Bienvenido al Abismo


¡Muy buenas a todas y a todos!

Las semanas pasan volando y ha llegado un nuevo día para darle una buena actualizada a este fic. Cabe mencionar, que es a partir de este capítulo en dónde comenzaré a jugar un poco con las líneas del tiempo. ¿Por qué? Bueno, porque es divertido jugar con el tiempo. Siempre quise hacerlo. Así que ahora el poder es mío y nada podrá evitarlo. ¡¡MUAJAJAJAJA!! *Se le subieron los humos a la cabeza*

En fin, espero que les guste el capi de hoy y ya saben, disculpen si ven un error ortográfico, pero la verdad es que después de siempre culpar a Word durante todo este tiempo descubrí que tengo dislexia. De modo que aunque la palabra pueda estar mal, mi desorden puede interpretarla como bien. Sí... Es muy molesto. Nos vemos hasta abajo para notas finales.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 26: "Bienvenido al Abismo"

Estando solo y de pie a mitad de un paraje desolado y cubierto de ceniza, Dipper comenzó a caminar hacia adelante sin aparentemente tener una dirección fija hacia dónde querer dirigirse. Tras dar sus primeros pasos para analizar el nuevo terreno, el niño no pudo evitar hacerse toda clase de preguntas acerca del lugar en dónde se encontraba. El sitio en sí, era aun más escalofriante que un cementerio a mitad de la noche. El aire olía a putrefacción y la sensación de que algo vivo, escurridizo y aterrador se mantenía al acecho, era pulsante. No podía bajar la guardia.

—¿Qué es este lugar? —La pregunta se repetía en su mente como un disco rayado, pero sin llegar a encontrar una respuesta concreta.

En ese momento, el niño desvió la mirada al cielo, descubriendo por casualidad un gigantesco y oscuro vórtice de varios kilómetros de diámetro que desquebrajaba el firmamento. Como si este fuera una ventana hacia otra clase de universo o dimensión paralela, siendo rodeado por una incontable cantidad de nubes negras, de las cuales se dejaba caer una serie de inmensos relámpagos que cimbraban la tierra al momento de impactarla.

—¿Qué es eso? —Se preguntó, evidenciando su miedo al pegar un grito. Dejando muy en claro que nunca en su vida había visto nada parecido—. Esto luce muy mal. ¿En dónde están todos? ¿Mabel...? ¿Soos...? ¿Wendy...? ¿Alguien puede oírme? ¿Pacifica? Pacifica... ¿Dónde estás? ¿Amor? ¿Abejita...? ¿Cielo...? —Tragó saliva—. Me siento raro diciendo estas palabras... Nunca había tenido novia antes... Quizá deba tomar un curso de apodos cursis o algo por el estilo.

Tal vez Dipper hubiera preferido que su última pregunta hubiera quedado sin ser contestada, ya que en ese momento, toda la ceniza bajo sus pies comenzó a remolinarse y a acumularse en varios montículos individuales, para comenzar a moldearse y empezar a adquirir una forma definida. Dando esto como resultado el renacer de un conjunto de esas mismas criaturas bañadas en sombras y de aspecto humanoide que Dipper ya tanto conocía y en cuyos atemorizantes ojos se podían percibir el alma de la que sería su siguiente víctima fatal.

—¿Impuros...? ¡No! ¡No! ¡No! —Su corazón comenzó a acelerarse—. Esto está mal... ¿Por qué ahora?

Sin pensarlo dos veces, Dipper comenzó a mover apresuradamente las dos piernas para conseguir escapar con la esperanza de terminar en una sola pieza. Desafortunadamente, las criaturas se dieron cuenta de su presencia y sin vacilar, comenzaron a perseguirlo a través de la desértica planicie. Luego de algunos minutos, la persecución se trasladó hacia la parte inferior de un acantilado, lugar dónde Dipper utilizó el rocoso camino entre los dos peñascos que lo conformaban, pretendiendo que así podría perder a sus perseguidores sin mayores problemas. Avanzados unos metros, el camino comenzó a reducirse, hasta que lo único que quedó fue un pasillo largo y sumamente estrecho, dónde lo único que podía caber era una persona adulta, dándole a Dipper cierta ventaja para poder adelantarse. Sin embargo, justo cuando el joven de gorra creyó que se saldría con la suya, la vereda desembocó en un espacio amplio y circular, pero cerrado; dejando a Dipper sin ninguna posibilidad de escape y ante un muro de varios metros de altura lo suficientemente liso como para que ni siquiera pudiera utilizar las salidas para escalarlo.

