Capitulo 16 Tú y yo
En la mesa las sonrisas hipócritas abundaban pero eso no me importaba. Aun ahora estaba feliz porque por la madrugada volvería a ver a Jesse, una nueva oportunidad para que al fin hablásemos sin nadie que se interponga entre nosotros.
-¿Cómo ha ido todo entre ustedes Hija? –Preguntó Diana mientras nos observaba por encima de la botella de vino que se interponía entre ella y yo.-
-Bien, no podría ir mejor, ¿No es cierto mi amor? –Jessica me ha tomado del brazo y ha hecho que mi comida se cayera encima del mantel blanco que tanto cuidaba Diana.-
Su mirada despectiva no me ha hecho daño, enseguida he pedido disculpas y ella ha tenido que fingir que no le importaba ahora que John se venía acercando sin las pizzas.
-¿Qué sucedió? –Pregunté sin ninguna intención de saber.-
-El repartidor, un imbécil más, le pedí de Carne pero se esforzó en traer dos napolitanas, se las he lanzado por la cara.
-¿Por eso traes el puño con sangre? –Alcé una ceja, podía ser de todo menos un estúpido.-
-¡Y a ti que más te da!, te sugiero que te ubiques en tu lugar, basura... -John se ha sentado a beber de la copa que diana le había servido hasta hace poco.-
-¡Papá!
-¿¡Qué!? –John se ha exaltado dejando caer su copa. No lo culpo, la voz de jessica era por demás molesta.-
-Se llevarán a mi Danny
De lo más infantil ha comenzado a hacer pequeñas muecas con sus labios, yo he intentado no verla y concentrarme en mis propios pensamientos.
Al estar rodeado de hombres vestidos de negro no era muy grato siquiera hablar.
John ha alzado una de sus manos y ha apuntado a uno de esos hombres.
-Hija, será por muy poco tiempo. –Comentó con certeza mientras el hombre que apunto se iba.-
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.
Aunque Jessica no era hija legítima de John, la amaba y la consentía a tal punto que ya saben, me arrastró al matrimonio por medio de amenazas.
Diana por su parte era esa esposa calculadora y mal nacida que busca hundir a todos, cree que tiene el control de todo pero jamás ha sido así, solo le lame las bolas a John y ya con eso se ganó la protección y parte de su dinero.
Ambos eran unos viejos bien trabajados, podrían aplastar a cualquier joven si quisieran, pero para eso ya tienen muchos hombres a su servicio, así como el respaldo de la mafia en el mundo.
Simplemente eran dueños de lo que apuntasen pero jamás me iban a ganar, menos ahora, estaba decidido a escapar y morir en el intento.
Aunque mi padre...
-¿Y tú?, ¿Cuándo vas a cumplir con tus obligaciones? –Dijo John observándome ya enojado como de costumbre.-
-¿Y cuál es mi obligación ahora?, he cumplido muy bien todas hasta el momento, nose a que te refieres.
-¿Cómo no sabes? –Una de sus manos ha desaparecido de la mesa y en la otra ha traído el revólver.-
-¿Me está intimidando nuevamente? –Le he mirado con el ceño fruncido.- ¿no es suficiente con lo que hizo a papá?
-¿¡Lo que yo hice a tu padre!? ¡Él está así porque quiere!
Me ha apuntado y ha disparado, la bala me ha rozado el cabello, pude sentir la fuerza con la que pasó por encima de mí e impactó en el cuerpo de uno de los hombres de negro que nos rodeaba.
-¡Qué te pasa estás loco! ¡Papá! –Grito horrorizada Jessica que quedó salpicada con un poco de sangre del hombre caído.-
John se ha reído a carcajadas sin ninguna muestra de arrepentimiento.
-¡Sáquenlo de aquí!
Lo he observado sin decir nada. Por un segundo he recordado que estar en frente de él no era un juego, que fácilmente podía acabar conmigo ya que no era la gran cosa para su hija, tan solo era su caja de arena en la que le encantaba revolcarse a su antojo.
-Disculpa, John... tengo bastante sueño, y la verdad quisiera llevarme a Jessica, quiero despedirme de ella a solas. –Dije levantándome.-
-¿Qué?, te levantas sin pedir permiso... tú sabes que la imprudencia se paga caro Mendoza.
Lo he comprendido, su mirada me ha hecho sentarme nuevamente.
