Capitulo 2 Danny

Esta noche me desperté mucho antes de lo planeado gracias al rayo de la luz del poste que estaba por mi ventana, se detenía sobre mis ojos como anunciándome que de una u otra forma ya no iba a dormir más. Me levanté y me fui directamente a ducharme, el vapor del agua me hacia olvidar todo lo que en este momento quería olvidar. Y no eran muchas cosas precisamente si no una sola.

-¿Te queda mucho allí dentro?, Yo también quiero entrar y contigo ahí, imposible.-Dijo la voz de la mujer detrás de la puerta, con la que me casé casi por obligación y que ahora desconozco por completo.-

Enrolle una toalla en mi cintura y me mire al espejo mientras escuchaba los interminables golpes en la puerta, suspire y agarre lo que más necesitaba. Salí sin hacer contacto visual con ella para no perder el tiempo en estúpidas peleas de siempre, entre en la habitación y descolgué mi abrigo desde el armario en ese mismo instante algo golpeó mi cabeza.

-¡Demonios! -Dije al tiempo que me agachaba para recoger un viejo cuaderno.-

Antes de abrirlo me asegure de que mi esposa no estuviera por ahí merodeando aun, cuando estaba seguro de que ya no la vería durante toda la noche, abrí el cuaderno y comencé a revisar lo que tenía escrito.

- Noviembre del 2010. -Leí y cerré en seco el cuaderno algo asustado.-

Escondí el cuaderno otra vez y me apresure a ponerme el abrigo.

Estaba consternado, inclusive con un poco de nostalgia, el haber viajado al pasado solo con una fecha que leí era demasiado para mí, creía que ya estaba superado aquel episodio.

Tomé el abrigo y salí en dirección al estacionamiento de los apartamentos.

-¡No regreses tan tarde!, ¡No puedo esperarte hasta la madrugada todos los días!

Me limité a verla desde abajo, no dije nada y de alguna forma trate de huir.

Las cosas pasaron tan de prisa, pero los recuerdos tan despacio...Tenía una encrucijada en mis pensamientos, si tan solo la tuviera en frente dejaría que me reprochara todo, y luego de eso le diría lo mucho que me gusta su mirada y que tengo muchas ganas de besarla, que no quise que se fuera nunca, pero...

-¿Porqué me hiciste esto Jess?

El teléfono celular sonó despertándome de mis pensamientos, se trata de Ryan, él es mi mejor amigo desde que tengo memoria, pero también es el que reparte los cafés en la oficina, le dije que viniese conmigo para ser reportero, que ambos pasáramos por la universidad sin ver a nadie, sobre todo después del quiebre que tuvo nuestra amistad con las chicas. Pero Ryan prefirió una vida más tranquila.

-¿Ryan?, ya voy en camino. -Bostecé en el altavoz, estaba muy cansado aun.-

-¿De verdad has vuelto a dormir todo el día?

-Soy yo el que trabaja en horas dispares Ryan, tú sólo vas en la mañana a trabajar, ¡no te quejes!, ¿a qué se debe su honorable llamada? -He reído con sarcasmo mientras giraba hacia la costanera.-

-Creo que no eres un buen reportero, no sabes que pasó hace por lo menos una hora atrás en el cerro los placeres.

-¿Qué pudo suceder tan admirable para que usted mi soberano, apareciese por ese lugar? -He vuelto a reír mientras me estacionaba en el edificio de prensa.-

-Ella volvió. -Dijo de forma seria.-

-¿La loca que lanzaba frutas? -Alcé una ceja y subí al ascensor, estaba tan inmerso en la conversación que presione el botón equivocado, y me fui directamente al subterráneo.- ¿Ryan? ¿Estás ahí? -He mirado la pantalla del teléfono celular, ya no tenía señal.-

-¡Estoy aquí imbécil!

Me he volteado rápidamente en el ascensor y le he empujado.

-¡Un día matarás a alguien apareciendo así! -Suspire guardando el teléfono celular.- ¿Qué haces aquí tan tarde?

-Tenía que contarte lo que vi hace un rato, la verdad yo no lo hubiese imaginado nunca.

-¿¡Qué!? , ¡Habla ya!

Justo cuando iba a decir una palabra el ascensor llegó a su destino y fui jalado por mi jefa, Ryan se quedó allí dentro, y se despidió levantando una de sus manos, ha gritado algo, pero no pude oírle, el ajetreó de la oficina por la noche hacía imposible oír a una persona de una esquina a otra.

-¡Llegas tarde! ¡Ya es hora de comenzar! -He tomado el guión y me he subido a la plataforma.-

-¿Dónde está cynthia? -Miré al camarógrafo, pero él negó.- ¿¡Quieren que pase las noticias yo solo!?

