero pese a su brazo roto, las descargas eléctricas y los golpes recibidos, pudo alcanzar a decir el nombre de su amado nerd.
—Dipper... —Le mostró una sonrisa, mostrándose feliz por estar de nuevo junto a él.
—¡Gracias a dios! Me alegra de que estés bien... —Ríos de lágrimas volvieron a descender por sus mejillas—. Siento haberte puesto en peligro...
—¡Hey! Tranquilo, tontito... —Le dijo, con una voz muy débil—. Nunca hubiera aceptado ser tú novia... Sí no conociera los riesgos... Y no me arrepiento de mi decisión... Pero... ¿Sabías que te ves ridículo cuando lloras? —Le sonrió una vez más, divertida, a pesar del intenso dolor.
—No tanto como tú cuando acabas de recibir quinientos voltios de electricidad. —Le respondió con sarcasmo, sonriéndole de igual forma y dándole un afectuoso abrazo, el cual fue inmediatamente correspondido por la niña con su único brazo disponible—. Nunca volveré a dejar que te suceda algo.
Wendy, Mabel y Soos miraron con ternura la escena. Mientras tanto, Bill, Gideon y el Cambia-formas se centraron en el lugar el impacto, reflejando una expresión de sorpresa e incertidumbre.
—¿Qué acaba de pasar? —Gideon Preguntó, estupefacto.
—Algo me dice que estamos a punto de conocer al responsable. —Dijo Bill, girando su cuerpo, tras notar a una presencia extraña detrás de él.
—Pacifica Northwest es la única persona digna en el linaje de su familia, atrévete a lastimarla y sufrirás de una terrible agonía. —Dijo en forma de rima la figura de un corpulento leñador de barba azul flotando sobre el aire, mirando ferozmente hacia los ojos de sus oponentes.
Continuará...
No sé ustedes, pero a mí siempre me atrajo la idea de un enfrentamiento entre Bill y nuestro espectro de décima categoría favorito. Desde que cambié el rumbo del fic, de ser una comedia romántica simplona, a una tragedia romántica con dosis de acción, quise que esta batalla se llevará a cabo y al fin está pasando. Aunque como soy diabólico deberán esperar al otro capítulo para saber cómo le hará el difunto leñador para combatir contra Bill y su banda de secuaces. (Lamentablemente esto solo aplica para las personas que estén esperando esas dos semanas a mi próxima actualización)
Y hablando de secuaces... No me decidía la manera en la que Giffany debería referirse a Bill. Me llegaron varias sugerencias: Señor Bill, Bill-san, Bill-kun, Bill Senpai, Bill-sama... (Recordemos que Giffany es japonesa y los japoneses tienen sus propias maneras de referirse a alguien superior) Al final opté por Bill-sama. Me gusta cómo se escucha y como se lee. Además me imagino a Giffany como a una segunda Yuno o algo por el estilo... Ya saben cómo es el estereotipo de personaje Yandere.
Bien, ahora pasemos al anuncio importante. Sí me siguen en mi página de Facebook ya no será una sorpresa, ya que esto lo dije hace varios días por ese medio. Pero para los que no, pues aquí va. Este 31 de Mayo al fin subiré el primer capítulo de mi próximo fic basado en Reverse Falls (El universo alterno más famoso de Gravity Falls) llamado Ojos de Demonio (Sí, Dipcifica será nuevamente la pareja protagónica). Espero que les guste y espero también que haya sabido interpretar de buena manera este universo alterno.
Sería genial que lo siguieran sí les atrae la idea de estos universos creados por fans. Y sí no saben que es Reverse Falls, deberán buscarlo en Google, ya que esto lo he explicado varias veces y creo que sería muy redundante volver a alargarme demasiado con lo mismo.
En fin, ya es hora de despedirme y de regresar a mí sarcófago. El próximo capítulo de este fic lo subiré el día 7 de Junio. Espero verlas y verlos a todos en esa fecha por estos lares. Sí les gustó el capítulo o no pueden dejarme un comentario para conocer su opinión. A pesar de que a veces no puedo responderlos por falta de tiempo los leo todos y cada uno. Pasen un buen día, tarde o noche dónde quiera que se encuentren. ¡Chao!
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