El Campamento

¡Hola de nuevo!

Es viernes y habemus nuevo capítulo. *La multitud se alebresta y se emociona* Ok, exageré un poco... En fin, sí me siguen por mi página de facebook ya están enterados de esto, pero para todos los demás lectores, en este capítulo Dipper y Pacifica sufrirán de un radical cambio de imagen. Así es, tendrán ropas mucho más adecuadas a la temática del apocalipsis. Si están leyendo esto en Wattpad hasta abajo les pondré la imagen en la que me basé para los nuevos diseños, pero si están leyendo esto en Fanfiction.net lamentablemente tendrán que imaginárselo tal y como se los describo en la historia. Sigo insistiendo, los encargados de Fanfiction.net deberían de hacerle un lavado de cara a la interfaz de la página. Sigue pareciendo un blog de hace más de 10 años.

Bueno, espero que les agrade este capítulo. Nos leemos abajo para notas finales. ¡Ah! Y contestando un comentario de una lectora en fanfiction, la cual no tiene cuenta y por ende no puedo responderle directamente, a este fic le quedan de entre 25 a 30 capítulos para ver su finalización. Todo depende de la extensión de las palabras. Lo digo también por sí alguien se quiere bajar del barco de una vez si es que consideran que aún falta mucho. Sí, esta historia es grosera y bastante larga, pero ya tengo escritos los títulos de los capítulos restantes así como su sinopsis, así que espero cumplir con mis predicciones. De cualquier modo, muchas gracias por seguir al tanto de este fic. Significa mucho para mí.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Un Fanfic de Gravity Falls: "La Novia de Dipper"

Segunda Temporada

Capítulo 43: "El Campamento"

—¡Vamos, amigo! ¡Reacciona! ¡Despierta Dipper...! —Soos, quien había decidido permanecer junto a la camilla de Dipper, luego de que este cayera inconsciente a causa de un severo ataque de ansiedad; se dio cuenta de la forma tan salvaje y violenta con la que el cuerpo inerte de su mejor amigo se comenzó a sacudir, lo que lo llevó a buscar rápidamente un modo de traerlo de regreso utilizando todos los medios que se encontraban a su alcance—. ¡Por favor, hermano! ¡Dime algo...! ¡Lo que sea...! —Colocó su mano por detrás de su nuca, intentando elevar su cabeza con sumo cuidado para que la mascarilla que le proporcionaba oxigeno no se viera afectada.

Fue justo en ese momento, cuando Soos decidió que lo mejor sería ir a buscar ayuda externa, que Dipper consiguió abrir los ojos, pudiendo sentarse sobre su camilla debido a un sobresalto repentino, siendo este producto de una reacción involuntaria de su propio cuerpo. Como si hubiera recibido un poderoso impulso de corriente proveniente de un desfibrilador colocado en su máxima potencia. El niño, tras despertar, comenzó a toser de una manera descontrolada, para enseguida inhalar desesperadamente una gran cantidad de aire empleando una secuencia dividida en varias repeticiones.

—¡Dipper! ¡Tranquilo, amigo! Respira... ¡Respira hondo! No te precipites... —Dijo Soos, esta vez tratando de ajustar la mascarilla de Dipper para que pudiera respirar sin ningún problema—. Eso es, inhala y exhala. Sí la mascarilla no te es suficiente yo mismo podría darte respiración de boca a boca.

—¡No...! Descuida Soos... —Dipper habló una vez que su respiración se normalizó. Entonces, abrumado y acalorado, se quitó el respirador artificial, el cual se encontraba conectado a un sistema de monitoreo de signos vitales muy parecido a los que se podían encontrar en su planeta natal—. Créeme... No será necesario... Una vez pasé por eso y francamente no quisiera volver a experimentarlo nunca más en la vida. Pero... ¿Qué sucedió?

—No sabría cómo explicarlo. Pasaste repentinamente de estar durmiendo plácidamente a revolcarte como un caracol con sal. Me diste un gran susto, viejo. Parecía que estabas siendo víctima de una horrible pesadilla o algo parecido.

—¿Una pesadilla...? —Murmuró, preguntándose a sí mismo, solo momentos antes de recordar la charla que había sostenido con Cry, el segundo miembro de los Weirdmasters con el que había tenido la desdicha de conversar de uno a uno.

—¿Sucede algo, Dipper? —Soos preguntó, preocupado ante el inusual comportamiento del joven, quién parecía haberse quedado helado y con la mirada difusa por unos segundos.

