Único capítulo

- ¡Alisten sus disfraces, SHINee! - Exclamó la castaña a los cinco chicos allí parados, acompañada de sus dos ''Secuaces'' cómo a Kibum le gustaba llamarlas.

- ¿Halloween? - Preguntó directo Kibum, bajo la atenta mirada de sus cuatro amigos.

- ¡Pero claro! - Alzó los brazos con una sonrisa de oreja a oreja. - Sostén esto un rato. - Le pasó con desgana su cartera a la chica que estaba detrás suyo, para volver a dirigirse a los cinco chicos que la observaban atentamente. - Y no será una buena fiesta, si SHINee no va.

''SHINee'' Así se hacían llamar esos cinco guapos chicos que prácticamente dominaban la escuela, con poder, belleza y brillo.

Por su parte, Arisa era hija del narcotraficante más temido de toda Corea.

Ella no es nada tranquila. Adora el caos y el descontrol, cosas que se ven reflejadas en las grandes fiestas que organiza todos los años en la gran mansión de los Shun, que es prácticamente suya.

Además, en esas fiestas siempre hay drogas, alcohol, sexo, y demás...

- Ya oyeron, chicos. - Sonrió de lado y se dirigió a sus acompañantes. - Busquen sus disfraces.

- No quiero ir. - Habló Jinki malhumorado, cerrando con fuerza su casillero. - No tengo ganas.

- ¡Pero...! - Alzó su brazo el menor. - Si el líder no va... - Miró al suelo.

- Pero claro que va a ir. - Sentenció Minho y se dirigió hacia Arisa - No te preocupes, nena. Yo me encargo.

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- ¡Joder, Jonghyun, dinosaurio estúpido, suéltame! - Se movía con desespero, pero nada podía hacer en contra de la presión que era ejercida por esa cuerda que unía fuertemente su cuerpo y la silla. - Oh no... ¡CHOI MINHO, SUELTA A PINee EN ESTE INSTANTE! -

- Kibum. - Habló sin despegar la mirada del mayor. - Las tijeras. - El objeto fue extraído de la cartera rosa del menor inmediatamente cómo Minho habló.

Bajo la atenta mirada del castaño acercó la tijera al pequeño bolso que Luna le había comprado, decidido a cortar cada uno de los hilos que conformaban esa bolsita con forma de piña.

Con lentitud, introdujo la tijera en el tejido y cortó un hilo.

- ¡Está bien, iré! - Minho alejó inmediatamente la tijera y lo miró satisfecho.

- Desátalo, Jjong. - El mayor obedeció a la orden. - Tu disfraz está en el probador, te esperamos en la sala. - Sonrió de oreja a oreja, cosa que al mayor le dio escalofríos.

Los cuatro chicos restantes, se dirigieron al cuarto de Kibum, sacando la ropa que acababan de comprar.

Obviamente, Gucci, Louis Vuitton, Versace...

- Este no. - Taemin lanzó lejos el pantalón que Kibum se acababa de probar. - No te queda bien.

- ¿Qué opinas de este? - Minho sacó del armario del mayor un bonito pantalón negro. - Creo que te alzará las nalgas, jijijiji.

- ¿Me estás diciendo desnalgado? - Se paró de golpe. - ¿Acaso tengo cara de Jonghyun? - Comentó con picardía.

- ¡Oye! - Exclamó el susodicho, ofendido. - ¡No es mi culpa que tengas trasero de burra!

- Tampoco es mi culpa que tu trasero sea más plano que el pecho de Moonbyul.

- No sé porqué me da la impresión de que esto va a terminar en sexo. - Habló Jinki, después de ver cómo discutía la pareja.

- A mí también.... - Susurró Jonghyun en el cuello de Kibum.

- Oh...

- ¡Diablos, ya! - Los paró Minho. - ¡Me estoy calentando y Taemin pagará las consecuencias!

- ¿Y ahora yo qué hice? - Todos voltearon a mirar al menor, quien ya se había cambiado en lo que ellos discutían.

- Nada, cariño, espérame en el baño.- Indicó Minho, sin tomarle mucha importancia.

- ¡No vayan a ensuciar mi baño, lo acabo de limpiar! - Gritó Kibum.

- ¡Yah! Después hacen sus cosas... ¿Iremos o no a la jodida fiesta? - Exclamó Jinki, irrumpiendo en la habitación - Sólo pónganse cualquier cosa y ya. - Abandonó la habitación de Kibum para dirigirse a la sala.