-¿Estás seguro que es solo sueño? –Me preguntó con ganas de que le respondiera rápido, porque enseguida ha golpeado la mesa.- ¡Habla ya!
-Sí. –Me limité a responder. He estado en este trato sólo por Papá. ¡Qué diablos pasó para que la suerte me cargara tanto!, a veces podía sentir que ya no aguantaría ni un solo momento más con este trato, pero los hombres a mi alrededor podían simplemente recordarme mi lugar cuantas veces fueran necesarias.-
-Jessica, Diana, salgan de aquí. –Ordenó John, enseguida ambas se han retirado y nos han dejado solos y rodeados de guardaespaldas.-
John se ha levantado de su asiento y ha comenzado a rodear la mesa lentamente sin dejar de verme, por supuesto yo le he seguido con la mirada.
-Vamos a hablar como hombres, porque yo supongo que tú eres un hombre Mendoza, y espero seas uno sabio.
-Tú dirás. –Dije sin titubear.-
-Jesse Heard. –Dijo.-
Solo con escucharlo me ha atravesado con la bala que aun no salía de ese revolver que apuntaba al suelo. ¿Cómo pudo enterarse de Jesse?, de seguro buscaba hacerle daño.
-¿Quién? –Esta farsa no llegaría muy lejos, lo podía ver en sus pasos que se acercaban a mí.-
-Me preguntaba hasta cuando lo ibas a ocultar, se supone que somos amigos, dijiste que me informarías de todo y que así todo iría bien para tu padre enfermo. –Al estar detrás de mí, el revólver me ha acariciado la mejilla con fuerza.- ¿Por qué la ocultaste?
-No sé de lo que me hablas, no le he visto desde aquel baile al que ella no asistió. ¿A que viene esto?
No puedo mentir al respecto, mis manos sudaban helado, mi espalda se erizaba, tenía mucho miedo por lo que fuera a suceder.
-Como ya te dije antes, la osadía, las mentiras, hacerse el héroe y el buen samaritano delante de mí no va contigo. Y como ya sabes, cuando tu vas, yo ya fui y regresé.
Me he quedado en silencio, intentando no meter el pie equivocado en toda esta discusión.
-Soy un hombre justo Danny. –Él me ha girado la cara con el revólver para verle directamente.- Tú la dejas de lado y yo detengo al hombre que salió hace un rato a golpear a tu padre, tengo entendido que su salud está muy triste, y bueno, el hombre que lo golpeará también tiene estudios médicos, quizás entiendas que él puede administrarle algo como... -Lo ha pensando un momento.- ¿Arsénico?
-¡No!, ¡a papá no! –Grité fuerte mientras me levantaba.- ¡La dejaré!, ¿Qué más?, Puedo odiarla si me lo pides, puedo irme de aquí, lo que pidas... pero deja a papá por favor.
-¡Sabia elección! –John ha sonreído, con una llamada arregló todo...casi todo...- Cuánto lo siento Mendoza...
-¡Qué!, ¿¡Qué sientes!? –El temblor en mi cuerpo me hacía dudar de si perdería mi equilibrio, sentía tanta impotencia que apenas podía mantenerme de pie.-
-El hombre ya le había golpeado un poco... ¡Pero al menos no le administró el arsénico!, ¡Eso sí que es una buena noticia!
He comenzado a correr, John ordenó que no me siguieran.
Conduje tan rápido como pude, papá estaba malherido. ¡Por mi culpa!
-¡Maldita sea! ¡Maldita la hora en la que todo esto comenzó!
He estacionado el jeep encima de la acera peatonal sin importarme ni un poco y he entrado, su casa estaba devastada, sus cosas rotas y repartidas por todo el lugar.
-¡Papá!
He gritado mientras subía las escaleras, me tropezaba pero no me importaba, solo estaba él en mis prioridades en este momento, tan solo quería saber de él, ¿Jesse estaría bien?, John tenía que cumplir...sino lo hacía yo ya no tendría razones para vivir y ya no habría motivo para no matarle.
He abierto la puerta de su habitación con fuerza.
Me sorprendí en cuanto descubrí a una mujer envuelta en un manto de espaldas a mí, sosteniendo a papá y curando sus heridas.
-¿¡Quién demonios eres tú!? , ¡Suelta a papá!
Me he acercado con paso firme, ella se ha levantado y me ha lanzado el manto en la cara, antes de poder quitármelo, ella ya había bajado las escaleras y se encontraba saliendo, la he seguido corriendo por la calle, lo que pude ver es que se marchó en una motocicleta custom y que su cabello era canela.