—¡Oh no! —Pegó su espalda contra el muro—. Estoy atrapado... Y no tengo ninguna linterna... ¿Qué voy a hacer...?

Como una manada de lobos hambrientos, las sombrías criaturas rodearon al indefenso muchacho luego de aparecer frente a él; entremezcladas por medio de una espesa columna de humo negro.

—¡Déjenme en paz, horribles criaturas! —Advirtió, tomando del suelo algunas rocas de tamaño mediano para comenzar a arrojárselas, pero sin conseguir resultados favorables.

De repente, una de las criaturas se evaporó en el aire para inmediatamente volver a hacer acto de aparición, casi de manera instantánea, esta vez a tan solo unos pocos centímetros de la ubicación de Dipper. El muchacho cerró los ojos, creyendo que su vida tendría un fatídico y patético desenlace. Siendo que lo único que podía hacer era sentir un profundo arrepentimiento por todo aquello que ahora ya no iba a ser capaz de cumplir. Priorizando la arriesgada misión de salvar al universo de Bill, así como el hecho de no haber podido compartir más momentos y recuerdos con su recién estrenada novia, su hermana gemela y también con el resto de sus amigos recién formados y familiares.

Dipper sentía la muerte cerca. No obstante, esta nunca llegó. En cambio, a pesar de que el joven Pines mantenía sus ojos completamente cerrados, pudo percibir a la perfección la aparición repentina de un agudo y cegador destello, como si un potente reflector se hubiera encendido delante de sus narices. Al despegar levemente sus parpados, se dio cuenta de que el cuerpo de la criatura comenzó a iluminarse, provocando que la misma lanzara un desgarrador grito justo antes de estallar en cientos de fragmentos que fueron llevados lejos por el viento para finalmente deshacerse.

—¿Qué sucedió...? —El joven se preguntó, confundido, hasta que una voz cercana lo hizo reaccionar.

—¡Impuros...! Son como las cucarachas. No importa cuántas veces trates de acabar con ellos... Siempre regresan.

Dipper giró la cabeza hacia todas direcciones, buscando desesperadamente el origen de aquella voz, a la cual identifico como la de un hombre joven de no más de treinta años de edad en cuando su cerebro comenzó a procesar los tonos graves que sus oídos habían captado, pero sin tener la peculiaridad de ser tan áspera como la de su tío Stan.

Luego, casi inmediatamente, un pequeño puñado de pequeñas rocas mezcladas con ceniza y arena cayeron desde lo alto del risco para aterrizar sobre su gorra, provocando así que su atención se desviara para enfocarse en la parte superior del acantilado, descubriendo para su sorpresa; sentado a la orilla del mismo, a un hombre de gran estatura, con la cara cubierta por un pasamontañas negro y un par de lentes oscuros, complementados por un chaleco de combate y un par de pantalones verde militar, portando lo que parecía ser un poderoso rifle de francotirador de corte futurista.

—No hay tiempo para explicaciones. —Advirtió el hombre, lanzándole a Dipper un objeto de tamaño mediano y que no tardó en reconocer al momento de atraparlo—. ¡Utilízalo para subir hasta aquí! ¡Deprisa! Yo me ocuparé de distraerlos.

El desconocido realizó tres disparos consecutivos, destruyendo así a tres criaturas más. Por su lado, Dipper subió por el acantilado, utilizando el artefacto provisto por el hombre, el cual era nada más y nada menos que el garfio volador de su hermana gemela. Una vez que llegó a la parte superior, fue asistido por el forastero al ofrecerle su mano para ayudarle a escalar los últimos centímetros. No obstante, una nueva horda de Impuros se materializó a sus espaldas, impidiéndoles el paso.

—¡Dipper! ¡Cierra tus ojos! —Le anunció.

—¡Espera! ¿Cómo sabes mi nombre?

—¡Dejemos las preguntas para más tarde! ¡Solo hazlo!

No quedándole más alternativa y sin volver a cuestionarlo, Dipper atendió a las alteradas y exigentes palabras del hombre, el cual de su cinturón extrajo una pequeña esfera metálica, misma que lanzó hacia los engendros para estallar y provocar una fuente artificial de luz que terminó vaporizando a todas las criaturas de una sola vez.

—Eso estuvo cerca... —Dijo el sujeto en cuanto la brillante luz se disipó—. Esa era la última que me quedaba... Debemos llegar a mi vehículo antes de que más cosas de esas aparezcan.

—¿Más? ¿Pero quién eres tú?

—Te lo explicaré todo con más detalles cuando nos encontremos a salvo. ¡Andando! Mi vehículo se encuentra detrás de aquéllas rocas. —Indicó, señalando una conglomeración de grandes piedras ubicadas a unos treinta metros de distancia—. No te apartes de mí.

