Capítulo 26 ¿Dónde estás?


Las copas se alzan en un brindis totalmente ajeno a lo que estaba sintiendo, mantuve la sonrisa toda esta noche, imaginando que quizá estabas sintiendo el frío que yo siento. Porque así ha sido siempre, soy tu maldito espejo de siempre.

-¿Jesse?

He sacudido la cabeza al escuchar la voz de Cris que conducía a mi lado.

-Toda la recepción estuviste en silencio, y no necesitas explicármelo demasiado, se trata de Danny. La pregunta es... ¿Sabes qué está sucediendo con él?, Luis fue implacable, me comentó que la carta de renuncia ya estaba en su escritorio, que mañana lunes, cuando decida aparecerse sabrá que ya no puede volver más a trabajar con nosotros.

Es cierto...mi tiempo aquí también se ha acabado, tras la nieve y lo poco que hice allí era obvio que Danny no iba a ser el único que se iría del edificio.

Un rayo me atravesó el pensamiento, de pronto he recordado a Jim.

-Si te dijera que losé te estaría mintiendo...pero ahora mismo no tengo cabeza para pensar en lo que a Danny le está sucediendo, ahora pienso en muchas otras cosas y entre esas está Jim. Nunca imaginé...verle en aquella faceta tan...baja

Cris ha torcido los labios algo confundido.

-Sabes, hay algo que me inquieta en toda esta historia.

-¿Qué? –He girado la mirada y la he cruzado fugazmente con la de él.-

-Jim sabía algo muy personal sobre mis orígenes.

-¿Y por qué Jim iba a saber algo así? –Alcé una ceja aun más confundida.- él no tiene nada que ver contigo cris, no te conoce.

-Tal parece que sí, que me conoce más de lo que yo imaginaba, ya sé exactamente por qué lo dijo, me di cuenta que la vida es un pañuelo Jesse. Pero eso no quita que me sienta algo aterrado por lo que acabo de descubrir hace sólo unas horas.

-¿Qué descubriste? –Ladee la cabeza mientras doblaba en la costanera en dirección a mi hogar.-

-Jim vivió en el orfanatorio que yo viví en algún punto de mi vida. No lo recuerdo bien... tengo recuerdos difusos de mi niñez...¿Tienes algo de tiempo antes de entrar? –Se detuvo fuera de mi casa y apagó el motor del deportivo.-

Asentí y me giré para verle mejor.

-Cuando era muy pequeño mi madre me abandonó en un orfanatorio, a los seis años. Ella se llamaba Annie. Cerca de mis nueve años, me trasladaron a un orfanatorio aquí en Valparaíso, allí conocí a Jim, pero no le recordaba para nada, ya que era muy poco lo que coincidíamos.

-¿Por qué?

-Nos mandaban a escuelas diferentes. Y bueno, después le adoptaron.

-Comprendo...así que... el señor John no era su padre biológico...-Me he vuelto a dar la vuelta para ver por la ventana, la niebla comenzaba a bajar.-

-El punto es que Jim sabía lo que mi madre le sucedió antes de tenerme a mí, lo único que se me ocurre al respecto es que como siempre él estuvo ojeando los expedientes de ingreso y leyó el informe que las monjas de Santiago le mandaron sobre mí.

-¿Viniste de Santiago?, ¿La capital? –He abierto los ojos como platos.- ¡Yo también nací allí!, pero nos mudamos cuando era muy pequeña.

Cris ha sonreído.

-Que gratificante que no te dejes atenuar por la faceta más oscura que tiene Jim. –Ha comenzado a reír bajo cubriendo su boca.-

-No puedo pensar en un Jim malo, sobre todo porque sé que algo horrible debió ocurrirle para que hiciera algo así. –Comenté.-

-La ingenuidad jamás ha sido una buena aliada. –Cris posó su mano en mi hombro.- no te dejes engañar por los recuerdos que compartas con Jim. Él ya dejó de ser lo que tú recuerdas, nadie que te ame hará algo así contigo.