—¡No...! No es nada. Estoy bien, Soos... No te preocupes. —Advirtió, intentando bajarse de la cama.

—Será mejor que te quedes recostado en dónde estás. Iré con Mía y le diré que ya despertaste.

—Mía... Entonces, este debe ser el campamento del que nos habló. —Dipper dedujo, observando a sus alrededores, viéndose a sí mismo y a Soos dentro de una colosal carpa, rodeados por lo que parecían ser una gran cantidad de instrumentos electrónicos curativos y otros más de intervención quirúrgica distribuidos sobre algunos de los estantes y libreros visibles, así como de frascos llenos de sustancias desconocidas ubicados dentro de un par de aparadores, un par de camillas extras y una extraña lámpara de forma rectangular colocada deliberadamente sobre una mesita de metal en el centro del cuarto, la cual además de generar un ambiente de relajación gracias a su tenue luz, también originaba una pequeña onda de calor y que ayudaba a mitigar el frío en el interior de la sala.

—Esta es solo la sala médica del campamento, pero te sorprenderás en cuanto veas todo lo demás. Tienen absolutamente de todo en este lugar. Cocina, baños, duchas, sala de juegos, una armería, una sala de práctica de tiro, una arena de combate parecida a la que usan en el programa "Luchas de Bebes". ¡Y escucha esto! ¡No vas a creerlo! También cuentan con una máquina de pinball justo a un lado del comedor, como la que tenía Stan en la cabaña. Logré sacar el mejor puntaje justo antes de que te transfirieran a este lugar luego de tu operación.

—¡Espera! ¿De qué estás hablando? ¿Operación? ¿Qué operación? —Dipper preguntó, comenzando a asustarse.

—Bueno... No fue una operación como tal... Mía más bien lo describió como un "Procedimiento Neural". ¿O habrá querido decir neutral? —Se llevó los dedos índice y pulgar de su mano derecha a su barbilla para pensar detenidamente—. El punto es que te perforaron la cabeza con un rayo laser y eso fue todo lo que supe.

—¿Qué? ¿Es una broma? ¿Cómo pudiste permitir que me hicieran algo así, Soos? —Su grado de furia aumentó, lo cual lo llevó a levantarse y a salir de la cama de un brinco—. ¡Aguarda un momento! ¿Cuánto llevamos aquí? ¿Por cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Solo han pasado catorce horas desde que Mía y su grupo de alienígenas nos hallaron en el desierto y la verdad es que... Siéndote franco... Yo... No pude hacer nada al respecto para impedirlo. Ellos me dijeron que si no eras intervenido inmediatamente morirías en poco tiempo. No quiero perder más de mis amigos por el camino, Dipper. Me rehúso a quedarme solo en este lugar y convertirme en un refugiado como todos los demás. No me ha resultado fácil adaptarme. Todos tienen costumbres muy extrañas. ¿Sabías que ninguno de ellos baja la tapa de la taza del retrete después de usarla? Y lo peor de todo... Es que en vez de papel higiénico, hay tres caracoles que hasta el momento no he podido descifrar cómo se utilizan.

—¡A ver! ¡A ver! ¡A ver! ¿Qué quieres decir exactamente con eso de, "Morir en poco tiempo"? ¡No...! —Se interrumpió a sí mismo, antes de darle la oportunidad a Soos de poder responderle o darle una explicación razonable—. Lo mejor será preguntárselo directamente a esa mujer llamada Mía. Presiento que no nos lo está diciendo todo. Además... —Su corazón pareció detenerse por un par de segundos—. ¡Pacifica! ¿Qué ocurrió con Pacifica? ¿Y con Wendy? ¿Y con Blendin?

—¡Tranquilo, colega! Tu novia está bien. De hecho, ella también fue intervenida de emergencia. La buena noticia es que pudieron extraer el veneno de su cuerpo antes de que este llegara hasta su cerebro. A decir verdad, su recuperación fue mucho más rápida que la tuya, e incluso se ofreció ella misma para cuidarte hasta que despertaras, pero en ese momento Mía le dijo que tenía algunos asuntos importantes que atender con ella de forma personal y se la llevó. No me dijeron a dónde fueron. Por otra parte, aún no logran encontrar a nuestros amigos y dados los grandes peligros que dicen pueden encontrarse en el desierto durante la noche... Temen lo peor.