- Aigoo...¿Qué le pasa a él? - Lo miró Kibum con confusión y los brazos cruzados.

- ¿Acaso está con la regla? - Minho se puso en la misma posición que Kibum, juzgando la escena.

- Déjenlo, está soltero. - Intentó justificarlo Jonghyun

- Sí... maldita Luna, ahora Jinki anda de cabeza... - El menor se puso de pie. - En fin, ¿Cómo me queda?

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El auto se estacionó afuera de la casa, que si no se equvocan, era del novio de Arisa, porque aparentemente no pudieron hacer la fiesta en la mansión porque justo llegó su padre y hubieron problemas...

Bajaron del auto, y un fuerte aroma a licor invadió sus fosas nasales.

- Joder, esto va a estar fuerte. - Comentó el menor al sentir el particular olor a cerveza costosa.

- ¡Oye! - Exclamó Jonghyun cuándo Jinki iba a abrir la puerta. - Somos SHINee, no puedes sólo entrar.

- ¿Qué? - Giró su cabeza, tratando de entender.

- Hyung, no somos cualquier persona como para entrar así... - Taemin dio un paso adelante.

- ¿Y qué propones? - Cruzó sus brazos, preguntándose por enésima vez por qué aceptó ir con su humor de mierda. - ¿Que lancemos a Minho por la ventana?

- A Minho no. - Sonrió pícaro Kibum. - A Jonghyun.

- ¡No~! Mejor deberían cargarme. - Se quejó el mayor

- ¡Buena idea, hobbit! - Se acercó a él, mirando con gracia su cara de irritación

- Poste de mierda.

Estuvieron un rato discutiendo su entrada triunfal hasta que por fín decidieron.

Todos sosteniendo a Jonghyun, quién prácticamente se recostaba en los brazos contrarios.

- ¡Tonight, SHINee is in the house! - Exclamó Jonghyun una vez que se adentraron en el lugar.

Los gritos del gentío no tardaron en hacerse presentes, y prácticamente al instante, el alcohol llegó.

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Se recostó en el sofá de tela que había en la sala, cansado de tanto bailar.

¿Qué hora era?

No lo sabía, tal vez las dos o las tres.

Una linda chica pasó hacia él con una bandeja en la mano. Transportaba algo que parecía ser ponche.

Estaba cansado y su garganta raspaba debido a los gritos y al alcohol, así que, sin pensarlo demasiado, lo bebió.

¿Era su imaginación o todo se puso verde neón?

Sus manos, y la cara de los demás.

Nah, seguro es por la cerveza.

Por su parte, Kibum estaba al otro lado de la sala, bebiendo también.

- Oye, guapo, ¿Sabes tocar piano? - Se acercó una chica, cabello oscuro y buena presencia.

- Claro, nena, ¿Quieres ver? - Se sentó en el banquillo y comenzó a tocar, ganando atención de las chicas, que fueron rápidamente ahuyentadas por un Jonghyun borracho.

- Oigan~ ¿Qué hacen coqueteando con mi Bummie~? - Estiró las últimas sílabas de cada palabra, lo que confirmaba su ebriedad. - ¿No se dan cuenta que es mío?

- Bummie es del pueblo, cariño. - Continuó Arisa, apartando a Jonghyun.

- ¡Mentira! ¿Acaso quieres pelear? - Se sacó la chaqueta que lo cubría.

- ¡Peleemos por Bummie! - La chica también se deshizo de su chaqueta.

- ¡Yah, no les pertenezco! - Se puso entre ambos, para evitar que se maten.

- No decías lo mismo anoche, bebé... - Le susurró el mayor al oído, pasando su mano por la estrecha cintura contraria.

- Hgn... - Se quejó - S-suéltame... - Trató de defenderse cuándo Jonghyun besó su cuello con descaro, en frente de la multitud.

- ¿Y si les presto mi cuarto? Digo, por si no saben que estamos en público. - Les regañó la dueña de la fiesta. - Sólo... no ensucien mucho

Los amantes huyeron a la habitación de la castaña, dejando al público desconcertado.

- Aquí no pasó nada, ¡Sigan en lo que estaban! - Ordenó la chica, e inmediatamente todos siguieron bailando, fumando y tomando.

Un alto chico pelinegro se acercó a él, sentándose a su lado mientras fumaba algo que tenía un fuerte olor.