-¡Espera!, ¡Oye no vuelvas más si no quieres que! –Lo he pensando un momento antes de que la motocicleta volteara hacia la otra calle, he dejado de correr cuando recordé que había dejado a papá sólo y tuve que volver aun más rápido de lo que corrí tras de esta mujer.-
Papá estaba semi sentado, sólo tenía un poco de sangre que estaba contenida por un parche de gaza que supongo la mujer puso encima de su herida más grave.
-¡Papá! –Me he sentado a su lado.- ¿Cómo te sientes? ¿Te han hecho mucho daño? –acaricie su cabello levemente.-
-No...importa hijo...
-¿Estás loco?, ¡Claro que importas!
-No hijo... creemé...
-¡Que no! –He fruncido el ceño.-
-¡Oh pero que eres duro Danny! –Papá me ha golpeado la cabeza levemente.- te digo que no importa, porque justo cuando aquel hombre me había golpeado esa mujer me ayudó, entró con un grupo de hombres azul y le han golpeado tan fuerte que ha tenido que huir como pudo. Uno de los hombres de azul me dijo que sabían que tu vendrías y entonces se fueron antes de que tú llegaras. Sólo ella se quedo conmigo y bueno ya sabes lo que pasó.
-¿¡De qué hablas papá!?, ¿¡Cómo iba a suceder todo eso!?, ¡Él no podía saber que yo llegaría es ilógico!
-¡No tanto! –Papá se ha recostado mirando al techo- Hijo...sé como...debes estar... y te quiero decir algo...yo ya estoy viejo...moriré en cualquier momento –Ha comenzado a toser fuertemente.- ¿Me prometes algo?
-No...Papá tú no morirás...¡Aun te queda mucho! –He tomado una de sus manos.-
-No seas estúpido...Danny...siempre fuiste tan...llevado de tus ideas –Ha sonreído levemente.- creo que eso lo sacaste a tu madre...
-Ah...no hablemos de ella, para mí ya ha muerto. –Solté su mano algo enojado.-
-Hijo, el rencor jamás...te llevará a ningún lado. –Papá exhalaba y hacia pausas mientras hablaba.-
-¿Cómo puedes decir eso?, ¡Ella te engaño y se fue! –Me he levantado mientras me cruzaba de brazos.-
-No hijo, no es tu problema... no la odies porque me dejó...eso es un problema entre ella y yo... -Papá me ha observado de reojo.- ¿Sabes qué hora es?
-¿Y eso que importa?, Papá tu salud es lo único que importa. –Fruncí el ceño sin verle.-
-Juraría que...había una chica que te traía comprando chocolates.
No pude evitar sonreír, papá sabía sacar siempre lo mejor de mí.
-Hijo, prométeme que serás feliz, que lucharas por serlo.
Aquellas palabras me han recorrido la espalda y han acabado en mis hombros, delegándome una gran responsabilidad.
Exactas y divinas palabras...
Le he visto una vez más y he asentido.
-No te preocupes por eso, seré aun más feliz que el tipo de siempre está sonriendo en la esquina.
-¡Danny! –Me ha regañado.- la felicidad no depende...de una sonrisa, sino de cuantas veces te sientas...completo en tu día a día...y también...quién te haga sentir así...es a quien debes querer...
Me he vuelto a sentar a su lado y le he pasado uno de mis brazos por detrás de su cuello.
-No tienes idea cuanto te amo papá, siempre has estado conmigo.
-Es el regalo más hermoso que me dio la vida el tenerte a ti como hijo Danny, prometí que te haría un hombre de bien...y hoy me siento orgulloso de ti.
Sus palabras me han clavado en el corazón, me lo ha presionado y no pude evitar derramar unas lágrimas vagas que sequé rápidamente con mi mano.
Mi celular ha comenzado a sonar, era Jessica.
Lo apagué e ignoré por completo, no tenía ganas de saber de esa familia por un buen tiempo.
Poco a poco mis ojos cansados y cuando la adrenalina bajo considerablemente han comenzado a cerrarse.
A la mañana siguiente y cuando el sol nos ha despertado por la ventana, la mujer del manto estaba apoyada en la pared de la habitación.
Me he levantado de golpe y sin dejar de verla le he preguntado.
-¿¡Qué haces tú aquí!?
