Almacén 88 2/3, Parte 4
¡Hola, chicas y chicos!
Llego el martes, así que hay una nueva actualización. Con este capítulo doy por finalizado el pequeño arco del Almacén, ya que en el próximo las cosas se pondrán aún más místicas. Ya sabrán a lo que me refiero. Por lo pronto no me queda más que esperar a que les guste este capítulo y de nuevo una disculpa por las letras que me haya comido. El Word y mi teclado se confabulan para hacerme la vida más difícil. Nos leemos abajo para comentarios finales.
Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!
Un Fanfic de Gravity Falls: "La Novia de Dipper"
Segunda Temporada
Capítulo 51: "Almacén 88 2/3, Parte 4"
Un segundo movimiento telúrico vino acompañado del primero. Uno mucho más poderoso. Ocasionando una innumerable cantidad de cuarteaduras en las paredes del Almacén 88 2/3, así como algunas cuantas fisuras en el suelo y provocando la caída de varias columnas y muros en las cercanías. Por su parte, el grupo compuesto por Stanford, Wendy, Jynz, Mía, Soos, Blendin y Vulkan, trataron de sujetarse los unos con los otros en cuanto el hechizo de Gideon dejó de hacer efecto sobre ellos, pero resultándoles algo imposible de lograr al final, debido a la tremenda fuerza del implacable terremoto. Mientras tanto, Pacifica, quedó suspendida en el aire, producto de una fuerza desconocida y sin nombre, pero cuya fuente provenía del pequeño niño de cabellos castaños, quién sin moverse un solo milímetro, logró derribar y sin esfuerzo alguno al cuarteto completo de terribles enemigos, empleando únicamente una pequeña onda de choque que emanó desde el símbolo iluminado sobre su frente.
—¿Qué...? ¿Qué sucedió? —Preguntó Gideon, llevándose su rechoncha mano hacia su cabeza para retener el dolor. El cual pareció haber sido suprimido de golpe cuando enfocó su vista nuevamente en Dipper—. Pero qué... Alguien explíqueme... ¿Por qué el cuerpo de ese tonto está brillando?
—No hay porque asustarse. Debe ser alguna clase de truco o hechizo... —Dejó escapar una carcajada luego de incorporarse—. Bueno, no importa realmente de qué se trate. Gracias al glorioso aumento de poder que me otorgó el amo Bill, seré capaz de replicarlo sin ningún problema. Así sabremos a qué nos enfrentamos. —Señaló el Cambia-formas, tomando la apariencia de Dipper, pero sin tener éxito a la hora de reproducir el mismo destello que envolvía su ser como si fueran implacables llamaradas, ni mucho menos la marca que se asemejaba a un reloj de arena por encima de sus ojos—. ¿Qué...? ¿Por qué no puedo copiar lo qué sea qué ese enano de nariz naranja esté haciendo? El amo Bill fue muy específico... Se supone que no importa sí se trata de un hechicero de elite o de una bestia cósmica, siempre y cuando mi objetivo no se trate de una deidad suprema o de un Impuro de tercera categoría o superior, yo debería tener la destreza de calcar todas sus habilidades a la perfección. A no ser qué...
—¿A no sé qué...? —Gideon se molestó cuando su compañero vio sus palabras sosegadas ante lo qué sus ojos se encontraban contemplando, produciéndole un inexplicable escalofrío en su columna vertebral mal formada—. No te quedes callado. Explícate de una vez, ¿Quieres?
—A no ser qué el sujeto identificado como "Dipper Pines" ahora se encuentre en una escala de poder muy superior a la de todos nosotros. —Dijo Giffany, complementando las palabras del Cambia-formas, provocando expresiones de estupefacción en sus dos compañeros—. Un escaneo rápido a su estructura molecular, me indica un incrementó masivo en el flujo de su energía vital. Al contrario del 98% del resto de los seres orgánicos que habitan en nuestro universo, cuyo flujo se mantiene casi estático al no desarrollar propiedades mágicas, solo aquellos pocos que se atreven a romper sus propios esquemas y consiguen dominar alguna habilidad relacionada con la manipulación de energía como los más grandes hechiceros del Tribunal Mágico o inclusive todos los miembros del Consejo de los Octillizos; son los únicos capaces de alterar de esa forma su propio flujo de energía.