—No te preocupes, Soos. Estoy seguro de que nuestros amigos están bien. Sé perfectamente de lo que Wendy es capaz de hacer cuando se trata de sobrevivir en un ambiente hostil. Ella es la chica más audaz y ruda que he conocido. Sería absurdo que se dejara vencer por un estúpido desierto. Y si Blendin está con ella, entonces no hay nada de qué alarmarse. Wendy encontrará la manera de mantenerlo a salvo y con vida. Por ahora debemos encontrar a Mía y a Pacifica.

—Es una excelente idea... Aunque... Quizá debas ponerte algo de ropa antes de salir de aquí. No querrás convertirte en el centro de atención. Muchos allá afuera están muy interesados en saber cómo es el cuerpo humano. —Soos recalcó, haciéndole caer en la cuenta a su mejor amigo de que se encontraba completamente desnudo, sin ninguna clase de prenda que cubriera sus partes más intimas. Como consecuencia de la embarazosa situación, la sangre se le subió a la cabeza, extendiéndose por todo su rostro. Acto seguido, Dipper se cubrió rápidamente con la ayuda de las sabanas de la camilla, agradeciendo al cielo que Pacifica no se hallaba en la misma habitación que ellos.

-o-

—No lo sé, Soos. Me siento un poco extraño portando esta clase de atuendo. —Dijo Dipper, mirando su nuevo conjunto de ropa a través de un espejo de cuerpo completo colocado sobre un panel flotante en una de las esquinas de la sala. Una indumentaria que consistía en unos pantalones de combate de color gris, unos zapatos cafés todo terreno, una camiseta de color negro, y puesta por encima, una camisa de color mármol claro sin botones, la cual poseía un tipo de corte similar a una gabardina—. No es un estilo que yo usaría regularmente... ¿Tú qué opinas?

—Te ves bien, amigo. Ahora luces como un típico personaje de novela distópica cliché para adolescentes de hoy en día. Además, Mía dijo que este era el último grito de la moda entre los preadolescentes en el planeta Salkar. Según ella, los hace verse atractivos ante las bellas chicas de ocho brazos del planeta Kottun-22.

—De acuerdo... Aunque... Eso suena un poco escalofriante... Creo que... Puedo entenderlo... —Un nudo se formó en su garganta—. Lo que todavía no comprendo es por qué tuvo que darme esta nueva ropa. ¿En dónde puso el resto de mis cosas...? ¿Y mi diario? ¿En dónde puso mi diario?

—Bueno, ahora tienes más cosas que preguntarle cuando la hallemos. Quizá se lo dio al autor... Pero ahora que lo pienso... Aún no he tenido la oportunidad de conocerlo. Creo que escuché a unos refugiados decir que no se encuentra en el campamento en estos momentos.

—Todo esto luce muy sospechoso... Debemos averiguar qué está sucediendo aquí y rápido. Bill y su pandilla no esperarán por nosotros hasta que encontremos una forma de llegar al Almacén y comunicarnos con el dios Axolotl. ¡Andando Soos!

—¡A la orden, mi hermano! —Soos acató la indicación y siguió al muchacho hacia afuera de la carpa a toda velocidad. No obstante, su corto avance fue mediado cuando Dipper estampó accidentalmente su cara en contra del trasero de una criatura cuadrúpeda de piel gruesa, de complexión robusta y con un aspecto muy similar al de un rinoceronte, pero con la diferencia de que este contaba con una trompa larga y un par de cuernos que sobresalían desde su cabeza. Adicionalmente, sobre su espalda y atado con una resistente soga, podía observarse un pesado cargamento el cual se componía de un par de cajas metálicas y un saco repleto de chatarra, así como de distintas clases de componentes electrónicos, probablemente extraídos de naves averiadas o algún otro objeto espacial desconocido para la raza humana—. ¡Oh vaya! Olvide mencionarte que alguien había desmontado a su Hankor en este lugar.

—Realmente me gustaría saber quién rayos les pone el nombre a estas criaturas... —Comentó Dipper, convaleciente, sobándose la frente cuando en ese instante, alguien lo llamó por su nombre.

—¡Joven Árbol de Pino! ¡Joven Árbol de pino! ¡Cuanto lo lamento! ¿No se lastimó? ¿Se encuentra bien? —Pregunto el ser de baja estatura, largos dientes como los de un conejo y barba abundante, aproximándose al lugar de los hechos velozmente, ofreciéndole la prótesis robótica que tenía en lugar de brazo izquierdo a Dipper, para ayudarlo a levantarse.

—Sí... Creo que estoy bien... Solo fue un pequeño golpe. —Corroboró el muchacho, una vez asentándose sobre el terroso suelo con sus dos piernas.