Pronto tres hombres jóvenes, vestidos con un smoking rojo se han posado delante de ella.
-Yo cuidaré de tu padre, sé que debes de cumplir con tu trabajo.
-¿¡Pero quién eres!?
-¡Danny! –Papá se ha despertado y me ha jalado del brazo.- señorita, le agradecemos su ayuda, de no ser por usted y sus hombres quizás hoy no estaríamos hablando.
-Papá...-Le he mirado incrédulo por un segundo.-
-Soy Abigail O' donell.
-Eso no explica muchas cosas. –La mujer cubría su rostro y cuerpo con aquel manto rojo, era muy sospechosa, no quería confiar en ella.-
-Defiendo a los que sufren. Te he investigado Danny, sé lo que sucedió contigo, te casaste con Jessica Undurraga porque tu padre vió como ella se te colgaba del cuello, y ahora sufres porque tu chica está aquí y no has podido entablar una conversación con ella.
-¿Cómo puedes saber tantas cosas? –Me he levantado poco a poco sintiendo un poco de miedo, pero también una gran paz.-
-Eres un chico que me agrada mucho. Quiero ayudarte, permíteme hacerlo.
-¿Cuánto me vas a cobrar por cuidar a papá? –Me he acercado a ella, pero los hombres la han cubierto antes.-
-No te cobraré nada... al contrario, con todo gusto haré esto.
He observado a papá que asentía.
-Hijo, no podemos desconfiar de ella, no tiene nada que robarme y la verdad se ha empeñado en acabar con cada uno de los negro, y te ha ayudado tanto, no tienes idea, perdóname por no decírtelo.
-¿Cómo? –Alcé una ceja.-
-Fui yo quien te recogió ese día de borrachera. –La mujer ha reído detrás de su manto.-
-¿¡Por qué me espías!?
-¡Ya te lo dije!, ¡Sólo quiero ayudarles!
Me he quedado perplejo, la mujer tenía un carácter igual de terco que el mío, y que el de Jesse, los hombres de rojo me daban una idea de lo que podían ser.
-¿Disculpa?, ¿Abigail O' donell? –Reí de lado con sarcasmo.- ¿Juegas a algo?, ¿Por qué te escondes y además te siguen los hombres a todos lados?
Ella suspiró y chasqueó los dedos, enseguida uno de los hombres comenzó a relatar.
-Abigail O' donell es la fundadora de la Mafia "Red Sky", nosotros nos dedicamos a ayudar a aquellos que tienen problemas con las otras mafias existentes en el mundo, como ya te imaginarás tenemos muchos adversarios pero nosotros somos una red mundial tanto como ellos, encubiertos o de rojo, pero allí estamos observando. ¿Tienes alguna otra duda?
Aun más perplejo me he paseado por la habitación con ganas de reventar, cubrí mi boca y los he vuelto a ver.
-¡Increíble!, ¡Salí de una para caer en la otra! –Rodé los ojos y me senté.- es demasiado para mí.
-Tengo entendido que tienes un viaje que hacer. –Comentó Abigail que se cubría muy bien con su manto.-
-Sí...
He resuelto que si dejaba a Jesse con Jim solos por aquel lugar él podía aprovecharse de la situación, pero como podía confiar en ellos...si algo le sucedía a papá no me lo perdonaría jamás.
-¿Cómo sé yo que no le harás nada?
-Si yo quisiera haberle hecho daño podría haberme aprovechado en cualquier momento para robármelo. ¡Somos una red!, además, ya te lo dije... me agradas...
Finalmente he aceptado, no tenía mucho más que hacer aquí entonces.
Me acerqué a Papá y le sujeté por última vez su mano.
-Papá, ¿estarás bien?
-¡Claro! –Su sonrisa me ha tranquilizado, miré una última vez a esa banda de rojos desde el umbral de la puerta.- ¡Les estaré llamando!, Como yo me entere de que le sucedió algo...
-¡Ve tranquilo por un demonio chico! –Abigail ha sacado una de sus manos desde el manto y me ha echado del lugar.-
-Ok... esto... ¿Qué hora es Danny? –He mirado al reloj de pared de Papá.- ¡Demonios ya es medio día!
Antes de marcharme a la velocidad de la luz he tomado aquella cámara antigua de mi vieja habitación y me he marchado a comprar algo de ropa térmica, no podía arriesgarme a pasar por el apartamento en el que vivo con Jessica. Ahora que lo pensaba, jamás se me ocurrió llevarme algo de ropa al apartamento que es nuestro Jesse.