—Espera un momento... ¿No estarás insinuando que ese gusano tiene un poder semejante al de un dios, cierto? ¡Eso es imposible! ¡No hay forma de que él haya conseguido ese nivel simplemente porque es el protagonista de este fanfic! ¡Me niego rotundamente a creer eso! —Gideon comenzó a perder sus cabales, negando con todas sus fuerzas esa posibilidad, infundiéndose en un estado de enojo puro—. Bill fue lo bastante claro. Nadie en el universo es capaz de igualarse ante nuestro poder combinado. ¡Yo voy a demostrárselos! Ningún tonto con brazos de espagueti me va a venir a intimidar después de la humillación que me hizo pasar en la tierra. —Dejándose llevar por su rabia hacia Dipper, Gideon utilizó sus poderes telepáticos, tomando bajo su influencia gigantescos trozos de rocas desprendidas a causa de los movimientos sísmicos—. ¡Este será tu fin, Pines!
—¡Detente ahí, Gideon! —El Cambia-formas llamó su atención—. ¿Qué intentas hacer? El amo Bill lo dijo muy claramente. Debemos capturar con vida a todos los guardianes del zodiaco para realizar el ritual. —Se volvió hacia su retaguardia para consultar con Mr. Slay, quién apenas había conseguido ponerse de pie—. ¡Debemos detenerlo o podría asesinar al niño!
El Cambia-formas aguardó por la respuesta del líder de su escuadrón. No obstante, este se limitó únicamente a apretar los dientes y los puños, sin animarse a decir una sola palabra al respecto, permaneciendo como un simple espectador.
—A juzgar por su expresión, creo que no habrá problema si me divierto con este tonto. Así que tomaré eso como un "Haz lo que te plazca". —Gideon declaró, lanzando sin mostrar misericordia todo el conjunto de escombros al mismo tiempo—. ¡Toma esto!
—¡Dipper, cuidado! —Wendy se aventuró, intentando acercarse a Dipper. Pero siendo detenida a tiempo por Mía, quién alcanzó a sujetarla de la cadera—. ¡Quítate de ahí!
El joven Pines pareció ignorar en su totalidad las advertencias de la pelirroja cuando este optó por dar un paso hacia el frente, seguido de otro más, empezando a caminar con paso firme y con la mirada en alto hacia la avalancha de rocas que se le venía encima. Sin embargo, cuando Dipper se encontraba a solo pocos centímetros de ser impactado por la primera de ellas, levantó su mano derecha, estirando su dedo índice y dando un pequeño toque en el aire, como si estuviera presionando un botón invisible. Entonces, los escombros quedaron inmóviles ante la desconcertada y perpleja mirada de sus amigos y de sus enemigos por igual. Acto seguido, Dipper dio un segundo toque sobre la nada, con el cual el ataqué retrocedió en la misma dirección, como si fuera un metraje sometido a un proceso de rebobinado.
Gideon se percató de lo acontecido cuando ya era demasiado tarde. No obstante, Giffany reaccionó rápidamente, despedazando con su vista de rayos fulminantes la gran mayoría de las colosales piedras. Entretanto, el Cambia-formas alcanzó a transformarse en un gigantesco golem viviente de roca, con el que pudo utilizar su macizo cuerpo para cubrir al resto de sus compañeros. Antes de que el polvo se asentara, el Cambia-formas decidió modificó su apariencia una vez más, asimilando a una inmensa bestia peluda de cabello negro, muy semejante a un lobo, la cual contaba con dos cabezas, dientes increíblemente afilados y ocho ojos en cada una de ellas.
—De acuerdo, Dipper... ¡Ya basta de juegos! Sea lo que sea que estés haciendo, no dará resultado. Solo estas prolongando lo inevitable. —Exclamó el Cambia-formas con su nuevo y grueso tono de voz—. Si no quieres venir con nosotros por las buenas, entonces lo harás por las malas.
Dicho esto, el Cambia-formas abrió sus dos pares de fauces para arrojar una poderosa marejada de llamaradas azules viniendo desde el interior de sus pulmones, incinerando absolutamente todo a su paso, incluyendo el resto de los escombros esparcidos por el piso del Almacén, convirtiéndolos en ceniza pura. En contraparte, pese al amplio margen del implacable ataque, Dipper no se apartó, ni tampoco retrocedió. En cambio, el símbolo de su frente volvió a brillar, y realizando un nuevo ademán con su mano derecha, fue como consiguió desquebrajar la realidad, materializando una brecha oscura, con la cual la ola de fuego fue absorbida en su totalidad antes de desaparecer. Pocos instantes después, la misma brecha resurgió nuevamente, en esta ocasión, colocada estratégicamente sobre la retaguardia del cuarteto de villanos para desatar el infierno a su alrededor, pero siendo en esta ocasión Gideon el que colaboró oportunamente para proteger al resto de sus allegados, conjurando una oportuna barrera de energía para desviar la ofensiva realizada por su propio compañero.