Una vez acordado el plan de acción, ambos se pusieron en marcha sin perder más el tiempo. Mientras tanto, la mente de Dipper parecía haberse transformado repentinamente en uno de esos rompecabezas con más de mil piezas. Las ideas no parecían claras y el escenario le resultaba cada vez más enredado. ¿Dónde estoy? ¿Quién es este sujeto? ¿Dónde están los demás? Estas preguntas bombardearon su cabeza constantemente durante el recorrido, queriendo saber desesperadamente que había sucedido. No obstante, él sabía que si quería encontrar las respuestas tendría que salir de ahí con vida, no teniendo más remedio que confiar en las palabras de este misterioso y nuevo personaje, el cual a pesar de no tener la menor idea de quién se trataba; había algo en él que le resultaba extremadamente familiar. Como sí lo hubiera conocido en algún otro tiempo. En otra época muy distinta. Era una sensación inexplicable, pero el hecho de tenerlo cerca le hacía pensar que todo iba a estar bien. Que todo se arreglaría y que todos volverían a sus vidas cotidianas antes de terminar el verano.

—¡Ahí está! —Dijo la persona, luego de rodear la formación de rocas, indicando la presencia del vehículo antes mencionado. Tratándose de una camioneta todo terreno, con visibles modificaciones para combatir contra los peligros del hostil yermo dignas de pertenecer a una película de Mad Max. Resaltando un grueso recubrimiento de plomo y acero en los laterales, una defensa cubierta por alambre de púas electrificado y un poderoso cañón de rayos montado sobre el techo.

Dipper se subió al vehículo, ocupando el lado del copiloto. El extraño hizo lo propio, pero del lado del conductor, sujetando firmemente el volante con una mano y girando las llaves con la otra, para luego proceder a liberar el freno de mano. Sin embargo, un pequeño terremoto los sacó a ambos de concentración. En ese momento, una colosal nube hecha de polvo y materia oscura descendió como un torrente desde el agujero ubicado sobre el cielo, cubriendo el conjunto de rocas cercano para que de este modo, comenzara a adoptar una forma definida, dando como resultado el nacimiento de un ser gigantesco hecho puramente de piedra, muy similar a un golem.

—Esos desgraciados... —Dijo la persona—. Han aprendido bien a usar el entorno. ¡Dipper! Sujétate bien y abróchate el cinturón. Esto se pondrá feo.

—Pero... Esta cosa no tiene cinturones... —Dijo el joven Pines, preocupado, siendo incapaz de hallarlo una vez que revisó en todas partes.

—Bueno... Pues... ¡A rezar!

Sin darle tiempo a Dipper para contestar con un argumento propio, el extraño pisó el acelerador hasta el fondo, justo antes de que la camioneta quedara completamente machacada por el monstruo, luego de que este alzara su pesado brazo para tratar de aplastarlos y acabar con la vida de ambos con un solo movimiento. Entonces, al no poder cumplir con su objetivo, la bestia comenzó a perseguirlos, dando gigantescos saltos para luego adquirir una velocidad considerable al grado de estar a punto de alcanzarlos.

—Nos va a atrapar. —Advirtió el muchacho. Observando lo cerca que estaba su perseguidor con la ayuda del espejo retrovisor.

—¡Será sobre mi cadáver! —Exclamó el hombre, haciendo maniobras evasivas para apenas esquivar los feroces golpes de la mortal aberración—. Veamos si puede alcanzarnos.

A continuación, el extraño soltó la palanca de velocidades para dirigir su dedo índice hacia el tablero, lugar dónde se hallaba un diminuto botón de color rojo, mismo que no titubeó en presionar, ocasionando que el par de tanques de nitrógeno instalados sobre la maquinaria del vehículo liberaran su carga, permitiéndole así a la todo terreno alcanzar una velocidad impresionante en cuestión de escasos segundos, dejando a la aberración muy por detrás hasta perderla de vista. Tanto Dipper, como el piloto, se sujetaron de donde pudieron, cerrando los ojos por unos breves momentos y apretando fuertemente los dientes, tratando de soportar la tremenda fuerza centrífuga. Sin embargo, cuando Dipper se atrevió a enfocar nuevamente la vista hacia el frente, se dio cuenta de que el camino había desaparecido, teniendo frente a ellos un enorme despeñadero a tan solo unos pocos metros.

—¡No vamos a lograrlo! —Exclamó el niño, creyendo que este sería su final por cuarta vez en lo que iba del día—. ¡Caeremos y moriremos!