Resignada bajé la mirada, la he vuelto a levantar y sonreí.

-Te veo mañana en el edificio, Henry me ha llamado, me ha dicho que con el sueldo de mañana se devolverá a España...

-¿Cómo?, ¿Y por qué no me lo ha dicho a mí?

-Por que dijo que tú eras una niña llorona, que probablemente le seguirías. Pero también me ha dicho que abras los ojos, que tienes mucho más que hacer en este lugar además de sacar fotos.

Me ha dado un poco más de nostalgia, si hasta Henry lo notaba... Me despedí de Cris y subí a mi habitación, todos estaban dormidos.

Encendí la luz y me encontré con Cynthia sentada en mi cama. Sorprendida he cerrado la puerta.

-¿Qué haces aquí?, Deberías haberme avisado que venías, ¡Casi me matas de un susto!

-Se supone que somos amigas, que nos entendemos muy bien, no veo porqué deba avisarte que quiero verte. –Se ha levantado.- ¿Cómo te fue en la nieve? ¿Viste a Danny?

-Claro que le vi... -Pasé a su lado con algo de recelo, su mirada estaba quieta, sin dejar de verme mientras me cambiaba.- Fue un fin de semana algo estresante.

-¿Y qué hicieron allá?, ¡no me vas a decir que no pasó nada!, no te lo creería. – Se ha quitado los tacones y los ha dejado cerca de la puerta.- ¡Anda cuéntame!

-¿En verdad crees que después de todo yo iba a acostarme con Danny?, digo... me engaño y luego finge que está del lado de unos tipos malos o que se yo. ¡Se excusa de todo! –Fingí para ver su reacción, ha resoplado aliviada.- ¿Pero porqué querías saberlo?, no me digas que viniste hasta aquí sólo para saber que sucedió entre ambos.

-¿Cómo?, ¡no!, es sólo que me has abandonado, últimamente nuestra amistad está algo lejana a todo lo que fue antes. –Se encogió de hombros y se me acercó, me abrazó y sonrió luego.- pero ya no dejaré que nos sigamos alejando la una de la otra.

Un deje escalofriante en su voz me ha recorrido la espalda.

-¿Por quién me tomas? –Pregunté alejándome un poco.- ¿te interesa Danny, no es cierto?

Ella alzó una ceja y se cruzó de brazos. Bajó la mirada y ha respondido.

-No precisamente.

-¿Entonces por qué siempre tienes y quieres saber y estar cerca de él? –Creo que esta es la pregunta más larga que he hecho en toda mi vida, es un milagro que la lengua no se me enredase.-

-No sólo me interesa Danny... es algo muy difícil de explicar.

-¿Por qué me dijiste que tiene familia?, ¿A qué te referías con eso? –Me senté en mi cama y la observé fijamente.-

-¡Porque estoy harta de que seas tú la razón de todas sus desgracias!

Finalmente lo ha soltado. Me ha atacado de lleno y me he quedado muda, ¡quería decirle cosas!, pero en este instante no se me ocurrían.

-¡Siempre que apareces él vuelve a caer!, ¡Lo arruinas!

-¿Y qué hay de Neithan?, tú tienes a quien querer. –Dije bajo sin poder creérmelo aun.-

-¿No lo comprendes? –Se ha acercado a mí y me ha tomado por los hombros.- tú eres mi único problema... si tan sólo tú no hubieses llegado hoy Danny estaría conmigo...¿Por qué no le haces un favor?

-¿Qué quieres decir? –Alcé la mirada con temor, por un segundo la desconocí.-

-Tengo unos pasajes hacia España que son para mañana... hace ocho años me los aceptaste y la vida de Danny continuó, ¿Por qué no nos haces un favor a todos y dejas de arruinar la vida de un hombre que era feliz?

Abrí los ojos perpleja, un suspiro me ha tragado. Hace ocho años había razones para dejarle y aceptar los pasajes que cynthia me había dado. Hoy...

Quité sus manos de encima de mis hombros y negué.