—¡Deja de burlarte de nosotros! No creas que porque ahora tienes esas nuevas habilidades nos vas a amedrentar. No tienes idea de con quién te estás metiendo. Así que ahora dejaré de ser suave contigo. —Giffany advirtió, tornándose agresiva y tomando la iniciativa—. Tú y tus amigos vendrán con nosotros así sea lo último que hagamos.
Llegado finalmente su turno para realizar su propio ataque, la Inteligencia Artificial arremetió contra Dipper con todo su poder, lanzando sus mortíferos rayos de energía desde sus resplandecientes ojos con el fin de provocarle algún daño y que esto les permitiera retomar la ventaja en el campo, lo que resultó imposible cuando Dipper contraatacó con su propio rayo, el cual disparó desde ese raro símbolo que sustituyó a su marca de nacimiento. Para el asombro de todos los presentes, cuando ambas fuerzas se encontraron en el centro del campo de batalla, el poder de Giffany se vio rápidamente subyugado cuando fue incapaz de contener la tremenda fuerza de la embestida su adversario. Lo que la llevó a ceder y a recibir de lleno la acometida. Sin embargo, pese a darse por vencida, Mr. Slay logró tocar su hombro, convirtiendo el cuerpo de Giffany en una masa traslucida gracias a las habilidades que le había arrebatado a Archivald Corduroy, consiguiendo que el rayo atravesara su cuerpo hasta impactar contra una columna, ocasionando un fuerte estallido con el que el Almacén volvió a sacudirse.
—Es increíble... Consiguió devolverle el ataque sin ninguna dificultad. Quizá estabas en lo correcto, Mía. —Dijo Stanford, dirigiéndose hacia su compañera, aún sin dar crédito a lo que sus ojos veían—. Dipper de alguna manera se ha convertido en el punto de coerción del tiempo en sí mismo. A pesar de que se está enfrentando solo a esos rufianes, lo mejor para nosotros será permanecer a un lado y no intervenir o solo le estorbaremos. Nos mantendremos alerta por sí algo llegara a ocurrir.
—Descuida, pequeña. —Dijo Mr. Slay, retirando con suavidad su mano del hombro de Giffany, regresándole su forma original—. Yo me encargaré de la situación a partir de ahora... Aunque, primero quisiera confirmar algo por mi propia cuenta. —Caminó hacia adelante, acortando su distancia entre él y Dipper. Clavando su mirada directamente en los ojos del joven Pines. Acto seguido, desenfundó su potente rifle para colocar una bala en la recámara del arma y que extrajo previamente de uno de los bolsillos traseros de sus pantalones, apuntando y disparando hacia la cabeza de Dipper. Como era de esperarse, la bala se detuvo a solo pocos centímetros de su nariz para enseguida, devolvérsela con el doble de fuerza a la hora de realizar un nuevo movimiento de su mano derecha, entrando nuevamente por el cañón del arma, destruyéndola y fragmentándola en decenas de pequeñas partes—. Creo que al fin lo he comprendido todo. —Mr. Slay contempló por un momento su ahora inservible instrumento de trabajo para enseguida volver a posicionar sus ojos únicamente en Dipper—. ¿Regresión temporal? ¿Grietas dimensionales? ¿Rayos atómicos? Y esa peculiar marca en tu frente... No sé exactamente cómo lo hiciste, niño. Pero esas son algunas de las habilidades que en su momento llegó a poseer el Bebe del Tiempo. Dime, ¿Cómo las obtuviste? —Dipper guardó silencio—. Veo que ahora te has convertido en alguien de pocas palabras. Tal vez piensas que tus nuevos poderes te dan el derecho de tratar como basura a seres inferiores a ti. Pero déjame decirte que estas muy equivocado. Soy el cazarrecompensas más letal y certero de todo el universo y para tu información, he sido condenado a muerte en todos los sistemas solares conocidos. ¿Sabes lo qué significa? Eso quiere decir que El Consejo de los Octillizos no parará hasta dar con mi cabeza y separarla de mi cuerpo. Sabía que tarde o temprano mi camino tendría que cruzarse con alguno de ellos y aunque no poseo la destreza, ni las habilidades para luchar directamente contra alguno de ellos, debía buscar alguna forma de neutralizarlos aunque sea por poco tiempo. Nunca imaginé que utilizaría uno de esos remedios contra un niño.