—No dejaré que eso pase... No mientras yo me encuentre al volante... —Dijo el hombre, sujetando de nueva cuenta la palanca de velocidades—. Dipper, tenemos que ir más rápido si es que queremos llegar hasta el otro extremo del risco.

—¿Al otro lado? —Se horrorizó—. ¿Acaso estás loco?

—Desafortunadamente para ambos... Sí... Lo estoy, niño. —Intentó no reírse ante su ilógica respuesta—. ¡Así que prepárate a saltar!

El hombre no bromeaba y Dipper lo sabía perfectamente desde el fondo de su alma a pesar de su negatividad, creyendo firmemente en que no iban a lograrlo. En ese momento, el conductor retrasó la palanca hasta el tope, consiguiendo accionar un par de propulsores ubicados por debajo el escape, los cuales le previeron de más velocidad al momento de crear una ligera explosión que los catapultó al encontrarse a tan solo milímetros del borde, logrando saltar el acantilado exitosamente, llegando a salvo a duras penas, pero con vida al otro extremo. Luego de que la camioneta volviera a tocar tierra, con la ayuda de otro botón, el hombre liberó un par de paracaídas traseros para disminuir la velocidad, muy similares a los que suelen tener los automóviles con cohetes traseros que participan en eventos de carreras extremas. Cuando la camioneta finalmente se detuvo, el corazón de Dipper estaba a punto de brincar hacia afuera de su cuerpo. Aunque después de tomarse unos instantes para recobrar su respiración y su sentido de orientación, finalmente se dispuso a pronunciar sus primeras palabras luego de haber tenido una experiencia similar a la de haber nacido por segunda vez.

—No sé como... Pero lo logramos... Creo que han sido demasiadas emociones para un solo verano. Necesito vacaciones de mis vacaciones...

—Sí... Lo logramos... —Dijo tranquilamente el sujeto, sin mostrarse alterado por la previa persecución—. Lamentablemente, es a partir de este momento en el que las cosas se ponen mucho más difíciles. Dipper, antes de contártelo todo, necesito llevarte a cierto lugar... Una vez que lleguemos ahí, te prometo explicarte con detalles todo lo qué está sucediendo. Solo en ese lugar será más fácil tanto para ti poder entenderlo, como para mi poder explicarlo.

Dipper asintió con la cabeza al momento en el que el hombre consiguió arrancar la camioneta por segunda vez y así encaminarse hacia el misterioso sitio mencionado por el forastero. El trayecto sucedió en un silencio pleno, dado a que ninguno de los dos sabía cómo iniciar una charla con el otro. Por su parte, Dipper prefirió mantener la calma a pesar del mar de dudas en su cabeza, mirando a través de la ventana enrejada del vehículo, pudiendo dilucidar apenas un terreno rocoso en la distancia y un vasto desierto hasta dónde la vista alcanzaba a mirar. Sin embargo, no pasaron ni cinco minutos cuando el medio ambiente comenzó a cambiar de forma radical, pasando de estar en medio de un páramo desolado; a un bosque rebosante de gigantescos árboles de pino. El joven Pines tuvo curiosidad en hacer una pregunta relacionada al suceso. No obstante, el hombre detuvo la camioneta a mitad del dichoso bosque, bajando de la 4x4 e indicándole a su acompañante que habían llegado finalmente a su destino. Dipper tuvo un mal presentimiento, pero aún así accedió y descendió del medio de transporte, encontrándose con una visión terrorífica de algo que no imaginaba toparse en ese preciso momento. Frente a él, se encontraban las ruinas de lo que alguna vez en sus tiempos más prósperos, fue la trampa turística más maravillosa y mágica de todo Gravity Falls y muy probablemente del estado de Oregón: La Cabaña del Misterio.

—Es aquí... —Dijo el sujeto, contemplando la destrucción.

—Esto... Es imposible... ¡Espera un segundo! —Dipper comenzó a exaltarse—. ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Qué le pasó a la cabaña? ¡Ya estoy harto de tantos secretos! ¡Te agradezco que me hayas salvado, pero exijo saber quién rayos eres tú ahora mismo!

El hombre giró la cabeza antes de darse la media vuelta y agachar la mirada para contemplar la expresión de molestia de Dipper.

—Esperaba que lo dijeras... A decir verdad... A mí también me gustaría saber qué fue lo que sucedió aquí... Han pasado tantos años desde que yo dije esas mismas palabras, que ahora mismo parece que estoy viviendo en un Déjà vu sin control. Lamento haber creado este ambiente de suspenso entre nosotros, Dipper... Pero ni siquiera yo estaba seguro de que nuestro encuentro fuera a ocurrir. Por mucho tiempo me mantuve escéptico. Me negué a creerlo. Hasta que finalmente abrí los ojos y me di cuenta de que la continuidad del espacio-tiempo había dejado de tener sentido y de que todo era parte de una espantosa realidad.