-Danny no fue feliz en mi ausencia... él me lo ha dicho, y yo no me iré si él no es feliz. ¿Puedes entenderlo?

Se ha levantado medio riendo y medio enojada, frunció las cejas y se puso los tacones nuevamente, algo terrible se avecinaba con este clima tan aterrador, truenos y lluvia.

-Perfecto, te lo he ofrecido para que dejases de ocupar el lugar de tonta. Pero tú lo quisiste así, el camino difícil. –Ha tomado los pasajes y los ha dejado en mi baúl.- Si cambias de opinión, el avión sale por la tarde. Hasta mañana o hasta siempre, querida cara de mono. –Ha reído a carcajadas y se ha marchado.-

Por un segundo pensé que me golpearía, pero peor a un, ha tirado por la borda los años de amistad y me ha dicho lo que sospechaba. Es aun peor...

¿Entonces sí lo era?, ¿Soy un estorbo para Danny?, me dormido pensando en aquello.

A la mañana siguiente sin muchas ganas me he levantado en compañía del sonido de la incesante lluvia. En mi teléfono no había notificaciones y Mamá no me llamó para desayunar. Quizás debería reconsiderar el tomar mi vida y seguirla desde donde la dejé. España.

Me he tomado un café con un pan duro que había quedado en una bolsa de la cocina. Quisiera hablar con Cris y para que me dijera hacia dónde debía correr ahora, pero después de lo ayer ya nose si deba confiar en las personas de por aquí. Todo parece arrastrar algo peor. He tomado la taza de café y la he observado, en ella no había nuevo.

Tomé al paraguas y me acerqué a la parada más cercana, hoy no podía irme caminando en absoluto, o llegaría empapada. He tomado un autobús y me he sentado cerca del final, en la radio estaba sonando "Desde cuándo del cantante Alejandro Sanz", aquello me ha traído mil recuerdos. Aquel momento...

Hace ocho años atrás.

Era una expedición con nota para la clase de biología.

Subimos el cerro más cercano y rodamos en él. ¡Qué estúpido eres!, te has clavado varias espinas Danny.

-¡Valió la pena! –Ha abierto sus manos, en ellas estaba el collar que él me había regalado.-

-¡Así que por eso te has lanzado! –Le he golpeado levemente en la espalda.- ¡No vuelvas a hacerlo!

Me ha observado enternecido, en sus ojos había pura recepción de lo que me estaba pasando ahora mismo. Sentía que debía acercarme y besarlo, pero era muy difícil, ¡sobre todo porque me pincharía!

Él se ha levantado, hemos caminado en silencio hasta las carpas donde todos los del curso nos esperaban. Ambos debíamos atrapar una ranita de Darwin, pero finalmente nos pusimos jugar. El profesor pelado nos puso la nota mínima, a Danny pareció no importarle. Yo reí y le jalé para sacarle todas las espinas.

-¿Qué sucedió con Danny? ¿Se metió con un puerco espín? –Ryan ha comenzado a reír mientras nos divisó desde cerca junto a cynthia.-

-Se cayó en los cactus, quería atrapar la ranita. –Comenté.-

-¡Pero la ranita estaba en la cascada del lado sur del cerro! –Cynthia se ha agachado para quedar a la altura de Danny.- ¿Te duele?

-¡No, para nada! –Danny rodó los ojos cansado, y gritó muy fuerte cuando le terminé por sacar la última espina.- ¡Demonios Jesse!, de enfermera te mueres de hambre. –Comentó riendo mientras se hacía cariño así mismo.-

Me he enojado, solté la gaza y me fui enfadada hasta mi carpa. Encima después que le ayudé me agradece así. ¡Cretino!

No mucho después ha llegado hasta mi carpa, se ha acostado a mi lado mirándome.

-Vete, el profesor pelado te va a ver. –Comenté enfadada.-

Él me levantó la mirada desde el mentón y unió sus labios con los míos. Tenía sus ojos cerrados, ¿¡Qué debo hacer yo!?

Le he separado con fuerza sin pensarlo demasiado.

-¡Danny! ¡Cretino!