- ¿Qué fumas? - Preguntó directo, mientras que el cuestionado lo analizaba con la mirada

- ¿Conoces... Las drogas ''Shun''?

- Las que trafica el padre de Arisa, ¿Cierto? - Le devolvió la mirada, y el contrario asintió.

- Esta es la última en llegar directamente desde Estados Unidos. - Sacó un paquetito de una hierba verde. - ¿Quieres?

- Dame una razón por la que debería.

- Pues... será capaz de llevarte al mismísimo cielo, para luego dejarte caer en las ardientes profundidades del infierno. Hará que el frío se convierta en calor, que el amargor se haga dulzura, que los besos sepan al más dulce chocolate, y que la adrenalina esté por los cielos. Perderás la cabeza, sólo por una noche, y al día siguiente olvidarás todo, como si de una limpia se tratase. No la recordarás en lo absoluto, y ella tampoco a ti. Su nombre es... ''La novia'' Pero no debes preocuparte, está considerada como ''Droga de una noche'' No es totalmente adictiva, sólo te hará ver estrellas hoy.

- Una pregunta... ¿Porqué se llama ''La novia''?

- Cuenta una antigua historia, que en la casa de los Shun, vivió una mujer recién casada que perdió a su esposo en un accidente de tránsito, un supuesto Kim Donghae...ella al quedarse sola, comenzó a llevar hombres jóvenes a casa y les quitaba partes de sus cuerpos, para que así pueda reconstruir al menos lo que quedó de su esposo. Le pusieron así también porque te hace sentir que pierdes partes del cuerpo, y ves a la gente perderlo también.

- Supongo que quiero.

- No te arrepentirás. - Le pasó un paquetito.

Woah, ¡Qué intenso!

Había probado drogas antes, pero esta sin duda era su favorita.

- Te dejé un rato y ya te drogaste. - Le comentó Taemin.

- Prueba un poco, vale la pena.

- No consumo drogas, Choi.

- Hazlo por mí...

- No te quiero tanto, ¿Sabes?

- ¡Oh, vamos! Es droga de una noche, no te harás adicto...

Taemin era débil mentalmente, pero no tanto, así que no podía comprender por qué demonios estaba fumando mierda.

De repente se sentía más activo, con más adrenalina.

- ¡Rompamos reglas, babies! - Se subió encima de la mesa y bailó como nunca, todo SHINee lo siguió, incluso el JongKey que acababa de salir del cuarto de Arisa.

Un bate impactó fuertemente su cabeza, y sintió que hasta se le salían los ojos.

Extrañamente, sus perdidos ojos captaron la mirada de una mujer, una hermosa mujer que lo miraba con satisfacción.

- Kibum, fuma esto. - Le pasó el pequeño paquete que tenía en su mano.

- ¿Qué es? - Le preguntó, analizando la bolsa.

- Le dicen ''La novia''...

- Suena extraño. Me la voy a fumar.

- ¡Así se habla!

Lo mismo pasó con Jonghyun, quién sucumbió a sus intintos en busca de placer y también la fumó.

Y Jinki... fue más difícil con él, pero de igual manera aceptó.

Todo el mundo bailaba bajo los efectos de la droga, se sentía genial, pero extrañamente se sentían perseguidos... por una mujer.

- ¡Kibum perdió! - Exclamó una mujer que jugaba con ellos el juego de la botella. - Hay que amarrarlo.

Lo ataron a la ruleta y lo giraron. Kibum no se negó en lo absoluto, la droga lo hacía más fácil.

Su cuerpo giraba y de repente, ¡Una mujer estaba allí, con un machete!

Sin poder hacer nada, sintió el filo del cuchillo atravesar su piel y sus huesos, cortando su cabeza.

No sintió dolor. Era refrescante.

- Jejejeje. - Todo era de colores.

Esperen

¿Se estaban llevando su cabeza?

Minho estaba con un traje negro, en la encimera de la cocina, haciendo unos bocadillos.

- Oye, rana - Lo llamó, y el menor se sorprendió.  - ¿Sabes dónde está mi cuerpo?

- ¿Qué dem...? A lo mejor y lo dejaste deambulando por allí, hay que encontrarlo antes de que Jonghyun lo viole.

- No estoy seguro si eso me moleste del todo, pero bueno.