—Lamento mucho mi torpeza. Fue mi culpa haber dejado a Sparky en este lugar sin pensar en lo que podría ocasionar. —Se acercó hacia su cabeza para acariciarla. Acto seguido, extrajo un puñado de semillas de tonalidad verde de uno de los bolsillos de su gabardina y que el animal procedió a succionar con su trompa—. A contrario de lo que muchos piensan, dada la rudeza de su apariencia, los Hankor son criaturas en extremo dóciles. ¡Claro! Siempre y cuando estén bien alimentadas. ¡Adelante! Puede acariciarlo si usted gusta.

—Creo que lo haré en otro momento. —Rió tímidamente, examinando de vista al animal y prefiriendo mantener su distancia—. Entonces... Dices que su nombre es Sparky... ¿Ehh...? No cabe duda de que es un lindo nombre. Digno de un cachorrito recién nacido. —Observó más de cerca al hombrecillo, inspeccionándolo de arriba hacia abajo con una mirada fugaz—. ¡Oye! Yo te recuerdo. Eres uno de los compañeros de Mía. ¿Cierto? Tú estabas en ese grupo en el desierto cuando nos encontraron. ¿Cuál era tu nombre...?

—Kalfe. —Contestó de forma inmediata, realizando una breve reverencia—. A su servicio, joven Árbol de Pino. Es un verdadero honor finalmente poder conocer a uno de los herederos directos de Los Guardianes del Alba. Todos creíamos que su luz se había extinguido de la existencia cuando sacrificaron sus vidas para acabar con los Weirdmasters.

—¡Por favor! No me llames Árbol de Pino. Llámame Dipper. —Sugirió educadamente—. Dudo que me acostumbre a ese otro sobrenombre.

—Como usted guste, joven Dipper. Ahora dígame, ¿Cómo se siente después de haber descansado todo este tiempo? Apuesto a que debe tener mucha hambre. Si se siente cansado, tal vez un vaso de deliciosa y fría de leche de Reedar le ayude a recuperar las energías perdidas.

—Así estoy bien... Gracias... —Dipper rechazó amablemente la oferta, justo antes de golpear delicada y disimuladamente a Soos con su antebrazo para así llamar su atención y hacerle una pregunta discreta entre dientes—. Soos... ¿Qué es un Reedar?

—No estoy seguro... Solo sé que su leche es de color violeta y tiene un sabor parecido al de una malteada de hamburguesa con salsa picante y pepinillos. —Dijo, ocasionándole una momentánea sensación de asco a su amigo—. No sabe tan terrible como te lo imaginas.

—¿O quizá le interese más reencontrarse con su novia? —Sugirió, captando la atención de Dipper, la cual se tradujo en una mueca de asombro y fascinación—. Justo lo que pensé... Síganme, por favor. Los llevaré hasta dónde se encuentra ella.

—Sí... Gracias... —Contestó Dipper, siguiendo al hombrecillo seguido de Soos cuando este dio media vuelta y comenzó a caminar.

Kalfe condujo a Dipper y a Soos a través del campamento, cuyas dimensiones eran en promedio mucho mayor a las que Dipper tenía contempladas en un principio. El asentamiento se encontraba ubicado en el interior de lo que parecía ser una gran formación rocosa y hueca, siendo iluminada gracias a la instalación de múltiples fuentes de luz similares a la que se encontraba dentro de la sala médica en distintos puntos. A su vez, este estaba compuesto por una gran plaza central y circular rodeada de carpas, sobre la cual se paseaban una gran cantidad de seres y criaturas coloridas de diversas razas, algunas de aspecto humanoide, con la marcada diferencia de que estas poseían características tales como tentáculos, pelaje en la mayor parte de su cuerpo, grandes cabezas y ojos saltones. A su paso, Dipper y Soos sintieron el peso de las miradas de todos los seres que se encontraban en ese momento deambulando y conversando por el lugar, los cuales inclusive dejaron sus tareas de lado para mirar de reojo a los recién llegados y hacer comentarios de forma discreta entre murmullos.

—¿Por qué todos se nos quedan mirando de esa forma? —Preguntó Dipper—. Hacen que me sienta incómodo.

—Me sorprende que no se haya dado cuenta aún, joven Dipper. Debo recordarle que ustedes son los nuevos portadores de los Símbolos del Zodiaco. Las reencarnaciones de los Guardianes del Alba. En pocas palabras, ustedes son la única esperanza que tenemos todos los que estamos aquí y el resto de los habitantes en todos los planetas en el universo de recobrar nuestras antiguas vidas y no ser tratados como simples juguetes por "Él".