Más tarde cuando ya eran casi las tres y me encontraba a mitad de camino me detuve en una parada de camioneros, llamé a papá, todo estaba bien y Abigail aun se encontraba allí.
¿Quién eras tú Abigail?, ¿Por qué apareciste así en nuestras vidas?, Mientras pensaba estas cosas, la radio del jeep ha transmitido un especial de música clásica.
Le he subido a la música y he abierto los vidrios, "True Colors de Cyndi Lauper"
Si lo pensaba detenidamente y después de todos estos años...quizá no era que yo fuese el juguete solo de Jessica, quizá había algo más para John, algo que le interesaba mucho más de mí.
Tanto como le intereso a Abigail ahora.
¿Qué habría detrás de este rompecabezas de mafias?, ¿será una venganza interna?, o ¿tan solo soy yo quién está imaginando cosas?
Cuando llegué al pie de la montaña nevada me detuve en una orilla y coloqué las cadenas en los neumáticos, cuando me di cuenta ya estaba subiendo por el sendero de la nieve.
¿Alguna vez pensaron por qué la nieve es blanca?, me gusta pensar en el sentido filosófico de la vida, y creer que lo es porque son los buenos deseos de dios para el mundo, las esperanzas que él tiene sobre nosotros para mejorar en todo ámbito.
Por eso el frío nos envuelve a tal punto en el que no podemos pensar. Porque debemos dejar atrás todo aquello que nos hace malos y volver a nacer en un invierno arduo, para después hornearnos en primavera y nacer igual que un pan en verano.
He llegado al fin, me estacione en una tarima.
Al bajar me quedé helado, todas las miradas estaban sobre mí.
Jim estaba furioso sosteniendo el micrófono, Las personas que miraban a la tarima se han quedado sacadas de onda.
Hasta ahora me doy cuenta que me estacioné encima de la tarima de eventos donde Jim está trabajando.
Las cámaras se han volteado hasta mí y he sonreído.
-¡Hola a todos! –Debí parecer un completo idiota.-
-¿Qué haces?, ¡Baja ya tonto! –Musitó Jim por lo bajo.- ¿O te bajo yo?
Le he observado desafiante y le he arrebatado el micrófono.
-¿Alguien sabe dónde se encuentra la señorita Jesse Heard?, vengo a buscarla, pero esta vez para siempre.
-¡Danny!
Jesse ha gritado desde en medio de todas las personas que sujetaban sus esquíes, he sonreído ampliamente y tirado el micrófono a Jim, que lo sujetó por desgracia.
Ella comenzó a correr como pudo hasta la tarima, me he quitado la molesta corbata de la oficina y la tiré al bajar de la tarima y caer en la nieve espesa.
Corrí hasta ella y la estreché con fuerza cuando la alcancé. La he levantado en el aire y la he visto reír. Tan solo éramos tu y yo en este momento Jess, ha pesar de que muchos nos rodeaban.
Todos a nuestro alrededor han comenzado a aplaudir sin ningún sentido y han comenzado a alabarnos por alguna cosa en especial, de seguro era por ella, que se veía más bella que nunca.
La música de fondo del evento ha cambiado, he visto de reojo mientras bajaba a Jesse desde la altura, había sido Cris que lanzó al Dj hacia un lado.
"Listen to your heart de Roxette"
La he pegado a mí, le he quitado su gorro de lana y le ha acariciado aquel cabello color castañas tan hermoso que poseía, su cabeza se ha posado en mi pecho y sin poder contenernos, las lágrimas se han desbordado casi evaporándose por el frío sol que se asomaba entre las nubes.
-Al fin...puedo estar cerca de ti...Jess... -He levantado su mentón lentamente.- Y ¿Sabes algo?, Ya no te dejaré ir nunca más...
Y justo como si dios nos estuviese observando, la música ha alcanzado su último coro, y he unido el espacio que nos separaba, sus labios suaves se movían en contacto con os míos como si supieran lo mucho que la he extrañado.
Las lágrimas se filtraban entre nuestros labios, el salado de ellas me hacía separarme y volverla a estrechar.
Sin lugar a dudas, el mejor lugar para reencontrarte realmente ha sido la nieve, porque el frío que nos invadió todo este tiempo se cuela por nuestros labios y se convierte en una tenue danza que se evapora hasta los cielos...
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