Una cabeza y un mayordomo buscando un sensual cuerpo que deambulaba por allí.

- Oye, ¿Has visto de casualidad un cuerpo? Es delgado, blanco y está vestido de manera extravagante.

- Creo que oppa se lo llevo al baño. - Señaló, y pudo ver su pierna sobresaliente de la puerta del baño, siendo arrastrada por una morena mano.

- Perro insaciable... - Susurró como pudo, y Minho lo llevó hacia el baño.

- ¡Alto ahí, enfermo! - Exclamó al abrir la puerta de golpe, encontrando lo que nadie esperaba.

Jonghyun no tenía boca.

- ¿Qué...? - Analizó la situación, mientras Jonghyun trataba de explicarse, pero simplemente no podía hablar, entonces comenzó a hacer mímicas.

- Tú... - Descifró Kibum a la seña que el mayor hizo, señalandose a él mismo. - Tú estabas ligando... - El mayor negó fuertemente al darse cuenta de los celos del contrario. - Ah, me estabas esperando. - Jonghyun asintió. - Y alguien vino y te... ¡¿Besó?! ¡Qué diablos, Kim Jonghyun!

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Oh, joder, ¿Qué acababa de hacer? Había fumado una especie de droga que Minho le había dado.

- ¡You are my everything~! ¡LUNA, MI AMOR, TE AMO! - ''cantaba'' Pero al estar bajo los efectos del alcohol y las drogas, se le dificultaba.

Ahora no se podía ni levantar, pero debía ir al baño a lavarse la cara, para dejar de hacer sandeces.

Con pasos largos e imprudentes, llegó la baño principal, el cuál estaba extrañamente limpio.

Prendió el caño y llenó agua, para luego sumergir su rostro en esta misma.

Al retirarse, no podía diferenciar el olor a trago que antes sentía, debido a eso, se alteró y miró al espejo.

Lo que este le reflejó, lo dejó sin palabras.

- ¡Joder, mi nariz! - Retrocedió muchos pasos, con escalofríos recorriéndolo.

Pero dejó de importarle unos minutos después, cuando se dio cuenta que podía respirar con la boca.

- ¿Tú también perdiste una parte de la cara? - Le preguntó cuando encontró a Taemin buscando sus ojos.

- ¿Hyung? - Preguntó, toqueteando su cara para reconocerlo.

- Sí, sí, dime ¿Dónde están los demás?

- Ni idea, no los veo.

- Yo no puedo olerlos.

- Brutal.

Se pusieron en marcha, a encontrar a sus amigos, pero se alteraron al no encontrar rastro de ellos por ninguna parte, y comenzaron a buscar en las habitaciones, no eran ingenuos y sabían que esos pervertidos a lo mejor y estaban haciendo un trío.

Hasta que ya no pudieron respirar.

Jinki, que hasta el momento estaba respirando por la boca, sintió de repente una mano que impedía su correcta respiración, y vio a Taemin sufrir lo mismo.

Cayó al suelo y lo último que sus ojos lograron divisar fue una mujer de altos tacones blancos y una falda de encaje, ligeramente alta.

La fémina sonreía mientras se acercaba a él, a pesar de que su rostro era cubierto por el largo y ostentoso velo que llevaba.

Despertó en una extensa cama matrimonial, y cuando analizó la situación, allí estaban todos, a los pies de la cama de la novia, quién no se había desprendido de su velo y que tenía fotos de ellos, esparcidas a lo largo y ancho de la cama.

Todo se volvió borroso cuando la novia se acercó lentamente a él, notando que estaba despierto.

Lentamente la mujer se acercó, revelando cada vez más sus rostro, y de repente, se quitó el velo.

Lo que vino lo dejó sin palabras.

Lo único que se podía deferenciar eran partes del cuerpo de distintas mujeres y hombres, dejando rastros de lo que alguna vez fue una hermosa mujer.

- ¿T-Tú e-eres L-la Novia...? - Alcanzó a preguntar, a pesar de que la respuesta era obvia.

- Yo soy lo que ves. - Comenzó, su voz era de terror. - Yo soy lo que tú quieres que sea. - Se acercó aún más, provocando que Jinki retroceda. - Yo puedo darte el poder de hacer todo. De sentirte bien, y sentirte terrible. - Puedo llevarte al cielo, al infierno, puedo quitarte la nariz, los ojos, el corazón... Hasta que seas mío, Kim Donghae.





































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