—Me siento como una estrella de cine en este lugar. —Dijo Soos, intentando hacerle ver el lado bueno de la situación a su amigo—. ¿Sabes? Toda mi vida quise ser famoso. Ser youtuber no funcionó, así que lo más cerca que estuve de serlo fue cuando mis fanfics sobre la vida secreta de Stan alcanzaron las más de diez mil visitas y cincuenta reviews. Nunca fui tan feliz.

—Sí... Claro... Lo que tú digas, Soos...

Una vez en el lado opuesto del campamento, Kalfe alentó a Dipper y a Soos a abordar junto con él un viejo e inestable ascensor construido a base de poleas, similar a los que pueden encontrarse en cualquier tipo de construcción, y que posteriormente utilizaron para descender un piso más abajo, haciéndole caer a Dipper en la cuenta de que sus expectativas se habían quedado muy por debajo de lo esperado tras haber imaginado al campamento como un sitio solitario y llano construido improvisadamente sobre la arena.

—Este lugar... Es mucho más grande de lo que creí—. Dipper comentó.

—Y eso que aún no ha visto nuestro salón de juegos. Puede que la mayoría de nosotros aquí seamos simples contrabandistas y recolectores de chatarra espacial, pero como verá, sabemos cómo divertirnos con estilo. Bueno, hemos llegado. —Dijo, en cuanto el ascensor se detuvo, permitiendo que Dipper fuera quien se adelantara, haciéndolo caminar por medio de un corredor casi completamente a oscuras, siendo la luz al final del mismo lo único que le daba un poco de vida al sitio. Cuando Dipper y Soos cruzaron el respectivo pasillo, ambos se vieron ante un enorme coliseo, en el que varios seres de aspecto alienígena realizaban entrenamientos y combates simulados con armas y luchas cuerpo a cuerpo.

—Esto es... Increíble. —Se sujetó por medio de uno de los barandales—. ¿Cómo pudieron construir algo así en este lugar?

—Siendo sincero con usted, joven Dipper. Todo esto ya estaba asentado cuando nosotros llegamos. Esta es una fortaleza que tuvimos la fortuna de encontrar abandonada, así que simplemente la tomamos como nuestra. Suponemos que fue construida por un grupo de piratas espaciales hace mucho tiempo y que por alguna razón jamás regresaron a reclamar lo que habían dejado. Debo admitir que su habilidad es sorprendente, y es que esta no es una formación de roca natural. De acuerdo a los restos que hemos encontrado en las cámaras más profundas, esta alguna vez fue la madriguera de un grupo de Osos-canguro. ¿Alguna vez ha visto un oso-canguro?

—Bueno... No existen de esos en la tierra. Supongo que lo más parecido a esa criatura en nuestro planeta es el Multioso que enfrenté en una cueva hace algunas semanas.

—Comprendo bien. Ahora vengan conmigo, ya estamos cerca.

Kalfe volvió a conducir a Dipper y a Soos, esta vez descendiendo hacia la arena tras bajar por una escalinata tallada en madera. Una vez ahí, la escena en la plaza central se repitió, cuando la presencia de Dipper y de Soos ocasionó que muchos de los guerreros irrumpieran su rutina, tan solo para comentar y mostrarse sorprendidos por tener tan de cerca a dos más de los elegidos. Finalmente, tras haber cruzado la mitad del coliseo, Dipper, Soos y Kalfe se encontraron frente a una multitud reunida en círculo que aclamaba y se emocionaba con el espectáculo que se hallaban presenciando. Dipper se aproximó, abriéndose paso por la multitud hasta llegar al frente, descubriendo así a dos chicas batiéndose a duelo utilizando como medio para defenderse un par de catanas de acero de alta frecuencia, las cuales emitían poderosas descargas eléctricas al momento de chocar la una contra la otra.

—¡Mantén la vista al frente! ¡No te distraigas! ¡Enfoca tus sentidos! Si titubeas por un momento... ¡Estarás muerta! —Anunció Mía, dando una serie de estocadas, la cual fue bloqueada exitosamente por Pacifica. No obstante, la niña perdió el equilibrio al querer hacer un retroceso, provocando su caída—. ¡Levántate!

—Tal vez deberíamos dejarlo para otra ocasión. —Pacifica sugirió, respirando con dificultad—. Te lo estás tomando muy a pecho... Pareciera que este es un combate real.

