Capitulo 21 El trato
Jamás se harán más fuertes, aun cuando se encuentren no saben quiénes son ellos realmente... Si de algo estoy seguro es que se han acostado, no me preocupa eso, solo estoy pensando en dónde podrías estar.
-¿Dónde estás Abigail? –Pregunté al lapicero.-
Soy John Risch, parte de una mafia internacional, tengo una larga lista de crímenes realizados desde que tenía diecisiete. El problema es que aun ahora que cumplí uno de mis objetivos fundamentales no logro sentirme satisfecho.
Sentado aquí en mi oficina no logro olvidar los fantasmas del pasado, me persiguen y me abrazan durante la noche.
Quizás algún día escriba toda mi verdad, pero entonces tendría que recordar más de lo que quisiera, ahora en este momento solo recuerdo una de tantas.
"¿Porqué es tan difícil?, no lograré pasar este año si sigo haciendo los trabajos sucios de papá. Estas manos están manchadas de sangre y nadie lo sabe, finalmente esto no es lo que deseo ser y no entiendo porqué no lo detengo, parezco un idiota.
-¿Qué haces aquí tan sólo?, juraría que desde hace un rato ya deberías estar jugando en el techado con el equipo.
Ella es Abigail, es la hija de la mujer de servicio en casa, también una de mis mejores amigas con la que compartí gran parte de mi infancia. Papá le paga los estudios en esta escuela tan cara, la considera una hija.
-Estaba esperando a Annie, bueno, en realidad no. –Sonreí.- estaba pensando en lo que haré cuando salgamos de aquí.
-¡Aun quedan seis meses! –Me ha golpeado la espalda levemente.- no te preocupes por nada, tienes todo para ganar en la vida John. Yo debería estar pensando en qué hare. –Ella ha bebido de su caja de jugo y me ha ofrecido.-
-Jamás pensé que llegaría este momento en que me sentiría tan... vacío Abigail, tener esa sensación de que nada he hecho bien. –Tomé el poleron del equipo y me levanté.- ¿Hoy llegarás tarde a casa?
-Sí...bueno supongo. –Sus mejillas se colorearon y su lengua torpe se ha enredado en sus palabras.-
-¿En qué andas pequeña saltamontes? –Alcé una ceja.- solo no te metas en problemas.
-Quizás el problema venga hasta mí. –Ella rió a carcajadas y se levantó también.- Te veo más tarde John.
Asentí. Fui por mis cosas y me marché a casa.
Cuando el cielo se cubrió de oscuridad papá comenzó a vestirse con aquel traje oscuro, Abigail aun no llegaba y su madre estaba preocupada.
-Ya llegará, no se preocupe. –Dije tomando su hombro.- ¿Papá ya se marchó?
Ella asintió. Entonces ya estábamos solos la mujer de servicio, mi madre y yo.
-Estaré en mi habitación, me llaman por el citó fono si necesitan algo, estoy muy cansado. –Mentí, claramente solo me encontraba pensativo y quería estar sólo.-
Me recosté en mi cama que tenía más espacio del que deseaba y me puse a escuchar algo de música tenue, necesitaba deshacerme del recuerdo, de las personas que tuve que asesinar.
¡Qué horrible!, no deseo hacer esto nunca más... pero entonces será una total decepción para mis padres.
Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, la música hacía su efecto. Antes de pode lograr soñar Abigail ha entrado a mi habitación.
Estaba llorando, sus ojos rojos y pequeños me daban cuenta de que algo le había sucedido, o que quizá estuvo fumando algo.
-¡Abigail!, ¿Qué te pasó? –Me he sentado al filo de mi cama observando sus pasos desordenados.-
Ella ha terminado por caer sobre mí completamente ebria, estaba sacada de onda y apestaba.
-¿¡Qué has hecho tonta!?, tú madre está preocupada por ti, deja, enseguida le llamo.
Dirigí mi mano al cito fono pero ella la detuvo y me comenzó a besar, le he separado de golpe dejándola caer en la cama.
-¡Estás totalmente ebria!
-¡Claro que no! –Gritó lanzándome un cojín con la misma cara que no se podía ocultar.- ven aquí...