-¿Vámonos lejos? –Preguntó logrando sacarme de onda.-

-¿Qué?

No me ha dado tiempo ni de razonarlo y me ha sacado de la carpa corriendo, nos hemos escapado dejando el campamento detrás, ¡estaba loco!

Cuando al fin decidió detenerse me ha señalado las estrellas.

-Hoy es el día en que la noche nos enseñará uno de sus espectáculos más fascinantes.

-¿Cometa Halley? –Inquirí riendo-

-¡No! –Frunció las cejas.- Es la aurora boreal. Se dice que a pesar de que esos fenómenos sólo ocurren en Alaska también pueden crearse en otros lados gracias a las personas de luz.

-¿Hola? –Estaba aun más sacada de onda que antes.-

-Jesse, tú eres la única persona que posee luz para encender una aurora boreal hasta en el desierto, ¡porque tú lo eres!

-¿Qué quieres decir?, ya vámonos, tengo sueño. –He bostezado.-

-Jesse no estoy dispuesto a seguir buscando lo que ya encontré, puede parecer prematuro y todo, te lo he dicho antes, pero ya no estoy dispuesto a seguir volviéndome loco.

-¡Pero si loco ya estás! –Reí.-

-Sé mi novia, ya no quiero seguir esperando, llegará el final del año y no quiero bailar lambada con nadie más que no seas tú. Sabes que todas las mujeres me ven por esto, por los bailes, por lo que hago todos los días... pero a mí me enamoran tus locuras, la forma en que me tratas, estás sola en un rincón, ¡No estás hecha para permanecer escondida!, lo he notado, eres una mujer maravillosa y yo quiero que tú seas la que esté conmigo por el resto de mi vida. ¿No quieres?, perfecto, no hay devolución señorita, te vas a quedar conmigo porque así yo lo quiero.

-¿No tengo opción? –Sonreí ampliamente y le abracé.- que testarudo eres Danny...

-¿Entonces?, yo te prometo darte mi eterna felicidad y mis enojos, yo soy real, no quiero prometerte algo que no tengo aun, pero si te prometo que haré todo lo que yo pueda para sacarte del lugar en que estás, quiero que seas todo, ¡todo todo!

-Vale, que todo sea lo que esta noche quiera. –Él sonrió y me estrechó con fuerza.-

Danny estaba seguro de nosotros, él no quería a nadie más...¿Por qué iba a engañarme?, quizás yo he sido la que ha tenido malos pensamientos todo este tiempo.

La hora ha avanzado como quizo, ya llevaba más de media hora de atraso sentada aquí en el autobús, lamentablemente el tránsito no era muy bueno en estos días de lluvia.

Finalmente me bajé , subí por el ascensor hasta el piso de prensa. Cynthia estaba allí, me ha mirado pero no me ha saludado, en cambio ha reído con las demás que estaban hablando con ella.

El escritorio que le pertenece a Danny ya estaba ocupado por alguien más, y Luis estaba con la puerta abierta esperándome.

Él me ha entregado el dichoso sobre azul y me ha dicho que mis servicios han sido bastante buenos pero que realmente ya no me necesitaban más, que si necesitaba trabajo había bastantes cafeterías en la ciudad que necesitaban personas como yo.

Antes de que la charla acabase le he preguntado por Danny, más la única respuesta que recibí fue...

-Danny fue despedido esta mañana, estuvo aquí, recogió su sobre.

-¿Sabe algo sobre su paradero?, le he llamado para decirle unas cosas pero no contesta.

-Sí, la mujer que iba con él me ha nombrado un lugar...déjame recordar... -Se ha tomado su tiempo, ha girado en la silla.- Se marchó al sur, no creo que lo vuelvas a ver por aquí, él está en un periodo difícil de su vida.

-¿Y su mujer? –Pregunté algo aturdida por la noticia.-

-Pues no lo sé. Creo que fue con él.

-Entiendo...

Pero la verdad es que no lo comprendo...¿Por qué decidiste irte?, aun quedaban cosas que hablar...

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