En ese momento, Dipper perdió el equilibrio de una forma inexplicable, dejándose caer hacia el frente, apenas utilizando sus manos para aminorar la brutal caída. Su vista se nubló y tanto de su nariz, como de sus dos oídos, comenzaron a gotear grandes cantidades de sangre, para inmediatamente después sufrir de una violenta convulsión. Al darse cuenta de lo que ocurría, sus amigos no dudaron en ir a auxiliarlo. No obstante, Gideon consiguió frenarlos una vez más, gracias a sus poderes telequinéticos. Entretanto, Mr. Slay se agachó para recoger el casquillo del arma que había utilizado en contra de Dipper, mirando un pequeño orificio en la punta del mismo.
—¿Sabes lo qué es esto? ¡No! Esta no es una bala ordinaria, ya que su objetivo principal no es penetrar la piel de su blanco. Sabía de antemano que la detendrías, así que antes de regresarla hacia mí, esta soltó una imperceptible sustancia que alcanzaste a aspirar. Te mencioné que tenía el presentimiento de algún día no muy lejano iba a tener que vérmelas con alguno de esos bebes tan molestos. Por lo tanto, pasé cinco años de mi vida fabricando esto, mi recurso más mortífero. Solo existen ocho cartuchos semejantes. Cada uno designado específicamente para utilizarlo en uno solo de ellos a la vez. Todos contienen en su interior una mezcla de algunos de los venenos más efectivos y peligrosos que pueden encontrarse o fabricarse con componentes raros muy difíciles de encontrar en toda la galaxia, y que si bien no son capaces de asesinarlos, al menos pueden ponerlos a dormir por un largo rato. Nunca fueron probados en seres humanos, así que no tengo la certeza de qué es lo que vaya a pasarte a partir de ahora, Dipper Pines. Ya que para tu mala fortuna, aunque ahora poseas la capacidad para manipular el tiempo a tu antojo, necesitas de una plena concentración para lograrlo. ¡Estas derrotado! Ya no puedes hacer nada. Estas a nuestra merced.
De esta forma, Mr. Slay, Gideon, Giffany y el Cambia-formas se declararon victoriosos, aproximándose con una vasta sonrisa de satisfacción en sus rostros hacia sus trofeos para reclamarlos y llevarlos ante Bill, quién aguardaba impaciente en la cueva bajo la mansión de la familia Northwest junto al último lugar de descanso de los Weirdmasters. Sin embargo, estando a solo pocos centímetros de ponerle las manos a Dipper encima, el cuarteto de villanos fue teletransportado hacia el exterior del Almacén 88 2/3 en tan solo una sola fracción de segundo, generando múltiples expresiones de conmoción e incontables preguntas entre sus miembros acerca de lo que les había ocurrido. Entonces, Mr. Slay gritó con todas sus fuerzas hacia el cielo, producto de la frustración más aberrante al verse imposibilitado de completar exitosamente con su misión. Mientras tanto, devuelta en el interior del almacén, el influjo de Gideon sobre los miembros del equipo terminó finalmente, otorgándoles la oportunidad de asistir a Dipper quien ahora parecía haber perdido el conocimiento. A sí mismo, muchas dudas se originaron entre ellos, las cuales fueron mínimamente respondidas cuando el mismo hombrecillo de cara verde que se encontraba en la recepción del Almacén reapareció por detrás de un pasillo.
—Bueno... Ahora que me deshice de esos brabucones, ¿Qué les parece sí continuamos con nuestro recorrido?
Continuará...
Pues, Blinder no estaba muerto, solo andaba de parranda. Ok no tan así, pero será hasta el siguiente capítulo cuando verán cómo fue que regresó. Ver a Dipper con los poderes del Bebe del Tiempo me voló la cabeza y ahora puedo decir que desde que escribí la parte en la que Dipper toca el libro, él se convertiría en el nuevo amo del tiempo. No se preocupen, la explicación del porqué pasó esto se dará en el próximo capítulo. Sé también que les debo la batalla entre Stanford y Mr. Slay, pero decidí de última hora postergarla para otro momento dentro de la historia. Uno mucho más interesante y dramático. Ustedes ya me conocen como soy, así que espero no se enojen por ello.
Bueno, eso ha sido todo por ahora y nos leeremos este próximo 24 de Octubre para un nuevo capítulo. Uff, el hiatus de diciembre se aproxima, vaya que lo necesito. Muchas gracias por seguir con esta historia y gracias por todos sus comentarios. ¡Ustedes son lo máximo! ¡Pásenla bien y chao!
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