Giré la vista a un lado, ella estaba equivocada, no podía pensar que me acostaría con ella...era la chica que más quería papá.
-John, yo sé que tu...lo sientes también...
-¡No!, ¡estás drogada quizá!, te llevaré a tu cuarto.
-¿Y por qué no me duermo aquí?, nada pasará si tú no quieres. –Se ha levantado como pudo y me abrazó por el cuello.-
Su mirada miel me estaba atormentando, una fina línea entre lo correcto y lo indebido se ponían en juego, mis manos querían recorrerla completa pero mi conciencia ya no daba para algo más.
Cerré los ojos, y suspiré.
Quizá una oración me salvase ahora mismo, o que me lleve el demonio, ¡quiero hacerlo!
Nos hemos besado durante un largo rato, y debajo de las sábanas azules nos hemos encontrado, lo hicimos quizás más de tres veces en la misma noche... pero a la mañana siguiente ella no estaba, por más que le busqué no la hallé.
Llegué a la escuela con la esperanza de verla aquí y hablar sobre lo que sucedió, quería decirle que aunque sucedió en una circunstancia bastante extraña eso me ha dado la respuesta que necesitaba, el sentido a todo... hasta esta noche descubrí cuanto le quería en verdad, y que lo estaba ocultando por lo que significaba para papá.
Entré en el salón y la he descubierto sentada en una de las mesas, besando a un tipo que nunca había visto..."
-¿Enserio preferiste emborracharte? –Reí con sarcasmo y le hablé a la ventana.- y después de eso, por si fuera poco, te casaste con el infeliz de Roberto, el muerto de hambre que obtuvo una beca para estudiar con nosotros.
-¿Papá?, ¿podemos hablar?
Jessica me ha entrado sin avisar, asentí y me senté a verla.
-Ya nose si pueda continuar fingiendo, Danny ha de estar con ella, se marchó a la nieve nuevamente.
-Jim está allí, solo espero que no lo arruine hija. –Comenté mirando el techo.-
-Es que ya se arruinó... –Murmuró ella.-
-¿Porqué lo dices? –Ahora le he mirado fijamente.-
-Jim no contesta desde ayer... le he mandado a buscar con algunos hombres...pero el set le respondió que no saben nada de él, Jim ha desaparecido papá...
-¿¡Cómo puede ser posible!? –He golpeado el escritorio con fuerza.- ¡Sólo le encargo una cosa y ni en esa se puede concentrar!
-¡Eso no es todo!
Jessica ha comenzado a llorar repentinamente, se ha echado a llorar en el escritorio como cuando era pequeña.
-¿¡Qué sucede contigo!?, arruinas el escritorio... ¡hija! –Le he tomado por los hombros y le he levantado.- mírame cuando me hablas.
-¡Estoy embarazada de Jim!
-¿Qué? –Alcé ambas cejas impresionado, ¿cómo me iba a enojar?, era la mejor noticia que me habían dado en días.-
-¡Hija pero eso es estupendo!
-¿¡Cómo va a serlo!?, ni siquiera sabemos dónde está. –Se ha comenzado a secar sus lágrimas.-
-¡Pero no seas ingenua! –Fruncí el ceño.- ¿No quieres a Danny contigo?
-Sabes que no...
-¡Pero debes quererlo!, ¡No se te olvide quién eres! –Rodee el escritorio y le hable desde atrás tomándola por los hombros.- Eres una Risch... ¿Ya se te olvidó que me hicieron daño?, ¿Vas a dejar que vivan felices?, si me dices que sí... -Me separé.- no tengo problemas en levantar las rocas encontrar a Jim y asesinarle aquí en tu presencia.
-¡No papá!, ¡es horrible! –Se ha girado a verme.-
-Bueno es simple...¿Hacemos un trato? –Estiré una de mis manos.-
-¿Prometes no hacerle daño si sigo con la farsa?
Asentí con una pequeña sonrisa.
Su mano temblorosa se ha acercado a la mía, enseguida, ya había pactado con el demonio, ha caído en mi juego, una hija tan ingenua no merece heredar mi puesto...
-Trato hecho...
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