—¿Y quién te dijo que este no era un combate real? —Le cuestionó, volviendo a lanzar un nuevo ataque con su oponente aún en el suelo, pero que pudo esquivar gracias a que pudo rodar hacia la derecha justo en el momento preciso—. ¡Despierta, Pacifica! Tus enemigos jamás esperaran a que reacciones apropiadamente ante una situación de peligro. Los Exilium, son la raza más bastarda que puede existir en el universo. Lo único que les importa es alimentarse de otras formas de vida orgánica. Te haré una pregunta... ¿Acaso quieres darles el placer de devorarte a ti y a tus seres queridos?

—No... —Respondió, poniéndose de pie de un brinco, apretando con ambas manos la empuñadura de su filosa y electrizante arma, colocándose en guardia una vez más y finalmente sacudiéndose el polvo de su recién adquirido cambio de aspecto, el cual consistía en una liga para sujetar su cabello y de esta manera formar una sola coleta, una sudadera de color morado sin mangas, unos jeans de una tela similar a la mezclilla y unos zapatos cafés todo terreno idénticos a los de Dipper.

—¡Entonces deja de decir estupideces y pelea como se debe! —Una tripleta de golpes después, la confianza de Pacifica pareció recobrar su fuerza, cuando ella misma lanzó un contraataque, obligando a Mía a retroceder un par de metros—. ¡Eso es! ¡Recuerda las bases del combate que te enseñé! Mantén la vista fija en tu enemigo en todo momento. —Dirigió un nuevo golpe, siendo bloqueado a duras penas por la niña—. Incluso durante el momento en el que tomas su vida. Un golpe tras otro. No apartes tus ojos de los míos. Pie derecho... Pie izquierdo... De nuevo el derecho... —Mía decía, mientras sus movimientos se volvían más fluidos, convirtiéndose en poco tiempo en una especie de danza cuando ambas se empezaron a mover en círculos—. ¡Eso es! Estocada arriba... —Las hojas de sus espadas se volvieron a encontrar, produciendo una onda de choque que hizo levantar el polvo—. Ahora abajo. ¡Muy bien! ¡Ahora más rápido! Recuerda, Pacifica... Conserva tu cuerpo relajado. No tenses los músculos. Busca el balance adecuado mientras extiendes la hoja de tu espada.

Una vez terminado el encuentro amistoso, los espectadores quedaron entusiasmados por la demostración de destreza y el crecimiento exponencial que Pacifica había tenido en base a su entrenamiento con Mía. La niña sonrió, sintiéndose bien consigo misma por sus logros obtenidos. No obstante, su sonrisa se apagó como la llama de una vela luego de ser golpeada por una ráfaga de aire, cuando enfocó su vista hacia el público, descubriendo a Dipper entre la multitud. El chico sonrió al establecer contacto visual. En cambio, Pacifica le dirigió una mirada llena de odio y rencor, la cual hizo que el corazón de Dipper se estremeciera sin aún conocer el auténtico motivo.

Continuará...

Bueno, parece que Pacifica está realmente molesta con Dipper, pero la razón de ello la conoceremos hasta el próximo capítulo. Espero que les haya sentado bien el cambio de atuendos de ambos, ya me era muy difícil imaginar a Dipper con su ropa de niño bueno y a Pacifica con su ropa de Diva en medio de todo este conflicto. Por cierto, si se andan preguntando por Ford, no se preocupen, él aparecerá en el próximo capítulo así que emociónense.

En lo personal, me encantó describir la escena de Mía entrenando a Pacifica. Quiero alejar a Paz lo más posible del estereotipo de damisela en peligro que ya todos conocemos. Por lo tanto, se me hizo una buena idea que ella también se encuentre en la primera línea de defensa. Algo así como Wendy, aunque no tan al extremo. Wendy ha sido así toda su vida y dudo mucho que Pacifica la sobrepase en solo unas pocas horas. Le falta entrenamiento pero por algo se empieza.

Bueno, eso ha sido todo por ahora. Espero que les haya gustado. En el siguiente capítulo tendremos escenas muy intensas. Desde fuertes revelaciones, escenas entre Dipper y Paz, así como un nuevo escenario de batalla. Nos leemos hasta el próximo viernes 16 de Junio. ¡Pásenla bien! ¡Chao!

Así es como se verán Dipper y Pacifica a partir de este capítulo en adelante.

Fanart hecho por: http://bronyhaterslayer.deviantart.com/

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