-¡Y que sea rápido tenemos dos minutos de retraso! ¡Luces! -La jefa ha musitado tres con sus labios, lo he podido leer perfectamente.-

Las luces se han encendido apuntándome a mí, escuchaba la música de intro antes de que yo pasara por televisión, me he quedado estático esperando que la música se acabase, pero la verdad es que mi cabeza aun no estaba en esa plataforma, intentaba recordar que era tan importante en aquel cerro, ¿Porqué Ryan no quiso decírmelo por un mensaje?

-¡Danny! ¡Estás en vivo! -La jefa me ha observado con el ceño fruncido.-

He observado a las cámaras con los pensamientos a kilómetros de aquí, mi cuerpo estaba allí, lo demás no.

-¡Danny, di algo!

He inhalado casi sin creerlo, al percatarme de lo que Ryan gritó antes de que las puertas se cerrasen.

-¡Corten!, ¡necesito comerciales! -Las luces se han apagado cuando la jefa nos mando a comerciales, baje muy confundido desde la plataforma y me senté fuera del set.-

-¿Será posible? -He llamado a Ryan pero no ha contestado, tenía su teléfono celular apagado.- ¿Por quién volviste Jesse?, tú lo destruiste todo Jess... ¿Porqué volver ahora?

Aquella tarde tú y yo caminamos por la costanera observando el atardecer. El aire jugaba con tu cabello y me hacía ser poseedor de aquel exquisito aroma que expelías, esta es la última tarde antes de nuestro último día de secundaria, mañana será nuestra graduación, pero también te pediré que seas mía. No tu cuerpo jess, quiero tu vida, tu existencia, tus pensamientos, Jess...

-Mañana es el último día Danny... ¿Estás nervioso?

Tus ojos similares a unas almendras color desierto me han observado mientras tú parloteabas tus ideas tras salir de la secundaria.

-Jess...

-Entonces quiero plasmar en un lienzo la foto más grande del mundo, y tú estarás allí Danny, ¡en el centro!

-Jess...

-¿Puedes imaginártelo?, ha de ser fantástico colgar un lienzo tan grande fuera de un museo como lo es el de bellas artes.

-¡Jesse!

-¡No me grites Danny! -Ella ha inflado sus mejillas infantilmente, pero me he unido a su juego y se las he reventado con las palmas de mis manos.-

-Quiero decirte algo hace mucho tiempo pero creo que no quieres saberlo... -He caminado delante de ella, me bastaba un solo segundo para saber que estaría colgándose de mi cuello.-

-¡Dímelo, Dímelo! ¿¡Qué es!?

-Si quieres saberlo tendrás que ir mañana conmigo al baile.

-¡Danny eres un chantajista! -me ha tirado del cabello fuertemente.-

La he bajado de mi espalda y hemos bajado a la playa, allí nos hemos sentado a esperar el anochecer.

Abrí mi mochila y saqué el cuaderno en el que escribíamos, ella era Desierto y yo era Mar, de alguna forma nos hacíamos falta el uno al otro, por eso tomamos esos seudónimos para escribir.

-Pondré la fecha de mañana en la siguiente hoja, cuando te diga lo que quieres saber, mañana mismo tomarás el cuaderno y escribirás lo que sentiste al respecto.

-¿Por qué?, ¿Qué debería sentir? -Alzó una ceja y se apoyó en mis hombros mirando al frente.- ¿Es algo malo Danny?

La he observado de reojo y he acariciado su cabello mientras el sol bajaba, no le contesté abiertamente pero mis pensamientos si lo hacían, y creo que los ha escuchado, pues ha formado un arco con sus manos en sus oídos y me ha observado con el reflejo del sol en su hermosa mirada.

-Te oigo Danny...

Los latidos se me han acelerado, tanto que Jess me pudo y caímos en la arena, ella reía, era feliz, era hermosa.

-¡Te amo Jess!

Jesse ha quedado en silencio observándome sorprendida, todo se ha quedado en silencio, el sol se escondió por completo, y los ardientes labios de Jess se me han acercado tenuemente, el calor de Jess era...

-A la noche siguiente jess... tú ya no estabas más...

Dejé la oficina sin importarme lo demás y salí en el jeep a toda prisa, estaba nublándose, el aire nocturno era bastante más helado que el de otros días, al igual que ese día, todo estaba frío, en silencio, sólo el mar podía oírse.

Conduje varias calles, tenía que saber si era lo que yo estaba pensando, iría al cerro los placeres, si era Jess la detendría, no se iría nuevamente así como así.

La lluvia ha aparecido como si alguien hubiese abierto el grifo en el cielo, encendí las luces altas en el jeep y giré en la costanera, una chica estaba allí mojándose, seguro quería pescar un resfriado.

Me detuve en el semáforo sin darle mayor importancia y avancé rápidamente cuando cambió, si alguien debía saber la verdad, ese era yo. Jesse me debía más de una explicación.

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