—¿La continuidad del espacio-tiempo? —Preguntó el niño, comenzando a asustarse—. ¿A qué te refieres?

A continuación, el forajido procedió a quitarse sus gafas y el pasamontañas, revelando algo que Dipper sencillamente no se esperaba. Algo que lo dejó al borde del infarto.

—Bienvenido al abismo, Dipper... —Dijo un hombre joven de nariz colorada, cabello alborotado y de color castaño, luciendo una marca con la forma de la constelación de la osa mayor sobre su frente—. Yo soy tu... Y tú eres yo...

Continuará...

Baia, baia... Así que Dipper se encontró con Dipper. Bueno... Veamos en qué resultará todo esto. Les dije que era divertido jugar con las líneas del tiempo. Aunque me temo que será hasta el siguiente capítulo que comenzarán los cortos circuitos mentales, el cual lo publicaré el día 30 de agosto.

¿Capítulo 26? ¿Es enserio? ¿Ya llegamos al capítulo 26? ¡Wow! Y pensar que en un principio iban a ser únicamente 6, luego 14, luego pensé que con 20 capítulos terminaría todo pero ya llegamos hasta este punto y la historia está a punto de alcanzar su clímax. Es enserio, los verdaderos MVP son ustedes por estarme siguiendo a través de una historia como esta. Muchas gracias por el apoyo. Como diría Mabel: ¡Eso fue por ustedes chicos!

Por cierto, aprovechando el espacio que queda me gustaría hacerles una recomendación personal. Es opcional sí quieren seguir leyendo a partir de este punto, pero esto es algo que quiero sacarme del pecho.

Hace no mucho tiempo, yo era de esas personas que creía que las caricaturas actuales eran una mera basura y que simplemente el anime ya se encontraba a años luz de distancia. ¡Boom nena! ¿Quién hubiera imaginado que solo pocos años más tarde cambiaría drásticamente mi opinión? Ahora, luego de que la industria del anime se quedó en su mayoría estancada en proyectos que no van más allá del fanservice puro y duro, la verdad es que la industria de los dibujos animados ha cambiado bastante y para mejor. El ejemplo, más claro: Gravity Falls. Eso sin tener en cuenta otras series más como: Más allá del jardín o Steven Universe. Aunque la que ultimadamente ha captado más mi atención ha sido: The Loud House. La última carta de Nickelodeon para volver a la batalla contra CN y Disney.

Justo cuando creíamos que Nickelodeon estaba ya con los dos pies dentro del ataúd, nos sorprende con una serie reciente llamada The Loud House. Una serie hecha a la antigüita al estilo de los 90's, con personajes que fácilmente se dan a querer y con situaciones de la vida cotidiana que me han sacado más de una carcajada, alejándonos de la mayoría de las demás series en dónde se plantean situaciones con poderes sobrenaturales y demás escenarios dónde la fantasía es la que juega el rol más importante.

The Loud House nos da un respiro de todo eso y nos pone en los zapatos de un niño de 11 años llamado Lincoln, en dónde día con día debe tratar de subsistir ante los embrollos que pueden ocurrir al tener 10 hermanas. (Sí, 10 hermanas, cinco menores y cinco mayores. Sus padres deben ser millonarios para mantener semejante horda...) No estoy aquí para hacer un análisis exhaustivo. Eso ya lo han hecho youtubers como La Zona Zero o ArturoToons. El punto al que quiero llegar, es que hace mucho, mucho tiempo que no veía una serie de este estilo que me atrapara. Hasta el momento llevo la escasa cantidad de 5 capítulos vistos, pero estos han sido suficientes como para decir que he encontrado la serie que de momento tratará de rellenar ese hueco que dejó Gravity Falls dentro de mí ser.

Así que me gustaría que pudieran echarle un vistazo, ya que lo más seguro es que en un futuro próximo comenzaré a hacerle uno o varios fanfics a esta serie, la cual sí es llevada por un buen camino como hasta ahora, no cambia de director y no se deja influenciar por fanáticos puristas amantes de lo políticamente correcto y shipperos locos que se toman todo tan enserio que olvidan que son series dirigidas a niños; tal y como le está sucediendo a Steven Universe, entonces es posible que nos encontremos ante el próximo: ¡Oye Arnold!

Bueno, este fue un simple pensamiento que quería compartirles. Pásenla bien y nos vemos hasta el siguiente capítulo. ¡Chao!

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